No le quité ojo a la cucharacha gigante durante el tiempo que Crodos estuvo sanándola y me pareció increíble que Seyran permitiese que se curase a semenjante criatura. Quizás tenía que ver en que era un paladín quien realizaba el conjuro. De ser yo, sin duda, por mis reticencias, Seyran no hubiese permitido que sanase a semejante ser y más aún sabiendo ahora con seguridad que era lo que sospechaba: algo maligno.
Pero Crodos parecía ciego aún con todo aquello y se acercó a sanar al mago, cuando llegaron las noticias de fuera. - Lerissa sabe cuidarse sola. - Y ahora estamos en desventaja numérica. - La he visto desayunar insectos como ese de grandes por las mañanas. Solo que esos no hablaban. - Y la verdad es que era asqueroso y jamás lo probaría, por mucho alto nivel en proteínas asegurase la tiefling que tuviese, muy mal tendría que verme para comerme un insecto.
La noche se nos había echado encima y yo por lo menos estaba cansada del viaje. Era lo que tenía moverse con aquella armadura puesta. Pero desde el día de la venganza de Mitil en aquella taberna, donde casi pierdo la vida por negarme a llevarla puesta y querer hacer de cebo para que él pudiese vengarse de su enemigo, me costaba quitármela y más aún cuando iba a dormir junto a criaturas que podrían ser hostiles.
- Crodos, estoy con el mediano. Necesito descansar y el mago recuperar sus conjuros. Y tú también deberías dormir un poco. Si es necesario, velaré tus sueños y me pasaré la noche rezando a Seyran. No descansaré igual pero será suficiente y al menos sabré que estamos seguros de verdad. - Dije dejando claro que la presencia de aquella cucharacha gigante me incomodaba y no me fiaba de ella nada. Tampoco de sus compañeros, pero a quien veía más peligrosa era a ella en ese momento.
Si Lerissa está con Glÿnmaer, ¿para que le marcas en el post, jefe? xD
Me dá que se la han cargado y el bicho ha vuelto invisible... xDDDDDDDD
Crodos separó las manos del exoesqueleto de Krath-Tk, comprobando con asombro que las heridas y fracturas se habían cerrado.
— Mi buena y fiel Akta, no permitiré que pases la noche en vela por mí. Velarás el mío unas horas si así lo deseas, pero también yo velaré el tuyo... Mas antes de eso observa. Seyran, en su infinita sabiduría, ha sanado a este pérfido y malvado ser. Esto es una señal de que lo necesitamos para purgar ese lugar impío, que sin lugar a dudas esconde un mal mayor. Tal vez luego tengamos que administrarle justicia, pero por el momento hemos de acatar la voluntad de Seyran, alabado sea.
Regresó cerca de la sacerdotisa para rezar algunas plegarias más antes de descansar sin quitarse la armadura. El cristal de descanso que colgaba del broche de su capa desprendía un tenue brillo.
— No me tranquiliza que Lerissa esté fuera de este refugio, pero cierto es que es más que capaz de desenvolverse sola. Descansemos ahora, pues.
Finalmente todos se fueron quedando dormidos y para cuando empezaron a despertar, estaban ya todos bastante recuperados, tanto de sus heridas, como de la fatiga del viaje. Todos comieron algo y se prepararon para salir de nuevo al exterior. Al fin y al cabo el espacio interdimensional en el que se encontraban, por confortable que fuera, tenía un tiempo limitado de existencia.
- Recogedlo todo. - Dijo Redrick. - No puede quedar demasiado tiempo antes de que el espacio nos escupa al exterior. - Afirmó con rotundidad. - Questin, ¿podrías salir a investigar mientras nos preparamos?
- Bien. - Dijo el mediano, que ya equipado con todo su material agarró la cuerda, la tiró por la ventana del espacio y descendió.
Desde la ventana pudieron ver como aquel sigiloso mediano se agazapaba entre la maleza y comenzaba a investigar. En pocos minutos desapareció de la vista de todos. No pasó mucho más tiempo hasta que regresó junto a sus compañeros, que para aquel momento ya estaban en tierra firme y es que el truco de cuerda había terminado su vida útil.
- Seguidme. - Dijo entonces. Pero se detuvo y miró a Redrick. - Ya casi no quedan patrullas. Daremos un rodeo.
Tirada oculta
Motivo: Sigilo
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+11)=25 [14]
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+6)=26 [20]
El mediano regordete avanzó en primera posición agazapado entre la maleza y seguido por el resto de componentes de aquel extraño grupo. A lo lejos vieron algunas patrullas, pero parecían más ociosas que vigilantes y cada vez que Himmble veía peligro les hacía detenerse y esperar y cuando éste pasaba, seguían avanzando. Dejaron atrás la zona de la muralla y llegaron a la parte trasera del templo. Himmble señaló hacia un desnivel que se hallaba a unos cien metros de la parte trasera de la muralla del templo.
Todos se encaminaron tras sus pasos y descendieron con mayor o menos destreza el desnivel. Fue entonces cuando localizaron entonces lo que parecía ser un manantial.
La zona del manantial era realmente bella y no podían creer que un lugar como aquel estuviera tan cerca del horrible templo. Un par de zorrillos que estaban bebiendo salieron corriendo hacia su madriguera al ver llegar al grupo. Fue entonces cuando Himmble pasó por debajo de la cascada desapareció de la vista de todos, para volver a salir a los pocos segundos. Haciéndoles un gesto para que le siguieran.
Todos accedieron al interior de lo que parecía ser una caverna natural bastante angosta y con un techo que si bien quedaba lejos de la cabeza de Himmble, algunos salientes si que golpearían con facilidad al resto de miembros del grupo, que avanzó por la caverna algo más de ciento veinte pasos. Allí se encontraba Lerissa y posiblemente también Glÿnmaer, aunque a él no le podían ver. El pasillo acababa en una pared con una escalera de mano que ascendía unos cuatro metros hasta lo que parecía ser una trampilla que debía dar acceso a algún complejo.
Lerissa y Glÿnmaer finalmente se durmieron y descansaron a pierna suelta durante algunas horas. En aquella caverna no hacía ni frío ni calor y se estaba a gusto, sobre todo en el caso de la tiefling, dentro de su saco de dormir. No despertaron hasta que escucharon voces y luego pasos que se acercaban hacia ellos.
Al primero que vieron aparecer fue a Quetin Himmble, pero no tardaron demasiado en llegar algo mojados, el resto de miembro del grupo, Cordos, Akta y Karath-Tk. Volvían a estar todos juntos.
Al final Crodos logró convencerme de que aquella criatura no nos haría ningún mal y opté por descansar todo lo que pudiese y lo más cómoda posible a pesar de llevar la armadura puesta. Y es que no me fiaba de esa cosa y no sabía si el mago y el mediano se pondrían de su lado al amanecer.
Por supuesto, como cada noche, añoré la calidez del cuerpo de mi amado y al despertar no estar entre sus brazos. Por eso desayuné deprisa y alenté a los demás a moverse, pues cuanto antes acabásemos con todo aquello, antes volveríamos a casa, o al menos yo volvería a casa y volvería a los brazos de Mitil.
El mediano nos guió hasta la cascada y me quedé maravillada por el lugar. - Algún druida muy poderoso debe estar protegiendo esto, pues no es normal que tras la oscuridad se oculte esta maravilla. Lástima no haberlo visto antes para buscarle y pedirle ayuda. Creo que nos hubiese ayudado de buena fe con todo esto. - Dije antes de ver al mediano asomar y hacernos gestos para entrar en la caverna.
Una vez en su interior, me ajusté bien el casco. No quería ni perderlo ni golpearme la cabeza. Unos metros más adelante nos esperaba Lerissa. - Buenos días... veo que has dormido con en casa. - Le dije a la tiefling con una sonrisa. - ¿Y la polilla? - Pregunté mirando a mi alrededor. - ¿Ya te la has desayunado? - Bromeé. Estaba de buen humor, porque sabía que después de esto volveríamos a casa. O al menos yo volvería a casa, porque no podía estar tanto tiempo tan lejos de él.
- ¿Subimos ya o alguno tiene que evacuar antes para no hacérselo dentro? - Añadí mirando la escalera lista para ascender por ella.
Abrí los ojos al oír un ruido en la cueva, pero eran solo los demás llegando. Al final estaban todos, lo que significaba que o bien se habían retirado o su capacidad para moverse sigilosamente era tan buena como la nuestra. En cualquiera de los dos casos, allí estábamos de nuevo juntos, por lo que iba a tocar moverse.
Me puse en pie, me estiré, y entonces vi a Akta acercándose a mí, saludándome con buen ánimo e incluso con alegría.
-Vaya, alguien se ha despertado bien esta mañana. ¿Es que tú y Crodos habéis compartido algo más que un sueño? -le dije con una media sonrisa -. No, no me la he desayunado. Las alas me producen indigestión. Pero lo mismo está un poco sordo porque le dije que fuese él a buscaros y se echó a dormir. Será algo de insectos.
Después, miré hacia arriba.
-Voy a ver si todavía hay alguien allí. En el peor de los casos, podemos salir en tromba y lanzar a quien esté por la trampilla para que se rompa el cuello -dije, subiendo y pegando la oreja para ver si efectivamente, se oía a alguien arriba.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+6)=26 [20]
Lerissa pegó la oreja de nuevo a la trampilla. En efecto se escuchaban voces, voces similares a las que escuchó antes de irse a dormir. Hablaban en aquel gutural idioma que Glÿnmaer había reconocido como aquel que hablaban los gnolls. No menos de siete voces diferentes conversaban. Algunas más gruesas y otras más agudas. Era posible que allí hubiera machos, hembras y hasta crías de aquellas criaturas híbridas.
Recuérdame que tire, que se me olvida jajajajajaja, aunque con las tiradas que haces, puedes hacerlo tú todas las veces XD
Negué con la cabeza al pegar la oreja y entonces bajé para informar a los demás.
-Sigue habiendo gente arriba. Cuento siete o más, seguramente gnolls de esos, y algunos podrían ser hembras. Me da que como abramos la compuerta vamos a tener que liarnos a mamporros sí o sí. Pero si seguimos esperando a que se vayan lo mismo nos dan el año próximo. Así que o nos arriesgamos por aquí o buscamos otra entrada, aunque me extrañaría que hubiera algún otro lugar sin protección.
Miré de nuevo hacia arriba, pensando sobre lo que había oído.
-A lo mejor es una especie de guardería y en ese caso, no tendríamos problemas. Yo voto por subir.
Crodos se mantenía encorvado dentro de la cueva. Aún así las vistosas plumas que remataban su preciosamente labrado yelmo se encontraban aplastadas contra el techo de roca.
— El corazón de Akta sólo pertenece a Mitil. Y yo me debo a Seyran y a la disciplina del acero y de la luz. —respondió con toda la dignidad que pudo medio agachado en la covacha a la cornuda y lasciva mujer, cuya mente siempre parecía estar dispuesta a dejarse llevar por la lujuria. — Hembras o machos, viejos o jóvenes, los gnolls son perversos por igual. Si no hay forma de entrar sigilosamente para poder organizarnos, propongo que Kraz... Krtk...— señaló a Krath-Tk con un movimiento vago del guantelete — que ese y yo abramos el camino para daros tiempo a los demás a subir e incorporaros al combate, si dices que será inevitable.
- Podría conseguir que uno de vosotros fuera invisible a la vista de las criaturas que haya allí arriba, pero en cuanto se mueva a losa... - Ladeó la cabeza. - Supongo que se darán cuenta de todas formas...
—¡Menudo alboroto! Así no hay quien duerma —protesto, materializándome frente a los recién llegados antes de bostezar sonoramente y estirar mis extremidades—. ¿Alguien ha mencionado algo del desayuno? No me importaría comerme un par de huevos fritos de codorniz si habéis encontrado un nido por ahí.
Por desgracia, parece que piensan hacerle más caso a la trampilla y a los peligros que esperan al otro lado que a los asuntos verdaderamente importantes. Así que no me queda más remedio que echar mano de mis insípidas raciones de viaje para acallar las protestas de mi flachuco estómago.
—Eso es, hacedle caso a Crodos, los gnolls son mala gente —confirmo las palabras del incontinente acorazado, mientras como a dos carrillos—. Matad a sus niños y violad a sus mujeres; o al revés, eso ya como queráis. En cualquier caso, obligad a los varones adultos a mirar. Que aprenden lo que les pasa a los que van por ahí matando a paladines. Todos son culpables de algo y si no lo son todavía, lo serán si les damos tiempo.