Partida Rol por web

Lost in the Blue Sky [+18]

En alguna parte de Ilfly...

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11/12/2019, 20:39
Director

Últimamente te empezabas a hacer la idea de que tal vez el clan no era tan comunicativo como debía, ¿o acaso se trataba de que el único que no recibía información eras tu? Fuese cual fuese el caso, Edmoon se quedó algo pensativo.

-¿De Betestal...? ¿Acaso buscas capturarla como rehén o algo? -después de todo, nadie pensaría que alguien de un clan enemigo seria llevado a palacio para darle techo y protección. -. He explorado bastante el bosque, y no he dado con ninguna chica con cola de pez. El único lugar al que no me he acercado, aún, es al centro del bosque: quería recorrer todo lo demás para hacer un mapa y no perderme en caso de tener que huir o algo... Pero es totalmente cierto el hecho de que hay una cabaña sobre el rio en el centro del bosque. No puedo confirmar si la criatura vive allí: digo, cuando piensas en un monstruo te imaginas una cueva o alguna cosa similar...

Entonces, Edmoon silbó con una gran intensidad, permitiendo que el silbido se escuchase a varios metros de allí. A los pocos segundos, de alguna parte del bosque llegó corriendo un caballo marrón, muy bien cuidado y en buen estado. Llevaba encima una montura y un par de bolsos, además de un carcaj.

-Supongo que podría acompañarte -mencionó el arquero antes de subir sobre su montura. -. Espero serte de ayuda para encontrar a la sirena.

Así pues, partieron hacia el centro del bosque siguiendo las aguas. Finalmente, tras adentrarte muy bien en las profundidades del bosque, llegaron a un pequeño claro que era atravesado por el río: sobre esté había una especie de cabaña sostenida por soportes de madera, el mismo material del que estaba hecha la casa. Habían unos escalones que llevaban a la puerta de la cabaña, sobre la cual colgaba un cartel rasgado por alguna criatura.

Desde vuestra posición podían ver a través de una de las ventanas unas sombras moviéndose en el techo, similares a las que causaba una vela al estar en el suelo.

-Pues... Esa parece ser la cabaña. No veo rastros de la criatura -declaró Edmoon, aunque tu experiencia te decía que aquel suelo mostraba señales de ser recurrentemente pisado: era normal que si alguien vivía en algún lugar recorriese los alrededores, por lo que te hacías la idea de que la cabaña no estaba abandonada. Es más, si afinabas el oído podías escuchar voces en el interior... Fuese quién fuese, había alguien en la cabaña.

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11/12/2019, 21:14
Director

El lobo se sobresaltó un poco cuando buscaste resguardó en él, siendo que por poco se le cae la linterna de la mano, pero pronto reaccionó y te abrazó en un intento de consolarte, luego de haber dejado la linterna cuidadosamente en el suelo. Acarició suavemente tu cabello, dándote algunas palmaditas de vez en cuando, intentando transmitirte un sentimiento de tranquilidad.

-Tranquila... Y-Ya no te dejaré sola... -tal vez fuese la sorpresa del momento, o el contacto físico, pero se encontraba nervioso por alguna razón. -. ¿S-Sabes qué? -luego de que sintiese que tenías suficiente del abrazo, te apartó un poco para enseñarte su colgante: era el colmillo de alguna bestia, tan blanco como el mineral más puro. -. Ten esto, y siempre estarás... Protegida... -le costó un poco decirlo por alguna razón, y su mano temblaba cuando te lo ofrecía, pero su sonrisa de confianza era autentica. Él mismo se encargó de colocarte el colgante, dejándolo caer sobre tus hombros. -. ¿Que te parece entonces si comemos?

Así pues, te subió a la cama para ir de vuelta a por la canasta de frutas; no sin antes haber tomado la linterna del suelo. Regresó para sentarse a tu lado y colocar la cesta entre ambos: había una variedad de frutas, entre las cuales destacaban las manzanas y bayas de distintos tipos.

-Come todo lo que quieras -te dijo con una amable sonrisa.

Poco luego de haber empezado a comer pudiste escuchar un ruido fuera de la cabaña, similar al de dos caballos deteniéndose cerca del río. Por como actuaba el lobo, no parecía haberse percatado de ello. Tal vez no era nada de importancia...

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11/12/2019, 21:34
Director

Primero te vio un tanto confundida, pero pronto los ojos de Alice empezaron a abrirse y llenarse de brillo cuando mencionaste que podría quedarse contigo. Apenas tuviste que terminar de hablar para recibir su respuesta:

-¡S-Si! -respondió ansiosa y emocionada. A pesar de que apenas te conocía, parecía fascinada de tener la oportunidad de estar a tu lado todo el tiempo posible. Pronto se percató de lo obvia que se vio su emoción, por lo que avergonzada desvió la mirada. -. M-Me gustaría quedarme contigo...

Una vez afuera, la niña escuchó lo que querías aclarar.

-E-Esta bien... S-Si recuerdo algo, te lo diré... -dijo antes de que mencionases lo de ir a comer. La niña negó con la cabeza, pero... Su estomago rugió. Había cosas que uno no podía ocultar. -. T-Tal vez... un poco... de comida...

La llevaste entonces a la casa de cazadores para comer: no parecía recordar ninguna comida en especial, por lo que terminó recibiendo el menu infantil dado a los niños que visitaban el hogar de los cazadores. Un simple bocado fue suficiente para iluminar sus ojos, como si llevase años sin probar algo tan bueno, aunque en tu caso tenías gustos más "maduros". El tema era que te esperabas que una niña como ella comiese un plato como mucho, pero los minutos pasaban y... Ya iba por el tercero.

Entonces, mientras la niña comía con energía, la elfa que te ayudó a cumplir la misión se acercó a ti.

-Hay algunos problemas con la recompensa... Nos la darán en unas horas -te avisó, fijándose entonces en la niña que estaba sentada allí. -. Hmph... -se le quedó viendo unos instantes antes de fijarse en ti. -. ¿Te la has quedado...? -su mirada acusadora estaba clavada en ti. Era el tipo de personas que solían juzgar un poco por primeras impresiones...

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12/12/2019, 13:18
I - Aaron Kobla
Sólo para el director

Aaron se quedó algo pensativo mientras esperaba las respuestas de Edmoon... aunque el tiempo apremiaba...

-¿De Betestal...? ¿Acaso buscas capturarla como rehén o algo?

El caballero entrecerró los ojos con algo de furia en su mirada... - Acabo de decir que debo llevarla a salvo con la matriarca... así que no... más bien vengo a rescatarla... - dijo con severidad... o el cazador era más desconfiado incluso que él, o no escuchaba cuando lo hablaban... 

He explorado bastante el bosque, y no he dado con ninguna chica con cola de pez. El único lugar al que no me he acercado, aún, es al centro del bosque: quería recorrer todo lo demás para hacer un mapa y no perderme en caso de tener que huir o algo... Pero es totalmente cierto el hecho de que hay una cabaña sobre el río en el centro del bosque. No puedo confirmar si la criatura vive allí: digo, cuando piensas en un monstruo te imaginas una cueva o alguna cosa similar...

Aquello confirmaba sus sospechas... Naia estaría allí seguramente... y quizás en peligro... - No tengo tiempo que perder entonces... la joven podría estar en peligro... - dijo Aaron mientras se disponía a espolear a su caballo... pero el silbido del cazador lo interrumpió, sobre todo al aparecer el caballo... Ante lo cual quedó parado en silencio...

-Supongo que podría acompañarte -mencionó el arquero antes de subir sobre su montura. -. Espero serte de ayuda para encontrar a la sirena.

Aaron se quedó dudando... confiaría en aquel cazador... o sería machar solo... bien era cierto que de buscar a Naia, el primer sitio que habría investigado sería aquella cabaña... - Supongo... - dijo de forma muy parca mientras iniciaba la marcha... cuanto antes encontrasen a Naia, mejor... "luego habría tiempo de lidiar con posibles contratiempos..." ¿en qué estaba pensando?... de nuevo era como si algo dentro de él lo impulsase a ser más desconfiado y a ajusticiar a cualquier sospechoso de culpa... pero aquel cazador no había hecho nada aún para merecer tal juicio... "aún"... resonaba en la cabeza de Aaron... 

Al llegar allí se confirmaron sus sospechas... había alguien en la cabaña... ¿quién? Ni idea... pero no tardarían en averiguarlo...

-Pues... Esa parece ser la cabaña. No veo rastros de la criatura

- Puede que de la criatura no... pero desde luego hay alguien dentro de la cabaña... vamos a acercarnos... - tendrían que acercarse más para averiguar quienes eran... ¿Naia y la criatura? ¿Sus captores? Desde luego se podía escuchar a alguien hablar, pero estaban demasiado lejos como para poder distinguirlo bien...

Había que ser raudo... y Aaron tomó la inciativa acercándose sin esconderse, de forma que los que estaban dentro viesen claramente que se acercaba...

Notas de juego

Aaron se dirige hacia la cabaña sin ningún tipo de sigilo... esperando así algún tipo de reacción por los que allí se esconden...

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12/12/2019, 15:26
I - Senca Temno
Sólo para el director

El camino fue alegre, curiosamente, la timidez de la niña para no querer nada, pero a necesitar de todo me resultaba graciosa.

Bien comamos algo en la casa de cazadores, así podré hablar si alguien sabe algo. 

Al llegar, me senté a ver como la chica engullía uno y otro plato de comida. Nadie te lo va a quitar, bromee, come lo que quieras, aquí venimos los guerreros ¿sabías?, si algún día me pasa algo, debes venir aquí cueste lo que cueste. 

Cuando la elfa vino, le ofrecí algo de comer, yo también era alguien que comía mucho, pero no tanto. Aunque suponía que curar esas heridas debía ser algo muy cansado. Claro que había gente con ese tipo de habilidades, yo apenas conocía los inicios de la magia. 

Supongo que si, está sola, y los sabios han dicho que debe forjar su futuro, hasta entonces, la cuidaré. Aunque la he dicho que tendrá que entrenar y ayudarme. Sonreí, ¿tendrá fuerza para levantar un arma? Sonreí bromeando, volviendo a mirar como comía. 

¿Crees que hago mal?, me acerqué a la elfa, dando un par de pasos mientras me alejaba de la niña. Voy a arreglar una cosa de la recompensa, ahora vuelvo. 

Una vez alejados, y asegurándome que uno a uno iba acabando con cuantos platos quería, me dispuse a hablar con la elfa. 

Pienso que está en un problema, tiene una habilidad curiosa para curarse, no recuerda nada, ni siquiera lo que Le gusta comer, solo se que tiene miedo a los demonios, ¿sabes si alguien ha visto u oído algo por la zona donde la encontramos?, creo que algo la busca. 

Después, alzando un poco la voz, no te preocupes, sabes donde encontrarme cuando nos la den. Dije mirando a Alice y esperando una respuesta. 

Una cosa más, si quieres, me gustaría que me acompañaras al lugar, quizá descubramos algo. 

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12/12/2019, 18:38
I - Naia

El calor de su abrazo y sus afectos me ayudaron a calmarme poco a poco. Me sentía mucho más segura en sus brazos. Aquello me recordaba a cuando yo estaba triste y mi papá me reconfortaba.

¿Estás bien? —le pregunté cuando ya estaba más tranquila, todavía sin soltarlo. No me había pasado inadvertido que parecía nervioso por algo. Esperaba que no fuese por mi culpa. —Puedo cantarte algo para que te sientas mejor.

Podría haber seguido abrazada a él todo el día, pero me apartó para enseñarme su maravilloso colgante. Lo contemplé boquiabierta, admirando su belleza y su brillo impoluto.

G-Gracias… Muchas gracias —le dije mientras me lo colocaba. Me sorprendió mucho que tuviese tal detalle conmigo. El colgante debía de ser muy valioso para él. Lo examiné detenidamente y con admiración durante unos momentos—. ¿Estás seguro? Debe de ser muy importante para ti…

Luego me subió de nuevo a la cama y me ofreció comida. Cuando empecé a comer una de las manzanas me di cuenta de pronto de lo hambrienta que estaba realmente. Aún así, traté de comer con mesura para no parecer desconsiderada ni causar una mala impresión.

De pronto recordé que aún no sabía el nombre del chico. —Por cierto… yo me llamo Naia. ¿Y tú?

En ese momento me pareció oír el ruido de dos caballos parando cerca del río. El chico no pareció reaccionar.

¿Esperas a alguien? Me ha parecido oír unos caballos ahí fuera…

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16/12/2019, 02:21
Director

A pesar de que en algunos momentos podía resultar chocante, Edmoon estaba de acuerdo en apresurarse en la busqueda de la sirena. De igual forma, apoyó la idea de enfrentar el problema de frente e ir directo a la cabaña: Viendo que tu darías la cara, él se quedaría un poco más atrás, con su arco ya tensado con una flecha en caso de que fuese necesario.

Subiste los escalones hasta la caballa sobre el río, llegando hasta la puerta dispuesto a ver quién estaba adentro. Pero no tuviste ni siquiera que tocar, pues de pronto alguien al otro lado abrió, y te preparaste para lo que pudiese haber al otro lado...

Notas de juego

1/2

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16/12/2019, 02:29
Director

Cuando mencionaste haberte dado cuenta de su nerviosismo, el lobo negó un par de veces con la cabeza.

-N-No es necesario. Es solo que no estoy acostumbrado a que alguien se sienta seguro en mis brazos... Aunque me encantaría escucharte cantar alguna vez -confesó adoptando una aptitud más tranquila, con una amplia sonrisa.

De nuevo, cuando dudaste de recibir el colgante, negó con un veloz gesto de cabeza.

-Llévalo, por favor. Eres más importante que un colgante.

Luego de dedicarte otra sonrisa, te acompañó en la cama para comer. Comía con calma y tranquilidad, intentando no parecer irrespetuoso de ninguna forma; aunque la manera en la que sus dientes destrozaban las manzanas con facilidad daban una imagen bastante feroz de su persona...

Entonces, cuando te presentaste y preguntaste por su nombre, el lobo tragó lo que tenía en la boca e hizo lo propio.

-Soy Salmos -se presentó.

Después de que mencionases haber oído caballos afuera, el lobo observó extrañado la puerta. Con un gesto de mano te indico que esperases mientras él se levantaba, tomaba la linterna, e iba a asomarse casi escondido por la ventana. Luego de ver lo que había afuera, fue directo a la puerta. Desde la cama pudiste escucha los pasos de alguien subiendo por las escaleras de la cabaña, pasar por la entrada, y pararse delante de la puerta. Justo entonces, Salmos le abrió...

Notas de juego

1/2

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16/12/2019, 02:36
Director

A un lado de la puerta ya abierta se encontraba aquel que la había abierto desde dentro de la cabaña. Se trataba de un chico pálido, de cabello desordenado con dos mechones que asemejaban las orejas de algún animal. Sus ojos celestes combinaban con su abrigo oscuro, el cual cubría una vestimenta rota y malgastada; además, a pesar de que la cabaña tenía buena iluminación natural, cargaba en su mano derecha una lampara de aceite encendida.

Al otro lado estaba un hombre de piel oscura, largo cabello marrón y una peculiar marca en la frente; sus brillantes ojos dorados chocaban con los del lobo, el cual intentaba mostrarse lo menos amenazante posible. Aaron era un poco más alto que el chico de ojos celestes, por lo que podía echa una mirada al interior de la cabaña desde su posición: sencilla, espaciosa, pequeña... Tenía lo que se necesitaba, uniendo en una única habitación la cocina, el salón, y la habitación, sin rastros de algún baño. Las preocupaciones del ojos dorados se desvanecieron, o tal vez aumentaron, al encontrar a aquella persona acostada sobre el colchón: una joven chica de cabello sedoso, largos y brillante, multicolor como su larga cola que salía desde su cintura hasta sus inexistentes piernas. Esta chica, de ojos coloridos, llevaba un colgante con un colmillo tan blanco como la nieve.

-¿Quién eres...? -preguntó el chico lobo al visitante inesperado.

-¡Aaron, ¿quién es?! -se pudo escuchar mucho más atrás de Kobla, siendo que junto al río esperaba un hombre montado sobre un caballo, empuñando un arco que apuntaba hacia la cabaña; obviamente, la sirena no podía verlo desde su posición en el interior de la cabaña, pero el chico lobo si.

-¿Sois... Cazadores...? -su tono no parecía mostrar gusto en pensar aquello, empezando a ver a Aaron con cierta preocupación. -. ¿Que quieren...? -a diferencia de como hablaba con la sirena, al hombre que tenía enfrente le trataba con cierta frialdad y duda.

Notas de juego

Pueden postear en el orden que quieran.

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16/12/2019, 12:43
I - Aaron Kobla

Aaron observó la situación calmadamente... por un lado Naia parecía estar bien, por lo que no parecía que su vida estuviese en peligro... pero por otro lado, estaba el muchacho, cuyo aspecto no se alejaba del de algunas criaturas de Nekrodum, quizás sería un licántropo por su aspecto... no tenía forma de saberlo a ciencia cierta...

-¿Quién eres...? -preguntó el chico lobo al visitante inesperado.

El joven parecía asustado... pero nada probaba que quisiese mal alguno a la joven sirena, así que Aaron optó por la vía diplomática... - Muchacho... soy Aaron, caballero de Ilfly me ha enviado la matriarca Lethlia para rescatar a Naia... si nos dejas irnos con ella no te haremos ningún daño... - era una apuesta arriesgada, teniendo en cuenta las desapariciones recientes, pero nada indicaba que este joven fuese aquella "criatura"...

Luego se apresuró a dirigirse a Naia... - Naia... mi señora Lethlia recibió la carta de tu padre para que te diésemos cobijo en Ilfly, acompáñame y no tendrás que preocuparte más de gente que quiera hacerte daño... - el caballero intentó ser lo más amable posible, puesto que lo normal en esa situación era que la joven desconfiase de todos...

-¡Aaron, ¿quién es?! -se pudo escuchar mucho más atrás de Kobla...

- No te preocupes Edmoon, se trata de la joven que buscaba, esta acompañada por otro chico que parece haberla ayudado... - dijo tratando de tranquilizar así la situación... lo último que quería era que el joven malinterpretase la presencia de Edmoon y creyese que se trataba de algún tipo de emboscada... Luego volvió a girarse hacia el joven cuyo nerviosismo parecía acrecentarse...

-¿Sois... Cazadores...? -su tono no parecía mostrar gusto en pensar aquello, empezando a ver a Aaron con cierta preocupación. -. ¿Que quieren...? -a diferencia de como hablaba con la sirena, al hombre que tenía enfrente le trataba con cierta frialdad y duda.

Aaron negó con la cabeza... - No, yo no soy cazador... el que me acompaña sí, pero está buscando a una criatura que viene hostigando la zona y secuestrando a jóvenes de los alrededores... Si ese alguien no eres tú, no tienes nada que temer... - la última parte de la frase la dijo con un tono mucho más severo... Aaron deseaba evitar conflictos, pero si aquel joven era aquella criatura, no mostraría ningún tipo de piedad...

- De modo que, deja que nos marchemos con Naia... y si yo fuese tú, y no tienes nada que ver con esas desapariciones, me buscaría un hogar en otro lugar menos peligroso... - dijo mientras esperaba la respuesta de la joven sirena...

Notas de juego

El pelo viene a ser color rojizo cobre oxidado

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16/12/2019, 15:37
I - Naia

En la puerta apareció un chico muy alto, con un color de pelo algo peculiar para ser un humano, y unas marcas doradas en la cara que me intrigaban. ¿Estaban pintadas o eran parte de él?

Escuché una voz que venía de fuera, así que debía de haber otro hombre más que no podía ver. Salmos reaccionó con suspicacia, y lo noté inquieto, lo que me hizo desconfiar inicialmente del hombre que tenía frente a mí.

Me sobresalté cuando el caballero mencionó mi nombre. — ¿C-Cómo sabes mi nombre? —pregunté, atónita. Me retorcí, nerviosa, y me arrastré hacia atrás hasta apoyar mi espalda contra la pared. No tenía ni idea de sus intenciones, y el nombre de esa tal Lethlia no me decía absolutamente nada.

Cuando mencionó a mi padre, quedé inmóvil durante unos instantes, tratando de asimilar lo que me había dicho. Luego abrí los ojos como platos y me incliné hacia adelante. Si hubiera estado al borde de la cama probablemente me habría caído. Y si hubiera estado en el agua habría salido disparada hacia el caballero.

¿Mi padre? ¿Os ha enviado una carta? ¿Está bien? ¿Dónde está? —Una oleada de esperanza me invadió el cuerpo. Quizás todo iba a salir bien después de todo.

Cuando oí que hablaba de una criatura que había estado secuestrando jóvenes, me apresuré a defender al chico. —No. Salmos no puede ser. Es un chico muy bueno y amable. Me ha ayudado cuando estaba… encadenada. Me ha acogido en su casa, me ha dado de comer y me ha tratado muy bien —expliqué, y al mismo tiempo palpé sutilmente mi colgante—. Él no sería capaz de hacer esas cosas.

Si mi papá confía en vosotros, yo también. Iré con vosotros. —Entonces miré hacia Salmos, y caí en la cuenta de que si me iba con ellos tendría que separarme de él. Mi expresión se volvió triste—. Lo siento, Salmos… Has sido muy bueno conmigo… pero mi papá quería que fuese con ellos, y ellos podrán ayudarme a encontrarlo… —Medité por un momento y volví a dirigirme hacia el caballero—. ¿Podría venir él con nosotros?

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16/12/2019, 17:54
I - Aaron Kobla

La joven al principio se puso nerviosa... pero aquella reacción era normal... sobre todo si había estado siendo perseguida este tiempo... pero para su fortuna, mencionar a su padre hizo que la sirena se tranquilizase y empezase a hablar con normalidad...

— ¿Mi padre? ¿Os ha enviado una carta? ¿Está bien? ¿Dónde está? —Una oleada de esperanza me invadió el cuerpo. Quizás todo iba a salir bien después de todo.

Entonces se acordó de las palabras de Belmont sobre el padre de Naia y su precaria situación... - No podemos estar totalmente seguros, pero mis superiores creen que puede estar cautivo en Betestal... y al saber que estaba huyendo me mandaron rápidamente a buscarte y ponerte a salvo... - sabía que sus palabras podían ser duras, pero eso era mejor que mentir...

- Quizás una vez estemos en Ilfly, la matriarca y su hermano urdan algún plan para rescatar a vuestro padre, pero no puedo prometeros nada... - dijo con cierto pesar por la situación que estaba pasando Naia...

Cuando oí que hablaba de una criatura que había estado secuestrando jóvenes, me apresuré a defender al chico. —No. Salmos no puede ser. Es un chico muy bueno y amable. Me ha ayudado cuando estaba… encadenada. Me ha acogido en su casa, me ha dado de comer y me ha tratado muy bien —expliqué, y al mismo tiempo palpé sutilmente mi colgante—. Él no sería capaz de hacer esas cosas.

Aquellas palabras tranquilizaban algo a Aaron, pero no despejaba todas sus sospechas sobre el joven Salmos, puesto que bien podría haberla rescatado, para en un momento de más vulnerabilidad atacarla, pero por el momento, aquel no parecía ser el caso... - En cualquier caso deberíais venir conmigo a Ilfly, a mi lado los que os persiguen no os harán ningún mal... - dijo con seguridad mientras con su mano derecha apretaba el mango de su espada, tratando de dar más seguridad así a la joven...

Si mi papá confía en vosotros, yo también. Iré con vosotros. —Entonces miré hacia Salmos, y caí en la cuenta de que si me iba con ellos tendría que separarme de él. Mi expresión se volvió triste—. Lo siento, Salmos… Has sido muy bueno conmigo… pero mi papá quería que fuese con ellos, y ellos podrán ayudarme a encontrarlo… —Medité por un momento y volví a dirigirme hacia el caballero—. ¿Podría venir él con nosotros?

Aaron titubeó en aquel momento... si bien no había ninguna razón para dudar de Salmos, tampoco le parecía una buena idea llevar a un desconocido al corazón del clan Ilfly... así que la respuesta estaba clara... - Temo que no joven Naia, pero tampoco existe ninguna ley que prohíba que se adentre en nuestras tierras... a no ser que haya cometido algún delito o esté buscado... - de esa forma, él no sería responsable de la entrada de Salmos a Ilfly, pero dejaba una posibilidad si ese era el deseo del joven, a no ser que no pudiese ir por algún otro motivo... - Así que si Salmos quiere ir a Ilfly para volver a veros no hay razón por la que no pudiese hacerlo... - dijo zanjando la conversación por el momento...

Notas de juego

Yo dejo aquí ya espacio para que escriba el director

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16/12/2019, 18:19
Director

La niña solo se detuvo un momento de comer para dirigirte la mirada, asintiendo al consejo de volver a ese lugar si sucedía algún problema. Enseguida volvió a comer con ansías, disfrutando cada bocado de sus platillos.

Cuando la elfa se unió a ustedes, lo primero que hizo fue negar la comida, escuchando entonces lo que tenías que decir. Su expresión, normalmente inexpresiva, delataba que le parecía terrible verte pensando en darle un arma y llevarla contigo a las misiones.

-No he escuchado sobre demonios acechando las cercanías. En todo caso... ¿Eres idiota? -soltó con cierta molestia, intentando mostrarse lo más fría posible a pesar de tener una ceja enarcada. -. Por más que tenga poderes curativos, no puedes llevar a una niña a una misión de tu nivel. Hay misiones especiales para preparar desde temprano a los más pequeños que quieren ser cazadores... -finalmente, la elfa se rindió con un suspiro. -. Haz lo que quieras, pero yo misma te cortaré la cabeza si esa niña llega mal herida de una de tus misiones...

Entonces, ante tu oferta de colaborar con la busqueda del responsable Dhjiana cruzó los brazos unos instantes.

-Esta bien... Los acompañaré... -declaró antes de mirarte por encima del hombro, fijándose en la mesa donde estaba la niña. Por lo cual, te diste la vuelta para ver en que se fijaba.

Allí estaba Alice, saciada en una mesa con 13 platos vacíos. Su cara de felicidad y satisfacción era única y pura, como alguien que había probado buena comida luego de años sin comer.

Luego de un pequeño eructo a causa de toda la comida, la niña se fijó en ti.

-Senca, ¿a donde vamos ahora? -te preguntó con una dulce sonrisa.

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17/12/2019, 03:49
Director

Era obvio la mirada de desconfianza de lobo hacia el caballero que venía en nombre de la matriarca del clan, pero su expresión se relajó considerablemente cuando Naia decidió darle un voto de confianza luego de haber mencionado a su padre.

-N-No lo se, Naia... ¿Porque los líderes del Ilfly querrían proteger a alguien de Betestal...? -preguntó en voz alta el chico lobo, demostrando desconfianza a los motivos del rescate de la sirena, pero verla tan ilusionada... No podía quitarle esa felicidad por simples dudas. -. Supongo que... Puedes confiar en él...

No dijo nada a como Naia le defendía de haber cometido algún crimen. En su lugar, desvió su mirada de Aaron durante leves instantes, como si no pudiese mirar al hombre mientras la sirena le defendía de esa forma.

Entonces, Aaron menciono la posibilidad de que se pudiesen reencontrar si Salmos así lo quería. El chico lobo se quedo pensativo unos instantes, dudando antes de fijarse en el colgante que aún llevaba Naia. Sin pensarlo más, dio un paso al frente.

-¡Iré con ustedes! -declaró. -. Y-Yo... Quiero ver llegar a Naia segura... -explicó.

Ciertamente, Aaron tendría que pensar que hacer con el lobo luego de llegar a la mansión, pero al menos no tenía motivos para evitar que fuese con ellos hasta la capital. El propio caballero se encargó de sacar a la sirena en sus brazos, siendo seguidos ambos por Salmos quién iba con su linterna en la mano. Una vez fuera de la cabaña, la sirena pudo fijarse en la otra persona que esperaba afuera junto a un par de caballos.

Un hombre de estatura similar a la del ojos dorados se encontraba esperando sentado sobre uno de los caballos, con un arco en sus manos y un carcaj de flechas en la espalda. Al verles salir, les recibió con una leve sonrisa.

-Misión completada, ¿no? -le preguntó a Aaron un tanto bromista. -. Me alegro de que la chica esté bien. Aunque de verdad me hubiera gustado encontrar a la criatura del bosque... Muchos cazadores vendrán pronto a buscar por todas partes... -anunció antes de bajarse del caballo. -. ¿El chico va con ustedes? Bien: que lleve mi caballo. Yo aprovecharé y explorare el resto del bosque antes de que los demás lo hagan. Si tengo suerte, encontraré a la criatura y regresaré victorioso a la capital. Si no, pues... Simplemente iré a buscar mi caballo -añadió bromista.

Aaron podría llevar sin problemas a Naia en el mismo caballo en el que iría él. Salmos, por otro lado, iría solo en el caballo del arquero, siendo que dejaría colgando su linterna de una de las correas de la montura.

-Yo... No estoy acostumbrado a los caballos... -comentó el chico lobo un tanto avergonzado, siendo que se podía notar que se sujetaba con fuerza para evitar caerse con el más mínimo movimiento. -. Naia... ¿Estas segura de querer ir? -le preguntó entonces a la sirena, mirándole con cierta... Preocupación.

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17/12/2019, 11:59
I - Aaron Kobla

Aaron miró con severidad a Salmos cuando el joven se preguntó porqué el clan Ilfly salvaría a alguien de Bestestal... puesto que eso le traía recuerdos a su cabeza... de como llegó el mismo a Ilfly... - No entiendo tus dudas... yo también provengo de Betestal y en Ilfly nunca han tenido problemas para acoger a quien necesitaba ayuda... - recordó el relato de su padre adoptivo, de como su madre llegó hasta Ilfly huyendo de la Inquisición...

Lo que tampoco gustó al caballero fue el gesto de evitar su mirada cuando Naia lo defendía... Salmos tenía algo que ocultar, eso estaba claro... pero desconocía la natura de aquello que le causaba vergüenza o culpa... en cualquier caso todo parecía haber acabado bien y sin tener que luchar... lo cual era un gran alivio para Aaron, dados los antecedentes...

-¡Iré con ustedes! -declaró. -. Y-Yo... Quiero ver llegar a Naia segura... -explicó.

El caballero quedó sorprendido... no sabía si Salmos era demasiado ingenuo o necio... Puesto que ya sabía que ocultaba algo, y que desconfiaba del clan Ilfly, era más que probable que el joven hubiese cometido algún delito, quizás menor, como un hurto, pero había pasado... y aquello no gustaba a Aaron... - Como he dicho antes, no puedes acompañarnos de forma oficial, puesto que desconozco todo sobre ti, aunque tu si pareces saber algo de Ilfly... en cualquier caso, si quieres seguirnos hazlo, pero será bajo tu propia responsabilidad... - el caballero dejó claro que no sería su problema si en Ilfly lo detenían, en caso de haber cometido un delito anteriormente... - Y por supuesto, no puedo llevarte hasta la mansión de la matriarca... - dijo para aclarar más aún...

Una vez salió con Naia, Edmoon estaba fuera esperando... cuyo encuentro con él se convirtió en otra de las sorpresas agradables del día, haciendo que Aaron pudiese descansar algo la cabeza de la tensión que le provocaba pensar que podía ser alguien que persiguiese a Naia...

-Misión completada, ¿no? -le preguntó a Aaron un tanto bromista. -. Me alegro de que la chica esté bien. Aunque de verdad me hubiera gustado encontrar a la criatura del bosque... Muchos cazadores vendrán pronto a buscar por todas partes... -anunció antes de bajarse del caballo. -. ¿El chico va con ustedes? Bien: que lleve mi caballo. Yo aprovecharé y explorare el resto del bosque antes de que los demás lo hagan. Si tengo suerte, encontraré a la criatura y regresaré victorioso a la capital. Si no, pues... Simplemente iré a buscar mi caballo -añadió bromista.

- Gracias a ti por tu asistencia, me aseguraré de que en palacio sepan de tu contribución... - dijo sonriente Aaron al cazador mientras se subía al caballo y colocaba a Naia de la manera que menos incómoda la resultase... - El chico parece querer acompañarnos sí, pero ya le he dicho que será bajo su propia responsabilidad, no puedo llevar a desconocidos a la presencia de la matriarca así como así... - explicó a Edmoon mientras seguían conversando y cogía las riendas de su caballo... - Y... buena suerte... estaría encantado de ayudarte a acabar con esa bestia, pero esta misión es urgente, espero poder ver tu regreso... Adiós... - Aaron se despedía así del cazador... poniendo rumbo de nuevo hacia la capital... aunque Salmos parecía tener problemas con el caballo...

-Yo... No estoy acostumbrado a los caballos... -comentó el chico lobo un tanto avergonzado, siendo que se podía notar que se sujetaba con fuerza para evitar caerse con el más mínimo movimiento. -. Naia... ¿Estas segura de querer ir? -le preguntó entonces a la sirena, mirándole con cierta... Preocupación.

- Nadie te obliga a ir a caballo si no tienes práctica, podrías hacerte bastante daño si te caes... -dijo el caballero, aunque lo que menos le gustó fue la reticencia del joven a dejar a Naia ir a Ilfly... - Sospecho Salmos, que no te fías mucho de los de mi clan... ¿podría preguntarte por qué?... - Aaron clavó su mirada con una mezcla de desaprobación y severidad al joven, que ya empezaba a agotar su paciencia con sus quejas sobre su clan...

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17/12/2019, 19:47
I - Naia

La noticia sobre mi padre me dejó un sabor agridulce. Tras lo ocurrido en casa, era obvio que no iban a dejarlo marchar. Pero por lo menos ahora sabía que estaba vivo, y había podido escribir una carta. Y además había personas dispuestas a ayudarlo.

No tenía nada que opinar sobre las relaciones entre Ilfly y Betestal. Sabía que había tres clanes, pero mis conocimientos no iban mucho más allá. Pero si mi padre confiaba en ellos, yo también. A Salmos no parecía gustarle la idea de que fuera con ellos, pero finalmente accedió.

Me desilusioné mucho cuando Aaron se negó a que Salmos nos acompañara. Agaché la cabeza, triste. Lo acababa de conocer, pero me había tratado muy bien y no quería separarme de él. Lo iba a echar de menos…

Pero entonces, el chico dio un paso al frente y decidió venir con nosotros. Sonreí, con mis ojos ambarinos brillando de alegría.

¡Sí! Gracias, Salmos —exclamé, al tiempo que movía mi cola animadamente.

El caballero se acercó a mí y me cargó en sus brazos. Su agarre era fuerte y firme. Me llevó fuera de la cabaña, donde esperaba otro hombre.

H-Hola… —lo saludé tímidamente con la mano.

Aaron me llevó hacia su caballo, me sentó en la silla, y él se colocó detrás de mí. Yo quedé con la espalda apoyada sobre él y mi cola colgando por el lado izquierdo del caballo. Sentí vértigo al mirar hacia abajo.

Yo tampoco… —contesté a Salmos, nerviosa. La altura a la que me encontraba era mucha para mí, y sentía que podía caerme al menor movimiento. Por suerte, los brazos del caballero me rodearían mientras sujetara las riendas, así que sería difícil que me cayera—. Sujétame bien, ¿vale? —solicité a Aaron.

Miré extrañada hacia Salmos cuando me pregunto si estaba segura de aquello. — ¿Por qué lo preguntas? Mi papá quería que fuese con ellos. ¿Por qué no iba a querer ir? —le pregunté, mientras me invadían algo de dudas de repente. ¿Había algún motivo para no ir?

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17/12/2019, 23:33
I - Aaron Kobla

Notas de juego

Espero a post master, que aqui me interesa más que responde Salmos

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19/12/2019, 16:17
I - Senca Temno
Sólo para el director

Abrí los ojos ante lo que me dijo la elfa, era verdad, era peligroso. Supongo que es verdad, pensé que quizá allí ella nos pudiera dar algo de información, aunque ya que me acompañas, podemos ir los dos.

La verdad es que nunca me había planteado en la peligrosidad de mis misiones, aún soy un acompañante, sigo aprendiendo por lo que pensaba que sería algo sencillo. Quizá te pida consejo en el futuro. Sonreí a la elfa, me gustaba esa guerrera, con los sentimientos que yo no tenía detrás de una sanguinaría guerrera.

Pensé que sería lo mejor, estaba en un problema, no tenía ni idea de cuidar a alguien, ni de qué sería lo mejor para una niña sin pasado ni presente.

Dado que me acompañas, con tu experiencia, quizá sea mejor ir los dos y dejar a la niña en casa. Yo tampoco me lo perdonaría si la pasara algo, aunque no tengo muy claro por qué. Dije seriamente.

Iremos hoy al anochecer, iré a casa por algo de comida, algunos aparejos y un par de caballos y quedamos aquí en el ocaso, ¿te parece bien?, además, como no creo que nos dejen catalogarlo como misión, puedes quedarte la recompensa de la anterior, es lo menos que puedo hacer por acompañarme a investigar esto.

Una vez asintió, fui donde Alice, Esta noche saldré, debo hacer algo, me gustaría que te quedaras en casa durmiendo, no debería volver después del amanecer por lo que apenas notarás que no estoy. Le dije a la niña.

Vamos a casa, tendrás que conocer el lugar donde vivirás, espero que te gusten las plantas, vivo en el bosque de aquí cerca. Le dije a la niña mientras acababa de comer su último plato.

De camino podemos pasar a por algo de ropa, o cosas que necesites, para el pelo, nose. Siento no saber que necesita una chica para vivir, mi madre murió hace años. Le decía a la niña mientras caminaba, esperando que me dijera si necesitaba algo antes de salir del centro de la ciudad hacia el bosque.

¿por qué le cuento todas estas cosas? Me preguntaba mientras esperaba una respuesta.

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20/12/2019, 03:40
Director

Se podía notar a simple vista que Salmos estaba preocupado por algo; tal vez fuese la inexperiencia de Naia lo que evitaba que se diese cuenta, pero Aaron era otro caso. El caballero de Ilfly seguramente no le quitaría el ojo de encima al lobo...

El arquero agradeció con un pulga en alto la idea de ser mencionada su ayuda en la capital, dejando entonces que tomasen sus caballos y se preparasen para partir.

-B-Bueno... No es nada... -se resignó el chico cuando vio a Naia preguntar sobre sus motivos para dudar. Aaron, quién ya había tratado con muchas personas, podía asegurar que no estaba nervioso: si no preocupado, o hasta asustado... Fue entonces que dio un pequeño sobresalto cuando Aaron finalmente preguntó. -. Oh, n-no es nada... Yo también soy del clan Ilfly -dijo intentando mostrarse sereno. -. Es solo que... Llevó mucho sin ir a la capital...

Naia podía asegurar que Salmos era una muy buena persona, y por más que a Aaron prefería que el lobo se quedase, no tenía tiempo para arriesgarse a que la sirena se negase a dejarlo ahora que ya estaban por irse.

Así fue como finalmente se pusieron en marcha hacia la capital. Aaron siguió el mismo camino que utilizó para llegar al centro del bosque, siendo que únicamente tuvo que seguir el río de vuelta. Tras un recorrido considerable, conectaría con un sendero que llegaría hasta la salida del bosque. El sol resplandecía intensamente, siendo que se hacía notable lo mucho que cubrían las hojas de los árboles ahora que estaban afueras: Salmos tuvo que llevarse una mano sobre los ojos para intentar cubrir un poco la luz durante unos segundos.

Desde allí continuaron siguiendo el camino hasta la capital. Serían recibidos por las miradas de las personas que frecuentaban las calles: Aaron más que nadie estaba acostumbrado a las miradas, pero ese día en particular estaba recibiendo más de las de costumbre, y es que no se fijaban únicamente en él, si no también en la sirena que llevaba consigo y el lobo que los seguía detrás en otro caballo.

Entonces, mientras se dirigían al palacio, se encontraron con una pareja de un hombre y una niña rubia que se detuvieron junto a ustedes. Normalmente hubiesen seguido el paso como si nada, después de todo Aaron estaba acostumbrado a que la gente se detuviese a verlo, pero aquel caso era... diferente.

Notas de juego

1/2

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20/12/2019, 04:05
Director

-Al menos recapacitaste... -se conformó la elfa, suspirando antes de cruzarse de brazos. -. Muy bien, como quieras... No se te ocurra llegar tarde, ¿entendiste? -su fría y penetrante mirada se clavó sobre ti una última vez antes de que Dhijana se apartase y tomase su camino a otra mesa.

Una vez te acercases, Alice escucharía lo que tenías que decirle con los ojos bien abiertos.

-¿T-Te vas a ir? -de pronto, sus ojos empezaron a cristalizarse. Las lágrimas se empezaron a formar, y pronto fueron cayendo por sus mejillas una por una. -. E-Esta bien... -Alice tomó aíre y se pasó el brazo por los ojos para limpiar sus lágrimas, levantándose de golpe para adoptar una pose de decisión; aunque sus mejillas sonrojadas e infladas le daban un aspecto de puchero infantil. -. ¡Promete que regresarás!

Una vez hicieses la promesa, ella te seguiría a donde tuvieses que llevarla. Te miró un tanto triste cuando mencionaste la muerte de tu madre, siendo que pudiste sentir que apretó más tu mano como si quisiese reconfortarte, pero pronto continuó el camino con normalidad. En ningún momento se detuvo para señalarte ropa o cosas que necesitases, pero cuando iban pasando junto a un par de caballos y sus jinetes, la niña se detuvo en seco...

Notas de juego

1/2