Partida Rol por web

Lost in the Blue Sky [+18]

En alguna parte de Ilfly...

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25/05/2021, 14:44
I - Aaron Kobla

La respuesta de Malthael, si bien decepcionante, era la que esperaba el caballero... era difícil que tras tanto tiempo ausente, su alter ego pudiese tener información o sospechas sobre los recientes acontecimientos... mientras continuó observando los cuerpos mientras los otros dos ángeles hacían lo mismo...

Luego la matriarca preocupada, respondió a Aaron sobre sus sospechas, rechazando la idea de que pudiese ser Alice desde una primera instancia... aunque eso no quitaba el interés que Lucifer tenía... y como la llamaba, "el otro de los tres antiguos arcángeles" - Supongo que tenéis razón lady Lethía... sigamos investigando... - ...pero luego fueron las palabras de Yu las que arrojaron más luz sobre todo lo sucedido...

- ¿Cómo que son sus propias armas?... - entonces tanto Lethía como él cayeron en la cuenta... claro que conocían a alguien que pudiese hacer algo así, y de hecho la han tenido a su lado todo este tiempo... pero... ¿por qué? se preguntaba el caballero en su fuero interno... Dhijana no tenía razones para esto, y además ya los había ayudado anteriormente, no tenía demasiado sentido... - Parece que ambos hemos pensado en lo mismo lady Lethía... - dijo apesadumbrado al ver como la matriarca se horrorizaba pensando en que la cazadora hubiese sido capaz de hacer algo así...

Los dos ángeles insistían en la posibilidad de que el culpable estuviese cerca... - Sí... será mejor que comencemos a buscarlo... aunque ya tenemos una idea de quien ha podido ser... aunque me resulte increíble... - dijo mientras miraba a los ángeles, que seguían en shock por todo lo ocurrido... pero tenían razón... era mejor que encontraran al responsable cuanto antes, y así hallar respuestas... así no solo los ángeles respirarían tranquilos, sino también la matriarca y él...

- No nos apresuremos al tomar conclusiones lady Lethía... podría haber sido alguien con una habilidad similar y que trate de inculpar a Dhijana... - dijo tratando de aliviar el peso de la matriarca... habían sucedido demasiadas cosas, en un espacio muy corto de tiempo... pero ellos seguían adelante, detrás de los ángeles, que no los habían esperado para salir en busca... pero entonces se encontraron con Senca según salían de la cueva, ante lo cual la matriarca se sobresaltó algo... lo cual era comprensible, su presencia aquí hacía más evidente la posible implicación de Dhijana...

Uriel no esperó y se encaró con el cazador, ante lo cual el caballero avanzó y posó su mano sobre el hombro del pequeño ángel... - No te apresures... Senca nos ha ayudado anteriormente, y no tendría razón alguna para dañaros... - dijo mientras observaba a su compañero de desventuras... - Dinos por favor... ¿sabes algo? No queremos pensar en ello, pero nos hemos encontrado a los compañeros de Uriel y Yu muertos... por sus propias armas... - evitó mencionar a Dhijana, pero aludió a su habilidad, para que Senca entendiese la situación...

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26/05/2021, 19:52
I - Senca Temno

Tras salir de aquel lugar maldito omnubilado por mis propios pensamientos, me topé con Aaron acompañado por los ángeles y la mismísima matriarca.

Escuché cuanto dijeron haciendo prácticamente caso omiso al ángel que invadía mi propio espacio personal. 

No puedo asegurarlo pero todo apunta a Dhijana, había rastros de su magia y aunque me ha costado su olor me ha llevado hasta aquí. 

Después, simplemente ha desaparecido. 

Respecto a la escena, miré al pequeño ángel, no con buena cara tras la máscara, no se por que ha usado las de los ángeles en vez de las suyas propias, pero si puedo decir que será complicado encontrarla si se ha ido. La Matriarca sabe que hay pocos cazadores más hábiles. Y Altavius sabe que yo no soy uno de ellos. No se por que me habrá mandado a mí. Comenté dudoso. 

Siento no poder ser de más utilidad. 

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28/05/2021, 20:10
I - Naia

Fuera lo que fuese lo que había en el interior del frasco, había hecho daño al caballero. ¡Había funcionado! ¡Era nuestra oportunidad para escapar!

Salmos se acercó a mí y extendió sus brazos, momento en que yo salté de la burbuja para que él me sujetara. Me llevó corriendo escaleras arriba. Había pasado mucho miedo, pero lo habíamos logrado. Habíamos logrado escapar. Pronto encontraríamos a los sirvientes, que darían la voz de alarma y detendrían al hombre rubio. Estábamos a salvo…

¿Qué…? ¿Qué está pasando…? —Miré a un lado y a otro, pero no había nadie en ninguna parte. No era posible… Siempre había gente allí todo el tiempo. No podían haberse esfumado…

Por si eso no fuese lo bastante terrorífico, el caballero parecía estar siguiéndonos. ¡Y no había nadie para ayudarnos! Me abracé con mucha fuerza a Salmos, asustada, temblando. —¡Viene a por nosotros…! ¡Tenemos que irnos! —Pero… ¿adónde? —¡Corre, Salmos! Vamos a la ciudad. —Cualquier sitio sería mejor que estar allí, a merced del caballero.

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03/06/2021, 09:08
I - Aaron Kobla

Notas de juego

Dire, si estas esperando que responda a Senca, te confirmo que no pensaba hacerlo antes de que pusieras tu algo, no vaya a ser que estés esperando por eso.

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03/06/2021, 23:00
Director

 Aunque Aaron estuviese allí para intentar quitar las preocupaciones a la matriarca, y la mujer pudiese dar la imagen de ser despistada o inocente, la verdad es que era bastante inteligente y sabía que las pruebas apuntaban a las peores conclusiones, algo que solo aumentaría con las respuestas dadas por Senca.

 Por otro lado, Uriel parecía estar haciendo un esfuerzo inhumano por no explotar en ese mismo instante más de lo que ya lo había hecho, más la última aclaración por parte del cazador atraparía toda su atención.

 -¿El elfo oscuro te ha enviado? ¿Por qué? -preguntó con obvia desconfianza. -. ¿Acaso él ya sabía que esto sucedería?

 La mirada de la matriarca cada vez empezaba a llenarse más de dolor al darse cuenta de que todo iba conectando poco a poco, incapaz de aceptar el hecho de que una de las heroínas de Ilfly habría cometido tal acto, a pesar de que no era misterio la realidad de que la elfa le era fiel a las órdenes de sus superiores, como lo era Altavius.

 -Tenemos que ir a hablar con él de inmediato -concluyó Uriel mirándoles con decisión. -. Sí la matriarca no tuvo nada que ver, entonces creo que esto no afectará a los planes de mi mentor de unir los clanes contra Nekrodum, pero yo personalmente me haré cargo de que el responsable pague por lo que hizo -y sin mediar una palabra más, el chico emprendería vuelo hacia la capital, siendo seguido por Yu.

 Claramente tendrían que seguirlos para terminar de entender qué era lo que había sucedido, siendo que la matriarca podría montar nuevamente detrás de Aaron en el caballo mientras Senca los acompañaba con el suyo propio, pero ya habiendo algo de distancia entre ustedes y los ángeles la mujer fue incapaz de expresar su duda.

 -S-Senca, dices que no sabes por qué utilizaron las armas de los ángeles para matarlos… Pero sabes que ese es el estilo de combate característico de Dhijana, ¿cierto…? -a pesar de que Senca no era un cazador particularmente reconocido, la matriarca sabía que se podría considerar uno de los más cercanos, o al menos destacables, de la maestra cazadora. -. Aquella vez con Naia fue igual… No dudó en obedecer las órdenes… -en ese punto era claro hacia donde apuntaban las sospechas de Lethía, y lo mucho que le afectaba siquiera pensar que podría ser verdad.

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04/06/2021, 00:59
Director

 -E-Es imposible, ¡siempre hay gente en los pasillos! -comentó Salmos lo obvio antes de girarse y observar contigo como aquel caballero se aproximaba desde las profundidades del sótano, aferrándose entonces más a ti en un intento de transmitirte seguridad y, sin dudar sobre tus palabras, empezar a correr en busca de una salida.

 La mansión no tenía un tamaño descomunal, más era seguramente la estructura más grande de toda la ciudad, por lo que no era de extrañar que tuviese multitud de pasillos para recorrer antes de poder hallar una salida.

 Pero finalmente, lograrían llegar al recibidor donde se encontraba la salida principal que conectaba con el jardín, habiendo recorrido buena parte de la mansión sin encontrar a nadie en su camino.

 -¡Por allí! -indicó Salmos mientras corría con todas sus fuerzas hacia las puertas.

 Y a tan solo unos pasos de llegar a la que sería vuestra escapatoria, grandes picos helados surgirían del suelo interponiéndose entre ustedes y la salida, bloqueando completamente así vuestra salida.

 -¡Tsk…! -Salmos entonces se voltearía, observando como el responsable llegaba finalmente detrás de ustedes.

 Aquel chico aún conservaba su capa para cubrirse, más haber sacado el brazo para poder apuntar con una hermosa espada de hielo hacia la puerta daría una abertura suficiente para mostrar que debajo, efectivamente, llevaba la armadura con la que invadió tu hogar, así como algún objeto que ocultaba con la capa en su mano izquierda. Su capucha estaba caída, por lo que ambos podían ver su rostro lleno de horribles quemaduras.

 -¡No permitiré que hagas daño a Naia! -le gritó Salmos, amenazante.

 -... -y sin mostrarse afectado de ninguna forma por las palabras del chico, o el dolor por el que debería estar pasando debido a las quemaduras, el chico removió su capa y dejó salir su mano izquierda, revelando que en esta sujetaba la lámpara que mantenía sellada a La Bestia, provocando así que Salmos quedase paralizado por lo que pudiera hacer con ella.

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08/06/2021, 18:11
I - Naia

Estaba aterrorizada como nunca lo había estado desde aquel día en que me sacaron de mi hogar. La pesadilla se repetía… Y además todo el mundo había desaparecido. ¿Por qué? ¿Es que el caballero los había hecho desaparecer? ¿O es que nos habían abandonado? Fuese cual fuese la razón, solo podía contar con Salmos. Continué agarrándome a él con todas mis fuerzas.

Él me llevó por montones de pasillos, buscando la salida. Parecía que no la encontraríamos nunca, pero, finalmente, llegamos a la puerta principal. Ahora solo teníamos que cruzarla y podríamos huir…

Pero entonces, el hielo bloquearía completamente nuestra escapatoria. Y allí estaba el responsable. De alguna manera, había logrado seguirnos, pese a que Salmos había corrido a toda velocidad. Ver el inmenso daño que yo había hecho a su rostro me horrorizó. Incluso aunque fuese para defenderme, lo que había hecho era horrible. Mas eso no evitaba que siguiera muerta de miedo.

Pero lo más aterrador aún estaba por descubrirse, pues el caballero enseguida reveló lo que ocultaba en su mano. Inmediatamente, mi rostro palideció, y me quedé paralizada de miedo.

¡No…! ¡Por favor, no! —supliqué inmediatamente. Si liberaba a la bestia, Salmos perdería el control. Perderíamos todo lo que habíamos conseguido. ¿Hasta dónde sería capaz de llegar? —¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué has venido? Me sacaste de mi hogar… Te llevaste a mi padre… Y ¿ahora vienes hasta aquí solo para atormentarnos? —Comencé a llorar, incapaz de seguir conteniendo mi desesperación. Tenía miedo de lo que el caballero pudiera hacerme, pero más miedo tenía de lo que pudiese hacerle a Salmos—. ¿Has venido para llevarme contigo? ¿Es eso? —pregunté, entre sollozos. Aquel día, ellos me capturaron, pero luego yo había logrado huir, así que tenía sentido—. Si es así, haz lo que quieras conmigo, pero por favor, no hagas daño a Salmos. ¡No uses la lámpara! ¡Te lo suplico!

- Tiradas (1)
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09/06/2021, 08:18
I - Aaron Kobla

Las palabras de Senca no hicieron sino reafirmar al caballero sobre sus sospechas, al igual que las de la matriarca, que ya empezaba a estar angustiada por todo lo que estaba sucediendo a sus espaldas... Lethía preguntó con cierto punto de desesperación a Senca sobre las órdenes de Altavius... aunque a juzgar por las palabras de Senca, no pareciera que tuviera que ver tanto con las acciones de Dhijana, al fin y al cabo Altavius le había mandado a él...

Luego fue Uriel el que sin esperar respuesta, tomó la decisión de ir a preguntar a Altavius directamente... - Espera Uriel, el elfo oscuro ha mandado aquí a Senca, pero no sabemos si eso tiene relación con el que haya cometido esta masacre... - aunque sus palabras cayeron en saco roto, puesto que los ángeles se marcharon volando sin esperar... - Esto se complica por momentos... - dijo el caballero, tratando de averiguar que podría haber empujado a Dhijana a cometer semejante acto...

Luego las palabras de la matriarca se dirigieron nuevamente hacia Senca, preguntando nuevamente sobre Dhijana y la posibilidad de que hubiese sido ella... y por desgracia todo apuntaba a ello, aunque el caballero aún albergaba la pequeña esperanza de que no fuese así... "quizás estuviese bajo el influjo de una ilusión..." pensó tratando de dar una explicación más benévola a todo lo sucedido, pero eran más eso... esperanzas...

- Lady Lethía... lo mejor sería que regresemos nosotros también, es mejor que los ángeles no se encaren solos a Altavius, si la cosa escala, solo vos podríais actuar de mediadora... - y sí, ese era el gran temor de Aaron, que el conflicto de repente tuviese lugar en la propia capital... eso es algo que no podían permitirse, así que esperó a que Senca respondiese a las preguntas de la matriarca para poner rumbo nuevamente a la capital...

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11/06/2021, 09:50
I - Senca Temno

Dhijana no tiene un estilo propio de pelea, solo se adapta, pero no hay mucho más, el olor a sangre, el sigilo para entrar y salir, los dioses saben que ella fue una maestra para mí y me enseñó a actuar así. 

Solo me pregunto por qué. Suspiré tras la máscara. Mirando a la matriarca sintiendo su dolor. 

¿Qué era exactamente lo que tramaria Altavius?, estaba tejiendo un plan usando a los cazadores y por alguna razón iba por delante de él propio Ilfly.

Siento no haber podido encontrarla, aunque no es tonta. Sabe lo que ocurrirá si vuelve por lo que no creo que tengamos que preocuparnos demasiado. 

Sin embargo, pediría una investigación sobre los hechos y me gustaría formar parte de ella dada mi ineptitud para haberme dado cuenta y capturar al culpable. Después, mantuve en silencio el resto del viaje. 

Aaron expuso el enfrentamiento entre Altavius y los ángeles, sin embargo yo tenía otros menesteres en mente, los sabios y mi padre, todos ancianos en la ciudad contestaran alguna pregunta. Eso esperaba al menos. Quizá los dioses aparecieran otra vez para poder tener algo más de información. 

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18/06/2021, 03:43
Director

 Tus gritos y preguntas no recibirían respuesta de aquel chico, como era de esperar. No hablaba, no expresaba nada: solo estaba allí para cumplir su objetivo, y era llevarte con él…

 -¡N-Naia! -se exaltó Salmos al escuchar tu desesperada propuesta para salvarle de ser victima de la bestia. -. ¡No dejaré que te lleve!

 Ante las amenazas de Salmos, el chico rubio clavaría su espada en el suelo, y a continuación llevaría su mano libre hacia el sello de la lámpara, retirando un poco una de las puntas.

 -¡Tsk…! -Salmos prácticamente se congelaría, sin saber qué hacer más que aferrarse a ti.

 Dado que el chico lobo no parecía ser capaz de desafiar la amenaza de la linterna, el rubio empezaría a avanzar, dejando su espada atrás, hasta acortar la distancia lo suficiente para poder tenderle la linterna al chico, como una especie de intercambio por ti.

 -... -sin palabras, Salmos se te quedaría viendo con una clara angustia en el rostro: obviamente no deseaba entregarte, pero dejarse atrapar por la bestia ciertamente no haría las cosas más fáciles. -. L-Lo lamento… -y con su voz llena de tristeza, Salmos extendería sus brazos para acercarte a aquel chico.

 Los ojos de Salmos empezaban a llenarse de lágrimas mientras el rubio te recibía, cargándote con uno de sus brazos sobre su hombro antes de finalmente entregarle la linterna al chico, aparentemente dispuesto a cumplir con no causar más problemas luego de que fuiste entregada.

 -¡AHHHHH! -pero Salmos tenía otros planes, pues lleno de ira zarandeo la linterna apenas la tuvo en su mano, y sin miramientos la rompió sobre la cabeza de aquel caballero.

 La sorpresa sería suficiente para que aflojase su agarre y que Salmos pudiese tirar de ti para agarrarte, cargarte y saltar lejos de aquel hombre, pero pronto las llamas azuladas empezarían a volar descontroladamente por toda la sala.

 Cubriéndose el rostro como reflejo por el evento reciente con la poción, tu captor retrocedería rápidamente para buscar su espada y poder defenderse a la vez que evitaba vuestra huida, pero vuestro mayor problema ahora era claramente el fuego azúl que, lejos de extenderse por el lugar como lo haría cualquier otra llama, volaría directamente tras Salmos, y empezaría a hacer arder su cuerpo.

 -¡Argh...! -aunque literalmente todo su ser se encontraba envuelto en llamas azules, a ti no te quemaba en lo absoluto a pesar de que seguías en sus brazos: en su lugar, solo te transmitía una agradable sensación de calidez, o al menos sería agradable si no supiesen lo que significaba. -. Na... i... a... -dijo Salmos como pudo mientras su voz se distorsionaba por una más profunda, así como su cuerpo empezaba a crecer y llenarse de pelaje.

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18/06/2021, 04:26
Director

 Ciertamente habían muchos puntos a los que no podían responder ahora, siendo que no había nada más importante ahora que aclarar esas dudas y saber qué fue lo que llevó a aquel terrible resultado.

 -Nunca pensé que Dhijana tuviera que huir por algo… -confesó la matriarca al escuchar el comentario de Senca. -. Debemos llegar al fondo de esto: no me creeré que ella haya podido cometer algo como esto…

 Y así, vuestro viaje continuaría hacia la capital siguiendo a los ángeles. Según avanzaban empezaban a sentir el viento frío golpear vuestro cuerpo al andar en los caballos, pero no habría nada que les helase más la piel que el escenario que encontrarían al llegar a la ciudad.

 Como si la nevada más poderosa hubiese azotado la capital, está se encontraba cubierta por gruesas capas de nieve que se extendía por todas partes. Si se adentraban un poco, se podrían percatarse de que debajo de la nieve el suelo se había congelado por completo, siendo que desde distintas partes también surgían picos de este gélido mateiral, y echando un vistazo más adentro podrían distinguir las siluetas de las personas de la ciudad, congeladas...

 -¡Atrás! -advirtió Altavius, llegando detrás de ustedes. -. ¡Alejense de la nieve y el hielo!

 En ese instante, los caballos empezarían a chillar alarmados, y es que un vistazo al suelo les permitiría observar como el hielo empezaba a subir por sus patas. El efecto había sido retardado para activarse, pero a la velocidad que escalaba no tendrían tiempo para salvar a sus monturas: tendrían que saltar y retroceder para salir de la nieve y reuniros con el elfo oscuro, siendo que los ángeles también irían con ustedes a pesar de poder volar.

 -¡Altavius! ¿¡Qué está sucediendo!? -llegados a ese punto, la matriarca no podía disimular más su expresión de espanto y temor.

 -Un mandamiento de Betestal… Atacó la ciudad, congeló todo y a todos, y ahora debe estar buscando a Naia… -reveló.

 -¡Tú! -le encaró Uriel. -. ¡Tienes mucho que explicar!

 -Por desgracia no hay mucho tiempo… Para cuando me di cuenta, toda la ciudad se encontraba cubierta de hielo. Belmont intentó detener al mandamiento, pero no fue capaz de hacer nada más que ganar algo de tiempo para que yo evacuar a algunas personas -explicó el hombre mientras unas figuras iban llegando detrás de él, tratándose de personas de la ciudad que ciertamente compartían el temor y preocupación de toda la situación. -. Desconozco cuánto tardará realmente en hacerse con Naia, y que hará luego de tenerla: en el peor de los casos, no solo tendremos que enfrentarlo a él, sino a un Salmos dominado por la bestia -aseguró.

 El elfo oscuro hacía un excelente papel para prácticamente ignorar la obvia necesidad de respuesta que tenían los ángeles, y por lo tanto evitando cualquier cosa relacionada a lo sucedido en las cuevas, aunque realmente era parte de su naturaleza: de nada le servía tratar problemas “viejos” si justo delante tenían otro que parecía ser igual o incluso más importante.

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18/06/2021, 18:37
I - Naia

No importaba cuánto le hablase o le suplicase, el caballero no decía ni una sola palabra. Era inútil. La única forma que se me ocurría de que parase era darle lo que quería: dejar que me llevase con él. Él me aterrorizada, pero, al menos, así salvaría a Salmos.

Comprensiblemente, mi amigo se negó. Pero también estaba muerto de miedo. Lo sabía por cómo me agarraba. Por lo tenso que estaba. Mientras tanto, el caballero se acercó lentamente, como queriendo hacer un intercambio. Y Salmos dudaba.

Salmos… Por favor… E…Entrégame. —Comencé a sollozar—. Si no lo haces, liberará la bestia y… no quiero que vuelva a poseerte. No quiero que sufras…

Observé cómo me miraba, y acababa por tomar una decisión. Mis ojos se llenaron de lágrimas, mientras él extendía sus brazos y me entregaba al caballero. Sentí cómo éste me tomaba con uno de sus brazos y me colocaba sobre su hombro, al tiempo que me sujetaba firmemente para que no escapase. Su tacto era frío, como todo su ser. Y su agarre era sorprendentemente firme. Estaba claro que no iba a lograr escapar. Pasé a llorar a lágrima viva. ¿Qué es lo que haría conmigo? ¿Adónde me llevaría? ¿Qué nueva atrocidad sería capaz de acometer? Lo único que me consolaba era que Salmos se encontraba a salvo.

Pero, entonces, cuando ya estaba resignada a mi destino, ocurrió algo inesperado. Oí gritar a Salmos, luego un fuerte sonido de algo que se rompía, y entonces noté que el caballero se tambaleaba. Luego, Salmos tiró de mí y me liberó de las manos de aquel hombre. Me sentiría aliviada, si no fuera porque se estaba cumpliendo aquello que más temía. Más aún que ser capturada por el caballero.

¿Qué has hecho? —exclamé, horrorizada—. ¿Por qué? ¿Por qué no has dejado que me llevara con él? —Hablé con una mezcla de miedo, tristeza y enfado.

La pesadilla se cumplía de nuevo: las llamas azules se dirigían a Salmos, y hacían arder su cuerpo. Los recuerdos de aquella noche me invadían. Y en esta ocasión no había nadie más que pudiese mantenerlo a raya.

 —Salmos… ¡No dejes que te venza! Por favor. Hazlo por mí… —pedí, en un tono de súplica.

Sabía cuál era la mejor forma de que no se dejase dominar, así que comencé a cantar. Una canción llena de tristeza y melancolía, y que haría llorar hasta a los más tenaces.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Nunca tengo una mala tirada xD

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22/06/2021, 08:44
I - Aaron Kobla

Las palabras de la matriarca, como de costumbre, estaban llenas de ilusiones... aunque en esta ocasión parecían vanas... Senca seguía el rastro de Dhijana, y todo apuntaba a que ella era la responsable... pero lo más importante ahora era averiguar porque...

Después se apresuraron en avanzar hacia la capital, con la esperanza de enfrentar a Altavius y averiguar que estaba detrás de todo esto... pero al llegar allí, el paisaje se tornó desolador... toda la ciudad cubierta de nieve, como si hubiese pasado una ventisca por el lugar... y luego al avanzar más, empezaron a encontrarse a los habitantes de la ciudad congelados... - ¿Cómo es posible?... - decía el caballero mientras trataba de sacar a alguno de los ciudadanos del hielo con sus poderes de fuego en un intento de deshacer sus gélidas prisiones...

Pero mientras lo hacía, la persona que más deseaban encontrarse apareció a su espalda... Alatavius advirtiendolos de que no se acercasen a la nieve ni al hielo... - Lord Altavius, ¿Qué significa todo esto? ¿Qué ha sucedido?... - el lord Cuervo no tardó en responder... al parecer Betestal no tenía intención alguna de permitir que Naia permaneciese en Ilfly... pero... ¿arriesgarse a una guerra abierta por ella? Aquello era una completa locura...

Uriel se encaró con Altavius, pero este ignoró sus palabras, comentando sobre el paradero de Belmont, y sobre la posibilidad de tener que enfrentarnos a Salmos de nuevo... - Salmos... pero en esta ocasión, habrá perdido el control para defender a Naia... mientras no nos acerquemos a ella no debería suceder nada... pero debemos encontrar a Belmont cuanto antes, y ayudarlo... - el caballero hizo un gesto de seguridad a la matriarca...

- Voy a buscar a Lord Belmont... Senca, imagino que tu querrás asegurarte de que Alice se encuentre bien, así que yo voy adelantándome... - el caballero empezó a buscar con la mirada lo que le pareciese el centro de toda aquella ventisca y de un salto se adentró en la nieve y empezó a avanzar hacia allí, aumentando su temperatura corporal lo suficiente como para evitar que la nieve ralentizase su avance...

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22/06/2021, 19:32
I - Senca Temno

Al menos no de Ilfly. Contesté a la matriarca, si bien Dhijana habría encontrado muchos enemigos hasta su fama como cazadora. 

Mientras miraba a mi alrededor, ignorando al elfo oscuro y haciendo caso a Aaron, el nombre de Alice resonó en mi cabeza como lo había hecho en mi conversación con los dioses que aparecían. Por desgracia, el fuego no me había hecho digno de ningún poder pese a mis rezos y la acuciante necesidad que ahoea tenía. 

Alice! Matriarca Aaron, volveré lo antes posible. A Altavius me dirigí con una simple reverencia antes de salir corriendo rodeando la ciudad hacia el bosque en las afueras. Padre era listo, buscaría el calor de su forja esperando que la mismísima naturaleza que un día creó esa lava ahora le protegiera con la nueva de la manada. 

Salvad a Naia, yo os buscaré después, debemos salvar antes a las gentes que buscar al mandamiento, el hielo es frágil. 

Sin más, corrí todo lo que pude hacia él bosque. 

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01/07/2021, 20:51
Director

 Tus palabras, aunque ciertamente acelerarían el proceso que le tomaría a Salmos aceptar entregarte a aquel chico, también lo haría más difícil y duro para él, pero por lo mismo le haría convencerse más rápido del sacrificio que estaba dispuesto a hacer por salvarte.

 -D-Dije que nunca te dejaría… Qué siempre estaríamos juntos -respondió entonces el chico, forzando una dulce y tranquilizadora sonrisa antes de que las llamas empezasen a bailar encima de su cuerpo.

 Ya era difícil de por sí que Salmos controlarse a la bestia estando sellada, y ahora no había ni siquiera lampara en la cual poder encerrarla o contenerla de alguna manera, liberando así todo el poder que alguna vez le había dominado antes de conocerte

 Su cuerpo no sería más que una silueta entre las llamas, formando la figura de aquella salvaje criatura que tantos problemas les había causado, y aún así, tú canto buscaría llegar a él.

 Así, mientras las lágrimas caían por tu rostro y el caballero gélido se cubría los oídos con las manos, dado que lo que le echaste en el rostro había logrado derretir su tapadera, sentirías como por un instante tus ojos se cerrarían, y al abrirlo ya no te encontrabas en brazos de Salmos, ni mucho menos en la mansión.

 Estabas de pie, con piernas en lugar de cola, en aquel gigantesco mar cristalino que reflejaba las grandes nubes que había en el cielo, siendo imposible saber en qué parte del horizonte acaba el “suelo”. Estabas desnuda, aunque eso no era para nada importante en esa situación, donde más que sentirte en otra parte era como si algo más allá de tu cuerpo hubiese sido llamado hasta allí y fueses consciente de ello.

 Tras observar a tu alrededor, encontrarías a unos metros de ti a una pequeña figura parada sobre el agua al igual que tú. Era una pequeña niña de cabello celeste, de tez clara que vestía con una blusa sin mangas y una falda por encima de las rodillas. Iba completamente descalza, y sus ojos azúl oscuro estaban clavados en ti.

 -Sabía que eras especial, pero debo admitir que me sorprendiste -comentó con una ligera sonrisa, como si ya te conociese de alguna parte. -. Quieres salvar al chico lobo, ¿cierto?

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01/07/2021, 23:20
Director

 Los intentos de Aaron por sacar a la gente del hielo fueron en vano, claramente no se trataba de un simple hechizo congelador: aquello era un efecto de gran magnitud que no podrían evitar fácilmente.

 -Yo me encargaré de proteger a la matriarca y pedir ayuda, tal vez los cazadores más cercanos puedan llegar a tiempo -explicó Altavius, asintiendo a ambos vagamente antes de que cada uno tomase su camino hacia su objetivo.

Cargando editor
01/07/2021, 23:20
Director

 El camino hacia la cabaña en el bosque no estaría bloqueado por gruesas capas de nieve ni nada parecido, pero ciertamente se sentía el aire frío que, de no ser por tu pelaje, te estaría helando la piel con cada corriente. Llegaste entonces a tu hogar, el cual se encontraba con las luces de la herrería encendidas, un indició de que tu padre había buscado la manera de mantenerse en calor con Alice, o eso pensarías antes de entrar y encontrarte aquella escena.

 El hombre bestia que era tu padre estaba con la espalda recostada a una de las paredes, sentado en el suelo mientras sujetaba su hombro derecho con la mano opuesta, intentando detener lo que parecía un grave sangrado.

 Al acercarte más, podrías ver que la herida no se limitaba únicamente al hombro, sino que también tenía otros pequeños agujeros repartidos por el pecho, aunque ciertamente el que estaba intentando cubrir era el más grave, pues por la manera en la que presionaba un pañuelo por ambos lados parecía que le había logrado atravesar. -. Estoy bien, ve por Alice, está en la habitación, algo le está pasando… -aseguró tu padre con cierta fluidez, siendo que como un herrero respetable tenía una considerable resistencia al dolor debido a años de errores y aprendizaje. -. Senca… -añadió entonces. -. Prepara tu espada…

Cargando editor
01/07/2021, 23:21
Director

 Tras avanza por la nevada, requiriendo que encendieras tu cuerpo con las llamas que te otorgaba Hares para no congelarte, llegarías a una plaza que se encontraba a unos cinco minutos corriendo de la mansión, un lugar que era recurrentemente transitado por las personas de la ciudad por ser en general un buen lugar para pasar el rato, encontrándose rodeada por varios locales y teniendo en el centro el árbol más grande de Pétalos Plateados de la capital, uno que alcanzaba fácilmente los diez metros de altura, el cual extendía sus plantas varios metros a su alrededor. Por supuesto, aquella imagen no tenía nada que ver con lo que era ahora, tratándose de otro escenario congelado con estatuas de personas de toda la ciudad, y una única figura en pie libre de los efectos de la nevada.

 Aquel chico de cabello rubio permanecía en pie mirando al gran árbol, dándote la espalda a pesar de seguramente haberte oído llegar. Llevaba en su espalda un escudo, a la altura de la cintura un arco cuyo carcaj colgaba de su cinturón, y en su funda su infaltable espada. Sin mostrar ningún esfuerzo para hacerlo, Belmont estaba rodeado por un suave aura mágica que se iba desprendiendo en pequeñas motas de colores al alejarse de él y desaparecer.

 -Siempre supe que había algo más, pero… nunca estuve preparado para aceptar algo como esto… -dijo hacia el árbol, aún dándote la espalda y prácticamente ignorándote.

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03/07/2021, 22:12
I - Senca Temno
Sólo para el director

La llegada a la cabaña no fue tal como esperaba, mis sentidos de cazador caían al ver a mi padre así, no, no que ha pasado. Llegué corriendo a escuchar las palabras del viejo herrero que, como de costumbre priorizaba aquello que no era él.

Gaia, al igual que me bendices con tu poder para acabar con mis enemigos, dame ahora el poder sanador de la naturaleza. Por favor. Dije rezando a la última que me había dado sus poderes para poder generar, quien sabía, una planta curativa o quizá algo que me sirviera como vendaje. 

Tras ver que salía de allí, de la que hasta ahora había sido la diosa más cercana y menos habladora caminé espada en mano a la habitación, dispuesto a usar el poder de dioses más peligrosos para salvar mi manada. 

- Tiradas (1)
Cargando editor
05/07/2021, 21:42
I - Naia

Las palabras de Salmos provocaron en mí una mezcla de emociones: admiración porque estuviese dispuesto a llegar tan lejos por mí y por cumplir su promesa, enfado porque hubiese hecho tal estupidez, tristeza por saber lo que estaba a punto de suceder…

Yo iba a hacer todo lo posible por que la bestia no lo dominase, así que canté con todas mis energías, canalizando todo el poder de mis sentimientos. Sabía que bajo aquella bestia estaba Salmos, y que mi canto sería capaz de llegar hasta él.

Sin embargo, de alguna manera, la escena desaparecería de mi alrededor. Ya no me encontraba en la mansión, con Salmos, y siendo perseguida por el caballero, sino en un lugar que me resultaba familiar. Miré los alrededores y mi cuerpo con confusión. —¿Salmos…? —En la otra ocasión, él había venido conmigo, pero ahora no se encontraba allí. No entendía cómo, pero, de alguna manera, sabía que alguien me había invocado allí. Y, por algún motivo, volvía a tener piernas en lugar de cola, lo que me traía malos recuerdos.

Tardé unos momentos en reparar en ella, pero acabé percatándome de que había una niña allí, frente a mí. Una chiquilla que no había visto nunca, pero que parecía conocerme a mí. Al darme cuenta de que me estaba mirando, tapé mi cuerpo a duras penas con mis manos, encogiéndome, avergonzada, emitiendo un pequeño quejido y sonrojándome.

¿Q-Qué…? ¿Quién eres…? ¿Cómo…? —Naturalmente, estaba desconcertada por lo que estaba pasando, pero había algo mucho más importante que querer entender lo que estaba ocurriendo—. Sí. No quiero que la bestia lo domine. Y no quiero que se sacrifique por mí… —La miré con ojos suplicantes. De alguna manera, sentía que ella podía hacer algo por ayudarlo—. Salmos ya ha sufrido mucho. Es un buen chico, y ha hecho todo lo que ha podido por librarse de la bestia. No se merece que le pase eso solo por ayudarme. —Me olvidé de cubrir mi cuerpo y caí de rodillas, mirando a la pequeña con lágrimas en los ojos—. No me importa lo que me ocurra a mí, pero, por favor, sálvalo. Te lo suplico.