La incertidumbre intentó entrar en el férreo corazón de Aurelia, pero el sentimiento de venganza implacable cortó de inmediato esa esquirla. Era una Sororita al servicio de la inquisición, la mas pura, penitente y sagrada orden del imperio. Brujas y xenos, herejes y demonios han caído y caerán mientras siga en pie un inquisidor. A través del visor del casco, se podía ver un brillo gélido en los ojos de Aurelia. Que avanzaba a paso lento.