Esta sala esta preparada y diseñada para que los padawans y caballeros jedi puedan entrenar y perfeccionar sus habilidades, asi como para reflexionar y meditar en un entorno tranquilo y sosegado.
Despues de recorren varios pasillos y descender varios niveles, accedeis a una sala que, según parece, estaba reservada para vosostros especificamente. Tan pronto entrais en la estancia, notais que el murmullo de preocupación y excitación que se habian adueñado de la nave, se diluyen en la atmosfera del lugar.La disposición de la sala no es excesivamente extravagante, aunque no se parece a ninguna de las sals de la nave, mucho mas espartanas.
Lo que hace diferente esta sala, no es solo su decoración (Mullidos cojines, esteras de esparto, pequeños inciensarios, una serie de pupitres dispuestos en semicirculo o varios objetos diseñados para la instrucción y manejo de los poderes de la Fuerza) sino su atmosfera. Aqui, el miedo, el dolor y el caos existen, pero como equilibrio natural de la temeridad, la comodidad y el orden.
El maestro se adelanta y toma asiento en el centro del semicirculo de pupitres, depositando con cuidado su sable luz frente a el. Con un gesto os indica que os senteis en los curiosos escabeles, que parecen conformados para queos senteis comodamente, a la vez que permaneceis arrodillados.
"Antes de comenzar, os pido que os unais a mi en silenciosa meditación. Despues, podremos departir y decidir el rumbo de las investigaciones. Sentios libres de expresaos con vuestras propias palabras, pero meditad antes, su significado. Lo urgente de la situación no debe hacernos perder de vista lo importante: la seguridad de la Galaxia"
Dichas estas palabras, el maestro jedi cierra los ojos y permanece en silencio, controlando el flujo de su respiración y tratando de que su espiritu sea uno con la Fuerza.
Siguiendo el consejo del maestro me dejo llevar y sentándome cierro los ojos dejando que la paz del lugar me inunde. No me acomodo demasiado, la relajación no debe ser excesiva. Simplemente adopto una posición que me permita permanecer largo tiempo meditando o hablando sin forzar ninguna parte del cuerpo.
no hay emoción, hay paz
no hay ignorancia, hay conocimiento
no hay pasión, hay serenidad
no hay caos, hay armonía
no hay muerte, hay Fuerza
. . .
no hay ignorancia, hay conocimiento
. . .
hay conocimiento
. . .
¿qué conocimiento poseía la víctima que motivó el letal ataque? debemos averiguarlo, esa puede ser la clave si ese conocimiento es la identidad del conspirador que desde el principio acosa a este grupo. ¿Y por qué acosa a este grupo? ¿Qué tiene de especial? ¿Por qué el conspirador se siente amenazado?
Mucho debemos reflexionar.
Lyllian permanece callada durante todo el rato, dando vueltas en su cabeza a los acontecimientos. Sin duda alguna, allí había mucho en juego...
Sigue al maestro hasta la sala de meditación y observa como toma una posición de meditación en el semicirculo. Algunos lo siguen, como Ben.
Ella prefiere mantenerse de pie. Nunca le ha gustado la meditación estática, así que empieza a relajar su cuerpo con un par de movimientos lentos y extensos, moviendo sendos brazos y piernas. Dibujando círculos con su figura, siempre acabando uniéndose en el centro de su cuerpo, buscando un equilibrio.
Tras un par de minutos (o quizá algunos más), se une a los que están asentados para proseguir con quietud su meditación.
"Hay que despejar la cabeza por un momento. Toca unirse con la Fuerza..."
Inconscientemente, la joven intenta sentir todo lo que puede a su alrededor e intenta que ella misma se desvanezca con cada una de las presencias que encuentra.
Heeeey! xD
Ando algo liado y no me había fijado en que esto seguía... a ver si a partir de ahora presto más atención ;)
Aymee llegó un poco después que sus compañeros, le gustó la idea de relajarse, aunque en su cabeza costaba mucho deshacerse de esos pensamientos y se preguntaba si acaso tendría que renunciar una vez más pero poco a poco, tras sentarse, cerrar los ojos y comenzar a respirar, sólo sus apéndices se movían como si danzaran una música suave que sólo ella era capaz de escuchar.
El suave tintineo de un carillón de metal os saca poco a poco de vuestro estado de relajación conseguido gracias al entrenamiento recibido de vuestros instructores. El maestro abre los ojos, sonriendo beatificamente, en paz con la Fuerza.
- "Padawans, vuestra tarea es compleja. Debeis determinar quien esta detras de esta conspiración que parece amenazar la seguridad de la republica, terriblemente comprometida en este momento. Sin embargo, es preciso preveniros ante las posibles trampas del Reverso Tenebroso de la Fuerza"
La voz del maestro jedi va cambiando sutilmente, de un tono tranquilo uno mas severo y preocupado. Sin embargo, el control sobre sus emociones es ferreo y desapasionado.
- "Ahora interrogareis a varios sospechosos de intentar sabotear vuestros cazas, sabotear una lanzadera de transporte y acabar con la vida de varias personas, en un intento de ocultar que esta sucediendo. Desconocemos el alcance de la situación, asi como las convicciones de quien esta implicado. Otros partireis al combate, dispuestos a defender los ideales de justicia y libertad que esta republica representa. De un modo u otro, protegereis el equilibrio y la Paz Es en estos momentos de tribulación cuando mas alerta debemos estar ante las trampas del Lado Oscuro."
Na R-malo se levanta, irguiendose frente a vosotros. Sus rasgos han cambiado, volviendose mas duros, mas intimidantes y brutales...
"Seria facil para un jedi entrenado alargar la mano, concentrarse en su objetivo y arrancar por la fuerza... Con el poder de la Fuerza... aquello que necesita saber."
El puño del maestro se cierra frente a vosotros, despues de pasearse amenazadoramente sobre vuestras cabezas. La tensión desaparece al momento y el anciano y sabio jedi vuelve a ser la persona severa y agradable que conoceis y apreciais.
"No llegueis al punto de depender de la Fuerza, en detrimento de vuestros sentidos y aptitudes. Esas fueron las palabras del venerable maestro Odan-Urr, inscritas en el Codigo Jedi. Antes que jedis sois seres vivos. Aprendisteis a leer, a escribir, a hablar, aun sin dominar los caminos de la Fuerza. Y sabriais hacer todas esas cosas, aunque nunca hubieseis pisado la Academia. Depender de la Fuerza os hace vulnerables y predecibles. Recordadlo"
En pie, como si estuviese dando clase, el maestro os observa, calibrando vuestras reacciones a sus palabras.
Las palabras del maestro son preocupantes, por dos veces ya ha mencionado el lado oscuro. Medito unos instantes antes de hablar.
Maestro . . . cuando una persona decente comete un delito o infringe una norma su sentimiento de culpabilidad suele resultar evidente a los ojos entrenados de un jedi, de un padawan o incluso de alguien avezado en psicología. Pero si son traidores poseerán profundas convicciones que enmascararán o anularán cualquier sentimiento de culpa, sin duda.
¿Qué entrenamiento recibe un saboteador, un espía? Quizá algún profesional en ese campo debería prevenirnos sobre qué debemos buscar o esperar.
Y en tanto recibimos o no alguna formación específica supongo que debemos buscar y analizar los motivos más habituales para estas acciones como son el soborno, el chantaje y la venganza.
Tras mi alocución permanezco estático, dejando que el maestro y mis compañeros lo piensen y participen.
El maestro jedi asiente satisfecho, ante la alocución de su pupilo.
"Correcto, joven aprendiz."
Echa las manos a la espalda y comienza a pasear en circulos, mientras continua hablando. Parece relajado y mas en su ambiente.
"Existen en nuestra Orden individuos capacitados... especializados en este tipo de actuaciones. El Maestro Kenobi es uno de ellos. Sin embargo, sus obligaciones le han alejado y le impiden estar aqui."
Na-Rmalo se detien y mira detenidamente a los silenciosos padawans.
"Esta guerra esta forzando el cambio de manera poco natural... Y como el agua cambia para adaptarse al curso del rio o al recipiente donde se recoje, la Orden Jedi debe cambiar. Y nuestro futuro esta en manos de aprendices como vosotros."
Una sonrisa serena ilumina el rostro perruno del bothan, que toma asiento.
"El Jefe de Seguridad se ha ofrecido para ayudaros en todo lo posible. Tiene el entrenamiento adecuado, pero cree que esta situación podria superarle. Desea saber si la nave corre peligro y nosostros queremos saber quien quiere hacerle daño. Recordad vuestras lecciones. Y que la Fuerza os acompañe."
Respetuosamente, se inclina para dar por concluida la reunión.
Respondo al saludo del maestro de igual modo, inclinándome ante él, para luego dirigirme fuera de la sala de meditación con mis compañeros.
Tenemos que localizar al jefe de seguridad . . . supongo. ¿Tenéis alguna idea del procedimiento que se sigue a bordo de las naves de guerra? ¿Cómo aplican la seguridad cuando cualquier sabotaje puede amenazar a toda la nave?
El espacio aún me resulta extraño, incluso en una nave tan grande como esta hay circunstancias que nada tienen que ver con la superficie planetaria.
Escuché todo con especial paciencia, eran demasiadas cosas pero no podía fallar una segunda vez, así que sentada a un lado de Ben, los escuché a ambos, tratando de quedarme con la mayor de las informaciones pues sabía que la iba a necesitar. Encontrar a los traidores no era tarea fácil pero tampoco dejaríamos que nos pasaran por encima, después de todo teníamos un entrenamiento. Un entrenamiento en el que yo no era lo mejor pero al menos lo intentaría.
-¡Excelente pregunta, Benjamin!
Mis apéndices se movían suavemente, demasiado relajada tenía que estar para haberme referido al pobre hombre de aquella manera pero la verdad es que estaba ansiosa por partir ya y eso, que la fuerza nos acompañara porque lo íbamos a necesitar.