Partida Rol por web

Vincent estaba completamente asombrado por lo que estaba ocurriendo , en teoría iban a investigar un centro de alta tecnología y se encontraban en un lugar que parecia de lo mas retrasado tecnologicamente hablando .

Bueno parecía que el único camino viable que había era la citada fortaleza , así que hacía allí debían dirigirse .

-Si no me equivoco el anciano ha insinuado que quizás necesiten nuestra ayuda en la fortaleza, al decir que somos soldados y fuertes. Quizás esta gente trata de reunir fuerzas para defenderse de alguna amenaza, quizás de lo que atacó a Hysteria.

Mientras hablaba Meixar apuraba el paso por el camino, seguido por el resto del grupo. La tormenta arreciaba y no daba trazas de mejorar, así que sólo les quedaba el consuelo de pensar que la fortaleza mencionada no debería estar lejos.

Y así era. Tras atravesar un tramo más de bosquecillo diez minutos más tarde salieron a un enorme claro en el que se alzaba la fortaleza. Era un edificio de piedra de considerables dimensiones, de cuatro pisos de altura y rodeado por un enorme muro de más de seis metros de alto. La estructura rectangular lucía una serie de gárgolas talladas en su estructura que le daban un aspecto de enclave medieval. No era extraño en los Mundos Conocidos este tipo de construcciones, levantadas por nobles guerreros que tenían que enfrentarse a planetas hostiles. Para llegar hasta ella había que cruzar un puente metálico de unos veinte metros de largo, con anchura suficiente para un par de vehículos,  que cruzaba una enorme grieta. Al aproximarse los aventureros constataron que el acantilado tenía una caída de unos treinta metros en vertical hasta la superficie de un río que, desde la altura, parecía helado. El puente mostraba las primeras trazas de algo tecnológicamente avanzado, ya que un juego de motores y poleas se internaban en el suelo a su alrededor, sobre todo en el lado en el que se encontraba la fortaleza. No hacía falta ser un genio para comprender que probablemente aquel puente se pudiera izar en caso de que la fortaleza fuera atacada desde este lado de la sima. Pero ¿atacada por qué? ¿por quienes?

El viento seguía hostigando a los viajeros y la nieve dificultaba la visión, así que en ocasiones la propia masa que conformaba la fortaleza se convertía en una sombra gris. Era difícil determinar si habría vigías en los muros de la fortaleza...

Pero algo sí que había llamado la atención del grupo: las gárgolas talladas en la piedra eran muy similares - si no iguales - a las que habían visto en la pirámide del planeta Limbo.

-Duque Kroghosh, Duque Kroghosh...-Con su mano en el menton repetia el nombre de quien suponia regia su autoridad en este lugar, repasaba mentalmente su vida pasada, buscando algun indicio que le sonara remotamente un nombre similar, mientras caminaba con el resto.

Cuando al fin se deslumbro aquella fortificacion busco con la mirada cualquier tipo de vida inteligente por los alrededores, ya fuera en las torres, almenas o alrededores. Ellos eran extraños en una tierra, que por el aspecto de la fortaleza era hostil, nostante era pleno invierno, no hay guerras en invierno y menos con nieve hasta los tobillos pero es absurdo que no haya vigilancia aun siendo el caso.
-No veo otra opcion que llamar la atencion en este lugar, aunque dudo que nos reciban como amigos.

Aquel nombre no significaba nada para Calmidorian. También le sorprendió que nadie vigilase esa estructura ni dentro ni fuera de ella. Aunque la tormenta era muy fuerte y alguien parapetado tras las murallas podría pasar inadvertido. Desde la distancia que los separaba, al otro lado del puente, era imposible ser más concreto.

Vincent observo la estructura , pero nada parecia indicar que en su interior se guardase la alta tecnología que esperaban estudiar . Una cosa se le paso de repente por la cabeza ... podrían comunicarse con la nave y que esta les indicase donde se encontraban .

- Una cosa que deberiamos probar antes de entrar ahí , es si podemos comunicarnos con la nave . - Dijo en voz alta esperando respuesta de sus compañeros .

-El comunicador lo transportaba Hysteria, mecanico.-Dijo secamente con la mano a modo de visera intentando que el fuerte viento no molestara a sus ojos mientras escudriñaba aquella majestuosa construccion.
-La prioridad ahora mismo en volver a encontrarnos con nuestro lider de expedicion y puede que este aqui dentro, ademas tampoco lograriamos gran cosa rodeados como estamos de esta fuerte tormenta, me extraña que no lo supieras, tu eres el genio de la tecnologia Vicent Nascaar.-Volvio a nombrar su nombre con seco tono.

-Quedarnos parados no es una opcion viable, no tenemos el equipo preparado para este infierno de hielo. Tendremos que continuar adelante y rezar porque no sean los barbaros que parecen y respeten al Pancreator.-Continuo su marcha ahora en cabeza, sin mirar atras. No vio guardia alguno pero eso no significaba que tuviera la confianza de que no hubiera gente esperandolos.

Pese al siempre presente Pancreator en las palabras de los monjes, Elbrian no pudo encontrar un fallo en el razonamiento de Calmidorian.
Si tenían en cuenta que no podían volver por donde habían llegado, la únicas opciones viables eran acceder al interior de aquella construcción o volver hasta la casa del viejo y pedir resguardo.
Descartó automáticamente la segunda. La única forma que tendrían de resguardarse allí sería por la fuerza, sólo para darse cuenta que, tras la tormenta, volverían a encontrarse en la misma situación.

Sigamos adelante y esperemos que pregunten antes de atacar a unos extraños. - Aquella frase la había dicho en tono algo jocoso, pero no pudo negarse a sí mismo que se sentía algo intranquilo. Si aquel lugar era como el viejo había dado a entender, tampoco sería nada extraño que fuesen atacados.
Miró hacia arriba, sin encontrar ningún ser vivo...si hubiesen querido, posiblemente ya estarían muertos.

Dejó de darle vueltas y avanzó tras el hermano de batalla.

El sacerdote cansado ya de esperar en este frio infernal que poco a poco congelaba sus manos y sus pies, e impidiendo que pudiese respirar de manera normal, decidió alzar la voz a la espera de una respuesta.

- HOLA!!! HAY ALGUIEN EN LA FORTALEZA!! NECESITAMOS AYUDA!!!

Meixar avanzó por el puente y llegó hasta el enorme portón de madera que daba acceso a la estructura. Golpeó con los puños mientras gritaba intentando hacerse oir por encima de la tormenta infernal que tenían encima. Para sorpresa de los demás, que avanzaron tras él, hubo una contestación. Una videocámara surgió a un lado de la puerta, de un hueco en el muro, soportada con un arnés metálico que hacía que se moviera como la cabeza de una cigueña. Una lámpara halógena sobre aquella estructura se encendió para alumbrar con una luz blanquecina a los recién llegados. Todos escucharon el sonido amplificado a pesar el viento gélido:

- ¿Viajeros?- preguntó una voz vieja y cascada. La sensación era más bien extraña, dando la sensación de que era la propia cámara quien hablaba como si fuera un ser animado - Sed bienvenidos a la Fortaleza del Duque Blanco... Pero debéis dejar vuestras armas en el receptáculo si queréis ser acogidos en el interior.

En el lado contrario de la puerta al que se encontraba la cámara se abrió una nueva oquedad, de un tamaño aproximado de un metro y medio de ancho por un metro de alto. Parecía ser algún tipo de contenedor conectado a un montacargas de recogida. Su función era evidente: recogía el armamento de los visitantes y, probablemente, lo trasladaba al interior de la fortaleza a través de un conducto interno.

Meixar respondió mientras se desprendía de su maza

-Si, somos viajeros....no tenemos ningún problema en dejar nuestras armas...

Tras eso se acercó al montacargas y depositó alli su arma...en ese momento solo pensaba en entrar a un sitio donde resguardarse de la tormenta y tener la esperanza de obtener noticias de Hysteria

Seth se quedó atrás. El último de la fila, el último en entregar el arma. Y sólo lo haría si los demás también la depositaban en ese carro. Cualquiera de dudase, haría que él mismo mantuviera su posición. Y en todo caso seguía teniendo sus dudas. Ese lugar era frío, pero la alternativa era quedar, además, indefenso. La mejor forma de hacer esclavos, no podía negarse. Llegan a tu fortaleza y se rinde voluntariamente. Eso era pedir a gritos ser capturados. ¿Cómo podían esos necios confiar en un muro helado que les pedía que soltaran las armas?

Esperó a ver el resultado del resto de sus compañeros.

El ukar se concentró en aumentar su sensibilidad al entorno. Un sonido a través de la enorme entrada podría revelarle una verdad esquiva. Entornó sus ojos oscuros como la muerte de la esperanza, y se concentró en ignorar el viento.

Calmidorian cerro los ojos, e intento que el frio no helara sus ideas.
-Que clase de sacerdote es aquel que se delata tan facilmente ante los que no confian en su propios ojos...-Musito mientras observaba al joven Meixar depositar su maza en aquel lugar.

Receloso de despojarse de su bien mas preciado; su espada, alzo la mirada y observo, tan bien poco le dejo aquella tormenta, la majestuosa fortaleza que se alzaba por encima de el.
-Y que sera de nuestras armas una vez depositadas, saber que mi arma es parte de mi, pedirme deshacerme de ella es pedirme lo imposible, nostante no tenemos intencion hostil alguna, os doy mi palabra que no desenfundare mientras permanezca entre vuestras paredes y es la palabra de un Hermano de Batalla.-Declaro a la voz que se escucho, depositando en aquel agujero el resto de sus armas mas notorias.

Mantuvo el rostro firme asi como la postura esperando una metalica respuesta.
-Nos condenamos a nosotros mismos al abandonar las armas en un lugar inhóspito como este, pero que otra salida queda si no conocemos mas refugio. Hysteia... donde estas.

Vincent permaneció como absorto observando el mecanismo de elevación del puente .

Despues de un rato pareció recordar donde se encontraba y lo que lo que estaba ocurriendo así que sin dudar deposito sus armas en el lugar que le habian indicado .

Vincent observa el mecanismo de elevación del puente para intentar saber como funciona , si es electrico , o gasolina , manual , tambien para intentar saber como se utiliza y como se activa , si por control remoto , si por acción mecanica o por electricidad .

¡Maldita sea! Estaremos perdidos si entregamos las armas, pero si no lo hacemos pueden acabar con nosotros aquí fuera, ya que somos un blanco perfecto. - pensó el piloto, indeciso pese a comprobar que la mayor parte de sus compañeros entregaban las suyas más o menos renuentes. Al parecer no tenía demasiadas opciones, por lo que, finalmente, se acercó hasta donde debía depositarlas y colocó allí su espada de flujo.

Dudó un instante más, pues la pistola blaster no se encontraba a la vista y quizá pudiera hacerla pasar desapercibida, pero imaginó las implicaciones que tendría si la encontraban posteriormente.
Su mano derecha fue a la parte trasera de su cintura y estrajo la pistola, la cual dejó junto al resto de las armas.
Retrocedió un par de pasos y observó nuevamente la cámara que les enfocaba. Ahora sólo quedaba esperar.

La cámara pareció enfocarse en Calmidorian:

- ¡Ahá!- dijo la voz cascada en un tono que parecía casi enfático - Las armas se os devolverán así que abandonéis el castillo pero ¿y si no quieres dejar tu arma? ¡Eres bien libre de no hacerlo, caballero del Pancreator, al igual que nosotros somos igual de libres para no dejarte entrar en nuestra casa armado! ¿Acaso soy yo el que llama a tu refugio? La casa del Duque Blanco se atiene a las normas del Duque Blanco y si alguien no quiere atenderlas ¡que no entre y todos en paz!

Dicho lo cual se abrió una portezuela en un lateral del muro:

- Los tres que han depositado sus armas pueden entrar. Al resto os pediremos que las depositéis igualmente o no entréis... No permitiremos que nadie armado traspase el umbral. Nosotros protegemos al Duque Blanco que, aunque hospitalario, no es ningún necio.

Mientras esta conversación tenía lugar Seth intentó agudizar sus sentidos. Como siempre notó rápidamente el efecto de su concentración. Al igual que un animal salvaje ahora amplificaba su radio de acción. Y escuchó con detenimiento, ya que a la vista y pese a su mejorada habilidad difícilmente podría ver algo en el hueco de las armas... Pero el oído, aún con el gemido del viento, distinguió algo: botas que pisaban suelo blando, nevado. Al otro lado de aquellas puertas se estaban moviendo varias personas. Quizás unas siete u ocho. Otro ruido inconfundible llegó hasta él: el que producían las hebillas metálicas de, quizás, algún tipo de uniforme.

Vicent intentaba dilucidar el funcionamiento de los mecanismos. Por un lado parecía claro que era un sistema mecánico pero ¿cuál era su fuente de energía? ¿moderna? ¿meramente mecánica? La molesta tormenta y el frío que calaba sus huesos no le dejaban concentrarse convenientemente... ¿A qué tipo de era tecnológica pertencía aquel castillo? Seguía siendo un misterio para el carroñero.