Partida Rol por web

Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado,
como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

Timoteo 2:15

Veo el alboroto y las caras sorprendidas y aliviadas de mi rebaño. Hago un gesto con la mano para que todos se calmen y empiezo hablar con gesto triste.

- Lamentablemente no he podido encontrar al niño, salió corriendo y se debe haber escondido por la zona. Sin embargo me encontré con dos almas en peligro y les he dado refugio entre nosotros. Esa noche es peligrosa, pero si precisamente en esos tiempos duros no actuamos como lo mejor de nosotros mismos. Con que cara miraremos al señor cuando llegue la hora. No buscan ningún mal y quiero que se sientan parte de nosotros, así que os pido consideración y que os comportéis como la buena gente que sois.- acabado mi pequeño discurso espero si alguno tiene preguntas y después de contestarlas me dirigiría para ver como se iban acomodando los nuevos invitados.

Tras tu pequeño discurso, tus buenas gentes parecen relajarse ligeramente, pero es cierto que el niño que tanto les preocupaba sigue allí fuera. Las miradas de desconfianza de la gente hacia los nuevos disminuyen, aunque más de uno sigue mirándoles de vez en cuando. Por su parte, la pareja sigue en su esquina. Nick mantiene un brazo por encima de los hombros de Zaira con gesto protector, mientras que ella se mantiene vigilando a los alrededores. 

Ves una sombra de sonrisa en la chica cuando te acercas, que es rota rápidamente por el grave sonido de una bocina, acompañada del rugido de un motor, en la calle que da la entrada a la iglesia. Como siempre, los más cotillas son los primeros en levantarse y en asomarse a la ventana. Muchos se giran inmediatamente hacia la hermana Claire, que les devuelve la mirada extrañada. En cuanto te acercas a una de las ventanas con tablones puedes ver a qué se refieren. 

Una furgoneta blanca, con varias luces adornándola, está parada frente a la puerta de la iglesia. No parece gran cosa ni es especialmente espectacular, pero hay algo que destaca por encima de todo: Todos los que van en ella y los dos que van arriba portando un fusil y una escopeta respectivamente, van vestidos de monjas. Su cara está blanca e iluminada con leds y sus ojos pintados de negro sangrante. Una voz grave y siseante suena desde un megáfono de la furgoneta. 

- La chica... Sabemos que está aquí. Dádnosla... Y viviréis. - casi en cuanto termina el anuncio, varios pares de ojos se dirigen hacia Zaira, que ha empezado a retroceder junto con Nick.

Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres,
pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada.

Mateo 12:31

 Lo que vi por la ventana solo consiguió que me enfadara y tuviera que esforzarme por controlar el gesto.- ¿Cómo se atrevían a profanar unas hábitos en un disfraz tan hipócrita y de tan mal gusto?

Y encima exigiendo que mi gente sacrificara a alguien en necesidad.

- Ni se os ocurra.- digo a los que ya estaban mirando hacia la pareja.- No vamos a entregar a nadie a esas bestias.- me giro luego a la pareja e intento suavizar el gesto.- Lamentablemente tampoco os podéis quedar mucho tiempo. Iros preparando y ganaré algo de tiempo.

Dicho esto me acerco a la ventana y hablo a los de fuera.

- ¿De que chica habláis? Somos un refugio pacífico y no buscamos problemas.

Tus buenas gentes te miran confundidos y luego a la pareja de nuevo pero la gran mayoría se tranquiliza, esperando que tengas un plan. La susodicha pareja no relaja el gesto en absoluto y es Nick nuevamente el que se adelanta con mala cara. 

- ¿Dónde coño están nuestras armas? Si salimos sin ellas ahí fuera será un puto suicidio.

Esta vez es Claire la que interviene para calmarles, tirando de ellos para llevarles al lugar por el que habéis entrado y dejándote espacio para que te ocupes de lo realmente preocupante. 

- ¿Pacífico? - una risa, más parecida a una tos desagradable, sale de los altavoces de la furgoneta - Sois unos ilusos... Nosotros tenemos toda la noche... ¿Y vosotros? ¿Cuánto tardaréis en venderos los unos a los otros por salvar la vida? Basta que uno de vosotros nos entregue a Zaira Jackson para que todos os salvéis... ¿Tanto os gusta ser pacíficos? Podemos resolver esto de forma tranquila...

Por el rabillo del ojo ves cómo la hermana Claire se lleva a la pareja fuera de la sala y al poco rato otro par de personas empieza a seguirles, mientras los murmullos comienzan de nuevo entre los demás.

Así se contaminaron en sus costumbres, y fueron infieles en sus hechos.

Salmos 106:39

 La apatía es muerte...

Por supuesto que no pensaba quedarme de brazos cruzados, pero ni tenía pensado entregar a los dos jóvenes que les había prometido ayuda, ni tampoco sacrificar a mi gente porque unas bestias se creían en derecho de profanar la casa de dios.

- Vale, creo que sé quién dices. Dame cinco minutos y la tendrás en la puerta.- es lo único que digo y miro a mi rebaño haciéndoles un gesto de calma. Sin esperar una respuesta de verdad me dirijo a la parte trasera de la iglesia donde se había ido la pareja con Claire.

- Tenemos que prepararnos para partir.- comento intentando mantener la calma.- Hermana, cuando esas locas se empiecen a impacientar vas a tener que fingir que me vendes. Les contarás que hemos huido en dirección al cruce de la 34 con park avenue. No te preocupes sé que mi casa está hacia allí pero no iremos en esa dirección. Con vosotros lo siento pero no esperaba que nos vieran entrar aquí. Sin embargo os prometí un poco de seguridad y pienso mantener mi palabra. Saldremos por donde hemos entrado y recuperaréis vuestras armas, no os preocupéis.- estaba diciendo demasiadas veces esa frase para mi gusto.

A través del cristal ves cómo las monjas se miran entre ellas y finalmente se vuelve a escuchar esa desagradable voz por megafonía.

- Parece que entre siervos del señor nos entendemos... Esperaremos... Pero ya sabéis qué pasará si no está en la puerta. 

La voz no dice nada más y ves cómo muchos de tus fieles han empezado a ponerse a cubierto entre los bancos de la iglesia, con algunas madres llevando a sus hijos lejos de la entrada. Por un momento ves a Julie levantándose y dirigiéndose hacia ti con gesto de ir a quejarse, pero otra mujer la retiene de la mano y ves cómo varias personas le niegan con la cabeza, hasta que finalmente se sienta con gesto de impotencia.

En cuanto te acercas a la salida, antes de que puedas decir tu plan te encuentras con que algunos no han tenido tan buenas intenciones como otros. Un par de hombres de tu rebaño, que apenas has visto un par de veces por la iglesia, están forcejeando con la hermana Claire y con Nick mientras Zaira se ha alejado para ir a recuperar su bate de metal. 

- ¡Por favor, dejadla en paz! - suplica Claire, intentando empujar a uno de los hombres lejos de Zaira.

- ¡Aparta de una puta vez! - grita el otro - ¡La necesitamos!

No escuchó la voz, ni aceptó la corrección. No confió en el SEÑOR, ni se acercó a su Dios.

Sofonías 3:2

 - Se puede saber que están haciendo.- digo con gesto enfadado.- Parad en este mismo instante, tengo un plan y todos los de la iglesia vais a estar a salvo. ¿Entendido?

Mientras estás intentando imponer orden, el forcejeo continúa como si no existieras. El primero de tus feligreses, un hombre adulto y rubio que conoces como Tim, sigue intentando apartar a Claire. Sin embargo ésta, tal vez por la desesperación o por la gracia del Señor, le da un repentino empujón apartándole de ella y tirándole al suelo.

Por otro lado, el joven semi-punk Jaden, consigue aguantar el forcejeo contra Nick. Zaira tiene tiempo de llegar a por su bate pero no llega a golpear del todo, temiendo darle a Nick por error. Es ese momento de duda en el que Jaden aprovecha para darle un fuerte codazo a Nick en la cara. El asiático ni siquiera tiene tiempo de reaccionar y cae inconsciente al suelo, sangrando profusamente por la nariz.

Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.

Marcos 11:25

 Me estaba enfadando ante como actuaban esos dos y sin más me pongo entre ambos grupos apartando a la hermana Claire para que estuviera junto a Zaira.

- Tim por dios tienes una hija de su edad y tu Jaden sé muy bien lo que le ocurrió a tú prima el año pasado. ¿Queréis ser cómplices de algo similar bajo la presión de unos abusones? Tengo un plan para que ninguno de aquí corra peligro, pero necesito que confiéis en mí. Volved con el resto.- les reprehendo y explico conteniendo la rabia ante su forma de actuar.

Tim se empieza a levantar, con los ojos mirando llenos de ira a la monja que retrocede poco a poco, visiblemente asustada. Cuando te pones en medio, la mirada de Tim pasa de ella a ti. Las palabras ni siquiera le hacen pararse un momento a pensar. Aunque estás preparado, el puñetazo de un cura no puede hacer nada contra un tipo acostumbrado a hacer barbacoas sobre el motor de su coche. Esquiva tu puñetazo dejando que pase a un lado de su cabeza y te devuelve un gancho en plena mandíbula, dejándote algo atontado por unos segundos. 

Detrás de ti, oyes un grito de ira y ves cómo Jaden cae al suelo con un golpe sordo y bastante sangre alrededor de su cabeza. Zaira aún está tomando aire tras haber dado el golpe, con el bate de metal, ahora manchado de sangre, aferrado con fuerza entre ambas manos y los ojos algo enrojecidos.

El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada,
porque a imagen de Dios hizo El al hombre.

Genesis 9:6

Lo mío no era la pelea eso estaba claro y tampoco es que quisiera que lo fuera y ese hombre me había decepcionado de manera clara. Mientras me intento mantener en pie veo como Zaira golpea con el bate a matar al idiota de Jaden. Sea como sea me abalanzo sobre Tim intentando evitar que haga ninguna tontería pero claramente mi cuerpo aun no está recuperado del golpe y me muevo patosa y lentamente...

Tim se zafa fácilmente de tu intento de detenerle y ves cómo Claire, aunque cada vez más asustada, también intenta tirar de él. Cada vez más furioso, Tim también consigue apartar a la hermana de un empujón, pero justo cuando se gira hacia Zaira, ésta ya está preparada: El bate de metal golpea su cabeza con un grotesco tintineo, salpicando de sangre el suelo de la iglesia. La joven retrocede un par de pasos, resoplando y con algunas gotas de sangre pegadas a sus rizos, y finalmente se deja caer al suelo junto a su amigo. 

- ¡Nick...! ¡Nick, por favor, levántate...! - le pide, sacudiéndolo pero sin obtener respuesta. Te da la sensación que es posible que ya ni siquiera respire. 

La hermana Claire se queda pegada a la pared, tapándose la boca con ambas manos, mirando a los cuerpos de sus "fieles". En la zona común parece que se oyen varias voces y cuchicheos, pero por el momento nadie más parece que se vaya a acercar. La monja traga saliva y te mira, apenas apartando las manos para hablar. 

- Dijeron... dijeron que era su presa e intentaron llevársela. Tenían una mirada... diabólica. - murmura. Está claro que no tiene muy claro si debería estar tranquila o no, pero viendo cómo han dejado a Nick, no te cabe duda de que habrían hecho lo mismo con vosotros. 

Si alguien peca inadvertidamente e incurre en algo que los mandamientos del Señor prohíben,
es culpable y sufrirá las consecuencias de su pecado.

Levítico 5:17

 Suspiro cuando todo acaba y me levanto algo dolorido, miro a los tres muertos con cierta compasión. Tres almas perdidas en está noche, aunque dos de ellas tenía claro que la habían vendido hacía mucho. Me acerco a la hermana mientras la chica sigue abrazada a su amigo. 

- ¿Estás bien, hermana? ¿Lo estáis las dos? - sueno preocupado y porque realmente lo estaba, la chica había matado en terreno santo pero había sido en defensa propia y aceptaría su confesión en un momento más adecuado para librarla de todo pecado. Me mantengo cerca de Claire hasta que la veo un poco más relajada.- Gané muy poco tiempo y tenemos que darnos prisa. Tenemos que prepararnos para partir.- comento intentando mantener la calma.- Hermana, cuando esas locas se empiecen a impacientar vas a tener que fingir que me vendes. Les contarás que hemos huido en dirección al cruce de la 34 con park avenue. No te preocupes sé que mi casa está hacia allí pero no iremos en esa dirección. En cuanto los cuerpos.- Parecía bastante obvio como estaban pero compruebo el pulso de cada uno.- El de su amigo lo dejaremos en un claustro y mañana empezaremos a preparar un entierro digno. Sin embargo para estos dos los tiraremos fuera, no merecen otra cosa por ensuciar el nombre de nuestra comunidad.- mi voz rezuma hiel cuando lo digo sin que me dé cuenta, sin embargo vuelvo a mi gesto habitual rápidamente.- Zaira, sé que es duro y este lugar no ha cumplido lo prometido, pero te prometo por mi señor que no tengo intención de entregarte a esos animales. Así que te pido que confíes en mí, una vez más.

Zaira sigue intentando despertar a Nick, sin escucharte. La hermana asiente nerviosamente, dando algún que otro hipido, y te basta una sola mirada para saber que está al borde del llanto. Por suerte para ti, parece estar aguantándose lo suficiente como para poder prestar atención a tu plan. 

- Está... bien. - susurra - Haré lo que pueda. 

Se mantiene en silencio mientras compruebas el pulso de los cadáveres y aparta la mirada con un suspiro cada vez que ve que no reaccionas. Zaira contiene la respiración mientras tomas el pulso de Nick y aprieta los dientes después de saber el resultado. 

- No... No, no, ¡no! Nick solo necesita descansar... Qui-quitarse la sangre para... respirar mejor y... Mierda...

La chica empieza a atragantarse y la hermana Claire se acerca a ella con gesto de querer consolarla, pero ella le aparta las manos de un manotazo. Las lágrimas empiezan a caer por sus mejillas y toma aire como puede mientras le hablas. Te mira fijamente unos largos segundos y finalmente aparta la mirada, secándose los ojos.

- Supongo que... no me queda otra. - murmura. Estrecha el cuerpo de Nick una vez más entre sus brazos y le da un suave beso en la frente - Viviré.

Con esa difícil promesa en esta noche, la chica se levanta y coge la máscara de paintball de Nick, ocultando un poco su bate bajo su chaqueta. Claire, empieza a tirar de uno de los hombres hacia la salida y te mira, preparada para empezar con el plan. 

Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo,
para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia.

Hebreos 4:11

 Evito que la hermana Claire se caiga cuando Zaira la aparta y la miro con preocupación. Era una buena mujer y la estaba llevando al límite por culpa de esta estúpida noche. Lamentablemente no había mucho que hacer ahora y cuando finalmente las dos mujeres aceptan el plan ayudo a mover los cuerpos.

- Por cierto, te conocen por alguna razón. Quizás deberías cambiar de mascara y cortarte el pelo.- era un comentario pragmático y en el que no iba insistir pero estaba claro que sabían como encontrarla e ir con algo tan característico era ponerselo demasiado fácil.

Finalmente llega el momento de marcharse y abrazo a la hermana.

- Recuerda el plan y sé fuerte. El señor nos protege y volveré.- le digo forzando una sonrisa de confianza, antes de girarme a la chica del bate.- Vamos.

- Por eso voy a llevar la de Nick. - te replica secamente Zaira, con la máscara de paintball ya puesta - Cortarme el pelo... Me lo pensaré. Cuando salgamos de aquí. 

Conseguís mover los cuerpos hasta la puerta de la salida lateral y la hermana te devuelve el abrazo. Sigue estando muy nerviosa e incluso temblorosa pero se la ve algo más convencida que antes, aunque sigue apartando la mirada de los cuerpos. Parece que va a decirte algo pero finalmente asiente tímidamente y se marcha, intentando ocultar las manchas de sangre de sus hábitos.

Mientras tanto, Zaira y tú salís por la puerta secreta y ella se para en seco. Un par de monjas de la furgoneta están rodeando la zona de esa salida. No parece que estén intentando entrar en la iglesia, pero sí vigilarla. Y la oscuridad de la noche no será suficiente para ocultaros...

¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado!
¡La gloria del Señor brilla sobre ti!

Isaías 60:1

 - La furgoneta no está lejos, en ese dirección.- le señalo el lugar y me dispongo a salir con cuidado con tan mala suerte de que una de las monjas está mirando justo a mi dirección. No hacía falta ser un genio con lo que iba a pasar así que llevo mi mano mi arma y me preparo.

Zaira empieza a seguirte, pero a los pocos pasos, un haz de linterna os ilumina a ambos y escucháis un grito de hombre proveniente de las monjas. 

- ¡Están aquí e intentan escapar! - grita, levantando ambas la escopeta. Cerca de la puerta se oye un disparo y no dudas en que serás el siguiente si tardas demasiado.

No os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.

Hebreos 6:12

 Esas malditas tenían la suerte del diablo de su parte, pero un grito parecía la distracción adecuada.

- Deprisa sígueme.- le indico a Zaira ya sin preocuparme del sigilo, mientras desenfundo la pistola y me preparo para lo peor a la vez que avanzaba hacia la furgoneta.

Aunque echas a correr, no es que se pueda esquivar una bala precisamente y para vuestra desgracia, las monjas ya estaban más que preparadas para emboscaros. El primer disparo de las monjas termina contra la luna de uno de los coches aparcados al otro lado de la calle. 

Te giras para devolverles el disparo, pero un segundo pistoletazo se te adelanta. Al principio notas que algo te empuja hacia atrás, pero no es hasta un segundo después cuando sientes la herida, tan fría que te arde, en pleno pecho. Tu cabeza rebota contra el suelo antes de caer y solo puedes oír algunos chillidos a lo lejos antes de que tu vista se empiece a oscurecer. A lo lejos ves la figura de Zaira, que parece haberse parado un instante para mirarte antes de seguir corriendo a toda velocidad. Tal vez ella aún esté a tiempo de cumplir su promesa... Vivir.