Lyllian seguía a su compañera, algo abatida. El esfuerzo del duro y largo día estaba empezando a mostrarse y poco a poco iba ganando terreno.
Una vez llegado a su camarote, se despide de los soldados y entra cabizbaja a la habitación. Su reacción ante el "plato" de comida es muy parecida a la de su compañera. -Y que lo digas. No llevamos ni un día y ya echo de menos la comida caliente de Coruscant.
Es entonces cuando repara en la luz parpadeante. -Vaya, eso no estaba así antes...
Con curiosidad, se acerca al panel para mirar que es lo que hace que el monitor brille de esa manera.
Cuando insertas tu tarjeta de identificación y completas correctamente el codigo de acceso, IMOte da la bienvenida con su caracteristico tono metalico.
"Bienvenida; Lyllian Dalmant.Tu identidad ha sido verificada. El alto mando ha descargado una serie de archivos en tu terminal.
Aviso: Alarma programada para las 530 horas de a bordo. Debe presentarse en la Sala de Conferencias 2 a las 600 horas de a bordo.
Accediendo a datos:
- Programa en activo;
- Diagrama general de estudio Teorico;
- Cuadro de practicas y estudio;
¿Desea acceder a alguno de los archivos? Si/No"
La pantalla de datos permanece estatica mientras espera tu confirmación.
"Mmm, seguro que han puesto cosas nuevas."
Cherry le da al sí y va entrando uno por uno a los apartados.
"Accediendo a datos... accediendo a datos... Datos confirmados. El programa Top Gun esta dividido en pruebas teoricas, pruebas teorico-practicas y pruebas fisicas, destinadas a convertir al piloto de prueba en un As, experto en combate con caza estelar, tacticas de combate aeroespacial y con capacidad de mando. Al finalizar cada semana de entrenamiento, seran sometidos a examenes teoricos y practicos, a fin de evaluar sus aptitudes y la mejora de estas.
Procediendo a la descarga de teoria, tacticas y estrategia en el terminal de Lylian Dalmant.... Descargando cronograma de entrenamiento... Aviso, aviso, aviso..
Control de seguridad. El acceso al Cronograma de entrenamiento ha sido restringido a nivel se seguridad alfa. Acceso a Cronograma de Lyllian Dalmant... Restringido.
Fin del mensaje"
Tratando todavia de calmar su incipiente dolor de cabeza, Aelena permanece sumida en un hosco silencio. El comentario de su compañera sobre la comida tiene un efecto revulsivo, y consigue sacarla de ese estado animico, al menos por unos instantes. Lentamente, una timida sonrisa cansada, aflora sobre el rostro de la piloto. Sin demasiadas ganas, Sly se acerca al plato de comida, y se sienta a comer, mientras su compañera interactua con la consola de datos...
"Buergh... La verdad es que podia estar mejor... En Naboo hay un plato de pasta especiada que seguramente te gustaria... y que, por lo menos, se puede comer frio..."
Masticando en silencio y con lentitud, la piloto vuelve a callar... para volver a comentar a su compañera...
"Estoy preocupada Lyllian. Hemos perdido moral despues del rapapolvo de antes... Vale que no conocia al Duro, pero ese acto de traición... No sé; Esperaba que el Consejo Jedi no tuviese ese tipo de problemas de seguridad, ¿no te parece?..."
Consciente de las implicaciones de sus palabras, Aelena se muerde el labio inferior y se levanta para acercarse a su camarada...
"Oye, lo siento... No pretendia ofenderte a ti o a tus maestros. Es solo que..."
Lyllian va leyendo lo que aparece en la terminal a la vez que escucha a su compañera.
-Tranquila, no me ofendes. Contesta calmada. Al fin y al cabo, Sly tenía razón. -Yo también me he sorprendido de que hubiera un traidor tan pronto. No se, se supone que este es un programa secreto y ya hay un infiltrado? Sin duda las medidas de seguridad deberían reforzarse.
-Sin embargo, no se hasta que punto la seguridad es competencia del Consejo Jedi. Contesta encogiéndose de hombros. -No dudo que tengan voz a la hora de decidir, pero si todo en la galaxia dependiera de los Jedi, lo tendríamos crudo. Bromea la corelliana.
Es entonces cuando aparece el aviso de seguridad en la terminal y la chica frunce el ceño.
-Que demonios le ocurre a esta cosa... no me deja ver un archivo... se queja la corelliana, pero desiste de continuar indagando. -Bah, que mas da. Quizá aún no esta disponible.
Apaga la terminal y quita el chip. Lo guarda en uno de los cajones de su armario. "Tengo que conseguir un collar para llevar el chip encima. Preguntaré por ahí."
Se une a su compañera para cenar (o intentar engullir la comida sin muchos miramientos).
-Dios, esto sabe peor que un perro muerto. Cuando terminemos con esta guerra, no dudes que probaré uno de esos platos de tu planeta. Promete la joven a su compañera.
"Vaya... Si antes lo digo..." La respuesta del ordenador deja a Sly con la palabra en la boca y la muchacha se incorpora, boquiabierta. En silencio acompaña a su compañera a la mesa y se sienta con ella, terminando de cenar... "¿Asi que ahora nos han bloqueado el acceso? La cosa va de mal en peor..." Aelena hace un mohin disgustado, mientras juega con el trozo de helado medio derretido... No puede evitar observar a su compañera, que come sin demasiado entusiasmo. El rostro de la piloto de Naboo revela una profunda angustia... algo la tiene alterada... preocupada. "Lyllian, ¿por que han abierto el programa a pilotos normales, si ya hay pilotos de la Academia Jedi? Se dice que teneis grandes poderes y habilidades... Que podeis ver el futuro. Contra eso hay pocas cosas que hacer, ¿no crees?"
Aelena baja la cabeza, mirandose las manos, en silencio... "¿Que me pasa? No he comenzado el entrenamiento y ya me estoy rindiendo... Mal vamos Sly..." En un momento dado, zangolea la cabeza, negando sus propios pensamientos... "No me hagas caso. Estoy un poco deprimida... Y lo peor es que ni tengo ganas de dormir" Una sonrisa ladeada se instala en el rostro de la piloto, que se anima un poco.
La joven no puede reprimir una sonrisa al escuchar a su compañera.
-Creo que has visto muchos holoflashes*. Bromea la corelliana. Pero viendo que Sly lo pregunta en serio, Lyllian le cuenta su opinión.
-Los jedis somos gente normal y corriente que simplemente tenemos afinidad con la Fuerza. En la academia Jedi, se nos enseña a sentirla y moldearla para el bien del universo. En la Fuerza existe un equilibrio entre el bien y el mal que los jedis debemos preservar.
La verdad es que era mucho más complicado que eso, pero para ello faltarían años de entrenamiento en la academia.
-Algunos de los mejores jedis logran controlar la Fuerza e incluso prever el futuro. Sin embargo, los jedis que llegan a ese nivel son escasos. Incluso entre el Consejo Jedi, hay pocos que puedan ver el futuro.
-Los caminos de la Fuerza son misteriosos. En la academia nos enseñan a usar la Fuerza para proteger a los desfavorecidos, a aquellos que no pueden defenderse de injusticias. Sigue contando, pero esta vez, cambia de tono, a un tono más serio.
-Aun así, hay algunos que hacen un mal uso de la Fuerza para su enriquecimiento personal. El rostro de Lyllian se endurece. Los Sith. Los Sith traen destrucción y desigualdad al universo, rompen el equilibrio de la Fuerza. Son individuos que se alimentan de las emociones negativas tales como ira, miedo, odio...
Cherry recuerda el enfrentamiento de ese mismo día con uno de ellos, un escalofrío recorre su espalda al recordar el rostro del caído. Todo el poder mancillado que se desprendía de el sith le hacía sentir nauseas.
Volviendo a las preguntas que le había hecho la rubia, continuó, intentando alegrar un poco el tema.
-Contestando a tu pregunta de porque han abierto el programa a más gente, te diré que son pocos los jedis que se sienten a gusto en una aeronave. Se nos enseña que la violencia debe ser el último recurso para resolver un conflicto. En una aeronave el conflicto es una constante. Por ello, la mayoría de jedis rehúsa participar en un escuadrón militar.
-Sin embargo, que seamos jedis no significa que seamos los mejores pilotos. Intenta animar a su compañera. Para ser un buen piloto hace falta tener talento y eso, amiga mía, no tiene que ver con la Fuerza.
-Es cierto que la Fuerza ayuda a agudizar nuestros sentidos, pero si no sabes como usarlos, entonces no vas a durar ni dos segundos en el aire.
-Llegar a ser de las Fuerzas Reales de Naboo, no debe ser ninguna tontería. Seguro que tienes mucho de ese talento.
Entonces Cherry estira los brazos, desperezándose.
-Respecto al sueño, jovencita, será mejor que le venga rapidito. Mañana tenemos mucha faena que hacer. Dice con voz de anciana bromeando.
La corelliana se levanta de la mesa y vuelve a tapar las sobras de su comida. Se descalza de camino a su cama, dejando las botas bajo su cama y cae de espaldas sobre ella.
-Si quieres puedo hacerte un pequeño truco para que te relajes...
*Referencia a "Creo que has visto muchas películas"
Quizá estoy metiendo la pata bien metida, pero es mi visión sobre los jedis xD
Mi conocimiento sobro ellos es bastante nulo, la verdad >.<'
Buf, vaya rollaco te he soltado. Jajajaja
Una placida sonrisa se ensancha en el rostro de Sly, mientras la tranquila y suave voz de su compañera de cuarto responde a sus preguntas e inquietudes... "Siempre igual... primero responde con una broma, para romprer el hielo hacer la conversacion mas llevadera... Desde luego que ella no es un Jedi como los de los holoprogramas" Con palabras sencillas, Dalmant transmite su pasión por la Fuerza con gran sencillez y elocuencia, disipando los temores de Aelena incluso suando habla de aquellos seducidos por el tentador reverso tenebroso de la Fuerza. Sabedora de los sentimientos de su compañera la piloto de Naboo evita hacer comentario alguno mientras Dalmant continua con su explicación... "Asi que un piloto Jedi es todavia mas impresionante por cuanto son escasos... ¡¡y ella formaba parte de un escudrón de élite de pilotos Jedi!!" Las palabras de animo sobre su anterior destino consiguen animar a la piloto de Naboo que se medio incorpora para observar a su compañera deshacerse de sus botas.
Lyllian Cita:
Aelena sacude levemente la cabeza cuando la aseveración de la Jedi entra en su cerebro... Un extraño escalofrio recorre su espalda como una corriente electrica, dejando a la piloto sin saber muy bien que decir... Tumbada sobre la cama, Lyllian parece relajada, con el cabello extendido sobre el colchon. El pecho sube y baja, acompasado con sus respiración tranquila, mientras los pies descalzos se encojen levemente, mientras se acostumbran a la temperatura.
"¿En... en que estas pensando, Cherry?"
El tono de Aelena es mas agitado de lo que a esta le hubiese gustado, dejando traslucir un nerviosismo inusual... e incontrolado
Al oír el tono de voz de su compañera, Lyllian se reincorpora con los codos para mirarla, ligeramente extrañada.
"Vaya, habrá pensado que me refería a..."
-Oh, tranquila, se apresura a decir la corelliana, me refería a un pequeño truco de relajación que nos enseñan en la academia. Para poder dejar la mente en blanco y así facilitar nuestra meditación.
Por la cabeza de la jedi, se le había pasado la idea de llevar a su compañera de camarote de viaje sensorial relajante en algún paraje exótico y tranquilo, mediante su truco mental jedi favorito, las ilusiones. Sin embargo, Lyllian no cree que a Sly le hiciera mucha gracia que indagara por su mente. A nadie le gusta, en verdad. Así pues, le ofrece un pequeño ejercicio de relajación, bastante parecido al yoga.
Visiblemente azorada, Sly asiente con la cabeza. Se despoja de su chaqueta y se descalza, contrayendo los pies varias veces para desentumecerlos. Con un sentimiento de pudor bastante inusual para un piloto de combate, se gira un poco para quitarse el pantalon de su uniforme. Sonriendo timidamente, se sienta sobre la cama y cruza las piernas, esperando a su compañera.
Mientras Dalmant corrige su postura con suavidad pero con firmeza, la piloto de Naboo se esfuerza por controlar su nerviosismo... y oler con disimulo el cabello de su improvisda mentora. Una vez con el cuerpo en el estado adecuado, la jedi explica como controlar la respiración.
La voz de Dalmant es suave, modulada y agradable.
Poco a poco Aelena consigue relajarse, alejando sus fantamas personales junto con sus miedos y fantasias. Privada del sentido de la vista al cerrar los ojos, su sentido del oido se agudiza, permitiendole percibir el roce de los pasos de su compañera, el sonido de la colcha al arrugarse o el ritmico latido de su corazón... bastante mas tranquilo. Una agradable sensación de paz y tranquilidad invade el cuerpo de Sly, permitiendole ser consciente del cansancio acumulado de su cuerpo...
Lyllian deja a su compañera descansar plácidamente en su cama. Los ejercicios habían hecho efecto y ambas estaban listas para dormir a gusto.
Con sumo cuidado de no estorbar a Sly, la joven corelliana se termina de desvestir en silencio, poniéndose una camisa extra grande cómoda. Seguidamente, entra en su cama y se tapa a gusto.
Espera unos segundos, con la mirada perdida en la rubia. "He tenido suerte con mi compañera. Parece muy buena gente."
-Que descanses... susurra Lyllian, sin estar convencida de que Aelena aun aguante despierta. A la vez, le da al botón para apagar las luces.
Con un zumbido, el sistema apaga las luces de la camareta y este queda a oscuras, en silencio.
A solas con vuestros pensamientos, el sueño se adueña de vuestras mentes y el cansancio de vuestros cuerpos... Y la tranquilidad salta en pedazos cuando la alarma programada os indica que la hora de levantarse ha llegado ya.
Paso a cerrar esta escena.