La habitación es de un blanco antiséptico. A diferencia de las habitación de interrogatorio de las estaciones de la policía.
El blanco de este lugar contrasta enormemente con la actitud de Mason. La sonrisa burlona y la seguridad de si mismo que denota su postura no mejoran la situación. "Vamos a jugar un poco". Me siento frente a el con una sonrisa. - Antes que empiece. Miro la hora en mi reloj . ¿Como haces el truco de asesinar y estar en otro lado al mismo tiempo?... Hago un moviento con mis manos imitando a un Mago
- Lo primero, Detective, es que niego tener nada que ver con ningún acto criminal. Con ninguno. No sé absolutamente nada de lo que me está diciendo y no admito nada. - Te mira fijamente, pero con rapidez aparta la mirada hacia el espejo que ocupa la pared del fondo.
- Pero supongamos. Supongamos que me pregunta como haría para estar en dos sitios a la vez si quisiera matar a alguien. Porque en este maravilloso pais suyo, teorizar no es delito, ¿verdad? Por lo menos aún no lo es. ¿No es cierto?
Se acomoda en la silla, sin dejar de sonreir. Los guantes siempre bien visibles sobre la mesa, sus manos dentro, sólo unos milímetros de piel te separan de la prueba que necesitas. Milímetros.
- ¿Cómo haría para estar en dos sitios a la vez? Bueno, eso... - Rie entre dientes - ¡Eso es simplemente imposible, Detective!
Sonrío después de la respuesta dada. Mi mirada se dirige a Oswald. - Por un momento pensé que se resolvía este puzzle, pero como dice el Señor Mason. Mi mirada se dirige hacia el. - Eso es imposible. Miro sus manos y nuevamente mi mirada se centra en el. Abro los archivos y empiezo a colocar las fotos de las victimas frente - El día 15 estaba en un congreso de dentistas en Cleveland. Otra foto. -El 29 del mes siguiente, una emergencia que atendió en la clínica, de 22:00 a 2:00. Otra Foto. -El 30 estaba con nosotros. Otra foto -Y el día 9 estuvieron almorzando con su abogado en el Rivera. Observo un par de segundos su reacción y por ultimo coloco las fotos de los casos en los que no tiene coartada.- ¿Me podría decir para que descartemos todo los casos donde estuvo estas dos fechas? Una sonrisa de amabilidad aparece en mi boca. -Digo..., si quiere...
Coge una de las fotos y la mira sin mucho interés.
- Este día estaba en un club, bebiendo con unos compañeros del trabajo. Acababa de cerrar una compra de material médico y lo estaba celebrando. - Deja la foto y mira la otra. - Y este día... déjeme que recuerde... Mmmmmm, creo que no hice nada, me fui a casa después de trabajar y vi un rato la tele antes de acostarme.
Deja las fotos y te mira fijamente.
- Pero la pregunta realmente interesante, lo que realmente debería preocuparle, es: ¿dónde estuvo usted ese día, Agente?
La pregunta me toma por sorpresa, una alegre sorpresa. Una pequeña sonrisa aparece en mi boca. - Dos cosas señor Manson. La primera, es que no importa donde estuve yo, lo importante es que yo estuve después investigando esos lugares. Coloco las manos sobre las mesa y me acerco un poco hacia Manson. -Para atrapar al cobarde asesino. Mi sonrisa se borra de mi rostro. - Y la segunda, es que acaba de decir que no tiene coartada para uno de los asesinatos. Me reclino hacia la silla sonrío y le dirijo una mirada a Oswald. -Te toca.
- ¿Qué es lo que me toca, Detective? Existe algo llamado "Presunción de Inocencia". Yo no tengo que demostrar nada de nada, es usted el que tiene que probar que soy culpable de lo que se me acuse... si me acusan de algo, claro.
Mason mira el reloj.
- Aún me quedan un par de minutos. Veamos qué puedo hacer con ese tiempo... - Cruza las manos enguantadas sobre la mesa. Siempre sobre la mesa. Siempre ahí, frente a ti, insultándote - Puedo contarle una historia triste. No, borre eso: No es triste, es sólo... patética. ¿Le apetecería escucharla?