Partida Rol por web

Tras acomodarse en sus habitaciones los viajeros del Gilgamesh se dirigieron al comedor principal. Allí una serie de mesas que otrora sirvieron para cenas de un lujoso viaje de placer tenían desplegadas unas viandas más funcionales que glamurosas. Siguiendo a los domésticos de la nave cada uno fue encontrando su sitio.

En una de las mesas más grandes se acomodaban el variopinto grupo de viajeros que formaban los equipos de coordinación principal e incursión respectivamente. Calmidorian, Elgast, Ramveer, el sacerdote Meixar, el ukar Seth Kell, Valkian, Vicent, Hysteria y Miraze se encontraban ya sentados. Había dos sitios libres con los nombres de Justin y Elbrian, que sin duda se sumarían después, y otras dos figuras que no pertenecían a los equipos mencionados compartían también mesa. Una de ellas era la duquesa Danesa Hawkwood y otra el padre Gregor. Ambos, según creían recordar los presentes, eran los coordinadores de los Equipos de Estudio Diferencial 1 y 2. Fuera lo que significase aquel nombre no parecía casual que los hubieran sentado en el mismo sitio que los dos equipos principales.

- Muy buenas noches, un placer compartir con ustedes los alimentos del Pancreator.

- Lo mismo digo. - asintió Miraze Li-Halan en contestación a Meixar. Su vista se dirigió hacia la entrada del comedor, por donde aparecían Justin y Elbrian - Vaya, aquí llegan los dos comensales que nos faltan. Excelente, no sé los demás pero yo tengo un hambre de lobo.- dijo en un tono más distendido del que hasta el momento había utilizado.

Justin y Elbrian fueron conducidos por uno de los domésticos hacia la mesa principal donde se encontraban todos los demás, mientras que el acompañante que venía con ellos, un hombre mayor con uniforme de comandante, se dirigía hacia otra mesa del salón. Poco a poco se iba escuchando el murmullo de las conversaciones.

- Bienvenidos,- dijo Danesa dirigiéndose hacia los recién llegados - estábamos esperando por ustedes para empezar a cenar. Supongo que los dos pilotos estarían revisando la ruta de la nave ¿verdad?

La mujer hablaba con un tono tranquilo, agradable. No se podía negar que irradiaba un cierto carisma y se notaba que estaba acostumbrada a hacer buen uso de él. Se sirvió un poco de ensalada mientras observaba a los demás participantes de la cena. Con el mismo tono de voz lanzó una pregunta que en otra boca incluso podría parecer grosera, pero en sus labios se impregnaba de cierta inocencia:

- Al parecer el Padre Kiros ha tenido una discusión con usted, sacerdote Meixar. No niego que es un hombre impulsivo pero realmente nunca lo había visto tan fuera de sí.

- Por favor Danesa, creo que el comentario en este momento es un tanto inportuno.- atajó Miraze observando al sacerdote eskatónico - De cualquier modo no hay de que preocuparse. Kiros es, efectivamente, un tanto impulsivo pero por el momento no habrá cambios en el plan de vuelo.- se volvió hacia Meixar - El plan sigue según lo previsto: descenderá con los demás a la superficie del planeta. Cualquier diferencia que haya tenido con el Padre Kiros se podrá resolver al finalizar la misión. Espero que todos tengamos los ánimos templados para la misión que se nos avecina.

- El Pancreator hizo el Orgullo pero también el Arrepentimiento.- intervino el anciano sacerdote que hasta el momento había permanecido en silencio - Oh, no se ofenda usted,- terció rápidamente al ver un brillo de despecho en los ojos de Meixar - no me refería tanto a usted como al Padre Kiros.- sonrió apaciblemente a Miraze y Danesa, que lo miraban ahora reprobatoriamente - Está claro que nuestro máximo dignatario ha tenido que soportar mucha presión últimamente. Primero fue el tema de la Llama Eterna y ahora esto... son grandes las pruebas a las que le ha sometido el Pancreator.

- Ñam, ñam, grompf, arf ñam ñam chump ñasc ñac glup. Ñam Ñam... oye, pásame eso de ahí...ñam grompf tchuik, ampf gronk.

El ukar se centró en la cena. Los humanos eran seres extrañísimos que, entre otras idioteces, cambiaban el sentido de los actos que celebraban para revestirlos, según ellos, de cierta importancia. En una cena ukar, se cena, en una juerga ukar, se bebe...no se habla de quién dijo qué ni cómo se llegaba a dónde. Sin embargo, como una cosa ciertamente no quitaba la otra, Seth escuchaba todo lo que el masticar de la jugosa carne le permitía.

Allí estaban todos, la telaraña se desplegaba y les rodeaba. Pronto empezarían a decir cosas que no dirían delante de otros, bajando la guardia y dejándose llevar por la euforia biológica que proporcionaba saciar el hambre.

Elbrian se acercó y tomó asiento en una de las sillas libres, procurando escoger aquella que le permitiera una mejor visión de uno de los comensales que allí se encontraban, y que no era otro que Li-Halan, con el cual aún no había tenido oportunidad de hablar pero que, según le habían dicho, podía tener respuestas para al menos una de sus preguntas.

Siento la tardanza - se excusó mientras cogía una servilleta y la colocaba sobre su muslo derecho. No pudo evitar que la mirada se desviase hacia los diversos platos que se encontraban diseminados por la mesa, creando una lista mental de aquello que probaría y el orden en que lo haría - pero me acerqué hasta el puente de mando para poder ver de cerca el instrumental.....nunca había estado en una nave tan grande como esta.

Decidió omitir lo que allí había escuchado, pero sin embargo no desaprovechó la oportunidad para lanzar la pregunta que le venía rondando en la cabeza desde el momento que había abandonado el puente - Tambien quería comprobar mi nave.....bueno, quiero decir la nave que pilotaré para descender hasta Limbo, pero me encontré con que el acceso está bloqueado por una puerta que necesita combinación.

Señor Li-Halan - ahora sus palabras se dirigían hacia el hombre al cual le habían indicado que preguntara. Elbrian aún no había comenzado a comer, pero no le cabía duda de que tendría el tiempo suficiente para hacerlo - ¿puede decirme el por qué de tantas medidas de seguridad? Entiendo que el Castigo Imperial sea tan inaccesible, pero me gusta familiarizarme con las naves que piloto, y esta no es una excepción. De hecho es todo lo contrario, pues la situación requiere un control más extricto.

Miraze sonrió plácidamente:

- La seguridad en este vuelo es una prioridad que no debe descuidarse, aunque desde luego es una total falta de respeto que no haya podido acceder a su nave. Tenía pensado cederle los códigos de apertura de la puerta mañana a primera hora pero veo que se me ha adelantado. Si lo desea al finalizar la cena le proporcionaré los datos que necesita. Usted es el capitán de esa nave. Solo le pido que procure ser cuidadoso cuando acceda a la misma...

- No le culpe,- interviene Danesa Hawkwood - el señor Miraze es un fanático de la seguridad. Teme siempre que un accidente o un sabotaje pueda dar al traste con las misiones de las que está al cargo. Y sin embargo, desde que lo conozco, jamás he sabido de una ocasión en la que algo así haya sucedido.

- Quizás eso sea porque nunca bajo la guardia.- dice contestando a la dama sin perder la sonrisa - ¿Encontraron sus camarotes convenientemente equipados? Son solo tres días de viaje pero es conveniente que descansemos todos bien antes de la llegada a la órbita de Limbo.

No, no - respondió Elbrian agitando lentamente las manos frente a él, con las palmas en dirección a la mujer - si me parece bien. Es sólo que me sorprendió un poco. Hay que tener en cuenta que nunca he estado en una nave como esta, y mucho menos en una situación como la que nos toca afrontar actualmente.

Demasiado tarde se dió cuenta del significado que podían tomar sus palabras en el caso de ser malinterpretadas, e intentó arreglarlas rápidamente - Quiero decir que estoy acostumbrado a realizar misiones de riesgo, pero no como esta, claro......pero estoy preparado, claro que lo estoy....sin duda alguna.

Algo en su interior le indicó que ya era hora de que se callara y utilizara la boca para algo más útil que seguir diciendo tonterías, por lo que alargó el brazo y procedió a servirse algo de comida en su plato, enfrascándose en ella sin levantar la mirada del plato.

Valkian inclinó la cabeza y fue saludando a los comensales, ya fuere a aquellos que estaban antes que él llegara o a los que lo hacían después. Como siempre permanecía en respetuoso silencio, limitándose a observar e intervenir sólo cuando le era requerido o consideraba que era un buen momento para hablar.

Como era de suponerse la conversación estaba girando en torno a lo que para el amalteano continuaba siendo un confuso incidente, pese que, a su ver, le parecía más un choque de egos entre Meixar y Kiros,  empero al igual que entonces nada dijo.

Miró por encima del hombro hacia otra de las mesas, allí estaba Rubenor haciendo precisamente lo que él se disponía a hacer: dar gracias por los alimentos que iba a recibir. Se inclinó hacia adelante, apoyó los codos en la mesa entrecruzando a su vez los dedos y adoptó una actitud de plegaria. Cerró los ojos y pareció abstraerse de los sonidos que lo rodeaban. En silencio elevó su plegaria antes de dar merecida cuenta de los alimentos.

-Sí, señor -respondió ante la última pregunta de Miraze-, tienen todo lo necesario que un servidor puede necesitar, incluso más... -su voz se eleva lo suficiente para ser oída y se vuelve a apagar tras pronunciar la última palabra.

Meixar mostro una disimulada sonrisa ante el comentario de la radiante Hawkwood, después se mantenia en silencio escuchando las palabras del anciano Gregor, que en un principio mal interpretó la intención que dedicaba, pero luego asintió con su comentario. Tras esto contestó en la mesa para aclarar el altercado con el padre Kiros.

-Bien... para aclarar todo esto y zanjar el tema, comunicaré que simplemente fue todo producto de la tensión y estres lógico que puede crearse en situaciones de este tipo. Tan solo por mi parte comenté al Padre Kiros una posibilidad para realizar nuestra misión lo más segura posible, teniendo en cuenta mi experiencia en la Zona Oscura, que mucho me temo nuestro destino está muy relacionado. El único problema fue que no recibió bien mi propuesta, una lástima. Pero comprendo la gran carga que el Padre Kiros lleva soportando hace bastante tiempo. Aún así comprendo perfectamente mi papel aqui y se exactamente quién es mi superior y sin duda acataré sus órdenes. Estoy aqui para ayudar a conseguir una meta en la que todos nos esforzaremos al máximo.

Espero que haya quedado todo claro.

Por cierto, Miraze, excelente los aposentos son perfectos. Yo personalmente me conformo como muchísimo menos. Pero gracias por su dedicación

Elgast seguía con interés la conversación mientras clasificaba mentalmente a cada uno de sus nuevos compañeros. No solo la situación lo requería, es que no podía evitarlo de la misma forma que no podía dejar de oler la comida o escuchar sus palabras.

Si había una palabra que definiera la cena esa era tensión. El incidente protagonizado por Meixar antes de subir a la Gilgamesh seguía presente en la mente de todos y despertaba su curiosidad de la misma forma que la despertaba un accidente de tráfico. El morbo era un sentimiento poderoso. Ante las últimas palabras del sacerdote no pudo dejar preguntarse si realmente la sobriedad de los aposentos eran tan perfectos como pretendía o se trataba simplemente de una pose. Percibía una aura de arrogancia que podía ser fuente de problemas en el futuro.

Observó al piloto, Elbrian, mientras los ojos de este recorrían desvergonzadamente las fuentes de comida que había desperdigadas sobre la mesa. Era impulsivo e imprudente, cualidades ambas poco recomendables para alguien que debía capitanear una nave. Esperaba que compensara los defectos de su personalidad con habilidad para pilotar.

El amalteano se mantenía en silencio, exceptuando alguna intervención puntual. Las miradas ocasionales hacia su compañero de viajes, Rubenor, delataban su falta de confianza. Decidió que más que complejo de inferioridad se trataba de simple nerviosismo por la situación, pero habría que darle tiempo para que sus acciones traicionasen esa pegajosa capa de hipocresía que solía recubrir a los miembros de la iglesia.

Por el momento, el único al que le importaba un comino lo que los demás pensaran era el Ukar. A su falta de interés se podía añadir la falta de educación y una mínima etiqueta, cosa que podía observarse llanamente sin necesidad de ningún estudio. En momentos como ese recordaba por qué se comía con música en las reuniones de ese tipo. No podía estar más de acuerdo.

Alargó el brazo y cogió una bandeja con ensalada, sirviéndose una modesta ración. Haciendo gala de sus refinados modales empezó a comer mientras permanecía en silencio, atento a lo que decían los demás y sobretodo a como lo decían.

Vincent se sentó en la mesa sin preocuparse de quien estuviese a su lado y se centro en cenar , su fuerte no eran las relaciones sociales , ni mucho menos cuestiones politicas o religiosas . Se sentía incomodo en este entorno , fuera de lo conocido , un comedor comunal con los compañeros comentando las incidencias del día o la figura sensual de la ingeniera o ese trasero de la que acababa de pasar , eso si era ambiente coloquial y no esta mesa .

Vincent comprobó como Seth cenaba con aparente desinteres por lo que le rodeaba y no pudo evitar sonreír y pensar , tan diferentes y tan parecidos , que curioso es el universo , que un ser extraterrestre sea lo mas parecido a mi que hay en esta mesa no se lo va a creer ni mi madre .

-En efecto, estaba calibrando los motores y revisando las coordenadas. La nave va perfecta. Toda una obra maestra de ingeniería. Estaremos allí según lo previsto.

Justin se sentó al lado de Elbrian y recibió la bandeja que le pasó este para servirse una ración más simbólica que otra cosa. Seguía nervioso y no tenía hambre. Prefirió permanecer en silencio, escuchando las conversaciones de la gente que tenía a su alrededor. No quería enzarzarse en otra pelea sobre teología y todo apuntaba a que en cualquier momento, volvería a surgir el tema.

Finalmente, la pregunta de Li-Halan le pareció una excusa perfecta para hablar sobre algo intrascendental, lo cual le pareció una buena alternativa al silencio.

-La verdad es que no he tenido mucho tiempo de comprobarlos, pero estoy seguro de que estarán bien. Tampoco creo que sea capaz de dormir demasiado, al menos esta noche.

- Pues precisamente esta es la mejor noche para dormir.- dijo con tono paternal el Padre Gregor - Estoy seguro que a medida que nos acerquemos a nuestro destino nuestros deberes nos quitarán cada vez más la falta de sueño. A mi, desde luego, me preocupa lo que puedan  encontrar en la superficie de Limbo. Hysteria, ¿las lecturas de superficie han revelado algo?

- Poca cosa, padre Gregor. Como ya se ha informado al Equipo de Infiltración el lugar es selvático y cuenta con vida salvaje, aunque ninguna parece inteligente. La única estructura destacable es la construcción que visitaremos y que parece ser el epicentro de nuestros problemas actuales.