Partida Rol por web

Escucho con atención lo que me tiene que decir Scott... Mierda... Sería demasiada coincidencia que el templo del que hablan sea el lugar donde tienen a los mutantes. El informante nos dijo que estaba bajo un templo pero... ¿Sería lo mismo?

Estoy en una especie de resistencia. En la ciudad están cazando a los mutantes y los están llevando a una prisión especial. Por lo que sé está debajo de una pirámide azteca en medio de la selva. ¿Estáis vosotros ahí o crees que es otro lugar? Quiero ir a esa prisión para rescatar a todos los que pueda.

No hace falta darle mucha más información por ahora. Si resulta que él está allí, sería de gran ayuda tener una conexión dentro de aquella prisión. Pero si resulta que no está allí...

Nuevamente la voz de Scott te habla mentalmente.

- Eso que me cuentas es horrible. Yo estoy justo en esa pirámide, o lo que queda de ella ya que se ha venido abajo,
voy a intentar llegar a esa especie de prisión.

¿Están allí? ¿Y se ha venido abajo?

Desde luego el derrumbamiento de una pirámide lo veía más típico de magneto que de cíclope. Eso me lleva a...

¿Con quién estás? ¿Estás solo? Si es la misma pirámide, ahí abajo hay una prisión de mutantes, con centinelas capaces de detectar cuando usamos nuestros poderes. Tienen sensores aunque no sabemos cuál es su alcance. No te arriesgues más de la cuenta. Nosotros estamos buscando una forma de llegar. 

Scott no responde. Se ha perdido el enlace telepático. Parece que debe estar ocupado pues no puedo concentrarse lo suficiente como para responderte.

"Mierda... Se ha perdido la conexión"

Seguramente esté luchando contra alguien... O contra algo... Ninguna de las dos opciones era buena... Aún así, los problemas de uno en uno.

Muevo un momento la cabeza, como si así pudiera sacar de mis pensamientos todo lo sobrante... 

Tras esto miro a mis "nuevos" compañeros e intento seguir la conversación. 

Sales de tu ensimismamiento mental para atender a lo último de la conversación por parte de la líder de los rebeldes.

- ... Muy bien. Creo que se la manera de llegar. Tenemos un transporte o lo que queda de el. Se lo cogimos "prestado" a uno de esos tipos que van a juego con los centinelas. Seguidme a la parte de atrás y lo veréis. - Comenta Trébol al grupo.

Al seguirla por varios pasillos, llegáis a una especie de pequeño talles donde varios hombres trabajan en poner a punto un vehículo que allí se encuentra.

- Muy bien. Seguro que a más de uno os suena este trasto. No se como llegó a las manos de esos tipos, pero como seguro que lo robaron, nosotros lo cogimos de la misma manera. Casi está listo para que os lleve a donde queráis, pero tened cuidado. Una vez en el aire os detectarán. - Termina de comentar Trébol.

Después de salir de mi concentración me temo que pillo la conversación a medias. Pero, de todas formas, les sigo hasta llegar a la parte de atrás.

- ¿Eso es... De los cuatro fantásticos?

"¿Cómo habrá ido a parar allí?"

- Perdonar que esté algo perdida. Mientras comentabais los pasos a seguir en cuenta, pude comunicarme con uno de mis compañeros mentalmente. Parece que un pequeño grupo está ya en la pirámide y, por lo que me ha dicho, la están derribando. De manera que es posible que tengamos algunos refuerzos allí... Pero hemos perdido por completo el factor sorpresa. 

Miro a todos.

- Dicho esto, solo hay sitio para cuatro... ¿Quiénes vamos a ir?

 - Está muy claro, mujer x. Yo, Sabra, supersoldado del a fuerza israelí iré contigo, junto con Trébol. - Comenta la mujer dle pelo corto.

Al momento, Trébol que hace las veces de líder del grupo da órdenes en voz baja a sus aliados, mientras se dirige a la mujer x y mira fijamente a Sabra.

- Para completar en cuarteto vendrá con nosotros el caballero árabe... Espero que no haya ningún problema al respecto, ¿Verdad, Sabra? - Por muchos era conocida la enemistad entre israelíes y musulmanes, cosa que se podía palpar en el ambiente cuando estaban estos dos cerca.

- Pues si todo está correcto, pongámonos en marcha. Seguramente tardemos más de una hora en el viaje, a juzgar por las coordenadas... - Acabó de decir mientras subía al artefacto volador.

Asiento ante las palabras de Trebol y de Sabra. Parecía que ibamos a ser un grupo interesante...

Los poderes de Trebol nos vendrán muy bien, aunque me preocupa que, al irse, esta base quede desprotegida.

Sabra ha probado ser de mucha utilidad. Sobre todo al no ser mutante. Si tienen inhibidores que bloqueen nuestros poderes, ella nos será de utilidad.

Mientras que el caballero Árabe... No sé hasta qué punto va a ser una ventaja o un inconveniente...

- Cuando queráis nos podemos ir. Yo estoy lista.

Trébol y Sabra ponen a punto la nave y mientras todos tomáis asiento, el artefacto despega con vosotros cuatro dentro. No tarda mucho hasta que Sabra da con algo interesante en el panel de control.

- ¡Hey, mirad lo que he encontrado! - La israelí pulsa el botón ante la mirada atónita de sus compañeros y todo el artefacto, ellos incluidos se vuelve invisible a la vista. - Con esto podremos salir sin ser vistos... - Concluye.

Ya saliendo del túnel que da acceso al exterior, sobrevoláis los alrededores antes de indicar las coordenadas para dirigiros en dirección a las mismas.

Sonrío al ver como aquella nave también puede hacerse invisible.

- Bien visto Sabra. - Digo a mi compañera. - Esto nos vendrá muy bien.

Ya he visto en acción a aquella mujer. Desde luego, aunque no tenga poderes, se defiende de maravilla. Lo que me lleva a la siguiente pregunta.

- Mientras llegamos... Trébol, permite que te pregunte... ¿Sabes luchar y defenderte? 

Si Cíclope y alguno de los otros están allí, derribando aquella pirámide, desde luego no es un lugar pacífico. Espero que mis "nuevos" compañeros sepan defenderse... 

- Ohhh... Tranquila mujer x. Se hacer bastante bien mi trabajo y eso de defenderme también se me da bien. Puede que no contase con una sala de peligro como la de los vengadores o la de la resisdencia de tu mentor, Charlas Xavier, pero te aseguro que el Servicio Secreto Irlandés forma bien a sus hombres. Tanto como a los mejores. - Sonríe la pelirroja.

Mientras habláis, pasa poco más de una hora y ya encontráis un paisaje más selvático, mientras que la humedad del ambiente cambia drásticamente. En un rato más, Sabra, que hace las veces de piloto, os señala el radar.

- Mirad, aquello de allí parece el lugar indicado... - Señala con el dedo en la lejanía, donde se ve los restos de una pirámide de tipo maya, desquebrajada por uno de sus lados y emanando humo.

Al acercaros y sobrevolar la zona, algo ocurre. De pronto, uno de los motores de vuestro artefacto volador estalla y se incendia, y empieza a sonar la alarma de descenso.

- ¡Oh, Dios mío! ¡Nos disparan desde el suelo! ¡Son fuerzas hostiles! ¡Maniobras evasivas, rápido! - Grita una alterada Trébol a los tripulantes.

Sin mucho tiempo para ver a vuestros agresores, la nave da un par de virajes y comienza a alejarse todo lo que puede de la zona de disparo, mientras varias ráfagas lásers os pasan cerca. Sin duda, el lugar es más que hostil.

- ¡Allí! ¡En aquel claro con cabañas! ¿Podremos llegar con este trasto? - Pregunta el caballero árabe, que estaba bastante callado hasta ese momento.

Sabra asiente con la cabeza. - Sujetaos chicos, no será un aterrizaje agradable... - Indica la israelí.

Todo ocurre muy rápido. Apenas tenéis tiempo de abrocharos los cinturones y entrar en barrena contra el suelo en aquel claro. Tardáis apenas unos minutos en llegar, casi planeando. El aterrizaje es desastroso y las magulladuros y el dolor de cabeza prometen ser inolvidables. Por fin, después del estruendo y el tremendo golpe, doloridos y con el artefacto volador hecho pedazos desnublais vuestra vista lo suficiente para daros cuenta que estáis en el suelo, por fin.

Varias figuras humanoides se acercan a vuestra posición, pero el mareo debido al tremendo choque no os deja ver más que sus siluetas y no idivináis sus caras...