PFFFFFFFF que pereza. no pensaran que leamos todo esto verdad????. pregunto mientras miro la pantalla. paso. salgo de la sesion y apago el monitor, y una vez tumbada en mi catre le preguno a tanis. y tu de donde vienes??? que te hace meterte en esos lios??
-Jajajajaja- No puedo evitar estallar en una carcajada al escuchar a Rafka decir lo que yo estaba pensando -Me parece que sí... esa es la idea, pero todo a su tiempo...- le respondí sacándome las botas sentado en la cama.
Me recosté tranquilamente imitando a mi compañera y entonces escuché su pregunta -Bueno, es en realidad una historia larga- guardé silencio repentinamente, pensativo, recordando -Digamos que para evitar un mal mayor tuve que salir de casa hace... mucho tiempo- suspiré - la academia de tatooine de la República fue un lugar estupendo para esconderse, ya sabes, ¿dónde vas a encontrar alguien que te deje un caza y además te pague por pilotarlo- sonreí con melancolía -pero la disciplina y yo... yo y la disciplina. Jajajajaja. Un día en el borde exterior, en una patrulla rutinaria... digamos que tuve un desacuerdo con un superior; me dieron una patada en el culo y acabé transportando banctha sintético para cualquiera que quisiera pagarlo y bebiendome el whiskey corelliano de la mitad de las cantinas de Tatooine. Hasta que apareció esto. Si te soy sincero era mi mejor oportunidad por salir de la mierda en la que me había metido- Suspiré de nuevo, aunque sonriente, evitando, o mas bien intentando evitar que los recuerdos mas oscuros salieran de nuevo a la superficie -Y qué hay de ti?- pregunté a la durosiana cambiando intencionadamente el rumbo de la conversación.
mmmhhh lo mio es mas de lo mismo, contesto a tanis Llevaba un cargamento algo "delicado" cuando me interceptaron unos cazas. No pudieron seguirme el ritmo, pero me dieron unos cuantos impactos.
Cuando me estaban reparando la nave en tatooine, se presentaron unos oficiales, para confiscar mi nave, y me "ofrecieron" unirme a esta historia o acabar mis dias en Kesser, asi que ya ves, era esto o prision.
Sigo despues de una pausa, mas pensando en voz alta que hablando, no tenian nada contra mi, solo porque un artillero de los cazas reconocio mi nave en el taller, nisiquiera abri fuego contra ellos, solo me escape.
El tiempo pasa rapidamente, mientras conversais, contando anecdotas e historias sobre el pasado reciente. Con un zumbido, el sistema apaga las luces de la camareta y este queda a oscuras, en silencio.
A solas con vuestros pensamientos, el sueño se adueña de vuestras mentes y el cansancio de vuestros cuerpos... Y la tranquilidad salta en pedazos cuando la alarma programada os indica que la hora de levantarse ha llegado ya.
Bueno, lo prometido es deuda. Cierro esta escena y podeis postear en la escena que os he abierto.