Era un día lluvioso. Los relámpagos se escuchaban por toda la capital y la brisa arrastraba la lluvia, arrojándola con fuerza contra todo lo que estuviese en su camino: edificios, personas, la caravana presidencial camino al parlamento. El clima no era más que el reflejo del ánimo general. El último gobierno había promulgado una política fascista: Una ley especial de registro de extranjeros, con varias limitaciones draconianas a sus derechos por sobre los de los ciudadanos naturales de nuestra joven nación. Y el rumor general era que, con el desempleo y el crimen, lo natural era controlar a los culpables, a los extranjeros que venían emigrando de sus países menos exitosos y democráticos, en busca de un lugar mejor.
Y con este clima de desconfianza, entra el saliente presidente, seguido por su canciller, a tomar su lugar correspondiente en la asamblea. El país espera, con curiosidad, con pasión y con división profunda, la decisión del parlamento con relación al próximo gobierno. Sin embargo, no se da inicio a la sesión, pues hace falta uno de los honorables senadores. Y tras casi una hora de espera, la puerta principal se abre, al tiempo que un relámpago ilumina todo el lugar, y un viento frío se adentra en la cámara, la lluvia penetra el sagrado recinto de la asamblea, y allí está, Leopoldo Capriles Allup, empapado de pies a cabeza, escoltado por dos policías con impermeables, quienes lo escoltan hasta su puesto.
Los rumores eran ciertos: al parecer alguien había denunciado el presunto origen foráneo de Leopoldo y las autoridades habían pasado toda la noche investigando e interrogándolo por orden del ahora ex-presidente Arnulfo Paredes. Las conclusiones de dicho proceso eran clasificadas y todos allí sabían que sólo el mismo Arnulfo tenía los resultados en su poder. Y que no había legislación ni votación que le obligase a revelarlo si él así no lo quería.
Y sin embargo, en medio de aquel clima de pesimismo general, da inicio a la nueva sesión, y es el candidato a presidente, Rupert Sommerfield, quien da un paso al frente para dar inicio a las deliberaciones sobre quien será su próximo canciller.
Comienza la octava ronda.
El gobierno saliente de Arnulfo Paredes y Scott Philips ha aprobado una política fascista, por lo que el presidente ha tenido el poder ejecutivo de Investigar Afiliación y lo ha usado sobre Leopoldo Capriles Allup.
Rupert Sommefield es el nuevo candidato a Presidente, tiene hasta el Lunes 8 de Mayo a la medianoche para anunciar su candidato a la cancillería (o este será le será proporcionado vía dados). Ni Arnulfo Paredes, ni Scott Philips, pueden ser propuestos como candidatos. Esta escena está abierta para que debatáis desde ya, os presentéis y demás, pero es él quien tiene la última palabra.
Una vez elija su candidato (Declarándolo en Notas, con un sencillo "mi candidato es..."), pasaremos a la fase de votaciones para el nuevo gobierno.
Los Liberales tienen 4 de las 5 políticas necesarias para ganar, los Fascistas tienen 2 de las 6 políticas necesarias para ganar.
Si el siguiente gobierno promulga una Política Fascista, el Presidente podrá usar el poder especial de Convocar Elecciones Extraordinarias.
Si el siguiente gobierno promulga una Política Liberal, los Liberales ganan el juego.
Dado que el turno anterior las cartas se acabaron, las políticas fueron re-barajadas, obviamente sin incluir las que han sido promulgadas.
Mi buen amigo Leopoldo, no menosprecio su entusiasmo al presentarse como voluntario. Pero ya tenia en mente a otro candidato. Se que me recriminara por no elegirle, se que nuestra unión funciono en el pasado. Pero también a de saber que fue en distintos puestos, usted era el Presidente y yo el canciller, y su propuesta de política no fue clara. No fue totalmente liberar, puede que esto no se culpa suya, y seguramente no lo sea. Rupert decidió dejar el argumento en el aire y no formular una falsa acusación sin pruebas, esa clase de demagogia no era su estilo de política. Rupert era un hombre de honor y solo lanzaría una ofensa así si fuera capaz de sostenerla con pruebas.
Mi candidato para Canciller fue el ya elegido Sancho Pérez, primer presidente del un gobierno liberal.
Candidato para Canciller: Sancho Pérez.
La candidatura oficial es presentada al parlamento. El candidato a Presidente es Rupert Sommerfield y su candidato a Canciller es Sancho Pérez. Es ahora el turno de los honorables parlamentarios de discutir y votar si aceptan esta nueva opción de gobierno o si por el contrario, le dan la espalda a esta alternativa para el nuevo año.
Candidato a Presidente
Candidato a Canciller
Las votaciones están oficialmente abiertas. Ésta escena y las votaciones estarán abiertas a todos hasta el Viernes 12 de Mayo a la medianoche. (5 días, sin contar el Domingo). Si a partir del Miércoles, todos los votos han sido emitidos, la escena podría cerrar antes.
Traicionados! gritó Arnulfo ¿Como has podido hacer esto Toddy? Traicionar a lo mas sagrado, la confianza de un camarada ¿No se te cae la cara de vergüenza maldito fascista? Y sacudiendo la cabeza añade Solo una cosa buena se ha obtenido de tu maldad y estupidez Toddy. He investigado y confirmo que aquel quién tanto alababas Leopoldo, uno de los de tu "lista" ¡es un fascista!
Leopoldo entra al hemiciclo tembloroso y empapado, titiritando del frío y pálido por su reciente trato como un criminal por parte de la policía política del recién electo régimen fascista, no lleva los ostentosos trajes que acostumbra a vestir ni va a acompañado del batallón de asistentes que siempre están a su vera, esta vez no lleva más que un enjuta camisa blanca de franela, un crucifijo de madera atado con una cuerdita a su cuello y una mirada sumamente reflexiva. También iba sin afeitar, pues la policía había allanado su casa en Lomas de la Lagunita en horas de la madrugada sin aviso y sin orden judicial. Se veía visiblemente afectado por la negativa de su anterior canciller ahora electo presidente de nombrarlo canciller.
- La verdad fue dicha a mis electores cuando hice entrega de mi gestión, en la memoria y cuenta que hice ante este mismo Parlamento. De las tres políticas, dos eran fascistas y una era liberal. Escogí entre una liberal y una fascista con la esperanza de que tú escogieras la liberal por el bien de todos y todas en este gran país y no me decepcionaste, ni a todos los que confiaban lo mejor de ti. En estos tiempos esperaba una apuesta segura, sin embargo, solo el tiempo dirá lo que es correcto.
Hace una pausa y mira a Arnulfo, quien recientemente había promulgado una política fascista.
- Si mi encarcelamiento sirve para que todo este país DESPIERTE bien valdrá la pena. No temo de gobiernos fascistas como el suyo señor ex presidente. Mi conciencia está tranquila como liberal que he sido siempre a carta cabal. Mis credenciales lo demuestran. Usted es un fascista señor Arnulfo, ha ordenado a su recién creada policía política que allanara mi casa y mis pertenencias sin la debida orden de un juez, negandome el derecho a la defensa y al debido proceso. ¿Eso es lo que quieres para la nación, un país sin garantías constitucionales a sus habitantes? No lo tendrá señor Arnulfo. Antes tendrá que matarme.
La escalada discursiva solo podía deberse al ambiente de tensión que reinaba en el país luego de las nefastas políticas fascistas que habían hecho retroceder el avance que se había logrado con el paso de varios gobiernos liberales, entre los cuales se encontraba el que él mismo encabezó con una gestión perfecta.
Que el canciller Scott tuviera en su haber una política fascista era... refrescante, seguramente que estuviera en la misma situación que el y su caciller(/a) en el momento de elegir leyes o puede que realmente no fuera mas que un fascista con traje de liberal. Pero antes de atacar y echar mierda, como fácilmente hacían otros contra él. Doble B dejaría que al propio auto-nombrado rey de los liberales que se defendiera con su mejor escusa y solo entonces tal vez le dirigiera la palabra.
Mientras tanto atendería a lo importante en aquel momento la elecciones actuales en la cuales al menos uno de los presentes conocía su bando y como lo hiciera la ultima vez.
-Después de la desilusión por parte de muchos de los presentes, espero que este nuevo gobierno este a la altura, no tengo clara su postura Sommerfield, pero confió en el Sr.Pérez ya dejo clara su postura en el pasado y espero que sea igual en el presente, por lo que si nadie tiene nada mas que decir en contra, este gobierno puede contar con mi voto. A no ser que el propio candidato a Canciller tenga algo que decir al respecto.
Tampoco quiso discutir sobre lo que el anterior alcalde tuviera que decir sobre su investigado, personalmente Blaine pensaba que aun quedaban otras partes por hablar al respecto para poder tener una opinion clara.
Sancho Pérez sintió un escalofrío mientras Leopoldo Capriles entraba en el hemiciclo hecho unos zorros, pues recordaba cuando él pasó por la misma situación tras el primer gobierno fascista. Por lo menos, la investigación de Sancho había servido para demostrar de una vez por todas su condición liberal, excepto para quien no quería ver lo evidente. Sin embargo, la investigación de Leopoldo parecía que iba por camino contrario, que parecía ser fascista. Todavía no tenía una opinión formada al respecto, pues su confianza en Arnulfo había decaído tras la política fascista promulgada. La única conclusión clara era que la enorme bocaza "liberal" de Scott, o Toddy el facha como se le empezaba a conocer en los corrillos, había demostrado ser más fascista que nadie.
Entonces, una voz amiga le despertó de sus pensamientos al nombrarlo candidato a canciller, y se levantó del escaño para intervenir:
-Amigo Rupert, o debería decir Presidente, agradezco enormemente la confianza depositada y no le defraudaré.- Y se giró al resto de la cámara. -Señorías, les ruego que apoyen la candidatura de Rupert y mía para devolver a nuestra nación a la senda del liberal-socialismo tras este insolente gobierno fascista. A las políticas liberales yo digo... ¡SÍ ES SÍ! ¡Nuestro país será la envidia de todo buen liberal!
Habiendo otros candidatos que han mostrado, y demostrado con hechos, su lealtad al partido liberal me extraña bastante que el señor Sommerfield haya escogido como candidato a Canciller al caballero Sancho Pérez. La verdad es que no sé que pensar al respecto, mi primera intuición es votar en contra. ¿Que opinan el resto de compañeros liberales del parlamento?
-No creo que yo decepcionara a nadie. ya dije que Arnulfo era facha. Y ha salido lo que os avisé que saldría de apoyar a ese Presidente, y fue él quien hizo campaña para que saliera ese gobierno, yo no luché por él, al contrario, y la mayoría de los que lo han apoyado eran fachas. En cuanto a Sommerfield la teoría de que podía ser Hitler es mayor ahora. Hace días, cuando fue canciller, todos le votaron, liberales y fascistas. Que elija a Sancho lo demuestra. No me hicísteis caso antes cuando dije de no formar gobierno, y mirad como ha salido. Hacedme, por favor, caso esta vez. Las veces que no lo habéis hecho y que yo he votado no ha resultado gobierno fascista. Las veces que he dicho sí, hasta ahora, han resultado bien. Aunque en algunas estuviera Sommerfield, que supongo, ha jugado al despiste para llegar a donde está ahora. Sanchez es, sin duda, fascista. Sommerfield hasta ahora podría no haberlo sido, pero viendo en quien deposita sus confianzas, va a ser difícil confiar más en él.
Esperaba que esta vez denegaran el gobierno y elijieran el siguiente con más cabeza.
Arnulfo hace burla de Phillips imitandole de forma amanerada y señalando a otro parlamentarios Tu me caes bien: liberal. Tu no quieres ser mi amiguito: fascista. Tu ayer me caías bien pero hoy mal: fascista. Y levantando el dedo de reñir añade Venga Toddy que ya se te ha visto el plumero: eres un fascista de manual y además uno bastante poco inteligente. No contento con haberte retratado delante de todos con tu inmundo trapicheo para socavar a un gobierno liberal cuyo único error fue creer en las personas ahora te revuelcas en tu propia inmundicia. Y ya más serio dirigiendose a la camara añadió Ved como las famosas "listas de Toddy el Facha" no eran más que falsedades y calumnias. Fijaos además que si hay tres fascitas entre nosotros y Toddy es su Gran Brujo quedan otros dos. Uno es, ya lo sabeis gracias a mi investigación y el silencio inculpatorio de Toddy, Leopoldo el Rancio. ¿Quien será el otro? Pregunto dejando que las dudas volasen en el aire Creo que lo mejor es acudir a la propia lista que Toddy en su estupidez nos dió delatando a su compinches. ¿Y a quien encontramos ahí? Pues mirad que mis sospechas se encaminan hacia Turing. Entristeció su rostro Pero creo ya lo sabeis en la bondad. Así que pido a Turing que de un paso al frente y declare su amor a la república ¡comprometiendose con la estabilidad y el buen gobierno!
-De verdad, Scott, que no entiendo el tipo de problema personal que tienes conmigo. No sólo no he formado parte de ningún gobierno fascista (¿acaso puedes decir tú lo mismo?), sino que he sido investigado injustamente por uno de ellos para acabar demostrándose que soy liberal. Tampoco entiendo tus insultos completamente injustificados a Sommerfeld únicamente por elegir a un candidato que no estaba en tu lista de camisas negras. Te decepcionó cuando fue tu canciller y eligió liberal, ¿no? Y ahora piensas cobrarte la venganza. Por suerte, con tus hechos te has descubierto, y cada vez hay menos parlamentarios en esta cámara que se crean tus mentiras. Rupert y yo ya contamos con tu no, pero yo hago un llamamiento al resto de políticos honrados como un servidor, que crean en el liberal-socialismo, que nos den una oportunidad y no les fallaremos. Tú ni siquiera te mereces el asiento que tienes aquí, ¡Toddy dimisión!
Hizo un breve comentario para pasar a emitir su voto.
- Quiero... quiero pero no puedo votar a favor por este Gobierno. Decía un Leopoldo visiblemente afectado por las torturas, tratos inhumanos y crueles de los que fue víctima por el gobierno de Arnulfo Paredes.
— Disculpad, compañeros parlamentarios —interrumpió Alan levantándose ligeramente de su asiento y alzando un poco su índice pidiendo un segundo más de silencio—. Debo confesar que mi confianza es más próxima al señor Scott Philips que al parlamentario Paredes. He valorado que no necesariamente tuvieran que ser excluyentes pero cada valoración ha llegado a la misma conclusión: la vehemencia de Paredes es demasiado cristalina para no leer en ella el color de la opresión.
Volvió a apoyar sus posaderas y sus dedos quedaron pensativos bajo su nariz.
— Pero este no es el problema, la cuestión, el interrogante que nos atañe ahora. Y no veo razón para malpensar de Sommerfeld, si bien me preocupa la entrada a la consejería de un hombre hecho santo por pecadores, religión al margen.
Asintió para sí — Aun así estamos a tiempo de pasar un test en beta. Desconozco todavía cual será mi voto aunque bajo mis dedos se encuentra el "no".
-No tengo nada contra Sommerfield pero sí hay dos cosas que me hacen sospechar de él. una, recibió votos de apoyos de todos los fascistas. Y aquí ni listas ni tonterías, todo el mundo le votó, así que los fascistas van en el lote. Sin duda, es insólito. Segundo, Sanchaez, aunque no haya participado como dice en ningún gobierno fascista ha sido yo creo porque no le han dejado. Por fortuna, solo ha sido elegido una vez, y en esa no pudo elegir porque le dieron 2 liberales. No obstante, no solo se deben mirar los gobiernos. De los dos fascistas hasta la fecha, usted ha apoyado los dos. Y de los liberales que han salido a flote usted ha votado que no a la mitad. No juzgo a las personas por si me caen bien o mal. llámame raro, pero si desconfío de los que han ayudado a gobiernos fascistas y confío en los que practicamente han apoyado siempre gobiernos liberales supongo que debo estar mal de la azotea en vez de intentar ningunear a otros sin razonar mis palabras. Puede que yo sí estuviera en un gobierno fascista, con su apoyo, señor Sancho, votando a favor de quienes usted mismo cree sospechosos, muy "lógico" por su parte y en contra de mi propia voluntad.
-Igualmente, aún en el caso de que Sommersett sea inocente, tampoco descartable del todo, sí que Sancho no lo es al apoyarme a mí, persona sospechosa para él desde hace tiempo, como Canciller. Cuando uno acusa a otro, señor Sancho, no se le apoya. A eso se le llama lógica.
-No venga ahora de santito, señor Philips. Aparte de su obsesión malsana de insultar y crear listas y camarillas para separar a los diputados, tiene usted la especialidad de poner ojos de cordero degollado y vomitar falacia tras falacia para justificar lo injustificable. No nos venda la moto, para no tener nada contra Sommerfeld le acaba usted de llamar Hitler hace un ratito, todos lo hemos visto...
Bueno, bueno, bueno. Si ya están aqui Toddy el Facha y sus palmeros todos a una. Dijo Arnulfo No me sorprende que el "cerebral" Turing ahora se digne a mostrar emoción y esta sea precisamente para atacar a la unica persona que siempre, siempre, siempre ha denunciado el fascismo Se lleva la mano al corazón con gesto compungido Este servidor de ustedes y de la Patria. Pero recuerde el señor Turing que ya se le señaló la via para demostrar su buena fe y su alma liberal. Votar a favor de este gobierno que, siguiendo su amada lógica, deberá darnos la última política liberal que necesitamos.
Y volviendose al hemiciclo y encendiendo los ánimos dijo Restablezcamos la harmonia ¡no dejemos que los Toddy fachas del mundo nos roben el sueño!
Los argumentos del señor Scott Philips convencían a Leo Frank. Cada vez era más evidente en que bando estaban sus compañeros de mesa, y esta ronda era la del NO.
Si había una sensación de déjà vu entre los parlamentarios, era apenas comprensible. porque sí, en efecto, habían tenido otra votación cerrada para elegir al gobierno, y sí, de verdad, el congreso había estado marcado por la división. Al final, el conteo no mentía, Rupert Sommerfield y su canciller Sancho Pérez habían sido elegidos por la mínima diferencia. La euforia se tomó la asamblea, los aplausos no se dejaron esperar y el himno nacional, recientemente compuesto por un isleño con demasiado tiempo libre, se escuchó mientras la posesión presidencial tenía lugar. Una caravana fuertemente custodiada fue arreglada para celebrar en la capital esta nueva dupla en el poder.
Y mientras triunfales hacen su salida Sommerfield, Pérez, y su esquema de seguridad, atrás quedan de nuevo los parlamentarios, padres de la patria, en sus propio designios mientras discuten acerca del próximo candidato. No ha terminado de salir Presidente y Canciller, cuando ya se empiezan a formular tratos, campañas, y ofertas de financiamiento.
El próximo candidato a presidente, o mejor dicho, la próxima candidata a presidente es Margarita T. Y aquello abría las puertas a todo tipo de debates, y por supuesto a la posibilidad de que ella se consolidara como la primera mujer en alcanzar la presidencia de nuestra joven nación. Pero... ¿lo permitirá el congreso?
Rupert Sommerfield y Sancho Pérez. son el nuevo Presidente y Canciller, y van a decidir que ley promulgar. Podrán leer esta escena, pero ellos mismos no pueden responder aquí.
Esta escena queda abierta mientras el gobierno delibera, para que discutáis sobre la opción del próximo gobierno. Margarita T, la siguiente en la lista es el próximo candidato presidencial a menos que este gobierno promulgue una política fascista y convoque a elecciones extraordinarios. Su candidato a la Cancillería puede ser cualquiera, menos el actual Presidente y Canciller, dejando 6 alternativas sobre la mesa.
Todos tenéis esta escena para empezar a deliberar la próxima opción de gobierno.