-Como ha dicho Nagredog, yo también os ayudaré en lo que pueda. Los dos hombres se habían presentado primero para la misión así que tenían prioridad para ir. Sería una misión peligrosa debida a un gran fallo de organización. Un objeto tan valioso e importante en manos de un simple criado.
Faramis les miró con renovado respeto, asintió satisfecho e incluso se permitió el esbozo de una sonrisa. -Sabía que aceptaríais. -Dijo hablando con orgullo, hasta el momento aquel grupo siempre había respondido a su llamada y les estaba muy agradecido. -Thander, no me cabía duda de que tu serías el primero en presentarte. Como ragger que eres, había pensado en ti en primer lugar para cumplir con esta honorable, aunque peligrosa, misión. Emyr, será quien le acompañe. Por lo que ha dicho parece el más indicado.
-Preparad las cosas que necesitéis y venid a mi tienda. Os pondré al día con los detalles. -Tras decir esto último se despidió de los demás y le pidió a Isten que le comunicara a los sanadores su intención de conocer lo ocurrido con el hombre que gritaba.
Os dejo un turno para despedidas, ;)
Los dos humanos seríamos los que iríamos, sinceramente y con todo el respeto, no veía a los enanos apropiados para esta misión, igual que yo tampoco sería en más apropiado para entablar una batalla cuerpo a cuerpo.
No conocía mucho al otro Ragger, pero las palabras de Faramis indicaban que era alguien más que capaz, quizás hasta sentí una punzada en el orgullo al hacerme sentir como segunda opción, pero sin duda algo que no pasaría a mayores.
Me despedí de los enanos - Bueno, no me gustan las despedidas, cuidaros, cuando vuelva espero que tengamos un rato para fumar nuestras pipas como ya hicimos en alguna ocasión
Cuidaros sobre todo vosotros amigo Emyr. Nosotros lucharemos contra el enemigo cuando llegue el momento, pero vosotros os vais a meter en sus fauces. Si necesitáis algo no tenéis más que pedirlo. No iría en la misión, pero si el enano podía hacer algo por ayudar a sus compañeros lo haría.
- Tened mucho cuidado, con suerte estareis de vuelta antes de que el enemigo alcance la ciudad, habreis de daros prisa - dijo recordado las estimaciones de los soldados en cuanto a la llegada del enemigo a Rood. Andarian muy justos, pero habia que darles animos - Sed rapidos y cautelosos. Nos vemos a la vuelta - dijo seguro de que volverian a verse, aunque en el fondo temia por sus vidas.
Cambiamos de escena a: La plaga del aullido