Partida Rol por web

Tras despediros de Klodzinsky, Bruce se guarda la extraña cruz y os lleva a todos al hotel para desaparecer hasta un buen rato después. Bruce es un tipo sociable y amistoso pero con demasiadas ases bajo la manga. En punto, os recoge de nuevo en el hotel al volante de un Land Rover en el que podéis acomodaros para el viaje. Ésta vez su as ha sido una grata sorpresa.
Ann Wolf y Vincenzo Bellini se suman al viaje a Inverness. Durante el camino, el padre se dedica a entretenerse pelando una gruesa rama que pretende usar como estaca.

Bruce saca unos mapas y señala Inverness en él. Se encuentra a unos 350 km de Edimburgo, y no hay má que seguir por la M9. la noche es oscura y, aunque no nieva, cae una ligera llovizna y todo el trayecto lo pasáis con el parabrisas del todoterreno activado.
Bruce Douglas ya ha estado en Inverness, y durante el trayecto explica brevemente para situaros geográficamente. Aunque los ánimos en el coche no están por la labor, un poco de conversación "terrenal" no os vino nada mal.

Inverness es un condado de Gran Bretaña, situado al oeste de Escocia. Se extiende desde el Mar del Norte hasta el Océano Alántico y coprende parte de las Hébridas. Es una zona montañosa, situada en las Highlands, ubicada en el Great Glen, un gigantesco valle que abarca desde la costa este a la oeste. En este lugar, se encuentra la montaña de mayor altitud de Gran Bretaña, el Ben Nevis. Bruce también destaca el que es quizás el lago más grande de Escocia, el Loch Ness, y su capital es Inverness.

Inverness, 27 de Diciembre, 21:23 horas

Cuando por fin llegáis, unas cuatro horas después, comprobáis que la capital es una ciudad-puerto, a orillas de un río emisario del Loch Ness. Un cartel os indica que se trata del Fith Moray. A pesar de ser una ciudad, Inverness capital no prsenta nada interesante a esas horas. Todo aprece completamente nevado con una neblina siniestra. Apenas hay gente deambulando por las calles, aunque parecen concentrarse en algunas tabernas al juzgar por el aspecto de una de ellas.
Entráis en una de ellas.
Se encuentra abarrotada de gente del lugar que se emborrachan bebiendo whisky.

Martín entró en el pub arrastrándose como alma en pena. Cuanto más frío y menos sol, más parecía hundirse en su propia tormenta personal. Sin embargo, el sonido de un partido de rugbi y el olor de la comida escocesa parecieron reanimarlo.

- Voy pidiendo algo en la barra, vayan cogiendo asiento.

Sacudiéndose el frío, se acercó a la barra dejando atrás a los demás.

Vamos.

Patrick acompaña al periodista hasta la atestada barra en la que logran hacerse sitio a duras penas.
El expoli echa un vistazo a una pizarra de madera, donde los menus están garabateados con tiza, sin saber muy bien qué pedir, por lo que le deja a Martín la difícil misión de llamar la atención de la pelirroja camarera que ahora está ocupada llenando unas pintas.

Pero con el rabillo del ojo vigila entre la muchedumbre la mesa en la que se han conseguido sentar el resto de su grupo. En concreto no pierde vista de su enorme mochila que han apoyado contra una vieja gramola que parece no haber funcionado en años.

La razón es la escopeta Remington que oculta dentro.

Patrick se pregunta si la potencia de fuego de esa arma hará mella en esos cabrones chupasangres.
Espera que sí, porque acaban de entrar en el territorio de Urquart.
Si esa cosa se oculta en Inverness desde hace siglos, debe tener muchos ojos y oidos en esta ciudad.

¿Cuánto tardará en darse cuenta de que han llegado aquí?

Bruce se encuentra de buen humor, y pasó todo el viaje intentando dar conversación a los compañeros en el abarrotado Range Rover de 7 plazas intentando hacer mas ameno el viaje. Sin embargo su simpatía y su buen humor era todo fachada.

No le hace mucha gracia que Ms. Wolf venga hasta Inverness. Sus movimientos de caderas pueden ser un deleite para la vista, pero puede llegar a ser un estorbo a la hora de enfrentarnos a Gallagher, Urchudan & el resto de la cuadrilla, si es que hay mas. Y tampoco le hace gracia el rasguear del cuchillo de Bellini contra la rama para hacer su estaca. ¡Le está llenando el coche de astillas además que cada pasada de cuchillo le pone de los nervios!

Una vez en la taberna, caballerosamente aparta una silla para ofrecer un asiento a Ms. Wolf. No se le ocurre ahora mismo como comenzar a buscar a Urchudan o a Gallagher, salvo colgar la daga del retrovisor del coche y comenzar a recorrer la ciudad y a esperar a que se ilumine. Y si no tenemos éxito, habremos de repetir operación por los once mil kilómetros cuadrados de todo Invernessshire.

¿Alguna idea para comenzar nuestra búsqueda? Quizás esa Urchudan sea descendiente de los Urquhart del castillo, pero no creo que sigan allí viviendo en pleno siglo XX. Quizás algún libro de genealogía y de historia local pueda ayudarnos en nuestra búsqueda, en caso de que la mujer tenga sangre azul. ¡No hay tantas mansiones señoriales en esta zona, aunque el condado es gigantesco!. Además, ¿Creeis prudente ir simplemente a visitarla a su casa?

La cabeza me seguía dando vueltas. Por alguna razón quería seguir con esto incluso habiendo estado a punto de haber perdido la vida después del zarpazo de aquel... vampiro.

- Sigan o no viviendo allí es la única pista que tenemos. Puede que parezca una locura pero, ¿acaso hay algo de lo que hemos visto que no parezca una locura? - sonreí tímidamente.

No es ni una sonrisa, más bien una forzada mueca para animar a mis compañeros.

- Gracias, bonita, ya nos lo servimos nosotros, no te preocupes.

Cojo la ronda, dejándole a Patrick la bandeja con comida. Pago y tras soltar una elegante propina de 10 libras, le pregunto a la camarera, como quien no quiere la cosa:

- ¿Ha pasado Urchudan por aquí? Somos unos amigos de Londres y queríamos pasar un rato por su casa, para ponernos al día. ¿Suele venir por aquí?

Bueno. En todo caso, tenemos una daga que, según el viejo, detecta a las criaturas del mal, ¿no?. Bastará acercarse al castillo y ver si todavía tiene pilas. Quizás con esta horrible nevada que ha caído, el camino hasta allí sea un poco mas desagradable de lo normal, pero si os motiva tanto, habrá que ir. contesta Bruce resignado mientras bebe desganado la pinta de cerveza que Martin le ha pedido.

Gary intento dar conversacion al resto sin llegar a conseguirlo, tan solo hablaba el y al poco rato desistio. Realmente no tenia ganas de hablar pero tampoco de pensar, pues solo le venian a la cabeza escenas ya vividas de los dias anteriores o cuentos echos realidad en su mente de viejas historias cuando su abuelo le enseñaba el oficio. Asi pues, como el resto, se hizo un hueco en el coche y espero a que el tiempo pasara mientras el rasgar de aquella improvisada estaca marcaba cada segundo que pasaban en silencio.
"¡Fantastico!, vamos a la boca del lobo y no tengo ni una triste piedra para usar como arma... claro que tampoco tengo una honda como David para darle un buen uso a esa piedra..."

Salir del auto significaba aceptar el echo de estar en tierras enemigas, esto hacia que el frio de esas tierras fuera mas gelido que nunca, ni siquiera ese grueso anorak y sus fieles botas conseguian contener el calor en su cuerpo, que incluso su sangre parecia congelarse.
-¡¡ACHUS!!!
"Perfecto, no me importa viajar, es mas lo adoro, pero porque narices viajamos a un lugar todavia mas gelido que el anterior... Lo siguiente que sera ¿La antartica a combatir a la cosa como en la pelicula que Carpenter?"

Al entrar a la tasca busco con rapidez un sitio donde sentarse sin quitarse su prenda de vestir -Algo caliente para mi, un tequila o ginebra estaria bien.-Le dijo a Martin antes de desaparecer en direccion a la barra.
-Las armas que detectan a las criaturas hostiles, tambien las atrae para que puedan ser detectadas.-Dijo sin alzar la mirada con tono serio.-O al menos eso rezaba un viejo proverbio que encontre, no hace mucho en la amazonia, ¿Habeis estado alli? ese si que es un buen sitio para vivir... bueno, si desechamos a las alimañas, los cazadores aborigenas y las mujeres celosas.-Bromeo mostrando ahora su rostro libre de sombras.-Hablando en serio... Creo que lo mas evidente es ir al castillo, si tenemos en cuenta que es un vampiro, y algo que nos enseñaron los multiples relatos sobre ellos, es que nunca abandonan su hogar, si es que aun sienten que es su hogar.
Nostante... el padre Bellini es el experto en chupa sangres, nos gana a todos al menos 1 a 0 en eso de matar engendros de satanas. ¿Alguna sugerencia?-Pregunto mirando tanto a Belliny como a la atractiva Ms. Wolf
"Curioso apellido... Espero que esta belleza de mujer no le salgan colmillos y pelo, solo faltaria que los licantropos tambien existan...
Cuando tardan estos dos... tengo sed y estoy calado hasta los huesos"

Un escalofrío recorre la espalda de Bruce cuando escucha las palabras sobre los objetos que detectan y al tiempo atraen criaturas hostiles. Se sabe en peligro y no puede evitar sonreir. La vida es un continuo riesgo y eso le gusta.

Se levanta de la mesa y vuelve en breves instantes con las páginas amarillas
Hagamos estacas, por supuesto. responde adelantándose a Bellini mientras hojea la voluminosa guía de Invernessshire buscando el mapa de la región. Lo encuentra y sonríe mientras señala con el dedo:

Estamos al lado, ¿verdad?

Patrick llega con una bandeja cargada de bocadillos humeantes preparados en la plancha de la taberna y desembarca su grasiento contenido encima de la mesa, disculpándose por no haber traido antes las bebidas (lo que hace que Gary haga una mueca de disgusto), pero el periodista está charlando animádamente con la camarera pelirroja, olvidándose por completo de sus sedientos compañeros...

Sin miramientos, coge un bocata al azar y comienza a devorarlo (hay que reponer energías) mientras echa un ojo al mapa de Invernessshire que Bruce ha desplegado.

Sí, es un viaje corto en coche. Traga. No nos costará mucho llegar allí.

¿Encontrar a su presa en su mismo castillo? Su mente de poli se revela contra tanta simplicidad. No puede ser tan sencillo...

Preguntaré en el hotel donde nos alojemos sobre el castillo Urquhart. Quizás hagan visitas turísticas o algo así... Puede que incluso consigamos un maldito mapa del sitio.

- Por fin algo que llevarse a la boca - pensé mientras me masticaba uno de los bocadillos que había traído Patrick

Bebí para acompañar el bocadillo mientras ojeaba, más bien por encima, el plano que había traído Bruce.

- ¿Conocéis la carretera? Hay veces que esos cortos caminos son más largos de lo que parecen - dije pensando en aquellos caminos que recorria con mi mujer para llega a la casa de Pirineos.

Analizo cada bocadillo de la bandeja pensativo, antes de alzar la mirada a la barra y ver lo ocupado que estaba su compañero. Una mueca de desagrado se dibujo en su rostro pero pronto abandono su rostro para dar paso a una mueca que emulaba una sonrisa.
"Ese Zorro de Martin... Cada cual tiene sus metodos para intentar recuperar la propia realidad... le envidio... pero sigo con sed"

Alargo al fin su mano para coger uno de esas bolsas de grasa, pero cuando lo fue abrir recordo aquel bocadillo de salchichas crudas y volvieron las arcadas.
-Creo que esperara al liquido primero...-Dijo sinceramente antes de volver a apoyarse en la silla y estirar sus piernas por debajo de la mesa.
-Estacas... si supongo que seria buena idea, al menos sabemos que eso les mata.-Respondio mientras observaba aquel mapa
"Quien me diria que acabaria haciendo trabajos de carpinteria como en el taller del cabron de Alfonso... ese gordo sudoroso... al final tenia razon".

Todo parece cobrar un poco más de vida tras el largo viaje de casi cuatro horas. La taberna presenta un lleno aunque con espacio de sobra para encontrarse agusto. En algunas paredes podéis observar tableros con información con lo más cultural de la región.

La guapa camarera sonríe pícaramente al dirigirsele a ella Martín aunque más por la intención de ligar que por el comentario en sí.
Patrick realiza unas llamadas para conseguir unas habitacions en algún hotel, pero no es su noche y a esa hora parece estar todo reservado, diablos, acaso es temporada de visitas ? Sin embargo, necesitaréis un cobijo donde pasar la noche antes de visitar el supuesto castillo.

Un robusto y veterano camarero os sirve una bandeja de bocatas calientes y unos refrescos.
- Ahh - exclama al veros - Forasteros eh ? - ahí todos estaban acostumbrados a los desconocidos, pues era el lugar desde donde se solía visitar el Loch Ness. - Espero que todo les resulte de su agrado !

El tabernero se acerca, momento en que Bruce aprovecha para redirigir su conversación. Estaba señalando la foto del castillo diciendo algo así como:

Este es el castle Urquhart. Aquí, en estas ruinas no puede vivir nadie, al menos nadie que guste de viajar en limusina...Oh, Oh, viene el tabernero. cambiemos de tema.¿Ve aquí, dr.Bautista? Las excavaciones se han ido realizando en toda la zona, pero quizás toda la parte del muro Sur albergaba los tabernae y quizás el muro original del emplazamiento picto de Druim na Droichaid y ... y el tabernero oportunamente nos interruumpe.

Disculpe, ¿conoce usted algún buen alojamiento en la zona de Lewiston, Strone o Drumnadrochit? dice Bruce tras echar un vistazo al mapa y memorizar los nombres de los pueblos mas cercanos al castillo.

Estamos preparando unas prospecciones arqueológicas para la Universidad de Glasgow, pues vamos a realizar una ampliación de las excavaciones del castillo Urchudan en la campaña arqueológica de la próxima primavera. Y nos gustaría que el equipo de arqueólogos pudiera alojarse por allí cerca. Bruce miente como un bellaco a sabiendas que esa mentira piadosa es mejor que contar la verdad para evitar el ingreso de sus compañeros en un sanatorio mental.

- Oh, así que están aquí por trabajo. - dice dejando la bandeja repleta de comida y bebida para todos. - Por supuesto, es difícil encontrar sitio en ésta época del año, aunque ya podrían sus jefes haber tomado precauciones al respcto ! - exclama el camarero como si hubiera contado un chiste.

- Si piensan trabajar en el castillo, Drumnadrochit se encuentra a orillas del Loch Ness, cerca del castillo Urquart. Ahí Marion tiene unas acogedoras casas rurales de alquiler, si quieren puedo llamarla a ver si le queda algo... - comenta muy servicial el buen hombre.

Gabriel se sobresalto al no entender a que venian esas palabras, ni siquiera el entendia la mitad de lo que mencionaba, no encajaban con el entorno, hasta que escucho hablar al camarero, en ese momento sonrio y apoyo sus manos en su barbilla mirando a Bruce entretenido. Asintio un par de veces y dejo que continuara el ingles con sus mentiras.
"Este tio es bueno, se nota que es rico"

Di un trago a uno de los refrescos que nos había dejado el amable camarero. Las palabras del mismo me habían ilusionado. Un alojamiento cerca, eso era una buena noticia.

Escuchaba a Bruce.

- Este hombre nunca dejará de sorprenderme. Desde luego no se puede decir de él que sea un hombre con recursos.

Asentí las palabras del camarero.

- Eso sería estupendo, ¿no crees Bruce? - dije prudentemente dirigiendo mi mirada al inglés.