Partida Rol por web

- Eh, eh, eh... Dije que comeríamos galletas si seguíamos vivos. No me fío de las galletas del infierno, seguro que llevan cosas raras como la pizza con piña. - se ríe Duke, siguiendo aún con la broma. Aunque asiente en silencio con gesto más serio cuando ve que te enfadas con el tipo de la calavera, al poco recupera su buen humor y mira a la megafonía - Pues mira, esa no estaría mal. Mientras no sea la de Tiburón, yo me quedo tranquilo. ¿Y la Sinagoga? - te pregunta algo sorprendido, pero enseguida se encoge de hombros sonriendo - Sí, por qué no. Espero que no tengan problemas con que entre un buen cristiano a ayudar. 

Vuestro enfermero de turno se levanta en cuanto termina de vendarle el costado a Duke y le tiende una mano para ayudarle a levantarse. En cuanto el otro está en pie, te hace un gesto para que te acerques y te pone el brazo encima de los hombros, mientras te coloca el tuyo por encima del suyo, sujetándoos mutuamente mientras seguís las linternas hacia una furgoneta de la banda de Carmelo. 

- Hay que joderse, parecemos un par de borrachos ahora. Eh, Mike, ya lo has oído. Nos vamos a hacer de buenos samaritanos en la Sinagoga. - dice finalmente sentándose en la furgoneta y mirándote por si quieres preguntar algo más. El resto de miembros que han venido de la banda vuelven a la furgoneta, a excepción de tres de ellos que se quedan para sustituiros.

-Eso es herejía, la pizza con piña es la mejor pizza- Replicó cansado sacándole la lengua entre los dientes - No tienes gusto, hermano - No quería seguir pensando en ese forro que se les había escapado, o más bien que ambos habían escapado de él, por mucho que le costara admitirlo. "Jodido imbécil" Dedicó su último insulto al tema, cambiando los pensamientos por una sonrisa para Duke -Si no tienen problema con un ateo, estamos bien-

Se levantó con ayuda de su amigo, y largo una carcajada al ver lo rotos que parecían ambos apoyados uno en el otro -Estando metidos en esto, hasta nos hace quedar bien que crean que estamos borrachos - Se burlo, andando hasta la furgoneta y dejándose caer dentro. -Mike consiguele una galleta antes de que empiece a cantar el aleluya - Suplicó entre risas cortadas. -Los dos que huían... ¿Se salvaron? - Preguntó sin estar seguro querer saber la respuesta.

- Eso de herejía díselo a los italianos de aquí y te puedo asegurar que con Purga o sin ella, te van a dar de palos. - responde Duke, haciendo un gesto hacia la ventana. Estáis bastante cerca de la conocida Little Italy. 

Tu compañero parece más tranquilo ahora que estáis en una furgoneta con otros tres compañeros, que es algo más segura que el exterior, aunque a los dos se os ve doloridos. Mike es el que conduce y se ríe al oír vuestra conversación de las galletas. 

- Veré que puedo hacer... A lo mejor tenéis suerte y encontramos un Starbucks de 24h.

- ¡Aaaaamén! - exclama Duke, levantando la mirada al cielo y entrecruzando las manos, como si eso fuera un milagro. Después se pone algo más serio para responderte - Eso creo. No los hemos vuelto a ver por el tema de las luces, pero el que queda con vida dudo que haya ido tras ellos. Por lo menos de ésta se han salvado.

Alexei apunta hacia una de las luces mientras pasa el camión, intentando dejarles a oscuras como le han dejado ellos antes. Y luego se va a ir por trollear.

La escena en Greenwich Village era desagradable y sórdida.

Sandy sintió el impulso de parar la marcha especialmente cuando vio como una manada violaba en grupo a una mujer atada a una farola, pero si algo sabía de su propia experiencia Sandy era que ya nada iba a deshacer lo sufrido. Si los hubiera encontrado antes, quizás hubiera actuado contra su propia integridad, pero aquella mujer ya no tenía posibilidad de salvación. Se había unido a un desgraciado grupo del que ninguna mujer debía formar parte, pero era un grupo en el que una vez entrabas, ya no había salida. Por muchos héroes o heroínas que interrumpiesen su desgraciado bautizo.

Aceleró e hizo petardear el tubo de escape mientras su moto surcaba la octava hasta que entró en el Soho.

Entraste sin problemas en el barrio. Todo parecia tranquilo. Quizás por eso te llamaron la atención las risas de un callejón.

Al mirar pudiste ver a dos tios atando a un tercero a una guillotina improvisada en mitad. Alrededor había tiradas varias cabezas con expresiones grotescas, pues se notaba que los habían golpeado antes del gran final. A la entrada de esa calle el cadaver de un tio boca abajo

También observas caminando solo por una calle a un tipo vestido de militar. Parece venir solo desde Little Italy y lleva un rifle de asalto.

Si había algo que la purga te enseñaba era a meterte en tus asuntos o, al menos, elegir tus batallas.

El callejón de la guillotina estaba muy lejos de ser la batalla de Sandy. Muy, muy lejos. En las antípodas.

Su camino le llevaba hacia Lower East Side, y para llegar ahí tenía que elegir una de dos, atravesar China Town o Little Italy. Ninguno de los dos era el mejor destino para un día como aquel, pero en China Town se sentía más cómoda aunque solo fuera porque ella misma se había convertido en uno de los peligros de aquel barrio (más o menos). Pero...

...Pero acercarse a China Town era también acercarse a las calles que conectaban con Little Italy y por una de ellas llegaba alguien que todas las alarmas mentales de Sandy le exigían evitar.

Alguien que sobrevivía solo en la noche de la purga era alguien que normalmente entraba en al categoría de personas a tener en cuenta. Si además iba vestido de militar, las papeletas de ser peligroso aumentaban. Si tapaba su cara con una máscara de una calavera, ya estaba rozando el límite de lo admisible. Pero si además llevaba un rifle de asalto consigo, entonces está claro que es alguien al que hay que evitar. No parecía alguien a quien poder seducir para salir con vida, ni a quien un dardo tranquilizante fuera a tranquilizar, ni al que te pudieras llegar a acercar con dos cuchillos sin que te abriera agujeros nuevos... y si su atuendo respondía a un entrenamiento real, parecía alguien capaz de acertarte en lo alto de una moto.

No quedaba mucha más opción que acelerar y llegar al límite con China Town lo antes posible. Eso sí, no podía perderle de vista. Si en algún momento le veía coger el rifle, tendría que poner en práctica una maniobra bastante desagradecida para intentar burlar a un francotirador: Hacer cambios bruscos de velocidad. Llegado el caso, habría que poner a prueba los frenos de su querida moto y también su motor en sobrerrevolución. Cambios bruscos de velocidad hacia abajo y hacia arriba. Sandy rezaba por que no llegase el caso.

Alexei va a ir a Greenwich Village 

Al llegar a la zona, ves cómo Mike va aminorando la marcha y sigue con los faros encendidos, buscando algún rastro del tipo de la calavera... Pero nada. Llegáis a la zona en la que se había apagado la luz, y donde parece que poco a poco se ha ido recuperando en algunos sitios. Por no mencionar la guillotina.

Al parecer no han perdido el tiempo y en cuanto ha vuelto la luz, se han puesto manos a la obra. Hay algunas cabezas a su alrededor y varios cadáveres tirados por el suelo, pero ninguno tiene parece ser del tipo de la máscara. Sin embargo, sí que oyes el sonido de una moto alejándose hacia Chinatown.

Creía estar empezando a entender el tipo de hombre que era el cabrón. -No va a dejar de intentar cazarnos toda la noche, ¿verdad? - Preguntó en voz baja para su compañero dándole una mirada que dejaba muy claras sus opciones al respecto, más les valía poder matarlo primero. -Eso o nos esta dirigiendo exactamente a donde quiere que vayamos - Y aún así iban a caer, porque no podían abandonar a esa gente. 

La visión de la guillotina era imponente, si alguna vez le hubiese preguntado que dibujara un final inminente hubiese sido eso. Encima eliminada como una jodida iglesia, los cabrones se estaban deleitando con el trabajo de Caronte esa noche. Se calzó su arma al hombro, ignorando momentaneamente a la motocicleta que se alejaba, y se asomó por la ventana lo suficiente para apuntar a uno de los que la manejaba, quizás con un tiro se asustaran.

-Y quizás lluevan cerdos... - Murmuró en respuesta para si mismo, apretando el gatillo. 

- Algo le habremos hecho. - responde Duke con una sonrisa forzada - Pero una de dos: O el muy cabrón se toma muy en serio su trabajo de mercenario, o lo está disfrutando. 

El vehículo aminora la velocidad y oyes al conductor maldecir por lo bajo al ver la guillotina. Incluso te das cuenta de que Duke está mirándola igual que tú. En cuanto preparas el arma, él hace lo mismo y busca algún otro hueco por el que disparar. El primer balazo da a uno de los que maneja la guillotina en pleno pecho, catapultándole hacia atrás. En cuanto su compañero se gira para ir a por él, un segundo balazo de Duke termina con él. Una víctima que estaba arrodillada justo al lado de la guillotina, tiene el tiempo justo para apartarse antes de que la hoja caiga sobre ella con un siseo metálico, sin nadie que la sujete. 

- Y yo que pensaba que estabais heridos. - comenta Mike, soltando un silbido por lo bajo - Seguramente no sean los únicos que intenten usarla esta noche... ¿Y por dónde seguimos? No he vuelto a ver al tipo de la máscara por aquí.

-No me imagino el que - Replicó intentando mantener un poco la ligereza del ambiente aunque era obvio que se había perdido hace rato - Apostaría por la segunda - La amargura de su voz fue clara, recordaba perfectamente su actitud durante el encuentro, aquello no era dedicación, era sadismo. 

"Wow" Su buena suerte lo sorprendió hasta a él, definitivamente no esperaba que fueran capaces de lidiar con esos dos desde la seguridad del vehículo. Suspiró relajando los músculos, cuando la víctima se libro por centimetros de pasar a mejor vida. "Y con este son tres" Tres personas que lograrían vivir al menos unas horas más gracias a ellos. Había descubierto aquella forma de pensar y se había aferrado a ella como a un salvavidas. Era lo único que lo iba a mantener cuerdo con tanta sangre en sus manos. 

-Seguramente - Coincidió con Mike mirando la guillotina con seriedad. -Sigamos hasta el hospital, pero da la vuelta, evita Little Italy - Pidió volviendo a recostarse contra el asiento después de meter su arma dentro y asegurarla. Aún no quería volverse a cruzar con el cabrón de la mascara, necesitaba un tiempo más para acabar de recuperarse. 

Duke pone los ojos en blanco con tu opinión sobre el loco, asintiendo con resignación. Por suerte para vosotros, no hay que ocuparse de muchos más locos por la zona aparte de los de la guillotina. 

- Avisad a nuestros sustitutos de que está esto aquí. - dice Duke cuando vuelve a sentarse, poniéndole el seguro al arma - Desde el piso de vigía no se ve.

- Entendido. - dice Mike, haciendo un gesto a su copiloto que empieza a informar por la radio. El coche se pone nuevamente en marcha, esta vez dando la vuelta - Lo más rápido es por Chinatown... Eso sí, sugeriría no parar demasiado por esa zona. Lo único bueno es que si nosotros tenemos problemas, ese capullo los tendrá más grandes allí...

Entrasteis sin problemas en el barrio. Todo parecia tranquilo. Quizás por eso te llamaron la atención las risas de un callejón.

Al mirar pudiste ver a dos tios atando a un tercero a una guillotina improvisada en mitad. Alrededor había tiradas varias cabezas con expresiones grotescas, pues se notaba que los habían golpeado antes del gran final. A la entrada de esa calle el cadaver de un tio boca abajo

El destino era una sucursal de un banco, Chase Bank, Sommerfield había dejado salir algo de rabia acumulada y ahora sentía la adrenalina bajar, pero estaba alerta, sabía que era posible que estuvieran esperándolos, un socio cabreado podría haberles avisado, se lo podía imaginar al teléfono diciéndoles que si le habían tratado de joder les iba a dar por culo a base de bien.
La gente de la calle era así, poco sutil y menos en una noche como esta.
- Es probable que nos esperen - Dijo Sommerfield a K para compartir su preocupación con él.

El trayecto no estaba siendo silencioso, pues al poco de subiros al vehículo de tu acompañante, tu rehen habia despertado y se movia enloquecido intentando destarse. O eso parecia. Lo único bueno es que la mordaza que le habías puesto evitaba que pudiera gritar.

K conducía con cautela y sin prisas. En principio os dirigiais a Financial District. Habías conseguido un teléfono y jugueteabas con él entre tus dedos nerviosos pero iba con clave así que de momento no podías desbloquearlo y nadie parecia llamar de momento.

De repente viró su rumbo haciendo rodar el volante entre sus manos con suavidad - Mejor de uno en uno - fue su simple explicación pronunciada con voz grave.

- En la feria hay una zona donde se entrega la mercancia y te pagan. Ellos se lo llevan dentro y ya... no se que sucede después con ellos. Depende de quien lo compre. - no había ningún tipo de sentimiento en su voz. Ni culpa, ni remordimientos o pena....

2 am, regreso al soho.

Dejaron a aquel cacho carne, que estaba bastante asustado y muy machacado por los impulsos incontrolables de Sommerfield, la despedida fue emotiva.
"Te dije que no te mataría." Le dijo riendo de forma histriónica ante sus quejidos y farfullos con la mordaza.

Luego siguieron hacia su destino anterior. K no hablaba mucho y la verdad es que Sommerfield tampoco, una parte de él estaba enfrentada a la otra No lo había matado, sino que había contribuido a engordar aquella dantesca noche al entregarlo a aquellos carniceros. ¿Pero que otra opción tenía? Argumentaba Kevin frente a las quejas interiores de Ludge. "Además, no lo niegues, lo has disfrutado tanto como yo, tenemos el 50% del trabajo hecho, así que no la jodas ahora, recoge tus huevos del suelo, vuelve a ponértelos y recomponte o escóndete en tu caseta del árbol y déjame hacer las cosas a mi modo"

De ese modo se acercaron nuevamente a la zona del banco. Tanto Kevin como Ludge estaban inquietos por si llegaban tarde, por si habían perdido un tiempo que no tenían.
- Estamos cerca, puede que si siguen aquí, nos esperen. - Le dijo a K volviendo a ponerse la máscara, dudo entre ponerse su mascara o la del presidente. Le pareció de lo más divertido usar la máscara de su amigo esta vez. Ensancho y ajusto el agujero de los ojos para que no le molestara. Y comprobó la pipa, que estuviera cargada a tope. - Nos queda el 50%, esperemos acabar de esta. - Dijo Ludge, quien para K debía ser la voz racional de Sommerfield a estas alturas(le resultó raro que no hiciera preguntas, aunque quizá era más fácil así.)

El silencio a veces es reconfortante. Como tomarte una bebida caliente mirando a través de la una ventana un dia lluvioso. K parecia sentirse a gusto a pesar de no pronunciar palabra, pues su cuerpo mostraba una postura relajada, su respiración era calma y a veces suu cabeza se balanceaba levemente como si estuvier seguiendo una musiquilla que solo él escuchara.

Por la carretera que ibais no parecia haber jaleo. Un tio corriendo a lo lejos, algún contenedor ardiendo, unos jovenes rompiendo un escaparate a golpes de extintor,... poca cosa para ser el día de la Purga. A lo lejos, algo llamó tu atención

Ocupaban todo el asfalto. Parecia una especie de peaje improvisado, pero... ¿que narices habría que pagar?

Sommerfield miró a K algo intranquilo
-¿Eso es normal? ¿Lo podemos rodear?- Preguntó a K forzando la vista para contar cuantas eran y como de armadas iban. Les superaban en número y armamento. -Joder Eso son rifles de asalto... - Se sorprendió. - Sino sabemos como se van a portar con esos rifles en la mano, quizá debiéramos dar un rodeo.
Parecía una barricada para controlar el territorio, esperaba que esos mamones no tuvieran protección, mierda.

Lo bueno es que K se conocía muy bien la ciudad y cada calle y desvio escondido. Tuvisteis que hacer un pequeño rodeo, pero esquivasteis perfectamente el encuentro con aquellas piradas.