Ante tu directa pregunta, el herrero enarca sus cejas, entre sorprendido y preocupado. Lentamente, alza su copa y apura el vino mientras medita las palabras que dirigirte...
Me extraña tu pregunta, pues es un dato que ya te di en su dia... - empieza a decir, lentamente, y midiendo cada una de sus palabras. - Me resulta demasiado extraño que no lo recuerdes, pero... - continua, mientras extrae, con tranquilidad y lentitud para que no te alertes, una pequeña gema rojiza. Sin dejar de mirarte, observa el brillo de la piedra, de un rojzo apagado. - ... pero parece que no mientes, asi que volveré a contestarte a esa pregunta. - agrega, volviendo a guardar la gema. - El medallón lo tiene Hodrum, como ya te dije, y este ha salido de viaje, pero está previsto que vuelva esta noche.... Esto mismo te dije unos dias atrás y aseguraste que no seria problema, que tú y tus amigo le tenderiais una emboscada en el promontorio de la casa en ruinas. Eso me dijiste y te creí, asi que tu me dirás, ¿como vas a conseguir el medallón si ese plan se ha ido al traste.?
Los caminos de Aelyn son misteriosos pero sus deseos ineludibles
Claro, por supuesto, ahora lo recuerdo todo, estupido de mi, claro justo ahora un amigo me a comentado que hiba para alla y yo no he comprendido, pero ahora recuerdo, si ya habiamos quedado en hacerlo, por eso fue, jaja, no puedo si no sentirme algo turbado al notar que Aelyn parece tener un plan para mi.
Bueno, digo mientras me levanto de la mesa, todo esta dicho, acto seguido saco mi bolsa de dinero, y me supongo que no tendras por el momento alguna armadura completa y un espadon de los que acostumbro usar entre alguna de tus chucherias, que me he enfrentado apenas unos dias atras con una babosa gigante que las ha destruido y seria mal negocio el comprar unas justo antes que me des mi nueva espada y seria estupido ir por el medallon desarmado....
Bueno, puede que estes de suerte, por que la verdad, algo si tengo. - te responde, mostrandote una sonrisa. - Puedo venderte alguna armadura, y en cuanto a la espada, si quieres puedo dejarte una, pero deberá volver. - agrega, levantandose de su silla y desapareciendo por la puerta situada al norte de la sala. Tras unos minutos de espera, el ex-herrero vuele aparecer, cargado con una armadura y un espadón algo viejo.
Si te interesa, tengo esta cota de mallas, que puede ser tuya por un módico precio de, digamos, 75 piezas d oro. - te dice, mientras la extiende en la mesa. - En cuanto a la espadón, bueno, te lo puedo dejar prestado hasta que vuelvas a por el tuyo. - finaliza, tendiendote el arma.
El espadón es normal!
mmm pues no creo que me sirvan de mucho, pero gracias de todas formas, creo que tendré que buscar algo temporal en el mercado. Levantándome hago una reverencia con la cabeza dando a entender que me retiro, es evidente en la reverencia el respeto que guardo al herrero, después de todo los buenos herreros son escasos. Camino hasta la puerta y comento, no te levantes buen amigo, esta noche o mañana temprano tendrás la prenda que buscas.
Abro la puerta y salgo sin decir mas rumbo al puesto en que vi a mis compañeros. Vaya ojala se encuentren aún allí, como sea seguramente irán al mismo lugar al que tengo que ir yo así que no tendré problema en encontrarlos. Avanzo nuevamente a codazos y empujones, regresando por el camino andado hasta el puesto de armas donde vi a mis compañeros esperando dar con el.
Bien, esperaré tu regreso, Zenram. - se despide el Skrai, levantando la mano a modo de despedida...
Tras salir de la casa del herrero, y con un destino en mente, caminas dirección al mercado, el cual está cada vez más atestado de gente. Con paso decidido, y abriendote paso gracias a tu corpulento cuerpo, alcanzas el lugar donde hace un rato divisaste a tus compañeros, y aunque estos no están, si divisas a otros conocidos, pues Rasguz, Drizzt y Asterot parecen entablar conversación con el orco que regenta el puesto de armas y armaduras.
Este un fornido orco, de aspecto rudo, y su puesto está repleto de armas y armaduras, todas ellas colocadas en varias armerias. Varios clientes se amontonan a su alrededor, pero el orco no trabaja solo y puedes ver como dos humanos, tambien de apariencia fuerte, le ayudan a mantener el orden entre la clientela.
Debes cambiar de escena si decides comprar en esta tienda... Si es asi, dimelo.
Si quiero comprar aqui...
arrodillada frente a la escultura de Aelyn continuo mis oraciones...
Madre todopoderosa y omnipotente, muestra a esta, tu chiquilla, y fiel servidora el camino a seguir, no dejes que el vacío del pasado invada mi mente, y dame fuerzas y poder, para hacer cumplir tu palabra y tus reglas, además de exterminar entre profundos horrores a aquellos que osen pronunciarse en tu contra.
Te estoy eternamente agradecida, por la oportunidad que me has otorgado, al dejarme intentar convertirme en una de tus elegidas, intentaré no defraudarte y seguir tus designios al pié de la letra.
Lucius se sienta y en un estado de absoluta paz eleva mentalmente algunas de las letanias que aprendió de su madre a la gran Diosa...
Durante un par de horas, y con el templo en absoluto silencio, os comunicais con Aelyn, cada uno a su manera. Cerca, la sacerdotisa no osa pronunciar una palabra ni hacer ruido alguno durante todo ese rato, hasta que al final se levanta, con lentitud.
Siento inportunaros en este momento, pero a esta hora debemos cerrar las puertas... - comenta, al parecer sincera, pero con un tono satisfecho. - Si lo deseais, - continua, dirigiendose a Daenerys principalmente. - podeis volver esta tarde. - agrega, alzando el brazo, de forma educada pero firme, mientras os señala la salida. - Que Aelyn guie vuestros pasos y vuestro corazón.
Daenerys: recuperas 2 ptos. de poder (modifica tu la ficha)
Es más o menos mediodia y por lo tanto la hora de comer.
me levanto gracilmente y asiento ante las palabras de la sacerdotisa.
gracias mi señora, y que guíe también los vuestros...
tras lo cual me encamino hacia la puerta de salida.
bien Lucius, creo que es hora de comer, vamos...
satisfecha por haberme puesto en paz con mi Diosa, y quien sabe...
ok, ficha actualizada...
Tras salir del templo, y con un destino en mente, caminais dirección al mercado, el cual parece estar medio vacio, seguramente a causa de la hora. Con paso decidido, y sin necesidad de abriros paso a base de empujones os adentrais en él, con el objetivo de cruzar la plaza para alcanzar la posada...
Con tranquilidad, continuais avanzando, relajados y sin dejar observar los ya no tan concurridos puestos, cuando divisais a Zenram, Asterot, Drizzt y Rasguz, en el puesto que un par de horas antes comprasteis las armas. Vuestros supuestos compañeros acaban de hacer lo mismo, pues los veis guardar nuevas armas y armaduras, en especial la de Zenram, que observais a comprado un bonita armadura completa!.
Si decidis hablar con ellos avisarme. De moemnto parecen que ellos no os han visto.
mira a quien tenemos por aquí, Lucius, vamos a saludar, sería una falta de descortesía por nuestra parte...
mientras avanzo en dirección a los demás...
Postead en la nueva escena cuando hableis con el resto!
Antrax, ahora si quieres!