Partida Rol por web

Rosen entro al edificio con cuidado. Con tantas personas al rededor Ezy tenia facilidad para ocultarse. Rosen paso todo el primer piso a paso lento y con el arma lista, cuando limpio todo el primer piso subió las escaleras en busca de su objetivo. Ezy, por su parte, había encontrado un hueco en el que esconderse, esperando poder depredar a Rosen, pero, lo que el ex-boxeador no sabia, era quien lo estaba persiguiendo. Como profesional que es, la intuición y percepción de este asesino de la mafia, eran bastante elevadas. Recién pasó cerca de donde se ocultaba Ezy, Rosen fingió no darse cuenta, y siguió caminando hasta alejarse un poco de su objetivo, cuando estuvo a 3 metros de este, se dio la vuelta rápidamente y apunto directamente hacia Ezy con su sub-fusil.

- Ezy, ¿verdad? Tira tu arma hacia la izquierda lentamente y luego camina hacia la derecha aun mas lento. Te tengo en la mira, si haces algún movimiento extraño disparare. Solo vengo a hacerte unas preguntas, si cooperas, vivirás para ver el sol de nuevo.

<Otros degenerados que aprovechan esta ocasión para dar rienda suelta a sus instintos...>

Aquel vehículo, con aquellas personas atadas al capó le recordó a algunas escenas de Mad Max… 

Como había previsto, no le costó ningún esfuerzo cazar al chófer. Un golpe con el coche y cayó al suelo. Bajó, con el mango del machete le asestó un golpe para terminar de reducirlo. Le ató de manos y pies con las bridas y unas vueltas de cinta americana y lo cargó al maletero de su todoterreno.

No se molestó en amordazarlo, total, nadie haría caso de sus gritos, y en cierta forma, para él era una motivación. Escuchar los gritos y lamentos de sus presas le hacía pensar en que de alguna manera estaba devolviéndoles lo que ellos pensaban hacer.

Montó de nuevo en el coche, aparcándolo en un lateral de la calle, no fuera caso que algún imbécil despistado le golpeara en mitad de la calzada. Cogió el teléfono de Colton, si resultaba ser que tenía el desbloqueo facial o dactilar, volvería al cadáver, que no estaba lejos, ya que la “persecución” no le había tomado mucho, y trataría de desbloquearlo para ver el último número al que había llamado Colton. También aprovecharía para ver si llevaba más munición encima.

El tema de la cacería en Upper East Side le llamaba la atención. Quizá pudiera hacer algo allí también.

En caso de poder desbloquear el teléfono, comprobaría la hora de la llamada: Había sido justo antes del toque de sirena, y enviaría un mensaje a ese número haciéndose pasar por Colton: “LLego tarde, he tenido unos problemas por el  camino. Enviadme Ubicación, por favor. Buena Caza”

Mientras esperaba la respuesta, llamó a Candy: “¿Dónde estás? Tengo algo para ti, te lo llevo” Nunca había sido hombre de muchas palabras. Normalmente se mostraba serio y un tanto hosco hacia los demás. No le gustaba la gente, y durante esa noche se confirmaba su creencia de que el ser humano es lo peor que hay en el planeta.

La megafonía ofertaba trabajos. Por el momento ya tenía planes, y a la espera de ver si Candy necesitaba algo más. Sentía la deuda con ella por el fiasco del año pasado y, aunque no quería sacar el tema, quizá pudiera ayudarla con el tema de la muerte de su hermano.

Muchos aceptan sus pérdidas durante la Purga. No queda otra, no había que ser hipócrita, pero el caso encajaba con sus parámetros, aunque había sido un Purgador y quizá se lo mereciera, no dejaba de ser un conocido.

Tal y como habias pensado, necesitabas su huella para poder acceder al móvil, pero el leve retraso que te suponia volver hacia atrás valía la pena. Te llega el mensaje de contestación APRESURATE con la ubicación. La Mansión Gracie. Todo neoyorkino la conoce porque el edificio se encuentra inscrito como un Hito Histórico Neoyorquino en la Comisión para la Preservación de Monumentos Históricos de Nueva York al igual que en el Registro Nacional de Lugares Históricos desde el 12 de mayo de 1975. Es, además, residencia oficial de los alcaldes de la ciudad.

Si decidias asistir deberías andarte con pies de plomo, porque si resultaba que el alcalde estaba implicado, él era un funcionario gubernamental de rango diez....

Candy no te había cogido el teléfono de momento. Pero en ese momento otra rubia pasó por delante en un coche carisimo. Con descaro te mandó un beso mientras seguía dirección Greenwich Village

A pesar de mis intentos por ocultarme a ojos de aquel cabronazo, dió conmigo. Encima no le tenia a mano para golpearle como quería y desde luego, no quería disparar. No hasta que no fuera estrictamente necesario. Yo no era como ellos.

- ¿Te crees que soy gilipollas? - resoplé con desdén mostrandome en toda mi altura, pero con las manos a la vista para que viera que no hacia ningún gesto raro - No voy a deshacerme de lo único que quizás me pueda salvar la vida. Pero.. - cogió aire despacio - te escucho. Dime que quieres saber -

Rosen no se confiaba nada de Ezy, que no soltara la pistola lo puso alerta. Intentaría advertirle a Ezy una vez mas, pero no le daría otra oportunidad. Rosen no mostró ni un indicio de verse intimidado por el cuerpo entrenado Ezy, ni que fuese la primera vez que se enfrenta a un gorila de estos.

- Si ves donde cae, luego la podrás buscar. Suéltala. Prometo que si sueltas tu pistola bajare mi arma, y para que te sientas mas tranquilo te aclarare que no tengo ningún interés en gastar balas matando gente innecesaria, y tu no tienes nada que ver nada con mi objetivo principal.

Efectivamente, el móvil de Colton se desbloqueaba con la huella dactilar. No disponía de material ni tiempo para hacer un molde, así que decidió "tomar prestado" el original.

Ahuyentó al chucho que rondaba el cadáver, ya estaba lamiendo la sangre que fluía por el suelo.

Seccionó el dedo con un tajo del machete y lo envolvió con un trozo de tela para no manchar el interior del vehículo de sangre. Y allí lo dejó, para que el pobre animal saciara su hambre.

La respuesta recibida le sorprendió. No porque viera que gente de alto rango estuviera involucrada en esa Cacería, de hecho, era lo normal…

Lo que más le extrañaba era que aquella escoria de Colton hubiera conseguido relacionarse en esos círculos…

Candy no contestaba, seguramente ya estaría liada… Mientras decidía su siguiente paso, meditó sobre la situación de aquella cacería.

Podría intervenir, de alguna manera… quizá hacerse pasar por Colton, con la excusa de ir enmascarado… difícil, no conocía ni el entorno ni a sus contactos, le pillarían enseguida… además, él era mucho más corpulento.. ni hablar.

Hacer ver que era un invitado de Colton, pero si intentaban contactar con él para verificarlo, no daría resultado, y dudaba mucho que confiasen simplemente en su palabra…

Podría observar, recopilar más datos. No le gustaba ir sin planificar, sobretodo tratándose de un círculo con rangos tan altos…

Aunque, bien pensado ¿Qué podría sucederle? Correría el mismo riesgo que si se cruzaba con cualquier chalado con un arma que hubiera salido dispuesto a matar…

Pero tampoco le gustaba correr riesgos innecesarios. Era consciente que quien salía aquella noche iba a matar o morir, pero no por eso iba a suicidarse…

Comenzaría por interrogar al chófer, quizá pudiera sacarle algo de información sobre los contactos de Colton...y si había participado alguna vez más en años anteriores.

En el momento que tomaba esa decisión y pensaba dirigirse a un callejón para tener una "tranquila charla" con el chófer, pasó un coche conducido por una chica rubia.

No hubiera prestado más atención de no haber sido por la actitud descarada de la chica. ¿Provocación? O simple descaro…

Lo que estaba claro, es que no tenía pinta de víctima…

Comprobó su teléfono una vez más. Candy todavía no había dado respuesta...

Arrancó el todoterreno, la investigación podría esperar. Ese pobre diablo había tenido suerte, por el momento.

Seguiría a la chica del coche, con la mayor discrecion posible, le había picado la curiosidad. Ya se sabe que la curiosidad mató al gato.

Pero…¿Qué demonios?

Me debatía con rabia en mi interior aunque intentaba que mi exterior solo mostrase determinación. Finalmente, sin darle la espalda en ningún momento, solté la pistola al lado mio y con el pie la empujé ligeramente hacia atrás, para que viera que no me seria fácil cogerla, pero tampoco lo sería para él.

- ¿Y puedo saber cual es tu objetivo principal? - di un paso hacia delante con las manos a la vista, para que viera que confiaba en que no me dispararia. O eso esperaba, porque si no, estaria jodido. Aún así estaba preparado por si abria fuego, poder agacharme

Dentro del maletero, el chofer, salvo unos primeros golpes iniciales contra la chapa, permanecia silencioso. Quizás habia perdido la conciencia o quizás sabía que no le serviria de nada. Candy seguía sin responder.

Seguiste a la muchacha rubia, que de vez en cuando tocaba el claxon al pasar por alguna calle en dirección a Greenwich Village

Desde el punto de vista de Ezy, tuvo que haber sido un estruendo inesperado y confuso. Lo mas probable es que incluso cuando el ex-boxeador estaba preparado para cualquier cosa, se esperaba que al menos podría terminar de hablar. Pero Rosen no es un hombre en el que puedas confiar con nada si no le has pagado lo suficiente. Cuando Ezy estaba diciendo "objetivo" se vio interrumpido a mitad de palabra, dejando solo un "objet". ¿Porque no pudo terminar? porque justo en la "t" un gran dolor invadió toda su pierna derecha desde la rodilla para arriba, el dolor vino acompañado con un "Bang" y un destello del arma de Rosen. Ezy callo al suelo boca abajo en un instante, cundo callo no pasaron muy escasos segundos antes de que sonara otro disparo, y su otra pierna fuese perforada por otra bala. Después de tener a Ezy inmovilizado, Rosen bajo su arma y hablo.

- Vengo por parte de Fargo, seguro has escuchado de la mafia. Mis intenciones aquí son simples, ustedes, los miembros de la banda Carmelo, se han estado entrometiendo con algunos de nuestros negocios pre-purga en esta ciudad. Los altos mandos en Fargo me mandaron a mostrarles que pasa con los que entorpecen nuestro camino. Para ti tengo solo dos preguntas: Primero, dame los nombres y las ubicaciones de varios miembros de tu banda, y segundo, Dime la ubicación de Carmelo, tu líder. -Rosen saca su cuchillo- Mientras mas rápido hables menos sufrirás.

Como si estuviera saludando, por las calles suena de vez en cuando un claxon de coche, que a Rosen le resulta extrañamente familiar, cada vez más lejano. Por otra parte, algunos mendigos del lugar se van apartando con cuidado de donde estáis, por miedo a terminar recibiendo una bala perdida.

- ¡¡Hijo de puta!! - aquel grito emergió solo, y provenia de la frustración de darme cuenta que, como siempre, confiaba de más.  Aquel cabrón me habia engañado y encima pretendia sacarme información. Menos mal que su disparo fue a tomar por culo*

Disparé yo también, y podría haber parecido que lo hacia contra aquel cabrón, pero no, solo queria asustarlo para ganar ventaja y salir corriendo de nuevo. Si es que tenia la oportunidad....

Ezy intenta escapar después de que el disparo de Rosen fallo. Una estupidez de su parte. Esta vez, la habilidad que Rosen a cultivado por los años si que no fallara.

"Bang" y un destello del arma de Rosen. Ezy callo al suelo boca abajo en un instante, cundo callo no pasaron muy escasos segundos antes de que sonara otro disparo, y su otra pierna fuese perforada por otra bala. Después de tener a Ezy inmovilizado, Rosen bajo su arma y hablo.

- Vengo por parte de Fargo, seguro has escuchado de la mafia. Mis intenciones aquí son simples, ustedes, los miembros de la banda Carmelo, se han estado entrometiendo con algunos de nuestros negocios pre-purga en esta ciudad. Los altos mandos en Fargo me mandaron a mostrarles que pasa con los que entorpecen nuestro camino. Para ti tengo solo dos preguntas: Primero, dame los nombres y las ubicaciones de varios miembros de tu banda, y segundo, Dime la ubicación de Carmelo, tu líder. -Rosen saca su cuchillo- Mientras mas rápido hables menos sufrirás.

El dolor fue atroz, demoledor.... Caí y podia sentir como mi ropa comenzaba a calarse con la humedad de lo que seguramente sería mi sangre. Saqué mi móvil despacio, amparado por la oscuridad de la noche, mientras sus palabras llegaban hasta mi agudas e hirientes por igual.

Descargué un fuerte golpe con la culata de mi arma sobre la pantalla del teléfono para evitar que aquel subnormal viera nada. Sentía la vida escapando entre mis dedos y por eso al menos, podia hacer algo bueno por la banda... Lastima no tener opción de avisarles de aquel tipo.

Me volví con dificultad para quedar boca arriba, jadeando, mientras mis ojos se iban cerrando con pesadez.

- Vete... a la puta.... mierda.... -

La sangre por la herida de la bala se extiende por el suelo, mientras Ezy consigue con sus últimas fuerzas dejar bastante destrozado su teléfono móvil. Por unos segundos se hace el silencio en el edificio abandonado, con algunos susurros de los vagabundos que no se atreven a acercarse más. Te quedas unos segundos observando el cuerpo y, aunque parece que no se va a mover por el momento, tampoco parece que esté muerto, simplemente inconsciente. Tal vez haya sido por el dolor o por la pérdida de sangre, pero en cualquier caso si lo dejas allí con esa herida, es probable que muera desangrado.

Mierda. Ya que Rosen tubo que reaccionar muy rápido ante los movimientos de Ezy, disparó a matar reflexivamente. Y tampoco pudo llegar a el antes de que destruyera su teléfono. Parecía como si ya se pudiese hacer nada mas con Ezy, Rosen tendría que emprender una búsqueda sin fundamento hasta encontrar otro miembro de la banda Carmelo. Pero fue entonces cuando se percato, Ezy seguía vivo, pero no por mucho.

En las purgas no solo hay asesinos psicópatas, también hay gente que busca ayudar a los desamparados, si solo pudiese encontrar a unas de esas personas y utilizarlas, seria capaz de salvar a Ezy.

Rosen agarro los restos del teléfono y se colgó a Ezy al hombro y lo arrastro hasta la planta baja. Una vez fuera del edificio, se dirigió  hasta donde, se suponía, había dejado su coche.

- Era prestado de todas maneras.

Rosen se asomo con cuidado a la calle, buscando indicios de que estaba pasando a su alrededor.