Partida Rol por web

La granada de Jaden se quedó corta en un principio, pero rebotó frente a la horda y acabo detonar en medio de la horda, en cambio, sus disparos realizados con una puntería casi infernal lograron abatir a más xenos de lo que sería normal.

El Capitán Benahia puso su arma en disparo automático y abrió fuego con su bolter tormenta... varios proyectiles salieron autopropulsados con violencia provocando numerosas bajas en la horda tiranida.

Asteron siguió susurrando maldiciones a los Xenos, agarraba el espada con más fuerza todavía, ya no era el mismo Astartes que hace unos segundos, estaba nervioso, o eso parecía...

De repente por la radio sonó un grito -Venid a por mí Xenos -el sonido aullante de su espada todavía le acompañaba, latente esperando su oportunidad para descargar la ira de los ancestrales
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Haydn por su parte, era un Astartes que se prestaba siempre al cuerpo a cuerpo... su pistola estaba enfundada y solo llevaba el cruzius en la mano derecha aferrado con fuerza... estaba quieto, inmóvil, recitando plegarías de combate, preparándose para entrar en combate a melee

Zahariel entrecerró durante un instante los ojos, implorando a Prometeo su bendición mientras marcaba en su brazo una herida simbólica tal y como dictaba la tradición Proteana. Tras ese instante, desenfundó el Bolter Tormenta, esperando que sus disparos menguaran los números de los Xenos, ya que prefería no enzarza combate con ellos combate cuerpo a cuerpo.

- ¡Vamos abominaciones, venid a probar el sabor de la muerte a manos de los soldados del Santo Emperador!

Zahariel entonces con su arma en modo automático, disparó sobre los Xenos, desatando el verdadero armaggedon sobre los Xenos.

El combate, o la galería de tiro, según se mire, siguió... más hormagentes fueron abatidos, y más aún por las explosiones secundarias de los proyectiles del bolter que disparaba Zahariel. La horda parecía estar en sus mínimos, pero no cejaba en su carrera... pero ahora, todos pudisteis ver como tres tiranos de gran tamaño se movían con agilidad entre los hormagantes... buscaban cobertura entre los frondosos y grandes árboles, esquivando disparos y dejando que los pequeños sufrieran las bajas más graves. 

El sargento abrió fuego nuevamente con su bolter pesado, el arma siguió escupiendo muerte... la zona en la que estaba el junto con sus catachanes estaba llena de casquillos mientras no dejaba de disparar

 - ja... granadas, que forma de cargarse la diversión... diablos... 

Ah. Las criaturas detectadas por el Aúspex de Cástor se habían dejado ver. Con un veloz movimiento, Laocastus sujetó su lanzallamas bajo la mochila de munición al tiempo que descolgaba su cañón de fusión de su soporte dorsal, para de manera prácticamente inmediata abrir fuego contra uno de los xenos de gran tamaño.

Un árbol fue volatilizado vilmente por un disparo errado por el cañón de fusión...

Castor afianzó su posición y comenzó a disparar con su bolter en modo a ráfaga con una precisión escalofriante. Cada uno de sus disparos fue certero y causo estragos en la primera linea de los gantes.

Seguía subvocalizando sus letanías de odio pero ahora su cara reflejaba una gran sonrisa por causar tanto daño a los enemigos del Dios-Emperador

     Numaios desenvainó su espada de energía. Con ella en una mano y el escudo en la otra, se preparó para aguantar la embestida de los Xenos.

Los gantes dieron su ultimo sprin, y entre saltos y gruñidos, cargaron contra vosotros; no quedaban muchos hormagantes, pero los suficientes como para atacar a cada uno de vosotros. Varios catachanes fueron heridos por las afiladas cuchillas quitinosas de los tiranidos, pero ningún murió por el embiste... 

La espada de Castor prácticamente se materializó e su mano y paró el golpe que intentaba asentarle el gante. Comenzaba el cuerpo a cuerpo...

Zahariel, que ya sospechaba que sucedería algo así, esquivó con agilidad el ataque a la vez que desenfundaba su espada de energía para acabar con la vida de la herética criatura.

Sin ningún esfuerzo Asteron desvía el golpe del hormagante con su espada, sin ningún tipo de esfuerzo. Ahora era el momento del ataque...

     Economizando movimientos, Numaios bloquea el torpe ataque del hormagante con su escudo. - ¡¡Tendrás que hacerlo mejor, xeno!!

El tecnomarine seguia pendiente de los guerreros tiranidos y calculaba distancias y tiempos pensando que seria posible abatirlos con el rifle de plasma. Eso evito que no viera los peligrosamente cerca que estaban los hormagantes. Se abalanzaron sobre el pero las garras no consiguieron atravesar en ningun momento la armadura. Jaden dio gracias al emperador por eso.

-¡Malditos xenos, venid a probar la furia de los justos!

Desenvaino la espada de energia e intento abatir a los tiranidos pero los golpes de antes le habian descentrado y los xenos esquivaron los golpes con facilidad.

A Jaden le impactaron varias garras de Hormagantes, pero solo fueron arañazos sobre la dura coraza del marine espacial...

Por otro lado, el capitán Benahia se enfrentaba con furia a los hormagantes, el valiente y fuerte capitán ultramarine no esquivó ningún ataque, en lugar de ello dejo caer el Bolter tormenta, haciendo que este quedara colgado gracias a la correa que lo sujetaba y desenvainó su hacha de energía...
Instintivamente, los tiranidos fueron a por el, la horda se concentró frente al ultramarine... estaba realizando una matanza el solo. Cada ataque realizaba se llevaba a tres hormagantes al ir trazando amplios arcos de izquierda a derecha mientras gritaba con fuerza...

Ahora solo quedaban tres gantes... hace rato que hubieran huido, pero en vinculo sináptico con los guerreros tiranidos les forzaba a luchar hasta la muerte... luego ya serían asimilados por el gran devorador. 

Al ver que quedaban pocos y que se acercaban los guerreros tiranidos, gritó por el comunicador - ¡HERMANOS, CERRAD FILAS! ¡TODOS CONMIGO!