Partida Rol por web

La respuesta tardó unos segundos - Aquí control de seguridad de la nave, todo parece estar en orden. Los otros marines espaciales de la Deathwatch se dirigen hacía el hangar de babor, y de momento no hay avistamiento de más xenos. Estamos evaluando daños y bajas

El marine superviviente había recogido el casco del capitán y os miró - Deberíamos seguirle hermanos, ha perdido la razón, temo que pueda hacer una locura

Deuteros se quedó meditativo durante unos segundos en los que estuvo pensando la posibilidad de que esta pausa realmente fuese una victoria, o al contrario, una trampa para coger desprevenidos a los que quedaban.

- Muy bien, avancemos con paso ligero pero vigilando bien, hay algo que no me gusta en todo esto, una de las sombras está más que claro que huyó, por lo que es más que probable que queden Xenos en la nave.

Y así Deuteros comenzó la marcha, girando ligeramente la cabeza para ver a sus hermanos caídos y rezar una pequeña oración por ellos, serían vengados, pero para conseguir vengarlos, la prioridad es sobrevivir.

Ariarkus había terminado de recargar su Bolter Pesado por lo que asintiendo a sus 2 hermanos salieron en busca del Capitán. No sabía el motivo, pero parecía que su Capitán fuera descendiente de los hijos de Russ.

- Hermanos, deberíamos avisar de lo que ha sucedido al alto mando de la nave. ¿No creen? – comenta mientras avanza sin dejar de vigilar los posibles ángulos y las secciones donde puedan ser emboscados por mas TAU.

El hermano Ictarion se quedó quieto durante unos largos segundos y empezó a correr - ¡De prisa hermanos! ¡Han activado las capsula de desembarco! ¡Apuesto a que es Augustos! ¡Corred! - les apremió

- ¿Qué demonios pretende? ¿Asediar el solo la nave Xeno? ¡Hay que alcanzarle lo antes posible!

Deuteros comenzó entonces a correr como alma que lleva el diablo, había que detener esta locura, costase lo que costase.

No lo creo hermano, la flota Tau a estas alturas debe de haber sido erradicada... pillaron este crucero practicamente solo y por sorpresa... No, es una capsula de desembarco orbital no un torpedo de abordaje... - seguía corriendo, girando esquinas, cruzando pasillos, abriendo puertas... la nave estaba llena de cadáveres, xenos y humanos - pretende ir al planeta...

- Entonces démonos prisa en alcanzarlo, antes de que cometa semejante insensatez...

Deuteros veía claro todo ahora, su capitán enloqueció al ver a tantos hermanos morir y ya solo tenía en su mente una cosa, vengar su muerte, pero pretendía ir al lugar donde todo sucedió, y de donde fueron rescatados

Ariarkus escucho las palabras de su hermano, el Capitán tenia pensado descender al planeta, pero que locura se había apoderado de el.

- Hermano Deuteros, ¿no tendríamos que ponernos en contacto con algún mando superior? Estamos abandonando nuestro navío y nuestro Capitán… - el Ultramarine Devastador no sabia como seguir, al final lo hizo por medio de una explosión de rabia contenida mientras agarraba su Bolter Pesado. - ¿En que diablos esta pensando el Capitán Augustos? ¿Qué pasa con los miembros de la Deathwatch? – no sabia que pensar de la situación en la que se encontraban pero no era forma de seguir el Codex, y eso el Capitán lo sabia.

¿Como? - Ictarion se giró de subito y se encaró con Ariarkus pero tratando de no ser violento, solo cara a cara - Es nuestro capitán ¿Informar a los mandos? Nuestro mando es Augustus Ariarkus, no la inquisición ni Carbey, que dirige la flota no las fuerzas de tierra... Olvidate de ellos, solo quedamos cuatro hermanos de cien... no se si eres consciente de ello, pero debemos permanecer más únidos que nunca, nuestro capitán ha perdido demasiado y debemos apoyarle, No esta loco, seguro que tiene algun plan y nuestra nave fue destruida, esto solo es un crucero de los inquisidores... - y dicho aquello prosiguió con su carrera

- En cualquier caso no nos demoremos más, si llegamos a tiempo, podremos hacer entrar en razón al Capitán, y planear nuestro siguiente movimiento de una forma más meticulosa.

Deuteros seguía corriendo, esperaba llegar a tiempo, la pérdida del Capitán no solo supondría una grave pérdida, sino que tendrían que enfrentarse a la situación de estar bajo el mando de otro cuerpo que no fuese el de Ultramarines, o tener que esperar a que enviasen más hombres, y ninguna le parecía atrayente en ese momento.

Ariarkus observo ala respuesta de Ictarion. Su mirada se cruzo con la de este y escucho cada palabra que le decía para después responderle.

- Entiendo claramente a quien debemos lealtad hermano. Pero me sorprende que Augustus, haya dejado que le posea su furia. Aunque tal vez no sea esta la que determina sus acciones. No pienso dejarle como tampoco te dejaría a ti ni a Deuteros. Pero nuestra labor, nuestro Codex nos exige que actuemos como lo que somos, la esperanza del Emperador y ante todo también estamos aquí para apoyar las decisiones de los demás cuerpos militares de la expedición. No sugería que fuéramos a dejar al Capitán solo. Sino que informáramos de nuestras posiciones y nuestras intenciones. El Capitán es lo único que nos queda y si ha de caer, caeremos juntos. ¿No estáis de acuerdo? – termina.

Los pasos de Ariarkus comenzaron a ser mas apresurados mientras en sus manos bailaba el Bolter Pesado, a su espalda portaba su lanzamisiles, y mientras observaba a sus compañeros pensaba que el destino de los 4 Ultramarines pronto se dirimiría.

Ictarion esa vez no respondió, siguió avanzando hasta llegar a las zonas de capsulas de desembarco... El capitán estaba cargando una de las capsulas de equipo. Augustos os dedicó una rápida mirada, pero no paró, ya había completado lo que hacía y estaba calibrando las coordenadas de desembarco...

 - He preparado esa otra cápsula para vosotros - dijo al fin después de que Ictarion le devolviera el casco - No hay tiempo que perder, vamos a recuperar la esfera o morir en el intento, esto harto del codex... - aquella blasfemia fue soltada con lentitud - solo nos ha traído muerte y vergüenza... moriré solo o con vosotros, me da igual, pero al menos moriré con honor y tratando de recuperar lo que por derecho nos pertenece proteger

La transmisión de Jaden Kollis llegó a los ultramarines, pero el capitán Augustus no varió en sus preparativos para asaltar el planeta necron.

Ariarkus observo las acciones del Capitán Augustus. Las acciones que realizaba no sabría definirlas y sus palabras dejaban claro sus acciones futuras. Ariarkus miro a sus 2 hermanos y tras un segundo de indecisión se movió para ayudar al Capitán a realizar los ajustes y las tareas necesarias para preparar el despegue de ambas capsulas.

- Capitán creo que hablo por los 3. Juntos aquí y ahora, hasta que nos veamos junto al Emperador. Que su luz nos guíe y nos recoja para estar junto a nuestros hermanos caídos. – comento sin mas. Sabia que lo que iban a realizar y aunque estuviera en contra de todo, no dejaría a ni a su Capitán ni a sus hermanos solos.

Tanto Augustos como Ictarion sonrieron agradecidos por las palabras de Ariarkus, ahora faltaba Deuteros por pronunciarse...

Deuteros meditó el tiempo que pudo la situación; si bien no le parecía ni honorable ni inteligente abandonar la nave y su posición, más aún confirmandose la existencia de refuerzos Xenos; menos aún se lo parecía abandonar al Capitán Augustus a su suerte...

- ¡Al diablo con todo! Sé que nos arrepentiremos de esto, pero al menos seguiremos siendo como uno, saquemos esa maldita esfera del planeta o muramos como héroes intentandolo. ¡Coraje y Honor!

Tras soltar el grito de guerra Ultramarine comenzó a calcular las coordenadas, al menos si iban a realizar esta locura, esperaba hacerlo con un minimo de posibilidades de éxito.

Juntos, los marines de ultramar terminaron de llenar las cápsulas de cargas de demolición, munición extra y un par de herramientas médicas... no tenían apotecario pero al menos tendrían algo.

Ictarion y Augustus iban en una cápsula y Ariarkus y Deuteros en la otra... los ritos de lanzamiento al principio fueron anulados por el puente de mando, pero tan pronto como Augustus indicó a la consola su clave de acceso se le garantizó la salida. Las pesadas grúas movieron los artilugios hacía las oberturas de lanzamiento mientras que las puertas de las propias cápsulas se iban cerrando pesadamente.

Una voz robotizada y femenina empezó la cuenta atrás, los marines, nerviosos en sus armaduras pero a la vez llenos de determinación y seguridad se prepararon para el desembarco.

3...

2...

1...

Ignición...

Dijo aquella atona voz. El rugido del motor inicial de salto de la cápsula inundo el lugar y ni las protecciones acústicas pudieron amortiguar el intenso sonido... al principio el descenso fue tranquilo, impulsados en inicio y atraídos por la gravedad había poca fricción, pero en cuanto rozó la atmósfera del planeta un intenso bamboleo sacudió a las cápsulas. Tan pronto como el descenso los internando más en el planeta se hizo mas frenético, pero las alarmas saltaron y todo se llenó de colores rojizos. Los frenos de desembarco habían sido bloqueados y los marines se dirigían directos y sin frenos.

El impacto fue brutal mientras iban atravesando capas de montañas excavadas milenios atrás hasta que por fin tocaron tierra y se frenaron de manera abrupta. Las puertas se abrieron en un suspiro al dejarse caer por si solas sin necesidad de sistemas hidráulicos.

Y allí estaban... los marines, en mitad de un mundo necrón, en una de sus cavernas, pero los cuatro lo sintieron, esa sensación de energía que parecía absorber todo a su al rededor... mucho tiempo con la esfera en su barcaza, bajo su influencia había despertado en ellos, sobre todo en el capitán, un sexo sentido, un vínculo con aquella pieza de tecnología arcana...

Es por aquí, vamos - ordenó el capitán después de haber distribuido el equipo adicional entre todos los marines. El sistema de cuevas parecía tortuoso, pero la omnipresencia de la esfera os guiaba con facilidad. Era sumamente extraño, pero no había ningún guardia necron, ni escarabajo ni nada... solo piedra y roca