Despues de un buen rato de meditacion ya tenia mis ideas claras.
La fuerza me necesitaba para desenmascarar a los culpables.
Empezare interrogando a los testigos. Algunos de ellos son jedis i por lo tanto mis companyeros de armas. Tienen qu ayudarme por el bien del templo jedi.
Con un zumbido, el sistema apaga las luces de la camareta y este queda a oscuras, en silencio.
A solas con tus pensamientos, el sueño se adueña de tu mente y el cansancio de tu cuerpo... Y la tranquilidad salta en pedazos cuando la alarma programada os indica que la hora de levantarse ha llegado ya.
Hala, ya esta. Pasamos a la siguiente escena.