Partida Rol por web

Sor Madeleine no esperaba que el mando superior les otorgase aquel permiso a los soldados, alabó a Dios en silencio por ello, pues así se evitaría muchos quebraderos de cabeza, aún así tenía más que asumido que iba a tener unas jaquecas terribles durante y después de aquella expedición. Con un suspiro contestó a la pregunta que le formularon sobre los trenes.

-Me temo que los trenes a los que se refiere, son diferentes pero salen de la misma estación, será mejor que me prepare lo antes posible y vaya con ustedes a la estación mientras la señorita Kaplan os acompaña a la embajada. No tenemos mucho tiempo... ale,ale...

Sor Madeleine se dirigió al despacho del doctor, una vez que los 5 soldados se hubieron ido acompañados por la enfermera americana, pareció como si la calma hubiera regresado al hospital.

Cuando estuvo ante la puerta del despacho del doctor, llamo con los nudillos, esperando que su supetior le diese permiso para entrar, había varias cosas que no le cuadraban y necesitaba hablar con el doctor antes de partir.

¿Sí?- pregunta el doctor- Pase, pase.

-Hola doctor, soy Madeleine-dijo mientras pasaba al despacho-Si no está muy ocupado me gustaría hablar un poco con usted.

Se aproximó a la mesa del doctor y tomó asiento cuando este se lo indicó.

-Verá, le hablaré sin rodeos... me ha sorprendido mucho que se le haya dado permiso a 5 de nuestros pacientes para que vayan al lugar donde se los encontro y averiguen que les pasó, en mi modesta opinióneso sería más de la competencia de la policia que de ellos, aún están convalecientes, no conocen bien el lugar y lo que es peor... son indisciplinados... No entiendo como se arriesga usted tanto, porque conciéndole como le conozco estoy segura, que la idea ha sido suya...

Soltó de golpe la monja mirando a los ojos al doctor.

El doctor mira sorprendido a Sor Madeleine. - ¿Quien ha hablado de ir a Reims? Tienen permiso para ir a Frouard, la trinchera donde servian antes de perder la memoria. No tienen que investigar nada, simplemente ir y tratar de recordar.

Los soldados son malos pacientes, ya lo sabe usted Sor Madeleine, pero cuando salen del hospital suelen comportarse como profesionales que son, y más si van con algún mando como el teniente Speirs.

Claro que ha sido idea mia,- dice sonriendo -Es lo que se llama un tratamiento de choque, si vuelven al último lugar que recuerdan, tal vez puede que recuerden algo. Puede ser como un resorte que se active al llegar, es totalmente terapeútico. E irán acompañados por dos enfermeras en todo momento.

Me han informado, también, que la zona es completamente segura, que la trinchera donde estaban es ahora una trinchera de reserva y estarán a un par de kilómetros de la línea del frente. - Trató de calmar a la monja.

A Madeleine la idea de ir a Frourard con los soldados y la enferemera americana no le hacía ninguna gracia, peo lo cierto es que la teoría del doctor podría funcionar. Con un hondo suspiro agregó.

- Comprendo... aún así me sigue pareciendo arriesgado, sobretodo para usted, si algo sale mal  ya sabe a quien abrirán el consejo de guerra... ¿Hay algo más que deba saber?

¿A mi?- pregunta sorprendido? - ¿Un consejo de guerra?....Tranquila Madeleine, pedí permiso a sus superiores para hacerlo, y lo tengo por escrito. 

¿Algo más que saber?¿Algo más que saber?...Pues no, creo que no hay nada más que saber, la verdad. Espere... DiCaprio hablo de unos mensajes extraños ¿Verdad?- se queda unos segundos recordando- Sí, si que lo hizo. Por lo que conozco del frente los mensajes se suelen escribir en un libro antes de ser telegrafiados, tal vez si consiguen leerlos les sirva para recordar algo.

¡Que tenga un buen viaje!, y deje de preocuparse tanto, por favor.