Partida Rol por web

 -Seguramente lo haga, pero aquí todos dan algún discurso de ánimos tarde o temprano, unos más cortos o largos que otros: en realidad no hay un líder como tal, si alguien quiere hacer algo Jester no suele poner pegas, pero cuando lo hace todos lo respetan -explicó Karos antes de rascarse un poco la cabeza, con la mirada en otra parte. -. Aunque igual es que Jester tiene una labia muy fuerte... La verdad no he escuchado de nadie que le haya llevado la contraría, todos los que le siguen han aceptado su naturaleza extraña y caótica, muchos ni siquiera se cuestionan su manera de hacer las cosas... Da algo de miedo, sí -confesó antes de suspirar, haciéndoles un gesto para que le siguieran. -. En fin, vamos, ya tendremos tiempo de hablar mal de Jester después.

 Con una sonrisa de ánimo, Asmodeo asentiría y iría contigo a acompañar a Karos afuera de la tienda, desde cuya entrada podrían ver a varias de las personas que ocupaban la cueva reunidas a unos metros de ustedes, observando a Jester que destacaba entre la multitud por estar parado sobre una roca en su forma de chico con bastón.

 -Y luego le dije: "¡No, con las silla no! -contó Jester a todos bajo algún contexto que no entendías por no haber estado presente, pero por la manera en la que muchos empezaron a reír podías hacerte la idea de que el ilusionista estaba contando un chiste... O algo así. -. ¡Oh, allí está! -se percató de inmediato de que habías salido de la carpa, ante lo cual te haría unos gestos para que te acercases. Apenas pasases entre la multitud, te jalaría para subirte con él en la roca, pasando un brazo por detrás de tu cuello para apoyar la mano en tu hombro, y llevar la otra a tu pecho con un par de palmadas. -. Este es el hombre correcto, ¡el tipo con el que podemos contar! -anunció a todos con seguridad, antes de dedicarte una de sus mejores sonrisas. -. ¡Vamos, dinos algo para marcar el comienzo de la nueva vida que emprenderemos todos, Lucifer!

 Y así, sin más, te había puesto frente a todos a decir algo, siendo que la multitud entera aguardaba a tus importantes palabras que podrían marcar todo para ellos a partir de ahora. La presión era grande, pero al menos allí estaban Asmodeo, quién con una nerviosa sonrisa te dedicaría un pulgar en alto, mientras Karos miraba con curiosidad a la espera de ver como te las arreglabas.

Ethan pronto fue guiado a donde se encontraba Jester, el cual estaba sobre una roca, hablando frente a una multitud, probablemente contando alguna historia graciosa…o inquietante, pero para su sorpresa, no pudo escucharla, ya que Jester le reconoció y rápidamente le llevó a rastras hasta la roca, comentando entonces frente a todos y con completa seguridad como era el alguien con quien contar y encima tratando de que ideara un discurso así sobre la marcha.

-Ah…-En otras ocasiones, Ethan ayudó a Frey a preparar los discursos de su majestad o incluso los príncipes…pero en aquel momento todo estaba siendo demasiado apresurado, forzado, ¿Qué se suponía que iba a decir?.

Todos le miraban expectantes, como si estuviera a punto de decir algo que fuera a cambiar sus vidas.

-Huh…yo…-Carraspeó fijándose en las miradas de su mentor y Karos.-Se…se que estamos en una situación bastante complicada…hemos dejado la ciudad atrás, estamos metidos en una cueva que…bueno, no parece muy higiénica y posiblemente nos cueste adaptarnos allá donde estemos, si es que vamos a movilizarnos…-Murmuró.

-Pero…bueno, yo quería decir que…agradezco que todos estéis aquí…no se podía seguir viviendo en una ciudad escondidos, asustados por lo que nos pudieran hacer…pienso que ha sido lo correcto y habéis sido todos muy valientes, más que yo…porque os habéis alzado y os habéis mostrado frente a todos tal y como sois.-Tosió.

-Nos espera un camino difícil y duro…pero seguro que entre todos juntos podemos conseguir algo grande y finalmente vivir sin ataduras.-Sonrío levemente.-Así que…-Lentamente alzó un puño.-Sigamos por nuestro futuro y por nosotros.

¿Eso serviría, no estaba seguro, pero desde luego, el no era un monarca y no tenía a nadie que le hubiera preparado un discurso de antemano. Mientras no le quisieran ahorcar o quemar vivo significaría una victoria para alguien como el.

 Tus palabras fueron escuchadas por todo el público, cuya atención permanecía sobre ti incluso luego de aquel motivador gesto de alzar el puño con aquellas grandes palabras que seguramente serian recordadas por más de uno... O al menos eso te hubiera gustado pensar, porque te conformabas pensando que no lo hiciste tan mal, pero este sentimiento se fue intensificando con unos incomodos segundos de silencio en el que todos se te quedaron viendo como si esperasen algo mas...

 Pero entonces, acortando tu sufrimiento, unos pequeños aplausos se empezaron a escuchar entre la multitud, los cuales se empezaron a esparcir entre todos los presentes bañandote en su aprobación. Si bien te habrías imaginado que todos alzarían el puño contigo, la verdad es que tu discurso fue algo más emocional que otra cosa.

 -¿Ya ven? Podemos contar con Lucifer para lo que sea -aseguró Jester con una de sus sonrisas.

 Pronto la multitud se fue disipando, y Jester te llevó junto a Karos y Frey a una de las tiendas que estaban montadas.

 -El resto necesita descansar ahora, pero nosotros aún tenemos trabajo que hacer -les comentó antes de abrir el mismo la tienda, cuyo interior se diferenciaba completamente de cualquier otra, pues dentro era mucho más espaciosa de lo que aparentaba en el exterior, con un interior y suelo de maderas, iluminado por algunas antorchas colocadas alrededor de una mesa circular que contaba con suficientes sillas para el grupo.

 Tanto Karos como Frey se adentraron hasta la sala para tomar asiento en aquella mesa redonda, siendo Jester quién se encargaría de cerrar la cortina de la tienda que, desde el interior, se camuflaba como una pared más, acompañándote entonces para que tomases asiento con ellos, instante en el que cambiaría nuevamente de forma con una de sus nubes.

  -Muy bien, caballeros -extendió una mano hacia la mesa. -. Tenemos trabajo que hacer.

  Al chasquear sus enguantados dedos, una bune rojiza estallaría sobre la mesa para dejar sobre está un mapa del continente, con los límites de los territorios, las capitales, entre otros puntos de interés visiblemente marcados.

 -Comprendo que tengas dudas, pero deben sabe que hago todo esto con el fin más noble de todos: conocer la verdad -al decir eso, hizo aparecer en su mano distintas piezas de madera pintadas excelentemente representando a varias personas que ya conocías: Liones, Ordinem, la santa sacerdotisa, la familia real, Frey humano, Karos, el propio Jester... Así mismo, también habría otra cantidad númerosa de figuras de personas que no conocías, y otras tantas que si bien conocías no lo habías hecho en persona, como eran el rey demonio, leviathan, la matriarca de ilfly y su hermano, el comandante elfo oscuro, entre otros.

 -¿Qué es esto? -preguntó Frey, visiblemente curioso.

 -Es una reliquia muy valiosa que me gusta llamar "El Mapa del Director" -reveló el hombre enmascarado. -. La verdad es que debe tener otro nombre, pero ni idea -añadió por lo bajo. -. Con los preparativos correctos, se pueden colocar piezas que representan a personas en este mapa del continente, y por si solas se irán moviendo -explicó. -. Lo complicado de este mapa es que no solo muestra la ubicación actual de alguien, sino también su ubicación pasada o futura, y no hay manera de saber cual de las tres es en cada momento -explicó, mirando a los presentes por si alguien no lo habría procesado. -. He hecho experimentos con el mapa, y he deducido que solo funciona con personas que fueron importantes en el pasado, lo son ahora o lo serán en el futuro... No se quién rayos lo fabricó o como lo hizo, pero claramente era alguien que no quería molestarse en adaptar los tiempos correctamente y para evitarse trabajo lo ha mezclado todo en una sola reliquia...

 -¿Entonces podemos saber la ubicación pasada, presente o futura de alguien, pero sin saber cual de las 3 es? -preguntó Karos un tanto dudoso.

 -¡Exactamente! Suena inútil al principio, pero con el gremio de ladrones en todo el continente, y algo de practica, es una de las mayores herramientas que tenemos a mano -aseguró Jester, orgulloso.

El discurso…bueno, fue como se podía uno esperar. No causó ningún tipo de impacto en los presentes, pero era algo normal, la oratoria no era una de las cualidades de Lucifer y tampoco de Ethan. Si, trató de que todos le siguieran la corriente y algunos aplaudieron, pero…¿Qué se podía esperar de un chaval que estaba metido todo el día entre libros?. El muchacho enrojeció levemente mientras descendía nuevamente el puño, sintiéndose algo cohibido.

Fuera como fuera, Jester aseguró que podían contar con el y no tardó en dispararse la multitud para luego dar paso al siguiente problema que tendrían que enfrentarse, o al menos eso parecía.

Pronto estuvieron metidos en una tienda de campaña con una mesa redonda frente a ellos. Tras tomar asiento Jester hizo aparecer un mapa mágico lleno de figuras de madera de todo tipo. Figuras que representaban todo tipo de personas importantes que el mismo conocía, Karos, Frey, Jester…y demás, ¿aunque el no estaba presente?, a simple vista no se vio.

Jester comentó que aquel mapa, denominado “Mapa del Director” mostraba la ubicación, presente, pasada o futura de toda persona importante, algo muy útil según él para el gremio de ladrones.

Lucifer guardó silencio, observando todas las piezas y donde se encontraban, aunque al escuchar que solo funcionaba con personas importantes no dudó en sentirse algo “incómodo”, ¿Dónde estaba su pieza en todo eso?, ¿no era más que un peón para Jester?, a lo mejor ya había cumplido su cometido.

-Entiendo…-Murmuró levmeente.-Entonces…¿Cuál es el siguiente punto?, es decir…hemos salvado a la gente y demás, nos hemos ido de la ciudad y…huh…bueno, el rey está muerto.-Terminó diciendo con un hilillo de voz.-¿Qué tenemos que hacer?

Nuevamente seguía mirando el mapa a ver si encontraba su figurilla escondida por alguna parte, es decir…incluso estaba Liones. A lo mejor realmente no importaba nada en el futuro, presente o pasado del reino. ¿O significaba eso que iba a morir pronto?

Un escalofrío repentino le recorrió el cuerpo entero.

 -Salvar a los magos solo fue una parte inicial del verdadero plan: nuestro enemigo real no es de ni cerca la corona, sino los ángeles y su líder -explicó Jester antes de ver como tu mirada no se quitaba el mapa y las figuritas, algo que le sacaría una leve risa. -. Veo que ya te diste cuenta de que morirás...

  En ese momento el ambiente se sentiría más pesado, y tanto Karos como Asmodeo dirigirían su atención hacia ti, uno más preocupado que el otro, al menos durante unos segundos hasta que Jester soltó otra risa.

 -Es broma, es broma -reveló. -. Algunas veces las piezas  van y vienen, solo será cuestión de tiempo para que aparezca la tuya... Ahora, deberíamos centrarnos en lo que tenemos ahora...

 Comenzando por Betestal, se encontraban cercanos a la catedral las cuatro personas que no podían faltar al hablar de los creyentes: Liones, Ordinem, Nefin y la Santa Sacerdotisa.

 -Los cuatro cabecillas de la iglesia: mucho se habla de mandamientos, pero mis investigaciones tienen claras que Liones es realmente uno de los más poderosos, razón más que suficiente para aparecer en el mapa -explicó Jester.

 Ya en territorio del castillo, estaban los miembros restantes de la familia real disfrutando de la cercania del arcángel Gabriel, aunque lo que más te llamaría la atención seria la figura de una especie de bestia gato que no recordabas haber visto nunca.

 -Es normal que el arcángel siga en la ciudad, tiene que dirigir a los suyos y tal, aunque... Veo que tienen un visitante de lo más interesante -comentó el ilusionista acariciándose la barbilla con curiosidad, observando la figura del gato. -. Y pensar que tomaría parte de su forma verdadera tan pronto...

 No muy lejos de la capital, y viniendo desde direcciones distintas, otra bestia gato y, por otro lado, un hombre de cabello azul y katana.

 -A esté no creo que lo reconozcas. ¿Sabes las historias del aventurero legendario que al parecer puede portar una espada mágica sin ser juzgado por absolutamente todo el reino? Pues es él: Malzahar.

 -¿Por qué siento que no está de nuestro lado...? -preguntó Asmodeo.

 -Por qué no lo está: es una especie de justiciero que en su momento podría ir incluso en contra de la corona si ve los motivos correctos para ello, pero ni mis más elaborados discursos han logrado ponerlo de nuestro lado -suspiró Jester. -. Al menos podemos decir que no está del todo en nuestra contra, pero incluso yo me andaría con cuidado.

 Ya totalmente apartados de la capital, en el punto donde habían montado el campamento para los magos y el gremio, solo se destacaban tres figuras...

 -He, he... Es cierto: no estás, Lucifer -comentó bromista el enmascarado. -. Insisto en que no te preocupes por eso, seguramente se arreglará solo: Una mente maestra como la del que elaboro este mapa no podría permitir un fallo como que alguien como tú quede por fuera en una reliquia que claramente tiene relevancia en esta historia y para nada es una excusa para llenar agujeros de guion -añadió, sin intenciones de hacer sentir ningún tipo de presión al escritor de estas líneas de texto...

 Saltando entonces al territorio vecino, Ilfly, se observaría en su capital una gran acumulación de figuras, al menos en comparación a otros sitios. Allí se reunían un hombre de melena con cuernos rojos, una sirena, los elfos importantes que eran de conocimiento general, un chico con rasgos de lobo, y Kayn Dreammur: otro de los mandamientos de la iglesia.

 -Vaya... Había escuchado que el chico fue quién dirigió la captura de la sirena en este territorio, pero no pensé que iría a buscarla a la capital Ilfly luego de que se le escapase... -fue revelando información el pelinegro. -. Y ese de cuernos... No se parece exactamente a como lo describieron mis mensajeros...

 -Tú tienes bastante información de todos, ¿cierto? -enarcó una ceja Asmodeo, sin saber si sentirse impresionado o preocupado.

 -Solo de quienes no se cuidan. Precisamente no puedo espiar por mi mismo la capital Ilfly por el elfo oscuro: apostaría a que tiene todo un plan elaborado para atraparme si intento algo personalmente, por lo que solo mantenemos contacto a través de mensajeros... Porque sí: resulta que Ilfly utiliza los servicios del gremio de ladrones, por lo que los magos tendrán un lugar a donde ir si toca huir del territorio -aclaró Jester. -. Por supuesto, también ayudamos a Nekrodum, y dependiendo de la mentalidad del príncipe podríamos incluso hacer tratos con él... La información es un bien muy valioso.

 Así mismo, cercano a la capital de Ilfly, se encontraba la figura de un pequeño chico ángel.

 -Mis mensajeros me informaron de que el aprendiz del primer arcángel, y su grupo de peque-angeles, se encontraba en Ifly en representación de El Coloso: al parecer, tienen un plan de unir ambos clanes en contra de Nekrodum... -explicó Jester, sin darle muchas vueltas al asunto.

 Por otro lado, en un bosque cercano a la capital, se ubicaba un hombre con máscara rojiza, uno del cual Jester no tendría nada interesante para decir, a diferencia de la pieza de una pequeña niña rubia que le acompañaba.

 -Conqué su otra mitad fue a dar a Ilfly... -se acarició la barbilla, pensativo con una amplia sonrisa de oreja a oreja.

 De camino a la frontera que separaba el territorio de Ilfly del de Nekrodum, un par de figuras de elfas se aproximaban: una desde territorio Ilfly, y la oscura desde el de los demonios.

 -Ohhh, las cazadoras más famosas de Ilfly: una es muy famosa por el rumor de tener un novio en territorio de los demonios, pero me pregunto por qué la otra se dirige hacia allá... -comentó el pelinegro sin darle muchas vueltas al asunto.

 Adentrándose finalmente en territorio caótico, destacaban antes que cualquier otra tres figuras reunidas en el castillo: una de ellas se asemejaba bastante a la imagen que tenías de Leviathan, la serpiente de Nekrodum y mano derecha del rey demonio, pero mucho más joven. Otro era un hombre joven que no reconocías de ninguna parte, y por último, una pieza que claramente representaba al rey divino: se encontraba posando sentado en su trono, con su base de madera agrietada a diferencia de las del resto de piezas.

 -¿Qué significa esto? ¿Leviathan rejuveneció? -preguntó Asmodeo, observando con detenimiento la figura sin llegar a tocarla.

 -Cosas de la magia negra: a veces consumen mucho el poder de una persona -explicó Jester con un gesto de desinterés, antes de soltar una leve risa. -. Aunque creo que ya deben saber que cambiar de aspecto no es tan complicado como suena...

  Ciertamente, tanto tú como tu mentor eran el ejemplo perfecto...

 Siguiendo en el castillo, la pieza de un sapo humanoide era acompañada por la de una pequeña bestia gato y una chica... ¿Calamar?

 -Espera, espera, ¿esa no es...? -intervino finalmente Karos.

 -Así es: la bruja del río -le confirmó Jester, refiriéndose a la 4° figura que acompañaba a las otras 3. -. Parece que el destino quería que se encontrase frente a frente con su hermano... Me pregunto que saldrá de todo eso.

  Y por último, pero no menos importante, otra agrupación de figuras: un hombre pelirrojo, un chico albino, un hombre de cuernos rojos y colmillos, un enano, una enana con cuernos, un "algo" de cabello rosado, y un hombre de largo cabello grisáceo.

 -¿Esa es la maldita sacerdotisa de la que tanto se habla últimamente? -preguntó Asmodeo, nuevamente esperando saciar su curiosidad.

 -Efectivamente: dado que está acompañada por la mano derecha de la mano derecha del rey demonio, y uno de sus comandantes, asumiré que se habrán aliado... Pero lo que debería interesarles es... esto -señaló entonces la figura del hombre de cabello largo.

 -Les presentó a Gladius, el tercer arcángel -reveló con una sonrisa de satisfacción. -. Algo me dice que esa invasión a la capital de Nekrodum no les salió como pensaban a los ángeles...

 -A ver, creo que es mucha información... -intentó Karos darle una pausa a todo el repaso de identidades, llevándose una mano a la cabeza.

 -Es lo normal, incluso a mí se me olvidan cosas de vez en cuando: Mi recomendación es centrarnos en el hecho de que los ángeles quieren unir a Betestal e Ifly contra Nekrodum para acabar con el rey demonio, algo que sería malo para todos dado que entonces no habría nadie que pudiese detener a El Coloso -explicó Jester. -. Sin mencionar que tengo información que asegura que se acerca la llegada de los dioses -añadió, señalando entonces una pieza que habían visto al inicio. -. O mejor dicho, ya ha comenzado...

 Desde el comienzo la batalla se mostró intensa, con aquellas imitaciones atacando una detrás de otra sin apenas darte un respiro, pero en medio de todo aquel caos no pensabas quedarte de brazos cruzados, recibiendo y devolviendo ataques ferozmente con tu espada mientras sentías la presión sobre tu cuerpo con cada herida. Al principio pensabas que lo tenías manejado, pero todo empezó a empeorar cuando viste como, tras acabar con una de las copias, otra de las que caía detenía su recorrido para unirse al combate por la anterior, siendo que tras acabar con otras 2 empezarían a sumarse más además de las que remplazaban a las caídas, llegando rápidamente a un combate contra cinco copias a la vez.

 Sus golpes eran dolorosos, sus llamas abrasadoras, y la sensación de tu cuerpo rompiéndose no te dejo de otra que liberar mejor técnica con el fin de acabar con todas aquellas copias, acabando ciertamente con un buen número de ellas, pero cuando pensaste que habías despejado aquella oscuridad, qué habías tocado fondo, el suelo invisible debajo de ti se rompió mostrándose las fauces del abismo, desprendiendo oscuras llamas cuyo principio no eras capaz de ver: cuando pensabas que empezabas a comprender tu poder, este te sorprendió demostrándote que no estabas ni siquiera en la punta del iceberg...

 _-Liones... Liones... ¡Liones! -entonces, escuchaste tu nombre ser repetido cada vez más fuerte hasta que finalmente abriste los ojos, despertando sobresaltado en la cama de tu habitación con Nefin parado junto a ti. -. Tenemos que ir a ver al príncipe, ¿recuerdas? Con los ángeles pudimos devolver el orden a la ciudad, y ahora se está trabajando en la recuperación tras los daños, así como las perdidas de vidas... -esto último pareció afectarle especialmente, aunque intentó disimularlo como mejor pudo. -. En fin, qué tenemos que irnos. ¿Ya estás listo?

 Si bien no había rastro de aquella entidad que hacía de tu entrenador, si podías referirte de esa manera a quien te tiraba en un coliseo a básicamente morir, sí que podías recordar perfectamente la experiencia vivida en tu "sueño", y es que al ver tus manos podías sentir la energía demoníaca recorriendo tus manos: seria al tomar tu espada para colgarla en tu espalda que también podrías percatarte de como esta energía recorría el arma, y solo tenías que intentar hacer estallar ese poder...

 [Maldición] Reforged [5 de Mana]

 Utilizando su poder, Liones inbuye el arma que tenga en sus manos en energía oscura, dotándole de mayor poder y un penetrante daño maldito.

 Otorga +2DMG Oscuro al arma de Liones durante 5 turnos | Dif. 5

 -¿Nos vamos...? -preguntó un tanto perdido el elfo, siendo que le resultó extraña la manera en la que te quedaste viendo tu espada...

Cuando Jester habló de como iba a morir, Lucifer abrió los ojos de forma exagerada y balbuceó, sin saber muy bien que pasaba…ya comenzaba a sentirse raro, a lo mejor era algo fulminante, podía sentirlo en su estómago…incluso podía jurar escuchar el cántico de ángeles en la distancia…

Pero de repente, Jester empezó a reír argumentando que era una broma. Lucifer no pudo evitar enrojecer enormemente y taparse la cara con un “Ay…”. La verdad es que ese tipo de bromas de Jester le ponía de los nervios, ¿acaso no se daba cuenta que era mejor no bromear con ciertas cosas?...como lo del teatro…y el callejón…

Fuera como fuera, el líder del gremio comenzó a hablar de todas y cada una de las figuras que se encontraban en el mapa, lo cual era…bueno, bastante información que asimilar. Algunos nombres le sonaban, otros eran desconocidos para él, al igual que sus aspectos. Y la verdad es que no aparecer entre el gremio de ladrones era cuanto menos extraño, ¿seguro que era un fallo?, a lo mejor de verdad iba a morir…o no tenía ningún tipo de relevancia en la historia, es decir, ¡hasta Frey tenía su nuevo aspecto!.

Aún así el chico guardó silencio, seguía prestando toda su atención al mapa y a las piezas que lo componían…aunque sin poder evitarlo sus ojos seguían yendo al punto donde se encontraba Jester y él no estaba ahí.

La verdad es que los demonios o al menos sus piezas eran…aterradoras, cierto era que Lucifer era un claro defensor de todos los humanos, todos tenían lugar a juicio justo y no era bueno prejuzgar al prójimo, pero desde luego esa gente era aterradora y posiblemente peligrosa, mejor dicho, eran peligrosos y aterradores, era mejor no juntarse con ellos y no mirarlos demasiado.

Pero lo más complicado o al menos “interesante”, fue el hecho de que Jester dejó caer que una pieza era…¿un dios?

Lucifer se aproximo lentamente al tablero para observar aquella figura, ¿aquello era un dios?, ¿alguien con orejas de gato?...misteriosamente misterioso.-Pero…¿y como sabes que es un dios?, a lo mejor lo es este.-Murmuró señalando a la gata que acompañaba al sapo humanoide, luego al chico lobo, luego a la otra bestia gato de pelo azul y finalmente a Jester.

-Cua…cualquiera puede ser un dios…y…¿y porque quieren tener algo que ver con nosotros?, ¿no les damos igual los humanos?...bueno, han mandado a ángeles y demás, pero…¿no pueden haber venido ellos porque si?, es…bueno, francamente muy raro todo.-Lucifer no sabía muy bien como exponer sus temores, pero eran claros.

Hace apenas un día era consejero del rey, luego una sombra atacó el castillo, luego intentaron matarle, luego un gato le salvó la vida, entonces lo de Jester, la traición, el cambio de apariencia, las mazmorras, todo era muy complicado, ¡incluso había estado en una especie de guerra!, aquello era demasiado incluso para alguien como él. El chico hizo una mueca y se cruzó levemente de brazos, claramente incómodo con todo lo que estaba viviendo.

Aunque una cosa le rondó la mente.-Y…huh…mi padre…mi padre no está en el mapa, ni mis hermanas…eso es que están bien, ¿verdad?, bueno…que no los han matado ni han tomado represalias contra ellos ni nada, ¿n…no?.-Lo cierto es que le preocupaba lo que pudiera hacer su padre si se enteraba de que usó hechizos, ayudó a matar al rey, escapó de la ciudad, se unió a los magos y al gremio de ladrones, desafió a la autoridad y encima tenía tratos con demonios.

Poco le parecía un dios comparado con la ira de su padre. Aunque claro...en tan poco tiempo a lo mejor no le habían llegado siquiera las noticias, ¡o pensaba que estaba muerto!, si pensaba que estaba muerto seguro que se libraba de la represalia divina de Erik Von Karstein.

Al despertar me senté en la cama y miré a Nefin, escuchándo lo que decía pero sin escucharlo realmente.

Luego de mirarme las manos y la espada corta, guardé la misma en su funda y me giré cuándo preguntó si nos íbamos.

-Si...vamos, hay que hacer algo en especial?- pregunté mientras me acomodaba la ropa y comenzaba a caminar para salir de la habitación con él.

 Ante tu duda, Jester inclinaría el rostro hacia un lado mientras su sonrisa permanecía en su rostro, con un gesto de confusión mientras te escuchaba declarar que cualquiera de aquellas piezas podía ser un Dios.

 -Todo lo que he dicho no han sido deducciones, son verdades confirmadas por mí: conozco a ese semi-bestia, y es un dios -aseguró, recuperando la compostura con una sonrisa de orgullo. -. Nyhamda, el dios de la suerte, para ser específicos -añadió.

 -¿Conoces a un dios...? -dudó y se sorprendió por partes iguales Asmodeo.

 -Bueno, ha pasado mucho tiempo desde que hemos tenido interacción, pero de conocerle le conozco -explicó el ilusionista, antes de atender tu siguiente duda. -. Más que querer tener algo que ver con los mortales, parece que El Coloso se ha cansado de su creación, así que está planeando destruir toda Terra... -declaró. -. Por supuesto, el resto de dioses tienen sus propios intereses para mantener a Terra con vida, sin embargo para parar a un Dios Verdadero hace falta otro -concluyó, señalando la pieza del rey demonio para dar a entender que eran los únicos que podían hacer algo en contra del otro.

 Con el tema de los dioses resuelto, a menos que aún tuvieses dudas, Jester miraría con detenimiento el mapa al escuchar tu observación.

 -Ah... Bueno, de momento no me han informado de nada al respecto, pero te tendré al tanto -aseguró. -. Qué no aparezcan  en el mapa puede significar tanto como no significar nada: no aparecen los familiares de todos, ¿sabes? El mapa muestra lo que es más relevante en cada momento -concluyó.

 Por su parte, Asmodeo parecía tener también bastante dudas al respecto de todo lo que había dicho Jester hasta el momento.

 -Entonces... ¿El Coloso quiere acabar con todos...?

 -Básicamente -respondió Jester. -. Siendo honesto, si no lo ha hecho ya es porque no puede pisar el "plano mortal" hasta que se cumplan ciertos requisitos... -en ese momento, el enmascarado desaparecería el mapa con una de sus nubes de humo, y en su lugar haría aparecer sobre la mesa tres instrumentos de madera. -. Verán, en una antigua guerra El Coloso acabó sellado en otro plano, y la única manera de abrirle la puerta de vuelta al nuestro es a través de sus fragmentos. Todos los dioses dejaron fragmentos de sí mismo en objetos o personas, del pasado, presente o futuro: el caso es que al reunir estos fragmentos se pueden realizar rituales para traer a los respectivos dioses de vuelta -explicó. -. En Nekrodum se encuentra uno de los fragmentos de El Coloso, que tiene forma de una piedra a la que ellos se refieren como "corazón", custodiado por los demonios por motivos que pueden deducir: que no regrese -aclaró. -. Otro está en ese caballero rubio que hace de mandamiento para la iglesia: más específicamente, en la espada que porta -añadió, refiriéndose a Kayn Dreammur, el cual viste en el mapa en territorio de Ilfly -. Y el tercero... Está en nuestra propiedad, pero por la seguridad de todos no puedo revelar qué o quién es: en cuanto menos gente lo sepa, será mejor para todos...

  -La Santa Sacerdotisa se encargará básicamente de todo: nosotros solo iremos como muestra del apoyo de la iglesia -explicó el elfo oscuro antes de caminar detrás de ti.

 Al salir de la catedral, se reunirían con Flora y algunos creyentes que estaban recibiendo las bendiciones de la sacerdotisa, siendo que una vez acabada su labor la mujer emprendería con ustedes el camino hacia el castillo a través de uno de los carruajes de la iglesia.

 La ciudad sufría a simple vista los destrozos de la batalla: casas quemadas, manchas de sangre por las calles, incluso ahora se continuaban recogiendo los cadáveres que dejó la rebelión de los magos...

 -Qué horrible destino han sufrido las almas inocentes de esta ciudad... -se lamentaba Flora, evitando en lo posible mirar por la ventana.

 Una vez en el castillo, serian recibidos por unos caballeros que les llevarían escoltados hacia los aposentos del príncipe, el cual era tan llamativo como se podía esperar de un miembro de la realeza: una gran cama sobre una alfombra sin un solo año de desgaste, un escritorio, un amplio armario, un retrato de su familia en una de las paredes con un marco dorado...

  Además de la presencia del heredero al trono, que en esos momentos estaba tumbado sobre su cama mirando el techo, en el balcón se encontraba parado un semi-bestia gato de cabello claro, con un formal uniforme que desconocías, pero que recordaba de alguna manera al de los caballeros reales. Llevaba una espada enfundada en el lado izquierdo de su cintura, y les dedicaría una mirada curiosa con sus ojos color ámbar, sin decir nada.

 -Llegan tarde -les recriminó el príncipe con un tono de desinterés.

 -Lamentamos la tardanza, Príncipe Elric -se disculpó la Santa Sacerdotisa sin dudarlo, siendo acompañada por una reverencia de Nefin.

 En ese momento, el príncipe se giraría para ponerse de lado antes de sentarse en uno de los bordes de la cama, dedicándoles su atención.

 -Están aquí para demostrar su apoyo, ¿cierto? -preguntó Elric.

 -Por supuesto. Lamentamos mucho el fallecimiento del rey, sin embargo por eso mismo queremos ser de utilidad en su obtención del trono: Pasar a ser rey nunca es un proceso sencillo -aseguró Flora, con un tono dulce pero seguro.

 -No es necesario nada de eso, ya tengo claro lo que tengo que hacer luego de recibir la corona... -en ese momento, el príncipe se quedaría viendo sus manos, apoyadas sobre sus piernas mientras las abría y cerraba. -. Los ángeles bajaron para proponer una alianza entre Betestal e Ifly para acabar con Nekrodum: es una oportunidad que no podemos desperdiciar... Luego de que el rey demonio esté acabado, solo será cuestión de tiempo para hacer lo mismo con los magos -la mirada de Elric estaba básicamente perdida en sus manos, pensativo mientras decía aquellas palabras que, si bien fueron dichas con un tono vago, estaban llenas de determinación. -. Nuestro verdadero problema ahora es la organización tras la rebelión: los magos se llevaron la atención, pero mientras era escoltado hasta el castillo pude observar a un grupo de enmascarado escapar por los techos... Deben ser de ese "Gremio de Ladrones" que la voz mencionó...

 -He escuchado sobre ellos -reveló Nefin, esperando un asentimiento del príncipe como aprobación para seguir hablando. -. Son una organización que apoya a todos los clanes, y a la vez a ninguna: se mantienen neutro, obteniendo y dando información según lo creen correcto...

 -Es tal como dices -confirmó el príncipe, acercándose a un gabinete junto a su cama para abrirlo y buscar algo en su interior. -. Precisamente, luego de que todo se calmase un poco, recibí una carta de ellos... -al sacar la mano del gabinete, mostraría una carta con un sello roto en forma de rostro de zorro. -. Tal parece que están dispuestos a ponernos en su lista de clientes...

Jester aclaró el nombre de aquel dios y como lo conocía…o al menos había tenido interacciones con el. Todo aquello era desde luego alucinante por decir poco, ¿Por qué se lo tomaban con tanta tranquilidad y se lo creían tan bien?, al menos Lucifer estaba alucinando por segundos con cada cosa que ocurría.

Fuera como fuera, cuando habló de su padre, Jester exclamó que no aparecían los familiares de todos, ya que el mapa mostraba lo más relevante en cada momento.-Oh…-Aún así, ¿no era raro que no apareciera uno de los hombres más poderosos del reino?, aunque claro, si solo era relevante a momentos…también explicaba porque el mismo no salía en el mapa tampoco.

Luego llegó otra revelación, el Coloso quería terminar con el mundo y necesitaba sus fragmentos para poder hacerlo. Entonces se habló de como Nekrodum tenía uno de los fragmentos, otro Kayn y finalmente el tercero lo tenía Jester.

-Entonces…mientras no se consigan esos fragmentos no hay peligro, ¿no?...¿entonces porque no lo tiras al mar o algo así?, nadie podrá encontrarlo en ese caso…-Murmuró.-Es…bueno, algo muy simple, creo, pero…¿podría funcionar, verdad?.-Preguntó buscando el apoyo del resto.

Al llegar presté atención a todo lo que decían cada una de las partes, asumiendo que el hombre gato era el enviado de Ifly.

Al escuchar sobre el gremio de ladrones me encogí de hombros.

-Recientemente fueron los que ayudaron a los magos...no sé como podríamos considerar si quiera su utilidad tras lo que hicieron- le dije a su alteza.

Pero yo no soy el que toma las decisiones...

 -No es tan sencillo: el destino exige que los fragmentos se reúnan y que los dioses regresen, nuestra labor es asegurarnos de que estemos preparados para eso -explicó Jester.

 -Yo aún no entiendo como puedes hablar de esas cosas con tanta calma... -opinó Karos mientras se rascaba un poco la cabeza, inclinando su silla hacia atrás mientras finalmente se ponía cómodo al subir los pies sobre la mesa. -. A mí la verdad me inquieta eso de que un Dios quiera destruir el mundo -aunque realmente no lo demostraba... -. ¿Realmente tenemos oportunidad?

 -¡Por supuesto! -aseguró el ilusionista, con una sonrisa de confianza. -. Yo mismo ya me he enfrentado antes a El Coloso, y puedo decir que con un poco de ayuda podría acabar por derrotarlo -añadió, orgulloso.

 -Okey, he evitado preguntar esto, pero luego de que sueltes algo así debes entender que lo pregunte: ¿Qué rayos eres? -preguntó finalmente Asmodeo, con una mezcla de curiosidad, confusión y preocupación a partes iguales: Jester ya había demostrado de muchas maneras ser "especial", sin embargo, lo increíble no era tanto que manifestara que se enfrentó a uno de los dioses principales y sigue con vida, sino que en este punto ustedes se crean que realmente fue capaz de hacerlo.

 -Es... una buena pregunta, y honestamente no me encuentro en condiciones de responderla -concluyó, con esa natural confianza y seguridad que le caracterizaban. -. Honestamente, no recuerdo exactamente mucho de mi pasado, solo sé que llevo viviendo mu~~~cho tiempo, el suficiente para conocer a algunos dioses...

 -Precisamente por eso debemos jugar a su juego de secretos y traiciones: aunque aceptaré su oferta, también enviaré a un grupo en su búsqueda. El gremio de ladrones es una cosa, pero los magos otra muy distinta -declaró el príncipe.

 -Si son tan buenos recolectando información como dicen, ¿no piensa que se podrán dar cuenta? -preguntó el elfo oscuro, un poco inquieto por el plan del príncipe.

 -Tengo la corazonada de que no les importará -concluyó el heredero al trono, estudiándolos a los tres con la mirada durante unos segundos antes de que su mirada se posase sobre ti. -. Ya hice el llamado de dos de los integrantes del grupo, y los llamé aquí para solicitar al otro...

 -¿Se refiere a Liones? -preguntó la santa sacerdotisa para confirmar, siendo respondida por un asentimiento del príncipe.

 -El tema es que en el grupo estará una persona importante en todo esto: si bien el trabajo del equipo será dar con el gremio de ladrones y los magos que se ocultan en él, el objetivo de Liones será vigilar y proteger a una de sus compañeras, una bestia -se explicó antes de añadir. -. Básicamente, deberás asegurarte de que no muera, pero que tampoco se vuelva un peligro para el grupo: digamos que es... especial.

 -Liones cumplirá con sus expectativas -por su parte, Flora no parecía tener objeciones conque tuvieses que participar en el grupo de búsqueda del príncipe: parecía que incluso defendía la idea de que lo harías bien.

 -Lo sé -asintió el príncipe. -. Eso es todo lo que debía hablar contigo, Liones. Deberías ir a preparar tu equipaje, el grupo se deberá reunir en la entrada del castillo en poco más de una hora -concluyó el heredero. -. Yo aún necesito hablar algunas cosas con la Santa Sacerdotisa.

Todo aquello era realmente mucha información que sopesar y sobre la que rumiar. Al menos para el joven exconsejero todo aquello le estaba resultando una auténtica locura y un sinsentido.
Si el destino iba a juntar los fragmentos fuera como fuera y su misión era estar preparados para cuando eso ocurriera... Era... Bueno, no era muy esperanzador que digamos, al menos así de sentía Lucifer.
Desde luego estaba de acuerdo con Karos, todo era una situación inquietante... Y más inquietante se volvía con cada frase que salía de la boca de Jester, ¿se había enfrentado al coloso? Y encima no contaba que narices era... Lo cual no hacia más que llenar de preguntas y más preguntas la situación. Pero aún así, Lucifer trató de dar un pequeño aporte.
-Bueno... Si sabes reconocer dioses, te has enfrentado a ellos, tienes un fragmento y bueno... Sabes tanto... -Murmuro.-¿Es posible que tú también seas un Dios?...o al menos alguien con suficiente poder para hacer ese tipo de cosas.

El chico guardó silencio unos segundos.-Es decir...no creo que una persona normal como yo pueda enfrentarse a dioses, ser un héroe o simplemente saber que toca hacer en todo momento. He llegado aquí con vuestras ayudas...si no... -Luego miro a Karos y a su mentor. -Vosotros, sois mejores que yo por supuesto... Pero vería raro que os pudierais enfrentar a dioses, al menos Karos... Bueno, Karos...-Ahi dudó, el cazador de demonios tenía pinta de poder con todo lo que se le echara encima, incluso Frey.
Lucifer por su parte era más rata de biblioteca que otra cosa, dudaba estar siquiera a la altura de los de la Sala.
-C... Como sea, solo que vosotros tenéis más pintas de saber lo que estáis haciendo y tenéis más posibilidades de enfrentaros a dioses, Ángeles o lo que os echen encima. -Trató de aclarar.

-A ver, a ver, a ver...- dije rascándome la cabeza - claramente ya decidieron todo por mi, pero si voy a hacer esto necesito algo de información, majestad- dije mirándo al nuevo rey - para empezar, dijo que la muchacha podría, remarco "podría", llegar a ser una amenaza pero que hay que protegerla...me gustaría saber quién es esta chica y porqué es tan importante y segundo, saber quienes integrarán el grupo, entiéndame, no es lo mismo ir con un par de donnadies que con alguien de su confianza o su propio hermano-

-¿¡De verdad crees que pueda ser un Dios!? -preguntó genuinamente sorprendido y emocionado el ilusionista, mientras Asmodeo finalmente empezaba a mostrarse dudoso y preocupado por el estado mental del enmascarado y la visión que tenía de sí mismo como para jugar con algo como eso...

 -Oye, no exageres sobre mí: solo soy alguien con suerte -aseguró por otro lado Karos al ver como te quedabas dudoso cuando ibas a mencionarlo junto a los que no podrían contra un dios, soltando una leve risa antes de lanzarte un puñetazo hacia un brazo, como un gesto amistoso en el cual igual no midió del todo su fuerza pues igualmente te dolió como un golpe real. -. ¡Y tampoco andes hablando como si no fueses nadie! Todos sabemos lo que hiciste allá en la ciudad: eres alguien que el resto escucha, y es algo que claramente yo no podría hacer.

 -Karos tiene razón -opinó Asmodeo, con una genuida sonrisa de tranquilidad. -. Yo también me sentí insignificante al ver lo que Jester y su gente era capaz de hacer, también me cuestiono porque me permiten estar en una misma mesa que ustedes como si fuese alguien importante, pero de lo que no tengo dudas es que al menos tú, Ethan...

 -Lucifer -intervino Jester con una sonrisa de poker.

 -Eres más especial de lo que puedes imaginar... -terminó por concluir tu mentor, dedicándote una de sus más cálidas sonrisas.

 -¿Ya lo entiendes, Lucifer? -te dirigió la palabra directamente el enmascarado. -. No estás aquí por cuestión de suerte: eres alguien necesario para el futuro de Terra, y alguien en quien todos contamos...

 -Realmente no es nada que te deba preocupar: su lealtad está con el reino, y tengo entendido que es una buena persona, pero todos aseguran que está maldita -explicó el príncipe.

 -¿Se trata de esa aventurera que dicen tiene mala suerte...? -preguntó la sacerdotisa.

 -Exactamente: los del gremio dicen que siempre se muestra voluntaria para todo lo que salga, sin embargo, en general nadie quiere hacer equipo con ella porque haya donde va le acompaña una mala fortuna. El caso es que quiero tenerla lejos de aquí mientras planeamos todo, y sé que Liones podrá hacerse cargo -concluyó Elric. -. Sobre el resto... Uno es un aventurero de rango máximo. Dudo que lo conozcas, no obstante, su nivel debe darte una idea de que es alguien de confianza. La otra persona es alguien más de la iglesia, alguien de confianza de la Santa Sacerdotisa... -en ese momento, los ojos del príncipe se posaron en Flora.

 -Así que la enviará a ella también... -dedujo la mujer, pensativa. -. Supongo que ya está lista para aventurarse por el mundo, y de ser así no hay nadie mejor que Liones para cuidarla...

 -Es una forma de verlo -respondió el chico, volviéndote a ver. -. Espero tengas suficiente con eso...