En el paraje de Trounoir existió, desde siempre, una colonia de Hombres Serpiente, adorados y cuidados por los druidas locales primero, y por el linaje de los Tournoir después, a cambio de lo cual se convirtieron en poderosos brujos.
Hacia el año 1592 el último descendiente de la familia, Pierre Streé de Trounoir, fué acusado de brujería y quemado ante las mismas puertas de su castillo. Al parecer, había atraído a toda una compañía de soldados del rey hasta su castillo, donde los había torturado y asesinado
Siglos más tarde fue resucitado por Nyarlathotep para que sirviera a sus oscuros fines. Nyarlathotep encargó a Pierre Streé que realizara un cierto rito con 30 hombres sanos. Para ayudarle en su tarea le cedió un pequeño familiar.
Con su ayuda Pierre colocó en trance el día 13 de Julio a toda la 2a compañía, a la cual hizo pasar a través de un portal dimensional hasta los subterráneos de su castillo, donde aún quedaban algunos hombres serpiente, junto a algunos ejemplares degenerados de la raza.
Allí empezó el rito, que debía durar toda una semana, y durante la cual sacrificó a los hombres sobrantes y tatuó con el Signo a los elegidos.
Con lo que no contaba Pierre fué con la ofensiva alemana sobre Reims del día 15, ni con la contraofensiva del día 18, en lo que la historía llamaría como la segunda batalla del marne.
Por error, el castillo recibió varios impactos de artillería, que provocaron que parte de la antigua construcción se viniera abajo. Los cuatro Hombres Serpiente que asistían al mago fueron sepultados por los escombros, mientras que el conde siendo como era un muerto viviente, no podía morir tan fácilmente.
De los 30 elegidos, 27 consiguieron penosamente escapar hasta llegar a la salida, donde volvieron a caer en trance. Los otros tres murieron por culpa de los escombros.