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Pathfinder Alfa: Hijos del Vacio

[Escena] El Cazador y la Muchacha Dorada

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25/11/2016, 19:09
Director

Una hora después de llegar a la Pirámide sumergida

Marcus había dejado a Seltyiel cuando este comentó de “curiosear” por el Club Súcubo y decidió perderse un poco por aquel pequeño bosque cuando Naewen había ido en busca de Volemak. Pero prefería no pensar en aquello y tratar de relajarse. Cuando de repente se puso alerta. Había escuchado algo. Un susurro. El eco de un susurro. Marcus sabía de bosques y de sus depredadores, y reconocía el suave roce de alguien tratando de caminar silenciosamente, sobretodo con la falta de viento que había allí. Los reflejos tomaron el mando pero tan rápido como se había movido el explorador se quedo paralizado por la sorpresa.

Isenya. Bueno vale, la muchacha era espectacular, y lo sabía. Y aquel vestido dorado sin tirantes, que le cubría desde poco más arriba de los pechos hasta mitad del muslo antes de convertirse en una gasa transparente que llegaba hasta unos altísimos zapatos de plataforma, la hacía más espectacular. Pero moverse en silencio con eso puesto, era como para quitarse el sombrero.

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25/11/2016, 19:10
Isenya

- Marcus.- Dijo la muchacha con un sonido que Marcus sintió como una caricia y una sonrisa que consiguió acalorarlo.- Esperaba verte por aquí, aunque no tan...- dijo haciendo un gesto señalando a su alrededor como si se refiriese a ¿Apartado? ¿Solo? ¿Sombrio?- ¿No te gusta la fiesta?- Preguntó la muchacha con una sonrisa amable y bromista que relajo mucho la tensión depredadora que solía rodearla.

La muchacha se acercó con unos pasos felinos hasta una piedra de poco más de medio metro en la que se sentó de forma “espectacular”, aunque curiosamente no provocadora.

- Marcus- Dijo ella, y volvió a sentir su nombre en aquellos labios perfectamente cincelados como una caricia intima, mientras tomaba un sorbo de un líquido dorado que estaba en una copa sin base que flotaba cerca de ella- se diría que no te gusto o me tienes miedo ¿Es así?- Preguntó en un tono que parecía tener una resonancia casi tímida, casi dolida, aunque era tan tenue que Marcus no sabía si se la había imaginado.

- Si quieres que me marche y no te atosigue solo tienes que decirlo.- Dijo ella meneando su cabeza para apartar su pelo y recuperando una postura desafiante.- Se me da bien desaparecer.- Añadió con una sonrisa y un humor muy... juvenil, casi vulnerable.

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25/11/2016, 19:48
Marcus

- Eres muy... sigilosa. - Comentó Marcus escogiendo con cuidado las palabras. Sonrió y relajó su postura andando para acercarse a la espectacular mujer.

- Normalmente no me gustan demasiado las fiestas pero ésta no está mal. - Explicó. Miró alrededor. - Pero siempre me encuentro más a gusto en un bosque como éste. Me he criado en ellos... son mi hogar. - Dijo a la aparente joven.

La muchacha irradiaba seguridad, y ahora mismo no parecía un depredador pero Marcus sabía que la apariencia engañaba. Él era la presa... ¿O quizá no? Quizá debía confiar en las buenas intenciones de la gente por una vez. Y en que aquella preciosa muchacha no buscaba nada más que una conversación. Que solamente le intrigaba el nuevo... el explorador que había combatido con el mejor luchador de su imperio.

- No me mintáis tan descaradamente. - Comentó con una sonrisa divertida. - Sabéis que me gustáis. Es imposible que no le parezcáis atractiva a ningún hombre de este planeta. - Añadió. - Sois muy hermosa. -

Esperó un par de segundos. - En cuanto a miedo... Diría que no lo tengo pero, ¿debería temeros? - El explorador se sentó sobre el césped, cruzando las piernas, justo al lado de la piedra donde se había sentado la muchacha. - No me estáis atosigando. - Admitió. - Y esto - añadió abarcando toda la zona con las manos - es más vuestro que mío. No podría echaros aunque quisiera. Y no es el caso. -

El explorador procuró relajar más la postura. - Y bien... ¿qué hacíais por aquí sola? ¿Tampoco os gusta la fiesta? -

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25/11/2016, 20:55
Isenya

- Que te resulte atractiva no significa que te guste.- Dijo Isenya con una sonrisa hermosa, aunque con un filo triste.

- ¿Tenerme miedo?- Repitió antes de reírse divertida.- No, pero ya he comprobado que los hombres de esta época mostráis más miedo ante una joven que desea sexo que por esa invasión demoníaca que tenéis medio olvidada en el norte. Sois... extraños.- Dijo con la mirada perdida como si eso le hiciese sentir aun más lejos de su casa.

- Esto es de Lucien, y diría que es tan habitante de tu mundo como del mio. Ese muchacho si que es extraño.

- Las fiestas me gustan, aunque esto... esto le habría encantado a mi hermano. Le gustan... gustaban este tipo de cosas.- Dijo Isenya refiriéndose a la exótica decoración del lugar y encogiéndose de hombros con un punto triste.- Así que no tengo excesivas prisas por unirme al ajetreo. Además, ambos sabemos que hago aquí ¿No?- Dijo ella levantando la vista para mirar a Marcus con cierta... ¿Que? ¿Duda? ¿Precaución? Aunque fuese lo que fuese desde luego allí había valor.

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26/11/2016, 13:10
Marcus

Que te resulte atractiva no significa que te guste. La muchacha había dado en el clavo. Marcus asintió con suavidad procurando no mostrarse brusco. 

- La verdad es que aun no sé si me gustas o no. No te conozco. - Explicó. - Repito que eres muy atractiva, aunque tu actitud tan... lanzada me hace recelar. - Dijo tratando de ser todo lo honesto posible. - Supongo que sí podrías llegar a gustarme si te conociera más. - Finalizó.

Se encogió de hombros. - En esta época las costumbres son muy distintas. Pero encontrarás a muchos varones que no tienen tantos... escrúpulos como yo a la hora de aceptar el sexo. Hay pocos que tengan miedo a una joven deseosa de sexo. - Aclaró con una sonrisa. Luego la miró de arriba a abajo con un toque de admiración y, extrañamente, sin nada de lascivia en sus ojos. - Desde luego no te resultará difícil encontrar candidatos. -

El tono en el que Isenya hablaba... era extraño. La actitud de ella ahora no parecía indicar que buscara al explorador por sexo, como había aparentado por sus comentarios durante el combate con el mezlan.

- Le gustaban... - repitió Marcus. La joven hablaba en pasado. Eso sólo presagiaba algo malo. - ¿Qué fue de tu hermano? ¿No han podido despertarle como al resto? - Preguntó con suavidad, procurando no incomodarla. - Si es así lo lamento... y espero que puedan despertarle pronto. Si hay algo que pueda hacer por ayudaros... - Indicó. Él no tenía ni idea de magia pero a lo mejor necesitaban algo más que magia para despertarlo. Si es que el  hermano de ella no estaba muerto. Ojalá no fuera el caso.

Y de pronto, Isenya elevó su mirada hasta cruzar sus ojos con los del explorador. Y Marcus se sintió pequeño como un ratón... hipnotizado por la serpiente que estaba a punto de cazarle.

- No. - Replicó. - Si soy sincero no estoy del todo seguro de por qué estás aquí. Puede que a ti misma te digas que lo tienes claro. Puede que para el resto del mundo... - añadió extendiendo una mano y señalando alrededor, - quieres mostrar esa parte de ti. Puede que quieras hacerles ver que eres así. - Explicó. 

- Pero creo que también lo hacías porque es lo que el resto espera de ti... y porque en parte buscabas algo de soledad. Poder estar tranquila unos momentos. - Continuó. El explorador no era mago, ni sabía de magia. Ahí, alejados del resto del mundo, Isenya podía relajarse, bajar sus defensas, y ser ella por una vez. Con Marcus no había política... no había hechizos, ni lecturas mentales. Ni dobles interpretaciones.

Quizá Isenya buscara eso... o quizá no. Quizá era simplemente lo que aparentaba. Marcus supuso que estaba a punto de descubrirlo.

- Podemos seguir hablando. - Continuó. - O podemos estar en silencio unos instantes. Tómate el tiempo que necesites. - Añadió elevando la mirada hacia el cielo estrellado. Fuera o no real, fruto de la magia y artificial, aquella noche era preciosa.

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26/11/2016, 13:56
Isenya

- ¿De verdad crees eso? Eres agradable Marcus, y no tan simple como te empeñas en ser. Pero eres aun más estricto con tus creencias que la mayoría de los de esta época. No, no creo que llegue a gustarte.- Dijo con una sonrisa agradable como indicando que no le ofendía.

- Los hombres siempre seréis hombres Marcus, sin animo de ofender.- Respondió la muchacha, con una diversión que la hacía parecer terriblemente joven, sobre lo de varones con escrúpulos para el sexo.- Pero parece que los más interesantes tenéis problemas incomprensibles con el sexo ¿Tanto miedo os da?- Preguntó con sincera curiosidad.

- Mi her... él perdió su plaza para la hibernación en el último momento. La Señora consideró que había otro candidato más apto.- Dijo la muchacha y por un segundo Marcus vio un destello de ira en aquellos preciosos ojos azules.- Pero eso fue hace milenios. Ahora él, mis padres, mis amigas, mi harem... No son ni polvo.- Dijo con melancolía, como si fuese una tristeza asumida hace ya largo tiempo.

- Te ofreces muy rápido en ayudar a alguien que no te acaba de gustar y que sirve a un grupo del que no te fías ¿No?- Preguntó la muchacha con una sonrisa picara, obviamente a modo de pique amistoso.

- Quería ver si realmente no te gustaba o solo era cuestión de que Naewen estuviese delante. Si, bastante infantil, pero supongo que tengo la edad para ello, y saben las runas que desde luego tengo el orgullo.

- Claro que el resto lo espera de mi. Mi sangre es la de Sorshen, mi talento destaca incluso entre los aptos, mi belleza reluce incluso entre las eurythnias.- Sentenció la muchacha con orgullo, pero sin ínfulas, y con una pizca de cansancio.- Se me ha dado mucho, y por ello se espera más aun de mi.

- Hablar me parece bien, aunque no lo creas los eurythnios no estamos obsesionados con el sexo. Simplemente lo hemos convertido en un arte.

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27/11/2016, 00:26
Marcus

- En mi caso no es miedo... - Empezó a contestar Marcus. Pero se frenó en mitad de la frase. - Bueno, quizá un poco sí. O quizá sí lo sea en el fondo y no me atreva a aceptarlo o asumirlo. - Admitió.

- No es algo de lo que resulte fácil hablar. - Tragó saliva escuchando el funesto destino de los familiares y conocidos de la joven. - Lamento oír eso. No me imagino lo que puede ser sentir algo así... - Comentó a modo de disculpa. Desde luego no era capaz de asumir que algo así pudiera pasar. Tampoco era quién para cuestionarlo, pero si él hubiera estado en el lugar de Isenya, seguramente habría discutido con Sorshen... habria suplicado o hecho cualquier cosa. Incluso habría decidido permanecer apartado de la hibernación... y sufrir el mismo destino que sus seres queridos, en lugar de sobrevivir hibernando junto a unos pocos elegidos del imperio.

- Sí, me ofrezco rápido en ayudar a quien creo que lo necesita. - Comentó también. - Además... Naewen se fía de ti, y yo confío en su criterio. Que no me fíe por completo de alguien no quiere decir que no pueda ayudarlo si está en mi mano. - Explicó. - No somos enemigos. - Quizá había entrado un poco al pique, pero no había podido evitarlo.

Sonrió a Isenya como comprendiendo que tan sólo había sido un comentario... un juego.

Marcus elevó un poco las rodillas y dejó caer ambos brazos sobre ellas, apoyándose con suavidad. - ¿Y qué es lo que Sorshen y el resto de eurythnios esperan de ti? ¿Por qué tanta presión? - Preguntó con curiosidad.

Ladeó luego la cabeza levemente. - Varias personas me han explicado en numerosas ocasiones vuestra... obsesión por ese arte... por el sexo. - Le explicó utilizando el término que ella había usado, aunque no era que él pensara que estaban obsesionados. - Entiendo que no es una obsesión... pero hay algunas cosas que no comparto... Simplemente no puedo. ¿Puedo preguntarte algo? Una joven tan bella como tú, y siendo descendiente de quien eres... Como mínimo tendrás muchos pretendientes en excelentes posiciones políticas. Pero... ¿estás casada o comprometida ya en modo alguno? ¿Tienes algún consorte? Sigo sin comprender cómo funcionáis en Eurythnia, y el único ejemplo que tengo cercano es el de Lucien. -

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27/11/2016, 01:51
Isenya

- Es miedo Marcus. No como el que se pueda sentir en la batalla pero si el miedo a lo desconocido, a lo tabú. Y por lo que he visto vuestra cultura tiene muchos de esos.- Dijo la joven como tratando de comprenderlo y no de criticarlo.- Sinceramente no imagino como no sentís que os asfixiáis con unas normas así.

- Hablar es fácil, aunque nuestra cultura tiene un tabú en cuanto a las conversaciones personales, bastante parecido al vuestro con el sexo. Pero es algo que he visto en mis conversaciones con Lucce. Y cuando eres consciente de algo, cuando puedes razonar algo, puedes mejorarlo. Aun así no se si hablaría tranquila de esto con la gente de aquí.- Comentó la muchacha melancólica.

- Bueno, yo no lo descubrí hasta que no desperté ¿Sabes? Quiero decir, él se suponía que iba a estar ahí. Yo hiberné junto a él. Pero cuando desperté era Elphren el que ocupaba su lugar y él se había ido. Hacia casi once milenios que lo había perdido y ni lo sabía.- Dijo Isenya con rabia y evitando decir el nombre de su hermano.

- ¿Naewen se fía de mi?- Preguntó la muchacha antes de reír divertida, una risa fresca como un manantial de montaña.- No Marcus, Naewen es amable conmigo, pero también me tiene miedo y no sabe que pensar sobre mi. Aunque no es algo que me preocupe, toda mi vida me han inculcado la virtud de la dureza y la autosuficiencia.

- Aun así Marcus deberías cuidarte más de como usas tus recursos ¿Acaso no tienes planes propios?- Preguntó la muchacha mirándolo con curiosidad.

- Es por nuestra cultura Marcus.- Explicó Isenya sobre la presión con una sonrisa divertida.- Me he dado cuenta de que vosotros veis las riquezas que poseemos y el lujo en que vivimos los despertados y nos relacionáis con vuestros nobles.- Dijo la muchacha casi con disgusto al hablar de los nobles.- Pero no es así, yo soy importante no por mi linaje (aunque este sea tan alto como el de la Señora) si no por mi capacidad y mi talento. Y esa es la razón por la que se me presiona.

- Los no aptos pueden no tener voz ni voto en la política ni riquezas o casas propias, pero no se les presiona ¿Que sentido tendría? Pero una persona con talento solo demuestra ser apto cuando soporta la presión y rinde aun más de lo habría podido sin ella.

- ¿Que cosas?- Preguntó Isenya, sobre las cosas que Marcus no compartía, con curiosidad.- Si no te importa que te pregunte claro.

- No, no tengo consortes. Soy muy joven y a decir verdad tener consortes no es la norma, si no la excepción. Y Lucce... Lucien- se corrigió la joven para adaptarse al nombre que usaba Marcus- no es un buen ejemplo sobre lo que significa tener un consorte. Eso si es mucho mejor que ese horrible contrato que llamáis matrimonio.

- Un consorte no es una persona con obligaciones o responsabilidades hacia ti. Es una persona que elige voluntariamente compartir tu destino y tu tiempo contigo, y lo seguirá siendo en tanto ambos dos lo deseen. Ser consorte de alguien no implica poder usar sus recursos o subir de clase social, solo implica eso. El deseo... la necesidad casi, de que todos sepan que ambos sois uno en lo que importa.

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28/11/2016, 16:40
Marcus

Marcus lamentó lo ocurrido con el hermano de Isenya. No comprendía cómo la joven parecía resignarse con tanta facilidad, aunque suponía que en el momento de descubrir la verdad habría gritado, maldecido y protestado… Pero qué se podía hacer ante la voluntad de alguien que doblegaba las fuerzas arcanas con tanta facilidad. La respuesta era simple: nada.

Por un instante sintió lástima de la mujer. Pese a todo su poder, a todo su potencial como ella lo llamaba, en el fondo era una esclava.

Aun así no sé si hablaría tranquila de esto con la gente de aquí.

- Puedes hablar conmigo si lo prefieres. Lo que hablemos no saldrá de aquí. Te lo prometo. -

Escuchó el relato de cómo había despertado y su hermano ya no estaba. De la sorpresa del momento, y supuso la rabia e indignación que debió de sentir. Ya le había dicho que lamentaba el destino de su hermano, no era cuestión de echar más leña al fuego.

- Creo que te equivocas con Naewen. – Dijo a Isenya. – Es amable contigo y quiere llevarse bien contigo. Pero dudo que te tenga miedo. ¿Debería tenerlo? – Preguntó.

- Eso de la dureza y la autosuficiencia…  Si eres estricta con ello acabarás quedándote sola, y nadie quiere algo así. – Comentó. – La gente que estaría contigo sería únicamente por interés y no porque quisieran o les resultaras agradable. Sólo les interesaría tu cercanía por poder, mágico, político o lo que fuera… -

El hombre negó con la cabeza. – No creo que nadie desee realmente algo así. -

Sonrió y se encogió de hombros. - ¿Planes propios? Desde luego, pero de seguro que no son tan ambiciosos como los tuyos o los de cualquier otro de los presentes aquí. – Comentó.

Escuchó la pregunta de la mujer y se percató de cómo la curiosidad invadía su mirada. Marcus sonrió. – No me importa que me preguntes, tranquila.

Se tomó un par de segundos antes de contestar.

- Aun no estoy al tanto de lo que pensáis realmente respecto al sexo. De vuestra visión respecto al mismo. – Explicó. – Pero quiero aclarar que para mí no es un tema tabú exactamente. Eso sí, en vuestro caso es… no sé… la lujuria impregna cada estrato de vuestra sociedad. Parte de vuestro poder se alimenta de él… y yo lo considero como algo íntimo y especial. – Le costaba explicarlo.

- Sí, sé que quizá sea una visión cerrada y limitada y, créeme, estoy esforzándome por pensar de distinta forma. Pero toda una vida de creencias casi opuestas al respecto son un peso enorme contra el que luchar. – Inspiró hondo…

- No sé. ¿No piensas que quizá algún día halles a alguien especial? – Preguntó. - ¿Alguien a quien ames por encima del resto? ¿Alguien que eclipsará a todos y todo lo demás, y con quién desearás pasar cada milésima de segundo de lo que te queda de vida? – Preguntó. – Quizá suene demasiado ideal… pero me gusta pensar que hay alguien así para mí ahí fuera… en algún lugar.

Se removió algo incómodo sentado en el suelo. – La verdad es que nada me impediría disfrutar del camino hasta que encuentre a esa persona especial… pero lo veo como… no sé… quizá una mancha en el honor o la memoria de esa persona que aun no he conocido y que puede que nunca conozca. – Explicó.

- Dicho así sí que suena limitador. – Accedió con una leve carcajada.

Al final, escuchó la definición de consorte para los eurythnios, y le sorprendió.

- Nunca había pensado en la definición de consorte como algo así. – Admitió tras la explicación de la muchacha. – Suena casi hasta… aceptable para mis creencias, prejuicios o como quieras llamarlos. – Admitió sonriendo.

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28/11/2016, 18:04
Isenya

- Gracias Marcus.- Agradeció la joven con una sonrisa franca y depositando su mano de piel sedosa en el brazo del explorador. Solo fue un instante de contacto pero Marcus nunca habría creído que el simple tacto de una piel sobre otra pudiese sentirse así. Era como haber salido de una vida en una oscura cueva para encontrarse con el cielo estrellado.- Creo que si podría confiar en ti, pero yo también tengo mis “supersticiones” como las llama Lucce.- Añadió dirigiéndole una sonrisa que enmarcaba unos hoyuelos perfectos.

- Naewen es amable con todo el mundo Marcus, y es encantadora. Pero no sabe que hacer exactamente conmigo ¿Debería? En mi opinión no Marcus, pero el caso es que me lo tiene, como tu, y por la misma razón que tu.

- Eso dice Lucce, Marcus.- Respondió la joven sobre quedarse sola.- Y puede que tengáis razón pero en mi mundo… en mi vida anterior, confiar ciegamente conducía a caer sin remedio. Pero siempre es más fácil ver el error ajeno ¿No Marcus?- Preguntó la joven quitando hierro a sus palabras con una sonrisa dulce y preciosa.- Por ejemplo ¿No has pensado tu que limitarte con la expresión de tu cuerpo solo te hace perder oportunidades de vivir más intensamente la vida y te condena a que tu primer vez con esa persona que ames se eche a perder? Por que Marcus, ser virgen no es nada especial. Es como ser novato en una batalla.

- Ah, pero mucha gente lo deseaba. El poder requiere sacrificios Marcus, y mientras algunos pueden decidir servir sin competir otros necesitamos esa competición. Preferimos caer por haberlo intentado que jamas saber de lo que somos realmente capaces.

- De todos modos nuestras vidas eran muy distintas a las actuales. Piensa en los aprendices de un mago rúnico, todos jóvenes de gran talento que pasan décadas con su maestro. Poco menos que hijos, o poco más, según a quien preguntes. También estaban nuestros harems, nuestros familiares, los aliados que llevabas siglos conociendo...

- Y piensa que las vidas de un mago rúnico podía contarse fácilmente en siglos e incluso la del más humilde ciudadano duplicar la esperanza de vida de los korvosanos nobles. La gente cambia Marcus, y eso no es una opinión, es un hecho. E incluso viviendo juntos a todas horas dos personas acaban por cambiar de formas distintas y lo que antes era lo ideal ahora solo esta bien. No Marcus la única forma de que funcionase una relación como vuestro matrimonio es anulando a uno de los dos miembros de la pareja, pero para eso tenemos a nuestras concubinas. No Marcus, si lo piensas en una sociedad con igualdad entre ambos cónyuges difícilmente puede ser una normal algo como vuestro matrimonio.

- ¿Por que crees que practicar sexo con otra persona supondrá una mancha para el “honor” de tu cónyuge Marcus?- Preguntó la joven como animándole a reflexionar.- ¿Es algo único y especial en una pareja? Pues claro, pero lo es aun más el hablar y compartir la esencia de lo que somos y vuestra cultura no lo ve mal. Aunque es cierto que hay otras culturas modernas que si.

- Lo ideal es muy bonito Marcus, pero es una trampa. Piensa que vivimos en el mundo real. Así que si me permites darte un consejo es que vivas una buena vida y no desperdicies tu tiempo en tratar de vivir una ideal. Eso no existe.

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30/11/2016, 17:04
Marcus

El contacto de la mano de la joven descolocó a Marcus. No era algo que esperara, y desde luego, no esperaba que fuese a sentir algo así. Aun así no se retiró ni hizo amago alguno de placer o desagrado. Simplemente bajó la mirada hacia la mano, con una curiosidad extrema.

Pero en menos de un segundo devolvió la mirada a Isenya.

- ¿Naewen te teme por la misma razón que yo? – Preguntó sorprendido. – Me sorprendería mucho. – Dijo sonriendo… pero todo podía ser.

La pregunta de la joven tenía mucho de acertado, y el explorador asintió. – Sí… Siempre es más cierto ver los errores de los demás y obviar los propios. – Admitió. – No considero que ser virgen sea algo especial… - Aclaró. – Pero en el caso del sexo… para mí implica una confianza extrema en la otra persona… No he pasado el tiempo suficiente con ninguna mujer para llegar a sentir tal confianza.

Asintió con la cabeza. – Seguramente me esté limitando y esté perdiendo oportunidades únicas de vivir, de sentir… - Admitió. – No soy un hombre de ideas cerradas ni estoy obcecado con un ideal. A veces me replanteo este pensamiento, pero por ahora estoy contento con mi decisión. -

Escucho con calma toda la explicación de Isenya. Sorprendido de cómo lo veía la mujer, casi se quedó sin habla y no dijo nada hasta que ella acabó.

- No lo creo. – Dijo al final. – Un matrimonio como el nuestro puede funcionar sin tener que anular a ninguno de los miembros. – Estaba plenamente convencido de ello, y la verdad es que nada de lo que había dicho Isenya le había convencido de lo contrario. – Sólo hay que encontrar la persona adecuada y basar la relación en el respeto mutuo. -

- Esa mancha en el honor de la que hablas, - explicó, - para mí es clara. Supone una falta de respeto hacia tu pareja. Supone que buscas en otro sitio lo que tu pareja no te da o no puede darte. Porque se supone que con tu pareja puedes compartir todo. Debes compartir todo. Si puedes tener sexo gratificante con tu pareja… ¿por qué buscarlo en otro sitio? ¿Por el puro placer? ¿Porque para vosotros no significa nada más que la expresión de vuestro cuerpo? Si lo comparas con hablar y compartir la esencia de quienes somos… no me parece una comparación justa. También vería mal que por ejemplo, yo estuviera compartiendo contigo algo sobre mí, sobre cómo soy o cómo me siento, si no lo  hubiera compartido antes con mi pareja. Ella siempre estaría primero. Y aun si lo hubiera hablado o compartido primero con ella, no debería sentir la necesidad de compartir ese sentimiento con otras personas… - Explicó. - ¿Qué después de contarle a ella algún secreto íntimo, me veo con la confianza para explicárselo también a otra persona? Vale… Pero presupone también mucha confianza en esa tercera persona. Y no, eso no sería la norma. -

Era difícil discutir o argumentar en ese campo con gente con una mentalidad como la eurtyhnia… o como la mentalidad que tenían Naewen o Selt. A Marcus le resultaba frustrante en ocasiones, pero no cesaría de intentarlo, siempre y cuando le preguntaran por su punto de vista, como en aquella ocasión.

- Lo ideal no es sólo muy bonito. – Concedió. – Para mí, la vida carece de sentido si no intento al menos buscar ese ideal. ¿Por qué conformarme con lo real? Desde luego que está muy bien disfrutar de lo que hay… ¿pero por qué limitarse a eso? Yo prefiero buscar algo más. – A lo mejor no era el explorador el que era corto de miras.

- Hasta hace bien poco, a cualquiera que le preguntaras sobre Thassilon, o ni había oído hablar de ello, o te diría que fue una civilización extinta. Si les mencionases un thassiloniano, te dirían que eso no existe. Pero había gente interesada… y no cesaron de buscar. Y os encontraron. – Explicó. No era una comparativa muy buena pero quizá le ayudara a entender a Isenya. Los compatriotas y contemporáneos de aquellos buscadores de civilizaciones antiguas les habían tildado de locos. Y ahora, ahora tenían que comerse sus palabras porque una civilización que supuestamente no existía había resurgido de sus cenizas. ¿Por qué conformarse con lo real cuando podían buscar un ideal?

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30/11/2016, 17:50
Isenya

- Por supuesto que si. Que ambos me veáis como alguien sexualmente agresivo y tengáis intenciones de evitar el sexo conmigo hace que tengáis los mismos motivos, aunque sean razones distintas las que os llevan a ello.

- ¿Con ninguna mujer?- Preguntó ella sorprendida volviendo la cabeza hacía Marcus.- ¿Y eso?

- Puede que tengas razón en eso Marcus.- Replico la joven sobre el matrimonio moderno.- Mis prejuicios pesan, aunque ese tipo de… contrato para algo tan personal me parece una antítesis. Pero aun así, por lo que he leído, es difícil encontrar una cultura en este mundo vuestro que considere iguales a ambos sexos.

- Es una comparación más válida de lo que crees Marcus. El sexo no es solo “sexo” igual que hablar no es solo “hablar”. El sexo es tan variado y es al mismo tiempo una forma de comunicación tan afinada como el habla. Tratas el sexo como trataría alguien al habla si considerase que solo iba a decir “te amo” a todo aquel con quien hablase.- Explicó la muchacha con aquella voz musical y de entonación perfecta.

- El descalificar el sexo “por puro placer”, y no es el único aparte del intimo, es como descalificar el pasar tiempo de ocio con alguien que no sea tu pareja o charlar con alguien solo por placer ¿En que se diferencian realmente esas dos actividades del sexo por placer? Y a decir verdad yo considero más importante la conversación que el sexo en la esfera de lo íntimo.

- Lo ideal, la perfección, es algo a aspirar.- Asintió Isenya.- Pero no es forma de vivir, la perfección nunca se alcanza y nunca se consigue Marcus, si vives según un ideal en lugar de aspirar a él para mejorar a él lo único que consigues es limitarte.

- Pero tranquilo, no te quiero convencer, solo te aportaba mi parecer.- Dijo Isenya posando una de sus delicadas manos en el hombro de Marcus mientras se ponía en pie con gracia felina, estirando su atlético cuerpo de una forma… estéticamente MUY agradable. Y ni siquiera lo había hecho intencionadamente. Entonces la muchacha le sorprendió dándole un beso suave y cálido en la mejilla que consiguió de algún modo elevar varios grados la temperatura de Marcus.- Thassilon despertó de un largo sueño Marcus, no fue encontrada. Y tu deberías despertar de tu sueño y no esperar a que Naewen te encuentre.- Le susurró antes de alejarse en dirección al bullicio.

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01/12/2016, 15:22
Marcus

¿Con ninguna mujer?… ¿Y eso? La pregunta resonó en la mente de Marcus varios segundos.

- He vivido siempre en la naturaleza, entre cazadores, viajando, cazando y en general… aislándome del mundo.Explicó.No te creas que conocí a muchas mujeres en mi juventud. Añadió. Después… tras la muerte de mi padre, - dijo sin variar un ápice su tono de voz, - me dediqué en cuerpo y alma a mi trabajo. Acompañé a muchas caravanas y a algunos mercaderes. No tuve ocasión de compartir algo más que escasas, pobres y contadas conversaciones con alguna de las mujeres que viajaban en esos trayectos.Continuó explicando.

- Lo más parecido a una amiga que he tenido, - añadió hablando en femenino, - ha sido Naewen, y nos conocemos hace relativamente poco. Se encogió de hombros.Bueno, miento, tuve un par de compañeras de viaje… Fueron unos cuantos meses pero como te dije… no me inspiraban ese tipo de confianza. –

Era como si realmente el joven no hubiera tenido oportunidades en su vida, aunque oportunidades para el sexo sí que había tenido. Marcus era bien parecido, era un hombre alto, fuerte y de constitución robusta, y cada vez que entraba en una taberna, muchas mujeres se fijaban en él. Pero siempre había ido por trabajo y había ignorado todo tipo de atenciones. Si su padre hubiera seguido otro camino, quizá Marcus en su adolescencia hubiera vivido en otro ambiente y habría tenido otras oportunidades… Su vida no sería la misma y él no sería el mismo. Pero no había sido así.

Marcus asintió después. – Sí, desgraciadamente tienes razón. En nuestra cultura no encontrarás más que a indiviudos con esa mentalidad sobre la igualdad de sexos… No es la norma, y ahora mismo no recuerdo civilización alguna en la que en general se piense así… - No podía negarlo. Isenya tenía toda la razón del mundo al respecto.

- Estoy dispuesto a aceptar lo que dices. – Admitió a la joven. Que el sexo no fuera sólo sexo, sino que fuera un tipo de comunicación válida. Era una forma de pensar muy distinta. Interesante pero distinta. El explorador jamás lo había visto así, pero tras hablar con Selt había decidido dar una oportunidad a otros puntos de vista y no cerrarse en banda. – Pero dadme tiempo. Cuesta adaptarse y tratar de no pensar en el sexo como… eso, como sexo. – Explicó. – Es toda una vida de ciertos pensamientos inculcados.

No le resultaba fácil, la verdad.

- Gracias por darme tu punto de vista. – Dijo a la joven mientras ella se levantaba y le besaba en la mejilla. – Créeme, lo aprecio y lo tendré en cuenta. – Dijo convencido.

No pudo evitar dirigir su mirada hacia ella mientras se alejaba. Verdaderamente Seltyiel iba a tener suerte esa noche. Marcus sonrió, aunque su sonrisa se ensombreció un instante con las últimas palabras de la eurythnia. Debería despertar de su su eño y no esperar a que Naewen le encontrara. ¿Cuánto tendrían de cierto?

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02/12/2016, 15:10
Isenya

- Es malo vivir aislado.- Reconoció Isenya con familiaridad.- No solo hay una parte de ti que no crece como debería, si no que cuando pierdes una parte de esa vida (un padre, un hermano...) te vuelves un poco loco. Como si el mundo se desmoronase bajo tus pies.

- No somos quienes para darte tiempo Marcus. Nadie pretendía presionarte para nada que no desees o no estés preparado. En Eurythnia nunca se hacía eso. Además siempre hay tiempo, hasta que se acaba. No des nunca por hecho que alguien estará ahí cuando abras los ojos, vive cada momento.

La muchacha dijo eso mientras ya se alejaba perdiéndose entre la vegetación en dirección al bullicio de la fiesta.