Partida Rol por web

Mientras te estás llevando el cadáver, uno de los vagabundos carraspea, como si quisiera llamar tu atención. Otro le tira de la ropa intentando callarle, pero el hombre, bastante viejo y escuálido, te habla de todas formas. Está claro que o no tiene nada que hacer o no tiene nada que perder.

- Si lo quieres con vida, esta noche hay una ambulancia dando vueltas por ahí. Ayudan a los heridos como pueden, no se meten en los tiroteos y todo el mundo los respeta. Todo el mundo. - repite, esperando que hayas captado el mensaje - Claro que nadie sabe dónde está... Suele venir del sur de la isla, pero se va moviendo por toda la ciudad. Y a las malas puedes ir a mendigar en una iglesia. En el Lower East Side tenían algo montado, busca las banderas blancas... Seguro que para "ayudar a tu amigo" tienen algo. las banderas blancas. 

Con una ligera risita, el vagabundo se vuelve a dejar caer en su rincón, dejando que te vayas sin más. En cuanto sales a la calle, escuchas gritos, ovaciones y golpes a lo lejos, seguramente provenientes del "ring" que han montado en el parque. Y en cuanto llegas adonde está tu coche, te encuentras con uno muy distinto: Sucio y cubierto de barro por varias partes, con varias latas atadas a la parte trasera y un ramo de flores ya mustio enganchado en una parte del parabrisas. Sea quien sea que se ha llevado tu coche, al menos te ha dejado uno de repuesto.

Mientras te decides si entrar o no al "regalo" sorpresa, la sangre de la pierna de Ezy chorrea cada vez más por el suelo. Si quieres mantenerle con vida, tendrá que ser rápido.

Rosen nunca fue una persona con mucho apego material. Debido a su trabajo, nunca mantuvo posesión prolongada sobre muchas cosas que no fueran sus armas. La verdad no le importo mucho ver que el auto que le prestaron los jefes para este trabajo fue robado, igual, sabia que las posibilidades de que esto pasara eran muy altas.

El estado del nuevo coche no le importo mucho, en su mente, con tal y funcionara le valía. Metió a Ezy a la fuerza en el auto, arranco las latas de la parte trasera y se metió en la cabina y jugo con unos cables por un corto tiempo, hasta que el carro respondió.

Al llegar a Gramercy te encuentras las calles bastante más vacías que antes. Empiezas a preguntarte si es que ya se ha acabado la Purga cuando escuchas gritos y vítores, además de una ¿campana?, todos viniendo del mismo lugar.

Al pasar con el coche por el Parque de Gramercy, ves a una pequeña multitud reunida, rodeando algo que bien podría ser un espectáculo. Por un momento, te parece ver a un hombre enorme y bastante musculado siendo levantado por unos brazos también fuertes, hasta que es catapultado contra el suelo. Varios bidones arden a modo de fogatas a su alrededor y hay algunos tipos que parece que están vigilando los alrededores. 

El ruido llamo mi atención lo suficiente para frenar sin apagar el motor y buscar la causa de los gritos, al parecer se habían montado un ring improvisado o algo parecido... -¿Seria buena idea intentar apostar? En este tipo de cosas siempre se apuestan y seguro que es dinero fácil... pero tengo que llegar a la feria antes de que el cabrón se despierte... aunque si solo son cinco minutos no creo que importe mucho...

Discutía conmigo y mi adicción y creo que al final gano la segunda, porque me dirigí con cautela hacia el bullicio, mas presa del interés de ganar dinero fácil que la curiosidad, pero mentiría si dijera que no eran ambas, me asegure de que el "paquete" estuviera quieto e inconsciente, antes de ir a mirar, mientras me preguntaba a cuanto quedaba aun la feria y si me daría tiempo a ir primero a entregar al tipo para volver aquí si es que realmente estaban apostando, pero antes debía cerciorarme y hacer realidad mi suposición.

Tu presa sigue bastante bien atada y no parece que se vaya a mover por el momento. A medida que te acercas, entiendes más del griterío y cómo gritan nombres o cosas como "¡Reviéntalo!", "¡Rómpele la pierna!" y cosas similares. El olor a sudor y sangre se hace cada vez más fuerte. Cuando consigues abrirte hueco, ves a dos tipos enormes, enzarzados en una pelea. Van a pecho descubierto, con nada más aparte de unos pantalones de cortos y sin armas. El "ring" está formado por varias vallas de obra encadenadas entre sí formando un enorme círculo mientras los espectadores gritan eufóricos y aplauden.

A uno de los luchadores se le ve con la cara bastante más rota que el otro, pero es cierto que el otro se tambalea algo más de lo normal. Una campana suena justo después de otro puñetazo del tambaleante y se oye una voz por encima del griterío con un megáfono. No te cuesta mucho reconocer que el sonido viene de un tipo sentado en una pequeña pila de neumáticos, rodeado por algunos que parecen sus guardias.

- ¡Yyy llegamos al final del tercer asalto! ¿Cuánto más serán capaces de aguantar nuestros competidores? ¡Parece que El Diablo va a acabar llevándose una cara bonita si consigue volver a casa esta noche! ¡Josh el Broncas sigue como nuevo, aunque está claro que el cansancio está empezando a hacer mella! ¡Todo puede cambiar en este asalto! ¡Las apuestas están 4 a 1 para El Diablo y 2 a 1 para Josh el Broncas! Además, recordad que podéis ganar un dinerillo extra si acertáis la decisión de vuestro chico ganador: ¿Dejará vivir a su contrincante un día más para celebrar esta noche el año que viene o preferirá acabar todo con un bonito baño de sangre? ¡No olvidéis que también podéis presentaros voluntarios para el siguiente combate...!

Mientras todavía se está haciendo el anuncio, muchos se dirigen a una pequeña mesa, billetes en mano, para hacer sus respectivas apuestas. No parece que vaya a ser muy complicado.

Nada mas ver todo aquello se me ilumino la cara por un segundo, por suerte la mascara ocultaba todo rastro de gesto ademas de evitar que la gente reparara en mi, era el día perfecto para estar cerca de mis acreedores y seguir apostando.

Por lo poco que vi, debía ser otra parte de diversión, tal vez como esas carreras ilegales que se veían en años anteriores, de saber que se hacían ese tipo de cosas hubiera salido antes a las noches de las purgas. Tras un rápido vistazo al tipo que parecía oficiar las luchas, sentado en esos neumáticos, me acerque a la mesa donde se estaban apostando. No sabia quien era quien, pero estaba teniendo suerte, bueno al menos seguía vivo, dos veces había burlado a la muerte, así que supuse que podría usar eso a mi favor para votar por el Diablo, confiando en mis posibilidades.

-Apuesto por Diablo y seguro que acaba con El Broncas. -Hice mi apuesta esperando que se cumplieran mis predicciones, después de todo hoy era la purga, seria raro no ver una muerte en el ring.

El tipo de la mesa acepta tu apuesta y te da lo que te parece una ficha de casino, con un número garabateado con rotulador encima, a modo de identificador. Te da tiempo a apostar y buscar un mejor sitio desde el que ver la pelea, cerca de las vallas de "seguridad". El Diablo se echa una botella de agua por toda la cara, dejando que la sangre se vaya mínimamente de ella, revelando una nariz bastante rota y algún que otro diente perdido, pero se le ve con energías para continuar. El Broncas hace lo mismo y a este sí se le ve bastante más cansado. No hay tiempo para preocuparse, pues enseguida vuelve a sonar la campana. 

- ¡Espero que hayáis terminado todos de apostar, porque esto sigue! ¡Y viendo el estado de nuestros luchadores, es muy posible que en este asalto se resuelva todo! ¡Vamos a por el cuarto asalto, Eeeeel Diabloooo contra Jooooosh eeeeel Broncaaaassss!

Tras la presentación, ambos tipos se ponen en pie, sacudiéndose los restos de agua y preparados para enzarzarse de nuevo en la pelea entre los gritos eufóricos del público. El Diablo se limita a defenderse mientras el Broncas intenta atacar de nuevo a su cara o a sus costados, pero está claro que su velocidad no es lo que era. En un momento, todo parece ir de 0 a 100. El Diablo aprovecha el último derechazo del Broncas para colar un directo contra su cara. Es con ese aturdimiento momentáneo del Broncas lo que permite que el Diablo descargue toda su fuerza acumulada contra el Broncas en una sucesión de golpes que apenas dura unos segundos hasta que el Broncas termina por caer al suelo. 

- ¡Madre mía, qué maravilla acabamos de presenciar! ¡El Diablo, que parecía que se iba a reunir con su nombre en este asalto, le ha dado la vuelta al combate en unos segundos! ¡¿Josh el Broncas podrá levantarse de nuevo?! - toda la atención está puesta en un hombre cerca de las vallas que va levantando los dedos mientras cuenta y tocando un silbato. Cuando termina de contar aparta las manos y da un pitido largo - ¡Tres! ¡Dos! ¡Uno...! ¡Y Josh el Broncas no se ha levantado! ¡LA VICTORIA ES PARA EEEEEEL DIABLOOOOO! ¡Y ahora queda la pregunta final: ¿Perdonará El Diablo a su adversario a pesar de haberle dejado la cara hecha un cromo?!

La multitud está totalmente eufórica. Hay muchos abucheos hacia el Broncas y gente que simplemente se va y tira la ficha con asco al suelo. Hay alguno que intenta pasarse de listo y saca una navaja al ir a la mesa de apuestas, pero rápidamente es reducido por una bala en la cabeza de los guardias de la zona. El resto de los que siguen alrededor del círculo piden a gritos que se lo cargue. Como respuesta, El Diablo suelta un grito de batalla y se sube encima del inconsciente Josh el Broncas, sin dejar de soltar puñetazos contra su cara. La sangre salpica a los más cercanos, que chillan aún más emocionados y te parece oír entre los gritos algún que otro crujido. 

- ¡Cómo no! ¡Habría que ser tonto para no aprovechar esta noche! ¡Felicidades a los afortunados y más suerte para la próxima para los no tan afortunados! ¡Pero no os alejéis mucho, porque en un rato comenzará el siguiente combate...!

Tras tanto tiempo en silencio, la megafonia vuelve a abrirse dejando percibir la alegre y divertida voz de una mujer.

"Uo, uo, uo.... Parece que esto se pone intersante... Monstruos disfrazados de caballeros andantes. Acosadoras piradas. Sádicos que se creen médicos... ¿Pero habeis mirado bien al de al lado? ¿De verdad estais seguros que no os van a apuñalar por la espalda? ¿Os fiais de aquellos a quien habeis salvado su patética vida? Bien, bien, bien... Veremos quien rie el último pues.... "

Era perro viejo en eso de apostar ya fuera de forma legal o ilegal y memorice el numero de la ficha antes de guardarla a buen recaudo, dentro del puño y a su vez en el bolsillo. Por eso cuando empezó la ronda solo use la mano libre para vitorear a Diablo y gritar a peno pulmón como el resto. Me importaba una mierda quien fuera o como se llamara pero era importante apoyar a mis ingresos recientes y vaya si dio resultado. No solo gane el combate, ademas acerté con la decisión del campeón respecto al perdedor, aunque me gusta pensar que mis gritos y los de otros ayudaron a que Diablo terminara el trabajo.

-¡SI JODER! -La suerte me sonrió una vez mas por esa noche y nada mas confirmar que todo había acabado, me acerque a la mesa, procurando no llevarme ningún navajazo o bala perdida, a coger mis ganancias las cuales tenia pensado apostar la mitad de ellas para el próximo combate, con suerte volvería a ganar y mi deuda estaría mas cerca de estar saldada.

Pero la ultima voz que sonara por megafonía, me puso en sobre aviso de que tal vez era mejor marcharse ahora que iba ganando y llevar el ganado a la feria a seguir ganando. Por experiencias propias, pocas, pero útiles, sabia bien que las mujeres mas divertidas eran las mas locas y eso en esta noche significaba peligro inminente.

Por eso en cuando tuve en mis manos el dinero ganado, me puse destino al coche, atento a desagradables sorpresas.

Al llegar a Gramercy, de camino a la Feria de la Carne, escucháis gritos y vítores, además de una ¿campana?, todos viniendo del mismo lugar. Al pasar con el coche al lado del Parque de Gramercy, veis a una pequeña multitud reunida, rodeando algo que bien podría ser un espectáculo. En el centro del parque hay colocados varios bidones en llamas. A un lado, una larga mesa donde se exhiben diversas armas rudimentarias, llamativas y enormes, de épocas anteriores. Además de eso, parece haber varias personas armadas que parecen "guardias" de la zona.

Llegáis a ver a un tipo sentado en una pila de neumáticos, con un megáfono, y cerca de una mesa donde se está dirigiendo todo el mundo. 

- ¡Yyyy pasamos al siguiente combate! Esta vez se trata de un choque de espadas, con una historia digna de Juego de Tronos. ¡Dos caballeros luchando por el amor de una dama! ¡NUESTROS CAMPEONES SON RRRROOOOOMEOOOOOO Y EEEEEL ZORROOOOO! ¡Como siempre, las apuestas son 2 a 1 para este primer asalto! ¡Hagan juego, purgadores!

El tipo de la mesa comprueba tu ficha y te pasa un fajo de billetes envueltos en una cinta. Casi te parecen recién salidos del banco pero claro está que no vas a preguntar de dónde han salido. Aparte del rencoroso que ha perdido, parece que nadie más quiere probar suerte con tantos guardias por la zona. 

- ¡Yyyy pasamos al siguiente combate! Esta vez se trata de un choque de espadas, con una historia digna de Juego de Tronos. ¡Dos caballeros luchando por el amor de una dama! ¡NUESTROS CAMPEONES SON RRRROOOOOMEOOOOOO Y EEEEEL ZORROOOOO! ¡Como siempre, las apuestas son 2 a 1 para este primer asalto! ¡Hagan juego, purgadores!

Una vez en el coche escuchas a lo lejos la presentación de los nuevos concursantes, casi al mismo tiempo que llega otro coche a toda velocidad a la zona. Además de eso, te salta una notificación sobre cierta chica desaparecida en la Dark Web...

Mientras Wendy conducía y le iba dando indicaciones, sacó el móvil de Colton y el dedo amputado para poder desbloquearlo. 

Cambió la configuración de bloqueo para no tener que usar más ese dedo. Lo miró unos momentos, tras tantos años, por fin se había cerrado el círculo. Lo tiró por la ventana, murmurando : - nos vemos en el puto infierno, escoria -

Volvían a pasar por Gramercy, y el tinglado que había visto al inicio de la noche hervía de actividad. Los duelos eran un espectáculo tradicional en La Purga, pero nunca le habían interesado. Ya tenía suficiente trabajo como para meterse en circos.

Sin dejar de controlar la calle, le indicó a Wendy que siguiera adelante. - Tranquila, están a lo suyo... Sigamos adelante. - 

El dinero estaba a buen recaudo dentro de los bolsillos de la chaqueta que había preparado para ello y nada mas encender el coche llegaron a mis oídos la nueva ronda para apostar, ahora que estaba sentado y con calma tal vez me apresure a pensar mal de las palabras de aquella mujer y simplemente estaba creando atmósfera para lo que estaba por llegar y mentiría si no estuve tentado a salir del coche una vez mas para volver a apostar como, en un principio, tuve intencion.

Pero ya que estaba allí y con el motor encendido ir ala feria seria lo mas lógico, ademas siempre podría volver aquí mas tarde, algo me decía que aun quedaba mucha noche. Justo cuando estuve apunto de acelerar el mensaje del móvil encendió mis alarmas internas y me vi casi obligado a mirar que nueva actualización tenia para mi.

-¿La chica sigue viva? Entonces las monjas no han dado con ella. De puta madre, puede que después de todo si sea mi día de suerte. -Con una sonrisa bajo la mascara ahora sí, acelere para poner rumbo a la feria, no sin antes reparar ligeramente en aquel coche que había llegado como una bala, imposible no reparar en él.

En el coche puedes ver a dos figuras, una con una máscara bastante peculiar en el asiento de atrás y otra conduciendo con un vestido de novia. No parecen frenar al lado del ring; es más, parecen ir en tu misma dirección.

Al llegar a Gramercy Park te fijas en un coche que también se dirige a East Village a toda velocidad, con una chica vestida de novia al volante y un tipo con una máscara que parece sacada de Alien en la parte trasera. 

El ring que se había montado en la plaza del parque parece mucho más activo que antes. Una turba de gente rodea el lugar y oyes varios gritos, chillando cosas sobre un tal Romeo y un Zorro. Todo parece apuntar a que se trata de una buena pelea.

Yendo por la calle, giro la cabeza al escuchar lo de un duelo por amor. ¡Ay, si yo hubiera tenido uno de esos! Dos hombres peleandose por mi, habría sido tan romántico... Esto casi parecería una novela! Freno un poco sin darme cuenta intentando ver más del espectáculo hasta que oigo a John hablar en el asiento de atrás. 

- Si, si, veo que están muy a lo suyo... - Es más me apetecería ir a echar un vistazo pero ay, qué remedio. Sacudo la cabeza y vuelvo a mirar al frente, pisando otra vez el acelerador a fondo - Pues sigamos adelante. No queremos hacer esperar a tus amigos,¿no?