Partida Rol por web

Antes de que pudiera hacer nada por ayudar al pobre pokemon caído salieron unos bandidos de entre los árboles. Por fortuna para mí, en mis viajes no había tenido ningún encuentro como este, pero eran tal como los juglares los describían: rufianes sin corazón.

- Vamos, Kana - mi compañera se pudo rápidamente delante del primer bandido que había salido - no podemos dejar a estos malhechores sin castigo.

   Aunque tenía intenciones de hacer caso a las palabras de mi compañero más adulto, entre el rezo y las ganas por ir a ver que había pasado el animal, me hicieron quedar un tanto distraído sobre la emboscada. 

    Fiusshhh ! - Silvaba para llamar la atención de mi compañera  - Gorda, ayuda con es'e !! - apuntando al chico de rostro pintado - Sel del mal, ni 'u ni 'u nariz chis'osa nos impidilan complal en el pueblo.

Tuatha miro con una sonrisa de autosuficiencia a Goblina.

-¿Que te emo to o de valo? peó si estamo tieso, mejo, denno vosotro to lo que tengai...

Dijo mientras se lanzaba contra Goblina.

-Amo Cú, amo a enseñale de o que tamo esho dale caló a ese bisho de lo arbole evolucionao

Ordeno a su fiel compañero, mientras ella se encargaba de enseñarle una lección a la chica de piel verde.

Llevé ambas manos a la espalda y mira hacia Airi con una sonrisa, tratando de poner la menor cantidad de angustia sobre la pequeña antes de explicarlo- Cielo, ve... -pero antes de poder decir nada más el sonido tan característico de un arbusto revolviéndose me hizo detenerme para vigilar como un loco pintado salía a intentar emboscarnos. Suspire a la vez que Oki por tremendo espectáculo.

Acto seguido otra persona más salió desde nuestra espalda, como acto reflejo mi cabeza se inclino ligeramente hacia un lado mientras abría ligeramente los ojos. Aunque claro que no eran solo dos personas, un tercero al fondo del camino, al cual sinceramente no preste mucha atención. Todo el mundo se preparaba para pelear contra estos malhechores y yo deje que se distribuyeran como quisieran siendo el último en elegir. Si la situación hubiera sido diferente habría elegido otro curso de acción pero estábamos encerrados entre esta chusma así que poca opción había si no quería pelear. Era más sencillo simplemente abrirse camino a base de tortas y lo más importante era tener una ruta de escape así que fui hacia Eula y Tutha para apoyarlas.

- ¿Sabe que señorita? Soy perfectamente capaz de entender porque sus compañeros no prestaban atención a sus planes... Es decir si yo no me encontrara tan prendado por la princesa de mi corazón habría tenido dificultades para concentrarme en este combate. Y disculpe la osadía de mis palabras pero es la mas pura verdad... -con una sonrisa de oreja a oreja me coloque en medio de mis dos compañeras dejando que Oki tomara posición frente a mi para entablar un nuevo combate, el cual seguro sería mejor que el desastre de ayer.

Me posicioné frente al primer bandido y lo miré con ojos implorantes esperando salierme con la mía - señor Musgo, ¿podría dejar de ser malvado, por favor? Como dicen mis padres, una vida honrada, es una vida acertada.

                                                           VS.                                                                                                          

                                                   VS.                                                                                            

Aquella pequeña niña al parecer le estaba hablando a este, algo que comprendió no por el "Señor Musgo", sino porque aquella niña le estaba poniendo una cara de asco tremenda que ni siquiera ella parecía notarlo mientras luchaba por permanecer linda y adorable.

-¿Qué?. -Preguntó el muchacho de verde- ¿Tengo un Moco en la Nariz o algo?. ¿¡Como que Señor Musgo?!. ¡Yo soy Goble de los "Doble Uve", es decir de la "Vanda Verde"!. ¡Así que si no quiero que el Jefe me pegue tendré que terminar con lo que me han encomendado!. ¡Pegar a otros y robarle lo que tengan en los bolsillos!.

Aquella muchacha pintada de verde echó un vistazo a Levan Audex, el cual parecía estar más interesado en otra cosa que simplemente calmar y apaciguar la situación. De hecho la mirada del muchacho se quedó parada en dos puntos de interés que aquella muchacha verdosa sé percató. A fin de cuentas, tener tres éxitos menos que el necesario para superar la dificultad impuesta es considerado como una pifia.

-Ehhh... -Comentó la chica de verde- ¿Estás mirándome los melones?. Sabes que eso es acoso sexual... o lo que sea en un mundo medieval fantástico...

[Combate contra Goble]

[Combate contra Goblina]

La batalla había terminado del lado de aquel joven deforme con pintura verdosa alrededor de su cuerpo, realmente el muchacho no podía creérselo, a fin de cuentas era un combate completamente desnivelado de dos contra uno... Aunque los participantes fueran simplemente dos contra dos pokemon.

-¡He ganado!. -Exclamó el muchacho- ¿Qué tal tu?. He estado viendo que has tenido algunos problemas con la muchacha de campo esa y su Grohwlite... -Como si decir que era de campo en un mundo medieval donde el 90% son de campo fuera a matizar demasiado todo eso- Pero veo que te la has arreglado bien... ¡Pero yo terminé primero!. ¡Y eso que el Milktank estaba bien potente!.

El muchacho parecía estar orgulloso de su victoria sobre sus dos contendientes, pero aún más importante era el hecho de que no solo les hubiera ganado, aún sacrificando a su Nidoran Macho por el camino, sino que lo hubiera logrado antes que ella.

-Bueno, pues lo que decíamos, vaciaos vuestros bolsillos, nos lo llevamos todo. Y si no tenéis nada de valor, nos llevaremos a uno de vosotros, como pasó con los últimos. Que nos dieron un verdadero dolor de culo... para un puñado de rocas con dibujitos...

El muchacho hablaba enserio, tanto que tenía un mazo dispuesto a usarlo contra aquellos seis asaltados.

Aquella muchacha se cruzó de brazos, al parecer esta se encontraba ligeramente herida a causa de todo el daño que había recibido luego de enzarzarse mano a mano contra Tuathanach Glasraich en aquella pelea de chicas en el barro, pero sin barro alguno.

-Callate, -le espetó- al menos yo no dejé que ninguno de mis Pokemon cayera derrotado. ¡Y yo sí que estaba en desventaja numérica!. ¡Incluso uno de sus Pokemon se retiró!.

Desde detrás del carruaje, llegaría el último de los enemigos, este también se encontraba herido, y bajo su brazo ni más ni menos que Jadis, el Vulpix albino de Aneko Oyuki. Al parecer el muchacho también había ganado su batalla particular y había escogido cuál era el premio a llevarse.

-Va-Vamonos. -Dijo al resto del grupo mientras tiritaba- Se-Se-Seguro que al je-je-jefe le gustara esto.

Habiendo ganado aquellos tres combates, aquel trío de bandidos y malechores salieron corriendo hacia el bosque, dejándolos a los asaltados atrás, algunos heridos e inconscientes como era el caso de Tuathanach Glasracich o Aneko Oyuki, y otros simplemente con la moral por los suelos.

      Hmmmmmmmm.... - me quedaba muy de cerca mirando a mi resistente compañera, la cual por desgracia en esta oportunidad se encontraba tumbada con evidente marcas de cansancio - Ehhh, ve el lao posi'ibo mi gorda, al menos conejo morao no seguil molestando - para entonces tumbarme a su lado y darle mimitos hasta que la misma se sintiera mejor como para continuar, obviando quizás algo mas importante en escena, pero... solo era el niño del grupo, tampoco me iba a meter en sitios en donde sabia que no iba a poder hacer mucho mas.

Me había agachado para mimar un poco a Oki que se había visto obligado a abandonar el combate por petición mía y se encontraba desanimado por ello, pero no iba a dejar que le hicieran daño sin razón alguna, le di alguna piedras que tenía en el bolsillo y se entretuvo masticándolas para partirlas un rato.

Tiempo en el que pude observar como los imbéciles seguían con sus amenazas exigiéndonos algo que no teníamos, hasta que uno de ellos vino con el Pokémon de Aneko ¿de verdad iban a secuestrar a uno con tal de llevarse algo? Apreté los puños tan fuerte que casi me hice daño pero me sentí incapaz de hacer nada, mire al mío que aún algo triste soltaba unos pedazos de piedra para coger otra entera. Una vez se hubieron alejado ya comprobé el estado del resto, tanto Tutha como Aneko estaban inconscientes, el único Pokémon sano era Oki y los únicos adultos éramos Eula y yo. Suspire derrotado... Me acerque al cuerpo del Tauros palpándolo un momento mientras pensaba- Eula ¿puedes llevarlos de vuelta a la base? Intentaré ganar algunas monedas en el pueblo por mi cuenta -estaba hablando en serio- No será mucho pero creo poder ganar lo suficiente como para el cebo.

Una cosa era clara, y es que tanto Gorda como Lumine se encontraban actualmente envenenadas, aquel veneno seguía haciendo mella en sus cuerpos aún estando inconscientes, aunque a un ritmo mucho más lento que cuando estaban en mitad de la pelea, pero lo suficientemente peligroso para su salud si no se trataba.