Partida Rol por web

Lupus In Tabula [Hombres Lobo de Castronegro]

Día 0: Erase una vez...

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25/03/2010, 01:27

La noche ha caido sobre la aldea y, tras un duro día de trabajo, os habéis reunido todos en la Taberna de Tonel Jones con el fin de otorgarle a vuestros exhaustos cuerpos el merecido descanso que se merecen.

El humo del tabaco flota en el aire, las voces de los parroquianos invaden cada rincón de la taberna, hermosas camareras corren de un lado para otro repartiendo y anotando los pedidos, y el fuego crepita en la chimenea dibujando a veces extrañas figuras.
La deliciosa y caliente comida cocinada por la mujer de Tonel, así como la fría bebida que la acompaña, os hace recobrar las fuerzas perdidas durante el día y los diversos juegos de azar, así como el exótico y bello baile que Ileana esta realizando en el centro del comedor, os hacen olvidaros durante estos momentos de que mañana tendréis que volver a vuestros quehaceres diarios.
¿Quíen desea recordar el duro trabajo de mañana cuando puede ganar algo de dinero extra jugando a las cartas o cuando una exuberante mujer baila delante de él?

Notas de juego

Con este mensaje comenzamos a jugar la aventura.

Os dejo que interpreteis a vuestros respectivos personajes jugadores durante un par de días antes de que los hombres lobo asesinen a su primera víctima.

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25/03/2010, 02:31
Pedro, el herrero

Pedro llega a la taberna después de un largo día de trabajo. Su espalda es el lugar que más ha sufrido hoy.

Mientras se acerca a la barra, el herrero del pueblo va saludando a sus conocidos y, al llegar a su destino, se dirige a Tonel.

- Estimado Tonel, buenas noches. Me podría dar usted el gusto de servirme una jarra de su gran cerveza para calmar el cuerpo -

Pedro mira su interlocutor y le sonríe alegremente.

Notas de juego

Inauguro la historia xD

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25/03/2010, 02:46
Hikkins, el borracho

Sobre la barra reposa un cuerpo. Un cuerpo que hiede a alcohol, vestido con ropas que a simple viste parecen harapos y que, en una detallada observación, revelan ser ropas bajo una consistente cubierta de mugre, suciedad y podredumbre, las cuales emanan un tufo insoportable de días sin aseo y exceso de alcohol.

Es Hikkins, el borracho del pueblo, la pintoresca figura, todo un personaje. Su residencia casi permanente ha sido la vieja taberna desde que el pueblo tiene memoria, e incluso algunos susurran que en tiempos antiguos, tiempos en los que los ancianos eran fuertes y vitales, Hikkins retozaba entre las mesas de aquel fortín de bebedors y celebrantes. Nadie sabe exactamente de que vivía, o si las cantidades de licor que bebía le mantenían apenas con vida y le libraban de tener que comer, pero la realidad era que siempre estaba allí, con su humor festivo, su hablar errabundo y enredado, sus hipidos alcoholizados y sus canciones, las cuales seguramente tendrían la oportunidad de oír todas las noches.

Nadie sabe si se llama realmente así o si ese es su apellido. De sus antepasados poco se conoce y no tiene más familia en el pueblo que él mismo. Pero buenas migas hace con Tonel. No sé si será el cliente más fiable, y su cuenta respalda que tampoco es buena paga, pero tiene una maldita suerte para las cartas. Incluso embotado por los efectos de tres botellas de las bebidas más fuertes de la casa, es capaz de ganarse su derecho a llamar a la taberna hogar. Aunque no viva allí.

Y nadie en el pueblo podría imaginarse lo que sería no oir los trinos ebrios del buen Hikkins.

Sus torpes coqueteos son sinónimo de risa y las mujeres, sin ofenderse ni halagarse, saben que en el fondo es un buen tío. Más fiesta que hombre, era un legado de Tabula, un patrimonio innegable de la aldea.

- Pedro, Pedro, hic, Pedro - dijo al oír el saludo del herrero. - El que a hierro mata, a hierro muere. Je,je,je,je...hic, hic. ¿Cerveza?. ¿Qué estamos celebrando?. Eh Tonel, si te gano esta noche... hic, hic - Dijo mientras se ahogaba en sus hipidos y estallaba de risa, sin llegar a terminar la frase, o sin poder recordar como terminarla.

- Pero, ¿Cómo?, ¿Ya es de noche? - dijo con una sonrisa achispada.

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25/03/2010, 03:12
Pedro, el herrero

Una voz extremadamente familiar lo llamaba, aunque en ese preciso lugar era como si uno de los muebles de la taberna intentara hablar con él.
Pedro se volteó y, así como lo había intuido, vi al viejo Hikkins.

Al herrero le caía bastante en gracia el sujeto, a pesar de que hasta cierto punto lamentaba que estuviera siempre ebrio en la taberna. El viejo parecía feliz y su felicidad alegraba a los demás.

Pedro reía por el chiste del borracho y, mientras lo hacía, se acerco al viejo. Le dio unas palmadas en la espalda.

- Viejo Hikkins, ¿Qué te parece si te invito a una pinta y charlamos un rato?. Yo no tengo motivo especial para celebrar, pero siempre podemos inventarnoslo ¿No? -

 

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25/03/2010, 08:57
Don Severiano, el boticario

Don Severiano llegó tras una jornada más en la botica. En estos tiempos, su trabajo no daba grandes beneficios y, aunque ello significara menos calderilla en el bolsillo, también era una señal inequívoca de la salud del pueblo y sus habitantes. Entró al garito saludando y se dirijió a la barra para pedir su característico chatito de vino a Tonel.

Nadie le esperaba en casa. Los parroquianos de la taberna eran ahora sus vecinos y toda su familia.

- Buenas noches nos dé Dios, amigo - sonrió con su boca desdentada. - Tiés por ahí algo que un agüelo sin dientes pueda llevarse a la boca pa compañar el tinto? -

Entrecerrando los ojos reconoce, en la penumbra del local, a Pedro, el herrero.

- Hombre, Pedrito, días llevaba sin verte. Espero que to te vaya bien muchacho -

Reconoció a Hikkins pero no le saludó, no por acritud, sino porque ya estaba muy mayor y su oído era muy duro, y las conversaciones con el borracho le resultaban en extremos difíciles de seguir. Le saludó con la mano cuando el borracho consiguió levantar la cabeza y fijar su vista en el anciano vestido de negro.

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25/03/2010, 10:06
Mirko Von Wangel

Crucé la puerta de la taberna, quizás demasiado pronto, ya que el bullicio todavía no había inundado el acogedor local.
Me encogí de hombros, pues de todos es sabido que no tardaría en llenarse con todos los aldeanos con los que compartía charlas, risas y anecdotas. Aunque cada noche su mativo más importante para visitar la taberna era volver a ver a la bella Leticella, la hija del Lord de Tabula, la mujer más bonita que había conocido jamás. Si es cierto que en la aldea tambíen había muchas mujeres bellas, pero con ella mantenía cada noche unas profundas conversaciones y conseguía perderse en su mirada. Ella poseía unos ojos que lo dejaban totalmente desconcertado.

- Buenas noches caballeros - Echando una rápida ojeada confirmó que aún no había llegado ella. - ¿Como ha transcurrido el día?. Me alegro mucho de verles por aquí -

Me acerqué a Pedro y Hikkins, el maravilloso aldeano que jamás rechazaba un trago. Ignoraba a que se dedicaba pero me daba igual. Era una persona entrañable, parte de este pueblo que tanto cariño me inspiraba. Salude a ambos con un cálido apretón de manos y me coloqué a su lado.

Saludé con un gesto al boticario, que pronto estaría enfrascado en su cena.

- ¿Les importaría si me uno a ustedes?. Tonel, sirvemé lo mismo que hayan pedido ellos. Conociendoles como les conozco, seguro que será cerveza, aunque quizá me sorprenda con algo más fuerte. ¿Qué tenemos hoy para cenar Tonel? -

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25/03/2010, 13:48
Kurt Landom, el cazador

Saludando a Hikkins, Pedro, Don Severiano y Mirko Von Wangel.

- ¿Como están caballeros?. ¿Ha sido un buen día?. Yo no me quejo, ha habido una buena caza hoy. ¡Celebremoslo con un trago! -

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25/03/2010, 13:57
Sara Sun. Profesora de primaria.

Después de salir del colegio, e irme a casa para darme una ducha y dejar algunos exámenes que tendré que corregir más pronto que tarde, me dirijo a la taberna, ya que el cocinar no es mi fuerte. Tonel siempre tiene algo bueno.

Cuando llego, veo que no soy la primera en llegar. Aparte de Hikkins, al que no recuerdo haber visto fuera de la taberna desde hace, hace, vaya, ¿he llegado a verle fuera de la taberna?. Ahora mismo lo dudo.
Pues eso, que aparte de él, ya han llegado Pedro, Don Severiano, Mirko Von Wangel y Kurt, el cazador.

Justo al entrar, escucho como Kurt dice que ha habido buena caza.

- Buenas tardes señores - digo bastante alto para que Don Severiano me escuche sin problemas mientras me acerco a la barra. - Tonel, ¿Qué tenemos hoy de cena? -

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25/03/2010, 14:19
Kurt Landom, el cazador

- Buenas noches Señorita Sun. ¿Qué tal los niños hoy?. ¿Te han dado mucha guerra esos diablillos? -

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25/03/2010, 14:18
Clara Swan, la chica buena que no ha roto un plato en su vida.

Hoy es un día como otro cualquiera para Clara. Se levantó temprano, hizo las tareas del hogar como su madre le había dicho, compró leche y pan para la comida de hoy y, al caer la noche, fue a la taberna de Tonel para comprar un poco de vino para su padre.

Al llegar al local, observó a todos y cada uno de los que estaban allí.

- Buenas noches a todos - Clara les hizo una pequeña reverencia. - Tonel, he de pedirte lo de todas las noches. Mi padre quiere un poco de vino. - La muchacha se entristece al pronunciar estas palabras pero mira a los vecinos que están en la barra y vuelve a sonreir. - Me alegra mucho veros aquí. ¿Habéis tenido un buen día? -

Una vez consiguiera el vino, la joven se marcharía a casa, le daría el vino a su padre, le leería un cuento a sus hermanos, acabaría lo que le faltara por hacer y se acostaría.

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25/03/2010, 14:24
Pedro, el herrero

La taberna estaba comenzando a llenarse. Poco a poco tomaba el color que la caracterizaba cada noche. Todos los aldeanos venían buscando un poco de distracción combinado con alcohol y comida.

- Buenas noches a todos. Que gusto volver a verlos. -

Pedro parecía animado esta noche.

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25/03/2010, 16:35
Ileana, la gitana

Un alegre tintineo de monedas precede la entrada de Ileana en la taberna, con su tradicional ramillete de romerito de la suerte colgado del brazo.

Afable y familiar como siempre, la muchacha se aproximó a la barra, se ajustó recatadamente el chal y, cuidando de que Hikkins no le derramara nada encima, se apoyó despreocupadamente sobre un codo haciendo bailar distraidamente la multitud de estampitas y crucifijos que colgaban de su cuello.

- Buenas noches tengan todos - saludo al pequeño y espontaneo grupo con la alegría de quien ha tenido un buen día - ¿Qué celebramos hoy? -

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25/03/2010, 16:58
Hikkins, el borracho

- Celebramos que es de noche. - dijo Hikkins levantando la jarra con ánimo de brindar. - Cuanta gente. Si es que todos se han acordado de mi cumpleaños -

- Aunque yo tampoco me acuerdo de cuando es, así que deberíais decírmelo. - dijo mientras se levantaba y hacía una exagerada reverencia a las damas.

- Vaya, que mujeres tan hermosas tenemos esta noche. No os conocía... no, espera, a ti si te conocía. - dijo señalando a Pedro, el herrero - Pero si eres Pedro. ¿Desde cuando eres una mujer? - dijo tambaleándose y sentándose ahora al lado de la maestra.

- Es el momento de cantar -

En Tabula todos tomas, todos toman, todos toman y cantan.
En Tabula beben los reyes, los pobres y las mujeres.
En Tabula celebramos las noches, los días y los festivos.
En Tabula no hay tristezas, ¡Solo alegrías!
En Tabula están las más lindas doncellas.
Y los más fuertes Galanes.
En Tabula reinan las damas.
Y los caballeros brindan.
Salud a todos.

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25/03/2010, 18:41
Stephanie, la niña creyente

 

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Stephanie hoy tenía un día duro. Su madre empezó ese día, por la mañana, a sentirse algo mal. La pobre niña estuvo atareada poniendo trapos húmedos sobre la frente de su madre. Su padre murió hace ya unos años, en un naufragio cuando estaba pescando, por lo que ella tenía que cuidar de su madre, con la única ayuda de ella misma. Hace ya unos días que le lleva comprando a su madre hierbas al boticario, pero hoy la situación es peor. Y cuantas más horas pasan, más enferma se pone.

La joven criatura, aterrada, ve como su madre se consume y necesita la ayuda de más hierbas curativas, ya que ni rezando en todo momento, ha conseguido rebajar la enfermedad. Tuvo que salir de su casa, y correr a la taberna, para buscar a Don Seberiano, buscando su ayuda.

Al entrar en la taberna, la niña se encuentra con un ambiente alegre, festivo y musical, totalmente opuesto a lo que ella siente por dentro, y por fuera, ya que unas lágrimas empiezan a formarse en sus ojos. Busca entre todas las gentes del local, a aquella persona a la que ella necesita casi desesperada. Al verlo, va corriendo en su dirección, angustiada.

- Don Seberiano - dice gritando, para que el anciano la oyera a ella por encima de los gritos -mi madre está peor aún, temo por su vida. Dios no lo quiera, pero me da la impresión de que de esta noche no pasa. ¿Puede ayudarme? Por favor, diga que sí.

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25/03/2010, 20:35
Gabriela Sotomayor la pescadera

Llego a la taberna después de un largo día en el trabajo y después de haberme refrescado lo mas buenamente mejor que he podido.

Cuando entro me doy cuenta de que esta a rebosar de gente y cada uno hablando de lo que ha hecho en el día que ya agota sus horas.

-Saludos.

Dicho lo cual me acerco a la barra y me pido una pinta. Después me donde mas gente se a reunido con la intención de introducirme en la conversación.

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25/03/2010, 20:25
Tonel Jones, el Tabernero

Tonel limpiaba uno de los vasos con su sucio pañuelo, un pañuelo que hacia mucho que no limpiaba pero a los parroquianos no les importaba lo mas minimo despues de todo era de lo mas limpio del pueblo si no fuera por la peste a alcohol que Hikkins soltaba a cada ronquido en la barra, Tonel aun no comprendia como habia ganado su derecho a quedarse en su Tasca pero una apuesta era una apuesta por mucho que se enfadara su mujer con el.
-A la de Dio Perro-Se refirio al Pedro el herrero, Tonel desde que regreso de la gran ciudad tenia la cabeza un poco tocada y no pronunciaba bien desde entonces, aunque eso no le importaba a nadie, habia nacido alli como muchos otros y era una persona de palabra.

-Vamo Hikkin no moleste al muchacho que tie faena acabada y tara cansao-Relpico al borracho de su taberna.-Mu bien, pero la paga tu e Perro.-Dicho esto saco dos de sus mas limpias jarras del aparador de arriba y las lleno del propio barril, a pesar de sus maneras era un experto barman y sabia como servir una buena cerveza, de la comida ya se ocupaba su señora.

-Aqui llegan chicos...-Dijo dejando las jarras.-Cao que si Serveriano, ¿Queso o Jamon?-Pregunto dejando ambas bandejas delante del tinto del boticario.

-Que wuapo no viene ohy seño Miko, ¿Que ota noche de gala? No se me adelante seño, que aun no a llegado la cenicienta.-Sonrio al verle las intenciones a Mirko Von Wangel.-Carne de pollo o cordero con guarnicion y pescado fresco de aye, hoy. Pescado fresco con buena salsa morrena. A elegir.-Contesto al Von y a la hermosa Sara a la vez mientras sacaba dos pintas mas para el marques y Kurt recien llegado y tambien animado.

-¡Mue! Casame la carta que la cena ya pieza a se pedia y hay gusa en toda chola a y jarras vacias que estos semo buitres.-Grito a su mujer que estaba en la cocina y bromeo con sus comensales.

-Hola ¡Clarita guapa! Cao ya la tenia preparada pa esta noche, pero die a tu padre que venga el alguna vez carallo que es el quie esta enfadao conmigo no yo.-Le increpo a la guapa muchacha mientras buscaba por los bajos de la barra la botella de vino.

Mientras tanto el ambiente se caldeo con la llegada de la gitana y los gritos de Hikkins empezaron a sonar, eso que el llamaba cantar.
-Curaño, Hikkin calla el buzon si quiere canciones pongo la radio y no molestas a la gentes.-La llegada de la niña le borro la sonrisa, sus palabras siempre eran de pena, pobre niña.

La fugaz llegada de la pescatera le quito un poco de hierro al asunto y sonriente sirvio una pinta mas, por suerte ya tenia unas cuentas mas secas, "limpias" y vacias, preparadas para ser llenadas, vaya.
-A la buena noe Gagiela, ¿cena pescao hoy? Salmonote o Parca, eso me dio uste.-Sonriente cogio otro vaso, de tinto esta vez, para limpiarlo con su sucio pañuelo.

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25/03/2010, 21:12
Leticella Vanghuten, la hija del Lord.

 

 La noche es oscura y fría, la luna brillaba junto a las estrellas en el cielo...el silencio se rompe al sonido de unos cascos.... a la entrada del pueblo aparece un carruaje negro, tirado por 4 caballos del mismo color negro como el ebano.

 El carruaje se detiene delante de la taberna, un segundo despues el cochero se encuentra abriendo la puerta del mismo, de el sale una joven, castaña, bien vestida...

 Esperame aquí Fred.. no creo que tarde mucho. Se dirige hacía el cochero y entra en la taberna.

 Al entrar el ambiente es cargado y todos los presentes parecen animados en varias conversaciones y juegos. Dentro de la tarbena, intenta observar por encima del gentio pero todo esta lleno de humo y demasiado ruido, se acerca rapidamente a la barra.

 Disculpe, Señor Jones ¿podría indicarme donde encontrar al boticario, don severiano?

 

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25/03/2010, 21:45
Tonel Jones, el Tabernero

Limpiaba aun ese vasito de tinto cuando el ruido de los caballos resonaron entre el gentio y la musica de la radio formula.
-Miko, Seño, creo que llego su dulce caperucita.-Bromeo con el Don una vez mas antes de ver como la bella mujer de mirada sincera se dirigia a la barra.

-¿A la bue noe mosuela, que trae tus lindos pie a esta humilde casa? ¿El Serveriano? Hay lo lleva con la niña chiquita.-Le señalo con la mano del pañuelo.-¿No quie nada su señorita?

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25/03/2010, 22:03
Mirko Von Wangel

Vuelvo la vista al escuchar los cascos de los caballos y efectivamente segundos más tarde allí estaba ella, preciosa como siempre con sus oscuros ropajes. Entró como una exhalación preguntando por el boticario…

Me acerque a ella y le tendí mi mano para recibir la suya con un beso como hacía cada noche, ¿se encuentra bien mi señora?, ¿necesita alguna medicina?, realmente estaba preocupado…

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25/03/2010, 22:13
Hikkins, el borracho

Hikkins se recuesta contra la barra, y observa la escena.

-Tonel, hic, Tonel... que el radio no es tan bueno... hic... me oís?- dijo mientras tomaba bocanadas de aire, y ante los nuevos llegados, tan solo empieza a reír solo.

-Tabula es tan buen pueblo, que el boticario es el hombre más deseado entre las mujeres hic- dijo mientras ahogaba hipidos y risas en un solo ejercicio poco consistente. -Brindemos por Severiano, el más feliz de los Tabulanos, que jamás le falte una mujer en su vida... por la compañía eter...- dijo mientras acababa la frase con alguna especie de ronquido, y se despertaba tras unos instantes.

-Los ángeles llueven, yo la conozco mijita!- gritó desde la parte baja de la barra, sin recomponerse -Usted es la venus... hic la venus que tallaron los... hic... no espera... hic... no... no... hic, que eres la venus de Milo, hermosa!- dijo mientras se levantaba y se sentaba nuevamente en su posición.

-Tonel, despiérteme cuando vayan a jugar... ajick!- espetó antes de caer nuevamente rendido y roncar allí mismo.