Solo conozco dos sitios donde encontrar a alguien competente para examinar los relieves, la Universidad o el museo. Recogeremos a Yarrow e iremos a buscar a alguien que nos explique de qué va todo esto. Lanzó una mirada a Yash, esperando una respuesta mientras se encendía un cigarro y daba una profunda calada.
Siento la tardanza, dias raros :P
La pregunta tonta del momento... hay universidad o museo? XDD
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Si, si no recuerdo mal, Yarrow da clases en la Universidad, así que por comodidad pondremos un campus en Clarcksburg, que está a media hora de coche de Meadowbrook.
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- De acuerdo, yo conduzco.
Termina el desayuno y sale al aparcamiento del Motel, seguido por Yash, que habla por teléfono.
Stark tapa un momento el teléfono con una mano y se dirige a los otros dos miembros de la Célula.
- Estoy al teléfono con Yarrow. Dice que ha conseguido contactar con "la entidad" que habita en la casa.
Vuelve al tléfono.
- ¿Señor Yarrow? Estaremos en la Universidad en media hora, ¿le parece bien? Si. Si, de acuerdo. Perfecto, vamos para allá.
Cuelga y abre la puerta del coche con un claro gesto de emoción.
- Parece que por fin tenemos algo.
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PNJotizado. ¿Dónde andas, Debion?
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Bajo el sofocante calor húmedo del verano de Virginia, véis al Agente OAKLEY, en su coche anodino y gris, saliendo del aparcamiento en dirección desconocida. El día es claro y brillante, con apenas un atisbo de nubes por el norte. Lo que al principio de la investigación era un paisaje de verdes colinas y barrancos se encuentra ahora salpicado por el dorado de la hierba marchita, agitada por la brisa.
Sin embargo, nada parece haber cambiado, como si el tiroteo de la casa no hubiese afectado para nada al mundo exterior: Las tiendas siguen abriendo, los viandantes se saludan o se detienen a hablar un instante antes de reanudar su camino hacia sus vidas.
¿Cuantos serán conscientes de que la Casa Maldita de Spooner Avenue existe? ¿Cuantos son capaces siquiera de imaginar algo semejante?
Monté en el asiento del piloto justo después de pisotear la colilla del último Lucky Strike que me estaba fumando. A pesar de la herida de bala, me coloqué grácilmente en el asiento e introduje la llave sin apenas molestias. Me sorprendió, gratamente, que Yan no pusiera objeción alguna a que fuera yo el que llevara las riendas del flamante Ford; encendí la radio y me dispuse a conducir hasta el hospital Clarksburg, donde esperaba recoger al profesor Yarrow y consiguiera darnos datos fehacientes sobre la oscura y sombría maldad que azotaba la vivienda de la 1206 de Spooner Avenue. La morada del diablo, casi veía los titulares de algún periodicucho gratuíto y de carácter local.
- Bien muchachos, no es por desanimar, pero tendremos que esforzarnos mucho más si queremos salir vivos la próxima vez que entremos en ese lugar. Tendremos que exprimir al profesor chiflado hasta que se le agoten las ideas. - recordé entonces el desastroso encuentro que tuvimos en nuestra primera y última visita a la casa - Diablos. - dije con total desánimo - Nos comportamos como simples aficionados.