Partida Rol por web

Ni siquiera presté atención a Sigmund, más que para ver como salía y olvidarme de él. No le necesitaba y, por tanto, carecía de importancia por el momento. Cuando 

Suspiré, resignado. Claro que no iba a ser todo tan fácil, pensé. Nunca lo era. Pero teníamos una pista y una vaga idea de por donde empezar a tirar del hilo, así que, como siempre, tocaba apañarse y trabajar así.

—Pues manos a la obra. Malware, ¿puedes encontrarnos el sitio adecuado? —Aquello era una putada, el Támesis ofrecía demasiados puntos adecuados para un trabajo de contrabando, pero confiaba en mi sire para dar con el correcto. Descartados los legales, aquellos que estaban más céntricos y seguramente lo que les obligara a cruzar la ciudad, lo más probable es que optaran por algún punto cercano a Greenwich; conducirían hacia allí mientras esperaban confirmación—. Dos coches. Blazh, tú vas en uno, tira a matar, pero solo si estás seguro. Si puedes elegir, mejor a la Gangrel. —Sabía que el desconocido era prioritario, pero lo cierto es que se fiaba menos de Ania; al otro le perseguirían—. Doc, te vienes conmigo, si ves a Chike, no le pierdas. ¿Tenemos armas? Nos equipamos y en marcha.

Todos asintieron, recogieron sus cosas aquellos que tenían algo que coger y os pusisteis en marcha. Blazh fue el primero en salir, con paso rápido recorrió el pasillo y se perdió en la oscuridad.

La dra Emil Underdown ya estaba preparada para salir, fue a sentarse en el asiento del copiloto de tu coche pero, justo cuando abrió la puerta Hacker ocupó el lugar. -Gracias- su tono era seco, casi cortante. La Tremere se sentó detrás sin mudar la expresión. Como si aquello no le hubiera afectado lo más mínimo.

Todos se pusieron en marcha.