+++Puente de mando del "Imperator"+++
El operario en la estación radar había chequeado tres veces las lecturas de la matriz augur que estaba enfocada al borde exterior del sistema solar en el que se encontraban, casi deseaba que aquello que estaba viendo fuera un error y por ello pidió ayuda a un sacerdote de Marte para que comprobara los cogitadores de análisis... aquello no tenía sentido.
Tras unos diez minutos de chequeos completos, el sacerdote le indicó que estaba todo en orden, y aquello causo mucho revuelo, medio puente estaba mirando al sudoroso marino que parpadeaba muy nervioso...
-Se... señor - empezó a tartamudear; el Almirante Carbey dejo unos papeles a un ordenanza y se giró lentamente para observarle desde la privilegiada posición que suponía estar en el trono de mando - detecto una cantidad ingente de biomasa... esta a dos días de viaje si siguen a esta velocidad... los cogitadores lo han analizado y el análisis muestra que es una flota tiranida... la posibilidad de fallo no excede más del cero coma cero cero cero cero dos por ciento mi señor - el puente de mando cayó en un poderoso silencio, Carbey cavilaba impertérrito, pero en su fuero interno sabía que implicaba aquello, con la tormenta de disformidad no podían pedir ayuda por mucho que lo deseara, y la suerte parecía que los abandonó desde que empezó.
El almirante se puso en pie justo a la vez que Zacarías, el alto emisario de Terra en representación de los señores de la cuna de la humanidad entraba en el puente de mando. Iba acompañado por Jacob Dorn, el representante del Adeptus Astra Telephatica, ambos con el semblante serio, como acostumbraban; Carbey obvió su molesta presencia y se dispuso a impartir órdenes, pero nuevamente el operario recibió una lectura y cortó al almirante antes de que pudiera hablar.
-¡Señor! ¡Naves emergentes de disformidad! ¡Es una flota entera! - empezó a contar en silencio - cuento... cuento... diez corbetas, seis fragatas y un acorazado - los cogitadores bufaron al iniciar el análisis - arquitectura imperial... pero... - palideció, casi sintió la bilis asomarle por el esófago - ¡TRAIDORAS! ¡SU ARQUITECTURA ES DE LA ERA DE LAS CRUZADAS! - gritó histérico, pero entonces Zacarías entró en acción... soltó una docena de esferas de colores rosados que se diseminaron con vida propia por todo el puente de mando, haciendo giros imposibles, cambios de ángulo y evitando colarse por debajo de ningún puesto sin que nadie pudiera reaccionar; ante la atónita mirada de los tripulantes, las "pelotas" se partieron por la mitad y mientras una parte quedaba pegada al suelo la otra voló en un suspiro hacía el amplio techo; un chisporroteo inundo el puente, el olor a ozono lo impregnó todo mientras los tripulantes, atónitos observaban sin comprender... todos salvo Carbey que empezó a gritar - Teletransporte en puente! ¡A cub...! - Zacarías ya le había hundido su bastón por la espalda y asomaba por la boca, y lo que antes era una herramienta de apoyo ahora era una especie de tentáculo sinuoso de color morado intenso... el puente de mando había caído, una legión traidora irrumpió por la teletransportación y en un lapso de treinta segundos todos los marinos yacían muertos después de que dos docenas de marines del caos los reventaran... armaduras rosadas, ribeteadas en negro en los rebordes de yelmos, hombreras y torso... Zacarías sonrió satisfecho y apartando de una patada el cadáver de Carbey se sentó en el trono de mando.
+++Puente de mando de la corbeta "Aurum"+++
El Alférez de navío Rutjens con su rostro de facciones afiladas apuraba su café de grano bien tostado, solo, bien amargo... la nuez le subía y le bajaba con esfuerzo en cada trago que daba; dejó la taza en su reposabrazos y observó por los amplios ventanales como se abrían puertas de salida del espacio disforme. Los imponentes chorros de energía psíquica violaron el espacio real mientras una flota entera salía de ella.
Rutjens era un veterano curtido en cientos de batallas navales, había visto todas las naves del enemigo y las reconoció antes de que ningún cogitador iniciara el análisis.
-Piten a zafarrancho, Cuprum, Argentum - abrió canales con las corbetas de su unidad - a mi costado, formación en ala, presenten batalla, enemigos a proa, herejes - dijo sin más hasta que una comunicación entrante de máxima prioridad bloqueó todos los canales
Soy Lord Zacarías, heraldo de los secretos, las naves entrantes son amigas... amigas de aquellos capitanes de navío suficientemente inteligentes, los que muestren ser unos necios apegados al falso emperador serán erradicados sin cuartel - se cortó en el acto dejando un regusto amargo en el gaznate de Rutjens; pero antes de poder reaccionar llegó otra comunicación entrante.
- Al habla el capitán de navío Sheppard, asumo el mando de la flota Imp - se escuchó una detonación seguida de un húmedo sonido contra el micro que le siguió una voz cruel desprovista de humanidad - Usted no toma el control de nada -
El alférez de la Aurum vio un destelló a su derecha e instintivamente rodó mientras desenfundaba su pistola naval, su segundo al mando, el Teniente Kieo, un hombre nuevo que había entrado en aquella operación había tratado de dispararle en la cabeza, pero Rutjens fue más veloz previendo aquel acto, por puro instinto; sin pensarlo dos veces descargó su arma sobre el matándolo antes de que cayera al suelo, completamente ensangrentado y un rictus de sorpresa en su rostro.
-Si alguien quiere cometer otra estupidez este es el momento - dijo recargando el arma mientras no quitaba ojo de sus hombres... hombres que seguían atónitos en sus puestos - bien, así me gusta... velocidad máxima, viren noventa grados a babor, sáquennos de aquí. - la situación de batalla había dado un giro de ciento ochenta grados en apenas un segundo y el Alférez de navío sabía que pocas posibilidades tendrían, demasiada confusión, demasiados traidores como para poder saber bien quienes eran aliados o enemigos.
- Si ningún oficial superior toma el mando, asumo el control de la flota leal, cordenadas de repliegue... sector omega, cuadrante alfa sesenta - la flota traidora se estaba reorganizando de la salida del espacio disforme mientras que los navíos traidores de la flota imperial se estaban atacando a las naves que no habían sido abordadas con éxito o que opusieron resistencia alguna.
La batalla fue un compendio de salvas, torpedos volando y cazas rugiendo fuera de los hangares, una batalla sin orden, sin fuste alguno que parecía más bien una pelea a cuchillo en un bar que un duelo de caballeros. Las posibilidades para los leales eran prácticamente nulas, por ello sus esfuerzos se centraron en tratar de huir de la formación y establecer una línea de batalla, ninguna nave podía hacer frente a dos acorazados imperiales.
Dentro de la flota leal quedaron la "Lux", "Dama Blanca", "Fenix", "Máxima", "Sentencia", "Aurum", "Argentum", "Cuprum"; la barcaza de los Puños Imperiales y las dos naves de la inquisición que quedaban, además de ello, las naves que quedaban con tropas imperiales leales no consiguieron se controladas por los traidores ni varias de suministro.
Los escuadrones de cazas, en su gran mayoría salieron al espacio en cuanto se inició aquel caos y el ochenta por ciento de toda la flota ligera se mantuvo leal, escoltaron a las naves que se retiraban y atacaron en pequeños grupos los motores de sus perseguidores... de no ser por su valerosa actuación, de no ser por el joven teniente Dawnie que se agenció el control total de aquella flota de cazas, bombarderos y transportes artillados... parecía que aún quedaba una pequeña esperanza para la flota leal.
+++Nave de transporte "Gavilán"+++
El oficial superior de la división acorazada destacada en la flota miró con curiosidad las órdenes recibidas. Pasar a reserva. No le había gustado nada no poder desplegar sus tropas cuando la orden de actuación epsilon ultra se emitió ya supuso un varapalo, pero que de repente le llegara una nueva orden con la firma del alto noble de Terra y no de su mariscal le gustó todavía menos.
El enorme transporte imperial albergaba toda la división, decenas de tanques, seis poderosos baneblades y el apoyo de artillería al completo. La armored penguins le estaba tocando demasiado los cojones, no paraban de pedir descenso inmediato, aquel Comandante, Wolff y sus perros tarados, como Lars, el tecnosacerdote con números por nombre le estaban sacando de sus casillas, y aquella ultima orden no le ayudaría.
Las tripulaciones estaban o dentro de sus tanques o cerca con la esperanza de poder ser desembarcados en los transportes auxiliares que llevaba la gargantuesca nave, pero entonces todo se volvió del revés. Llegaron comunicaciones desde el puente de mando sumamente extrañas y para colmo llegaron unos prebostes de la nave y tiraron unas esferas... esferas que hicieron saltar las alarmas.
Un grupo de treinta marines del caos y por lo menos cien heréticos de línea cruzaron por el portal que aquellas pelotas abrieron, pero lejos de acobardarse o gritar como una niña, Valian Zakkai, el hermano pequeño de Gabriel... sonrió.
Motores rugieron, armas fueron amartilladas, municiones en los cañones y se desató el infierno, el ave indómita inició una carga llena de brutalidad acorazada contra los traidores mientras todas sus armas abrían fuego en una dulce canción de muerte, arrollados, destrozados, aquellos ingenuos heréticos cayeron muertos en menos de dos minutos de combate, sorprendidos por su estupidez pagaron cara su osadía.
Después de aquello, Valian organizó a sus hombres en grupos para reconquistar la nave y apoyar a Rutjens... esos tanques sagrados solo entran en contacto con los hijos de perra traidores para arrollarlos.
+++Órbita del planeta+++
En una agónica hora solo quedaban seis naves imperiales que se retiraban dañadas dejando las fuerzas en superficie a su suerte, ni la poderosa barcaza de los Puños Imperiales había conseguido nada. Los valerosos marines fueron atacados en primer lugar, y a pesar de que sus cañones de proa lograron destruir varias naves, solo pudieron frenarlos para que más naves de combate pudieran huir de la zona, a otros planetas o lunas donde poder esconderse hasta la llegada de refuerzos...
La Aurum había tomado la iniciativa y había saltado a la disformidad tratando de viajar al sistema más cercano y pedir ayuda, reunir otra flota y volver para recuperar la esfera. Las fuerzas en tierra podían aguantar meses, ninguno se atrevía a bombardear desde superficie la zona por miedo a destruir la esfera... esfera que todo el mundo, que toda raza codiciaba con ansía... tiranidos atraídos por su energía, traidores alertados de sus existencia, orkos que solo buscaban poder y morko los guió hasta ahí, necrones resurgidos gracias a su poder, taus que recibieron lecturas muy intensas en la zona...
De las seis naves de combate que quedan se encuentran la "Dama Blanca", "Lux", "Sentencia", "Cuprum", "Fenix" y "Máxima". El sistema solar contaba con un total de ocho planetas, una estrella de masa masiva en el centro; el planeta en el que se hallaba la esfera era el tercero empezando a contar desde el Sol. La flota leal se había retirado al séptimo planeta, posicionándose tras una de sus lunas en órbita fija mientras esperaban refuerzos y se reparaban las naves de los numerosos daños recibidos. Cada tres días se enviaba un caza de exploración para evaluar la situación del planeta necron y tratar de contactar con las fuerzas en tierra... una escuadra de la deathwatch, una compañía de puños imperiales y dos de guardias imperiales de la imperator custos sumado a los dos únicos supervivientes de los ultramarines se afanaban en defender a toda costa la esfera.
En el lapso de dos días llegó la flota tiranida que enseguida se enfrentó en tierra a los leales, necrones, orkos y marines del caos... en el espacio entabló combate contra los traidores, pero la batalla quedó en tablas y cada flota se quedó a la espera, observándose mientras cada una se lamía las heridas.
En tierra la situación no era mejor, con la recuperación de la esfera, el planeta que había vuelto a la vida se fue apagando poco a poco, aquellas estructuras piramidales cayeron de nuevo sobre el desierto que había antes, aunque hubo una gran parte de aquellas edificaciones que soportaron la erradicación de la energía proveniente de la esfera.
Los imperiales al principio solo sufrieron el ataque de necrones, durante los dos primeros días, incluyendo el de un C'tan que, según el análisis de Jaden pudo determinar que la esfera lo sacó de su letargo ya que detectó el característico pico de energía que representaba siempre la seña de identidad de la esfera, el antiguo y poderoso ser salió de la cripta cercana a donde hallaron la esfera los cuatro ultramarines. El combate contra el C'tan fue mortal para ambos bandos... sin la energía de la esfera los necrones eran más débiles, pero aquel imponente ser fue herido de gravedad por el valeroso suicido acometido por el Capitán Regulus, que se sacrificó por todos y haciendo que se retirara al agujero de donde había salido, al menos... temporalmente. El capitán de los ultramarines prefirió una muerte heroica que seguir con el tremendo pesar que asolaba su alma por la pérdida de tantos hermanos de batalla bajo su mando, bajo su responsabilidad.
Todos vieron como fue corriendo por las trincheras sin mirar al frente, solo con la cabeza girada enfocada hacía el C'Tan que se dio a conocer como "El Emperador"; se sabía de la existencia de dos C'Tan y había rumores de un tercero encerrado en el corazón de Marte, pero hasta la fecha, no había ningún informe que hubiera arrojado pistas sobre otros miembros de aquella antigua raza de devoradores de estrellas. Augustus fue seguido por su hermano Ictarion, el cuatro ultramarine superviviente, uno con su espada de energía y el otro con la sierra. Ictarion había desarrollado una fe ciega por Augustus además de un apego que superaba cualquier lazo entre hermanos, era leal hasta en la sin razón.
Ambos ultramarines saltaron las defensas imperiales, se internaron en el corazón de la batalla hasta que el Capitán lo señaló retándolo a muerte. Aquel C'Tan, divirtiéndose indicó que se enfrentaran los dos contra él y eso hicieron. Fue un combate largo, bastante largo y que paralizó por completo toda la batalla, incluso aquellos muertos de acero mostraban interés por ver como se resolvía aquel duelo. Los marines se batieron con furia, más homicida que determinada, el capitán estaba sacando todo el odio que albergaba en su interior mientras su hermano lo apoyaba como podía, estaba claro que Ictarion no estaba a la altura del duelo, pero fue el último en morir.
Pasados veinte minutos Augustus sangraba profusamente, Ictarion estaba intacto y el C'tan también había sido herido, pero daba igual... "El Emperador" parecía ya aburrido del combate, aunque quizás temiera por su existencia, por ello agarró con sus poderes arcanos al ultramarine alzándolo en vuelo y después lo ensartó con su alabarda necrona, provocó una conmoción entre las filas de los imperiales, pero Ictarion se abalanzó gritando y llorando con fuerza, el marine, que había sido vilipendiado por el C'tan demostró, como último acto en vida que era un marine valeroso. Dio un poderoso salto hacia delante con la espada sierra rugiendo con violencia y se la clavó tan profundo que el casco de Ictarion besó el del C'tan, un profundo alarido recorrió el lugar y después de separar la cabeza del ultramarine del resto de su cuerpo "El Emperador" se retiró levitando... aquel fue un día triste para el Imperio.
Al segundo día las fuerzas necronas se toparon con los tiranidos... una lluvia de esporas cayó sobre el planeta dando un aspecto negro y anaranjado a la atmosfera ¿Esos colores? Sin duda Numaios y sus hermanos reconocieron en el acto aquella flota tiranida, aquella flota que se enfrentaron once años atrás cuando Benahia seguía con vida, cuando su Capitán se sacrificó valerosamente para que pudieran luchar otro día más. Loacastus juró y perjuró que había visto a Benahia incrustado en el cuerpo de un tiranido de enjambre de gran tamaño, mucho mayor de lo habitual. Aquel ser no se internaba en la lucha, parecía más inteligente de lo habitual, se mantenía a raya, observando, meditando... al propio salamandra se le antojó que era un general dirigiendo a sus tropas y evaluando la situación.
Cuando ya hubo pasado otra semana llegaron noticias del caza de observación, se había detectado un grupo de pecios orkos que se acercaban veloces al planeta atraídos por la esfera... otro Waagh orko, justo lo que necesitaban, los orkos reforzados añadían más problemas al infierno que era la superficie del planeta.
Un terremoto asoló todo el planeta durante varias horas... el waagh orko acababa de aterrizar y con ellos empezó otra gran batalla, ya eran necrones, tiranidos, orkos, traidores e Imperiales luchando por el control de la esfera, el artilugio de tecnología arcana estaba en manos imperiales y así seguía gracias a las barricadas de los puños imperiales, pero aquella batalla, la batalla de los cinco ejércitos dejo muy mermadas las fuerzas de todos los bandos... tiranidos devorando orkos y traidores por igual, necrones siendo frenados por los imperiales a duras penas...
Numaios lideró varios asaltos a melee con las mochilas de salto... Asteron le siguió siempre, demostrando que sus poderes psíquicos, aunque aberrantes para algunos, supusieron la salvación en numerosas situaciones. Jaden había logrado desplegar decenas de torretas tarántula, reparado armaduras, mejorado armas y reventado enemigos con su rifle de plasma... el resto de vehículos solían requerir de su experiencia para reparaciones. Loacastus no se movía casi nunca de la misma posición, había desplegado toda su habilidad con el cañón de fusión haciendo volar por los aires todo aquello que fuera de un tamaño superior a un ser humano. Castor tuvo una labor más importante, no solía estar tanto en batalla o en el frente sino atendiendo a los heridos, muchos soldados y marines que recibieron su atención le deben la vida al apotecario. Ariarkus estaba ayudando a los equipos de bolter pesados imperiales y el mismo abatía hordas de infantería que se acercaban corriendo... ya fueran gantes, orkos o quien fuera mientras Deuteros demostraba por que los ultramarines eran los más afamados estrategas, delimito toda la línea de defensa junto con los comandantes de la imperator custos, aquello, junto a las fortificaciones de los Puños Imperiales garantizó la supervivencia.
Pasadas dos semanas de combates, todos los ejércitos se centraron en quedarse en sus campamentos, todos habían perdido muchos efectivos y se llego a un punto muerto en el que un paso en falso costaba demasiado ya. Se libraban pequeñas escaramuzas, asaltos, infiltraciones, pero nada más allá. Los Imperiales rezaban cada día al Emperador para que llegaran los refuerzos...
Una de las grandes incógnitas que asolaban la mente de todos, pero sobre todo de Asteron y Jaden era Estelios. No se sabía nada de Victus, y las sospechas aportaban malas noticias. Parte de la flota traidora que vino eran marines de los hijos del emperador, pero había un pequeño reducto de marines de las ramas escindidas de los Ángeles Oscuros... la vergüenza que sentía Jaden, además del odio eran insoportables para él, pero Asteron no ayudaba cuando aseguró haber percibido un agujero en el enemigo... la capucha psíquica de Estelios generaba aquello, una ausencia de poderes, una ausencia de energía, era como un punto negro en mitad de un mar blanco. Era imposible saber que había sido exactamente de Victus, pero Castor tuvo una corazonada y sentía en su corazón que el capellán seguía con vida, en algún punto de la órbita.
Aquellas dudas no tardaron mucho en disiparse.
Hacía ya varios días que había empezado a nevar, concretamente en el vigésimo quinto día un intenso manto blanco lo cubrió todo, tanto suelo como cielo, reduciendo drásticamente la visibilidad, pero aún con ello, un explorador de los puños imperiales volvió al campamento base y reportó a sus superiores... aquel informe fue escuchado por Castor y este convenció a Numaios para ir a investigar lo que el neofito había visto. Se trataba de una cápsula de desembarco que cayó a dos kilómetros al sur de la base, la cápsula era de origen traidor, pero el hecho de que cayera lejos de las zonas de desembarco habituales de los miembros del caos hacía sospechar de ello.
A las pocas horas, la escuadra al completo de la deathwatch que mandaba Numaios partió hacía donde había indicado el explorador; la caminata duró una larga hora, a causa de la densa capa de nieve era difícil avanzar, pero al final lo consiguieron. La cápsula estaba vacía, solo había una portilla abierta y un juego de huellas que siguieron, pero que en seguida encontraron a quien las causo.
Para congoja de todos se trataba del hermano Rojarn, el colmillo largo y sacerdote de hierro. Se encontraba boca abajo y para horror de todos presentaba heridas de diversa gravedad, le faltaba el brazo derecho, le habían arrancado la mecadendrita de cuajo y reventado con ello todas las conexiones neuronales con la espina dorsal, cosa que Jaden sabía perfectamente lo doloroso que era, incluso para un marine... pero lo peor vino cuando le dieron la vuelta y constataron que era todavía peor su estado. Le habían arrancado los ojos así como los colmillos, le habían afeitado la larga y frondosa barba además de la cabellera, mostraba quemaduras diversas y en el torso tenía un feo agujero, pero lo peor no era aquello, sino el hecho de que le habían arrancado la semilla genética, y a saber con que propósito...
Castor lo examinó velozmente y pudo ver que estaba prácticamente muerto, un corazón infartado y el otro latía con lentitud. Rojarn olisqueó el aire y gruñó un poco - Oh... nieve... y... y chiquillos... - casi parecía alegrarse aunque el tono de voz había perdido toda su jovialidad y socarronería - no... no tengo tiempo niños... ya noto que me tengo que ir de aquí... solo deciros... que Estelios es un traidor.. maldita sea, de no ser por Victus hace tiempo que habría ardido en una pira por hereje... pero no... se enceló en protegerle porque era su hermano de batalla... el resto estaban o están vivos... no se... - tosió levemente - yo logré escaparme aunque quizás me dejaron hacerlo... me da igual... pero... escuchadme niños, coged a Estelios con vida, quemadlo vivo... no sucumbáis al odio extremo, que os guie pero que no os domine... - parpadeó con pesadez, a punto de irse - en la cápsula... os he dejado... unos regalos... cuidadlos, son mis hijos... - cerró los ojos y suspiró - Jaden... quédate con mi armadura... y por favor, quemadme como se hace en fenris... gloria y victoria... por Fenris.. por el imp... ... ... rio.. - y murió ante la atenta mirada de todos.
Mientras Jaden y Loacastus desvestían a Rojarn, Asteron y Numaios inspeccionaron la cápsula y encontraron los regalos a los que se refería Rojarn. Se trataba de sus lobos mecanizados. Junto a ellos, plegados sobre si mismos en dos amplios cajones había una nota grabada a martillo y cincel
De las hermanas de batalla tampoco se sabía nada. Lo que si se conocía era que la inquisidora se hallaba en paradero desconocido y que su escolta había sido eliminada casi en su totalidad. No tuvieron otra opción que quedarse atrapadas en el "Imperator" al perder toda posibilidad de salida cuando no hubo manera de acceder al hangar donde estaba el transporte de Konrad. Con el cuerpo de Isabella en su custodia trataron de esconderse siempre que era posible. Ellas estaban librando otra guerra, bien distinta, una guerra de espíritu y lealtad... supervivientes en la flota traidora, escondidas en el acorazado "Imperator", las devotas sororitas luchaban día tras día mientras urdían un plan para acabar con la vida del Traidor... del que se autoproclamaba "Heraldo de los secretos"... Zacarías el traidor...
El otro grupo de la inquisición del que tampoco se sabe nada es de Dierk y sus caballeros grises, se habían mantenido siempre al margen por orden de la inquisidora y así seguían... ni si quiera se sabía si su crucero sobrevivió a la batalla.
I'll return from darkness and will save your precious skin.
I will end your suffering and let the healing light come in.
Sent by forces beyond salvation,
There can be not one sensation.
World on fire with a smoking sun,
Stops everything and everyone.
Brace yourself for all will pay,
Help is on the way.
Girl I will cover you when the sky comes crashing in.
I'll go the distance, lead the way to your darkest sin.
You know there's something coming down from the sky above.
World on fire with a smoking sun,
Stops everything and everyone.
Brace yourself for all will pay,
Help is on the way.
We will save your precious skin.
Let the healing light come in.
I'll cover you when the sky ...comes crashing in.
World on fire with a smoking sun,
Stops everything and everyone.
Brace yourself for all will pay,
Help is on the way.
Jaden, anotate en tu ficha la armadura de artificiero Master-crafted. (Antes de que alguien llore la obtuvo por un talento de tecnomarine, solo queria darle trasfondo al hecho de la obtención de la armadura)
Blindaje 12 All
MIU integrado +10 HP, conducir, tech use siempre que tenga el casco puesto.
No necesita cemento reparador, se auto repara
Pasado:
Odio necrones
Fear (1)
Todos, el perfil de los lobos:
HA 50
F 50 (10)
T 50 (10)
Ag 50
Int 20
Per 50
Vol 100
Blindaje total - 17
Vida - 25
Movimiento - 10/20/30/60
Zarpazo - 1d10+16 pen 5 desgarradora y desequilibrado
Mordisco - 2d10+12 pen 8 desgarradora, apresadora y desquilibrada
Traits - Unnatural strenght and toughness (x2), dark sight, machine, quadruped
Bueno, ha sido un placer dirigiros en esta aventura que espero y confío que haya sido de vuestro agrado. Como ya sabéis pretendo darle una continuación y espero que todos sigáis en este barco de violencia y traiciones. Ha sido para mi un honor masterearos y habermelo pasado tan bien con vosotros. Un gran abrazo a todos!
Y para acabar... os dejo el video de presentación de la continuación...
"Resurgir o morir"