Partida Rol por web

El parlamento se réune en pleno. Hoy es el día para elegir un nuevo rumbo en el gobierno, hoy, de las ruinas de la vieja nación, nace una república sustentada en la democracía. Es el primer día de muchos que habrán por venir, y esta generación de héroes, políticos y senadores tienen en sus manos la decisión de elegir al primer Presidente y al primer Canciller.

En las calles hay excitación, la gente observa con muchísimo cuidado la transmisión desde el parlamento, siguiendo muy de cerca el proceso que daría como resultado la elección del nuevo líder del país. Por siempre, las repercusiones de esta decisión tendrían incidencia en las décadas por venir, y más ahora, cuando aún entre los honorables senadores, congresistas, se levantaba una amenaza nueva. El temor a lo desconocido, las guerras externas, el nacionalismo, había terminado por empujar a algunos de los participantes de esta historia a tomar una posición más radical. Nadie quería pronunciar su nombre en voz alta, pero los rumores de Fascismo en el seno de la misma patria comenzaban a tomar fuerza.

Hoy, era el día para demostrar lo contrario.

El candidato presidencial este año hace su entrada. Leo Frank. Se espera que pronto decida quien enlistará como candidato a canciller, y que todos los miembros de la plenaria den su voto a favor o en contra del nuevo gobierno.

Lo siento. Pero... yo no quiero ser presidente. Este no es mi oficio, sino ayudar a todos, si eso fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.

Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.

Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.
Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oírme, les digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.
El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.

¡EN NOMBRE DE LA DEMOCRACIA DEBEMOS UNIRNOS TODOS!

La candidatura oficial es presentada al parlamento. El candidato a Presidente es Leo Frank y su candidato a Canciller es Sancho Pérez. Es ahora el turno de los honorables parlamentarios discutir si éste sería el primer gobierno de la nueva república.

Candidato a Presidente

Candidato a Canciller

Margarita, de origen británico pero afincada en el país que nos ocupa asiente desde su escaño a la presentación mientras se prepara un te soluble.

- Señor Leo Frank, dentro de todo su engalanado discurso no encuentro ninguna razón por la que su candidato a canciller deba ser apoyado por el Congreso. ¿Sería muy osado por mi parte asumir que ha utilizado el arriesgado arte del azar para elegir a su equipo?

Eres Arnuflo Paredes, de origen humilde, y te has conseguido hacer un hueco en la política con mucho esfuerzo, sacrificando muchas cosas. - Aprovéchalo.

Observando a la estirada mujer inglesa y después de que esta haya concluido su aportación, carraspeo y alzo la voz:

- Presente Arnuflo Paredes, baluarte de la democracia. No puedo estar más de acuerdo con usted, Margarita. Parece que la candidatura no ha tenido otra razón que el puro azar, pues ni yo, ni nadie, hemos tenido tiempo de intercambiar palabras con todos los demás candidatos.

- No digo que sea una mala elección pero es, a priori, arriesgada por desconocida.

Sancho Pérez era hasta antes de ayer un completo desconocido para la totalidad del país. Ha sido aupado de la nada a líder de su partido sin entender muy bien nadie (él incluido) ni el cómo ni el porqué.

- Señor Frank, agradezco profundamente la confianza depositada en mi persona. No defraudaré a los habitantes y las habitantes de este país en mi desempeño del buen gobierno y la regeneración política. Señora T., señor Paredes, entiendo que se muestren escépticos con respecto a mi candidatura, pero hago un llamamiento a todas las fuerzas progresistas y democráticas presentes en esta cámara para que depositen su confianza en un proyecto serio y regenerativo. Juntos podremos derrotar a quien no tiene cabida en nuestro sistema justo y equitativo, ¡los corruptos y los fascistas! A ellos les diremos, ¡no es no!

 Rupert Sommerfeld, anteriormente un activista por los derechos de la mujer y la igualdad social, simplemente toma un sorbo de su vaso de agua
 -Dado que realmente no nos conocemos muy bien los unos a los otros, dudo que cualquier elección sea, por lo que sabemos, la mejor o la peor. Esto es una democracia y todos aquí tienen una igual oportunidad de llegar al poder-

Doble B estaba un tanto indeciso tanto del presidente como del canciller, puede que el discurso de L.F. fuera grato, bueno y lleno de vida, pero su candidato como dijeron otros estará carente de carisma, así pues decidió preguntar al respecto.

-Señor Perez, bien podría decir, por que razón debemos confiar en su palabra, para ser candidato a canciller o al menos que el presidente se digne a compartir con nosotros, la razón de su elección, ya que no ha dicho mas que palabrería propagandista.

-Porque de lo contrario entenderé que esto es puro enchufismo y no deseo un gobierno lleno de hermanos, primos y cuñados. Por muy buenas o acertadas palabras que haya tenido el Señor Frank.

Leopoldo se acomoda la manga de su traje diseñado por Alexander Amosu confeccionado con la tela Vanquish II - hecha con filamentos de lana de ovejas calvas criadas en Nueva Zelanda y Australia - y se ajusta el broche de su camisa, adornado con un diamante de sangre.

- Señores, señores, señores. Recordemos que la razón por la que estamos todos aquí este grandioso día es porque actuamos en representación del pueblo que nos eligió y a ellos nos debemos. Representamos a los pobres, a los desamparados, a los afligidos, a los olvidados, a los negros, a las mujeres, a los que no tienen nada. - Mira hacia abajo, acomodándose su anillo de oro macizo, en un gesto de introspección. - A ellos, señores y señoras diputados y diputadas, ¡a ellos no podemos, perdón, no debemos dar la espalda! ¡Es el mundo que tiene puesto los ojos sobre nosotros! ¿Estaremos a la altura del compromiso o dejaremos que nos gobiernen aquellos que buscan poner cadenas a nuestra libertad, encarcelar nuestro espíritu, liquidar nuestras almas?

- Señores, señoras. Este es un día glorioso para nuestra patria, es un día en que podemos elegir el futuro de nuestros destinos y del destino de los millones de personas que han depositado su confianza en nosotros. No los defraudemos. - Sonríe, con su sonrisa perfecta. - Porque hoy, el Parlamento ya no soy yo, ni es usted señor Frank, ni es usted señor Sancho. El Parlamento es un Pueblo. - dice con convicción - ¡El Parlamento somos millones! - se levanta eufórico de su curul, mirando a las cámaras que retransmiten la sesión en pleno - ¡Tú también eres el Parlamento mujer del pueblo! ¡Tú también eres el Parlamento joven del pueblo! ¡Tú también eres el Parlamento niño del pueblo! ¡Tú también eres el Parlamento soldado del pueblo! ¡También eres el Parlamento pescador, agricultor, campesino, comerciante! ¡PORQUE EL PARLAMENTO NO SOY YO, EL PARLAMENTO ES UN PUEBLO!

Termina su alocución, visiblemente exaltado, y vuelve a sentarse, tomando unas anotaciones con su pluma fuente de edición limitada hecha por encargo, fabricada su superficie antiadherente con oro, cuya tinta se extrae de un pulpo en peligro de extinción que solo puede ser encontrado en Isla Mujeres.

- Cualquiera que desee ganarse el privilegio de formar gobierno debe tener algo más que ofrecer que un simple y acalorado intercambio de palabras prefabricadas.

Dice sin siquiera despeinarse.

Los candidatos eran algunos de risa. Aunque tampoco es que a Scott le apeteciera ser el presidente de esa banda de inadaptados. Contestó a Leopoldo.

-Todo eso del poder del pueblo está bien, pero no viene mal que el Presidente sea una persona. Más que nada para que tomar una decisión sencilla no tome horas. Así que alguien tiene que serlo.

Miró a los dos que se había postulado a tener un puesto.

-Les guste o no les guste. Claro, que por otro lado, el equipo deberá ser el más preparado, y para eso Presiendente y Canciller nos tienen que convencer.

Carraspeó incómodo antes los discursos populistas y, hasta cierto punto, demagógicos que había tenido que escuchar en tan poco tiempo. Tanta palabrería vacua le hería en su intelecto.

- Como todos saben, he sido requerido en este grupo como independiente, con la ciencia y la lógica como afiliaciones políticas. Con ellas sólo puedo dictaminar que, sin presentar otros argumentos más consistentes que palabras vacías, una elección al azar sería lo mejor para comenzar a recopilar datos que después podamos analizar en consecuencia.

Cita:

- Por supuesto que no ha sido así. Mi decisión se basa en un complejo método científico en el que he tenido en cuenta sus nombres y las fotos que los acompañaban. Mi decisión final se ha basado en un pálpito que he sentido al ver el nombre del señor Sancho Pérez seguido de su imagen - responde Leo con calma.

Comprendo que puede ser complicado de entender. Y que ustedes esperan un acalorado debate para defender mi postura pero me temo que por ahora no puedo más que confiar en haber escogido sabiamente para disponer de datos con los que poder seguir trabajando.

El parlamento en pleno cuenta los votos. Uno tras otro, los honorables diputados pronuncian en voz alta, con fuerza, con entereza, su voto de respaldo o desaprobación al primer gobierno. Y con una cómoda mayoría, el parlamento acepta a Leo Frank como nuevo presidente y a Sancho Pérez como su canciller. Se escuchan vitoreos y aplausos, hay emoción y la gente en las calles celebra con este primer y enorme paso. Hay gobierno, hay un nuevo gobierno, y no hay tiempo que perder. 

Todos, incluso los opositores, se estrechan las manos, mientras la nueva rama legislativa se retira para iniciar sus funciones cuanto antes. Son despedidos con gritos de "viva el país" y "arriba la nación", mientras las esperanzas de todos están por lo alto. 

Sin embargo, y no se han acabado las elecciones, cuando nuevas discusiones y un nuevo tema empieza a tomar forma. El próximo candidato será Scott Philips, y todos empiezan a barajar quién será su canciller. Las campañas se mueven, las facciones se organizan, y el parlamento ya tiene en qué ocuparse por la duración del próximo gobierno.