La viuda de Zúñiga, vestida de riguroso luto, estaba encontrada en el escritorio revisando unos papeles, su cara iluminada de un lado por el brillo de la computadora. Ni siquiera alzó los ojos para mirarte.
—Dejalo ahí por favor. Gracias.
Detrás de ella había algunas bibliotecas con carpetas y una caja fuerte mediana empotrada en la pared, algunas fotos de la finca adornaban las paredes y había otras fotos que habían sido retiradas y estaban apoyadas boca abajo en una silla.
Al ver a Mercedes, y antes de que levantase la mirada reaccioné tapándome un poco con la puerta.
- Perdón… me he confundido. - Dije mientras cerraba la puerta antes de que viera bien. Me daba miedo que me reconociese.
Cerré la puerta tras de mí, y me apresuré a ir a la recepción. Necesitaba subir a mi habitación.
Detrás del escritorio donde estaba sentada la señora Zúñiga había algunas bibliotecas con carpetas y una caja fuerte mediana empotrada en la pared, algunas fotos de la finca adornaban las paredes y había otras fotos que habían sido retiradas y estaban apoyadas boca abajo en una silla.
El mayordomo, antes de retirarse, dejó el desayuno y un cóctel de pastillas que la señora se zampó juntas apurandolas con un trago de té.
—Vayamos al grano. Usted dijo ayer que tenía una propuesta de negocios para ofrecerme. Buen día, por cierto, señor Peñarreal. Lo escucho.
Para empezar tengo que hablarle de la destilería que mi actual familia regenta. Fabricamos brandy con los mejores vinos que encontramos. Los vinos de la finca Zúñiga serán excelentes para tal fin. Además teniendo en cuenta que sus abogados ya habran recibido los documentos que acreditan que soy heredero del difunto Zúñiga, tengo participación en estas bodegas. Queda pendiente calcular los porcentajes.
Mientras hablo voy desenroscando el pomo del bastón y saca de el unos documentos y se acerca a mostrarselos.
Al acercar los papeles para que los vea dejo caer una píldora en su té.
- Puedo entender su enfado, pero usted ya sabía de mi existencia, así que tretemos de hacer esto lo más pacíficamente posible.
Mercedes se quedó un rato mirando los papeles, sin leerlos realmente, sólo haciendo tiempo para que los medicamentos le hicieran efecto.
—Qué estúpido que era Carlos. Juntarse con rameras es una cosa. Pero reconocerle el hijo que le hizo...
»Parece que los papeles están en regla. O eso me dijo un abogado al que le pago. Así que puede ser, un 25% de las deudas que dejó tu padre son tuyas. O crías que el putañero de tu padre te dejaba una Finca financieramente sustentable. El que lo mató me hizo un favor. Ahora necesito el dinero para pagar las deudas antes de que nos rematen la bodega. O si prefieres, necesitamos ya que incistís en reclamar tu 25%. Con el seguro de vida podría cubrirse la deuda. Pero la compañía no quiere pagarlo.
»Y respecto al hotel, ni lo sueñes. Me adelanté. Puse todo a nombre de tu hermana.
Sonreía con una mirada maquiavélica mientras bebía el té. Quizá los médicamentos estaban haciendo efecto, o quizá la adrenalina de la disputa la estaba despertando.
- ¡Oh!, no se preocupe. Mi actual familia es plenamente solvente, no necesito dinero y puedo hacerme cargo perfectamente de la bodega. Respecto al porcentaje... los cálculos no están del todo correctos creo. Parte de la bodega correspondía a mi madre al reconocerme, pero eso lo dictaminaran el tiempo y los jueces. Ahora solo quería informarla de mis intenciones de hacer negocio con mi parte de la participación en la bodega. El hotel no me importa en absoluto, más allá de disfrutar de las instalaciones durante mi presencia aquí.
El tono es frio y casi burocrático. Es un discurso que ya tengo ensayado múltiples veces en el espejo. Lo siguiente es un poco más sentimental. Casi afectado.
- Parece que usted tiene la certeza de que el "Viejo" fue asesinado. No me extrañaría que hubiese sido encargado por usted misma para tapar alguna infidelidad. Puede que hasta mi "hermana" no sea tal y no pueda ser heredera de nada en absoluto. Pero eso también lo demostrará el tiempo y en este caso los laboratorios.
Recojo los papeles, los guardo en su lugar y me dispongo a irme. Ya con el pomo de la puerta abierta del despacho de la mano me giro y le digo:
- Diría que ha sido un placer hablar con usted, pero mentiría. Por cierto, solo una ramera ha pasado por la cama del señor Zúñiga, y no fue mi madre.
Cierro la puerta. Recobro la compostura, fuerzo una sonrisa en la cara. No se debe notar mi pésimo humor y me dirijo al comedor para tomar un desayuno.
La escena no había cambiado demasiado, sólo que el escritorio estaba más despejado y los papeles que antes estaban desparramados sobre él ahora estaban prolijamente puestos sobre una carpeta a un costado.
Busco entre los papeles haber si hay algo relacionado con el tema de herencias y la finca de los Zúñiga.
Los papeles sobre el escritorio son planillas de contabilidad, facturas e intimaciones por deudas impagas. En uno de los cajones hay un telegrama de despido mezclado entre material de oficina habitual y el otro cajón está cerrado con llave.
Bajo el vidrio del escritorio hay un papelito con un número anotado.
Disculpa. Ignora lo del cajón con llave, eso no es de aquí. Me hice bola por llevar dos juegos en paralelo con diferencias muy sutiles (lo hice así por si se filtraba información de uno al otro, y me terminé confundiendo a mí mismo). El resto sí está bien.
Miró el número del papel y me lo anotó en un trozo que haya por ahí.
Hecho un vistazo a las amenazas y leo de que empresas son.
Si puedo rebusco un poco por la biblioteca haber que hay.
bibliotecas con carpetas y una caja fuerte mediana empotrada en la pared, algunas fotos de la finca adornaban las paredes y había otras fotos que habían sido retiradas y estaban apoyadas boca abajo en una silla.
Las carpetas tenían papeles similares a los del escritorio pero más viejo.
Los papeles sobre el escritorio son planillas de contabilidad, facturas e intimaciones por deudas impagas. En uno de los cajones hay un telegrama de despido mezclado entre material de oficina habitual.
Bajo el vidrio del escritorio hay un papelito con los n número anotado.
Las intimaciones son de bancos y compañías proveedoras de agroquímicos.
Copiaste el número.
Ok la caja fuerte es de esas de ruleta que tienes que poner la combinación girando en un sentido y después en otro??
Las electrónicas, con botones, como en la mayoría de los hoteles.