Partida Rol por web

Una hora más tarde se encontraban en lo alto de un cerro, cubiertos por las capas de piel que les habían dado como precaria protección contra el frío en el castillo. Con ellos se encontraba el joven heredero, Drim, y media docena más de soldados pertrechados con fusiles de asalto y espadas largas.

Habían salido casi inmediatamente del castillo, recuperando sus pertenencias, y guiados por el albino se encaminaron hacia los montes que había hacia el oeste. Tras un ascenso dificultado por la nieve y el viento, una hora más tarde, habían alcanzado la cima de una de las colinas de mayor envergadura. Desde allí, siempre según Drim, podrían alcanzar uno de los puntos avanzados de los Sin Nombre desde lo alto.

Parecía no estar equivocado. Ahora todos estaban parapetados detrás de unas rocas. Al fondo, en una pequeña meseta, estaban los restos de una fogata. Frente a ellos en la cara de la montaña había la boca de un túnel. Parecía que la zona estaba desprotegida, sin vigilar.

- Esa caverna conduce a los túneles inferiores, al subsuelo donde se ocultan esos indeseables.- dijo el joven albino señalando la boca de la caverna - Que extraño que no haya guardias, aunque con este frío me parecería igual de increíble que alguien lograse permanecer en el exterior vigilando inmóvil...

El ukar asintió.

- Siempre hay algún túnel - se dijo en voz alta -. Es como el retorno a la Madre. Bien, necesitaremos un hilo de Echjamat. Lo que vosotros llamaríais localizadores de posición. Supongo que nadie ha podido hacer un plano fiable del interior de este lugar, así que además de un sistema tecnológicamente fiable de localización, no nos vendría mal una forma más...tradicional.

Seth comprobó su equipo una vez más, especialmente los anclajes y las cintas que lo aseguraban. Los túneles tenían la mala costumbre de estrecharse y araar con dedos afilados.

El sacerdote embutido en su capa de piel les menciona

-No perdamos tiempo y entremos ya, sin perder el factor sorpresa por favor, por lo que pido sigilo

Al comprobar su equipo Seth redescubrió el sensor de posición que tan buen resultado le había dado en la selva. Por desgracia el área que cubría dicho sensor era mínima (seis metros de radio) y la entrada a la cueva se encontraba a unos veinte metros pendiente abajo. Afortunadamente había rocas de sobra por las que poder aproximarse oculto.

Haciendo una señal a los demás para que permaneciesen quietos Seth se arrastró un poco más cerca de la entrada. Los otros lo perdieron de vista entre la nieve y la oscuridad. A los pocos minutos regresó sobre sus pasos para informar: 

- La entrada a la caverna no presenta ningún movimiento. O los Sin Nombre son capaces de mantenerse totalmente inmóviles como rocas con este frío o no han dejado vigilancia.

Drim asintió ante las palabras de Meixar.

- Está bien: creo que el Ukar es el mejor dotado para entrar en esas cavernas como explorador avanzado. Además cuenta con su herramienta de detección de movimiento. Nosotros iremos justo detrás de él para entrar en combate en cuanto sea necesario.

Seth asintió y descendió por la ladera de la colina. Pese a que no había vigilancia en la entrada el ukar no descuidó su aproximación y utilizó las rocas como cobertura. Los demás lo siguieron a una distancia prudencial. Las armaduras y armas hacían un ruído nada deseable: un grupo tan grande era difícil que fuera silencioso. Sin embargo Seth se deslizaba como una sombra por delante de ellos y penetró de primero en la caverna. Drim levantó una mano para indicar al grupo que se detuviese a la espera.

A los pocos segundos Seth salió nuevamente. Hizo una seña para pedir que todos se acercasen a la entrada. El grupo se movió con rapidez y alcanzó el amparo del túnel. Estaba oscuro, pero los hombres del Duque tenían linternas halógenas regulables. Por el momento las encendieron en baja intensidad para iluminar el camino.

Para sorpresa de todos había dos cuerpos a unos dos metros de la entrada del túnel. Eran individuos de fuerte constitución vestidos con armaduras ligeras. Lo que fuera que los había atacado se había ensañado con ganas: tenían los miembros amputados y sus vísceras decoraban las paredes del túnel. En el suelo estaban sus rifles tirados.

Seth sonrió macabramente:

- Yo no he sido.- anunció - Ya estaban así cuando los encontré. Me he adelantado un poco y el túnel está vacío. Continúa unos diez metros y luego acaba en una puerta de metal cerrada. No he detectado movimiento al otro lado de la puerta, pero el radio de alcance se reduce a seis metros...

Uno de los hombres del Duque examinó uno de los rifles.

- No han disparado ninguna bala.- anunció - Sea lo que fuera que los atacó los pilló totalmente desprevenidos...

El sacerdote se acerca a los cuerpos y dice:

-Esto puede que no sea bueno...pues puede que nos enfrentemos a algo más grave de lo que esperábamos encontrar...aún así lo voy a comprobar..

Meixar levanta las manos y comienza a ejercer movimientos algo pintorescos mientras recita en voz baja.

- Destellos espaciales reveladores de la verdad interior, la gruta que lleva de una estrella a otra tras los sucesos que nos preceden...tú que nos guias y nos muestras el camino.... no pido más que una esperanza en la llama divina...así pues dime quién fue el que asesino a estos hombre que yacen a mi vera.

Meixar se concentró...

Meixar se concentró en lo sucedido allí. La revelación del Pancreator le vino como fuego ardiendo. Abrió los ojos de par en par: dolor, sufrimiento y muerte ¡desde atrás! Lo que fuera que atacó a aquellos dos hombres no entraba en la gruta, sino que salía de ella. De hecho en medio del sufrimiento el sacerdote nota claramente el pensamiento de uno de los fallecidos justo antes de que su Llama Sagrada se extinguiese: '¿cómo pudo liberarse?'.

Vincent contemplo de nuevo al sacerdote ,en la oscuridad no se podia ver el rostro del joven y eso le salvaba de nuevo de ser objeto del desprecio de la parte clerical de la expedición , ya que una mueca de escepticismo y de estar viendo un absurdo espectáculo se mostró en su rostro .

Permaneció callado , ya que poco habia que decir y ademas no quería que el frio se introdujese en él .

El sacerdote de repente entre sus gestos frenó de golpe y entró en un ligero trance....abrió los ojos de golpe, la tenue luz de las lámparas se reflejaba en su córnea blanca.... finalmete volvio a la normalidad, algo más fatigado que antes de comenzar el ritual.. se volvio a sus acompañantes y dijo

- He sentido dolor y sufrimiento....Ha salido...es algo que ha salido de aqui...ya no está aqui dentro...y por lo que veo aqui no creo que haya nadie más dentro....oí el pensamiento de uno de estos hombre antes de morir...que dijo cómo pudo liberarse...con lo que entiendo que es algo o alguien que tenian retenido....¿La hermana de Calmidorian????

El hermano de batalla acostumbrado a permanecer en silencio en este tipo de misiones no pregunto o se altero ante decisiones por parte de aquel albino, que el nunca hubiera tomado, solo observaba y atendia a su entorno con los musculos en tension procurando hacer el menos movimiento posible.

Al ver aquellos cuerpos salvajemente desmembrados sus ojos se abrieron, a si como su boca dejando escapar el aire convertido en vaho de sus pulmones. ¿Que clase de bestia a podido hacer esto? ¿Acaso los monstruos nevados que mencionaron el Duque y su hijo?

Tras esperar frente a los cuerpos a la revelacion de Meixar y escuchar su respuesta no pudo mas que acercarse a el en pose amenazante.
-No sea estupido joven sacerdote, mi hermana no a podido hacer semejante cosa, es humana no una bestia salvaje, seguramente fuera una criatura como la que vimos antes de pasar o las criaturas mencionadas por el padre de Drim, sigamos adelante si no hay resistencia sera mas rapido el limpiar la zona.

Despues se giro al hijo del Duque y sus hombres
-¿Que clase de criatura puede hacer semejante ataque?

-Pues entonces sigamos Seth.....no creo que encontremos mucha gente viva aquí dentro.

Los pasos del piloto habían seguido los de sus compañeros, encogiendo su cuerpo y protegiéndose con las pieles, lo mejor posible, del hiriente viento helado que parecía empeñado en llegar hasta el último de sus huesos.
No pudo mentirse y negar que le resultaba extraño el conocimiento demostrado por Drim acerca de la ubicación de los Sin Nombre, ya que si eran tan enemigos como decían, poco probable parecía que permitieran existir una ubicación de ellos sin haberla limpiado a conciencia.
Se encogió de hombros y bajó hasta la entrada siguiendo a los demás. Por ahora no diría nada, ya que su principal objetivo era encontrar a Hysteria y volver al lugar de donde procedían.

Por suerte la luz desprendida por las lámparas dejaba la mayor parte de los detalles sumidos en la oscuridad. De lo contrario su estómago probablemente se habría revelado y no merecía la pena desperdiciar una comida como la que habían disfrutado poco tiempo antes.
En posición estática observó los esfuerzos de Meixar por averiguar lo ocurrido, pero el sacerdote se mostró más centrado en los últimos pensamientos de los fallecidos en vez de en los detalles.
Si no era capaz de darles información acerca de la criatura que había hecho aquello habría que utilizar medios más prácticos.

Elbrian se acercó a uno de los cadáveres y se agachó junto a él. Extendió la mano derecha y dejó reposar la punta de sus dedos en el charco de sangre que rodeaba el cuerpo...o de lo que había sido un cuerpo.
Ese simple gesto podría darle una pista acerca del tiempo que había transcurrido desde la muerte de los hombres. Todo dependía del estado de congelación del vital elemento.

Por otro lado dejó que su mirada se dirigiera hacia el exterior del túnel. Ellos habían dejado huellas en la nieve para llegar hasta allí, así que cualquier cosa que hubiese salido de aquel lugar debía haber dejado otras que indicaran en qué dirección había decidido ir. Y sobre todo, les diría que clase de huellas eran.

Elbrian se agachó junto a los cadáveres. No sólo la sangre estaba todavía caliente... Los propios cuerpos, pese al frío de la noche gélida, conservaban aún un halito de calor corporal. Fuera lo que fuera que los había atacado ¡lo había hecho como mucho unos minutos antes de que ellos llegaran hasta allí!

Seth miró los cadáveres y luego a Meixar:

- La puerta estaba cerrada. Quizás lo que fuera que los mató escapó del interior de los túneles y los que quedaron detrás cerraron la puerta para que no volviera a entrar. De cualquier forma me imagino que podréis forzar la entrada. Es un rasgo típicamente humano: la supervivencia prima sobre el riesgo.

Dicho lo cual continuó por el pasillo, fundiéndose en la oscuridad en la que tan a gusto parecía sentirse.

-Estuviese dónde estuviese lo que los mató, estaba prisionero y se liberó o lo liberaron. En definitiva ya no está pero debemos entrar. Si es como dice Seth, deberia haber gente detrás de la puerta espectante a que la criatura no intente entrar, o incluso para retirar los cadáveres.
En cuanto a la puerta yo...no se abrirla asi que si alguien propone algo...¿Seth has mirado si se puede abrir?

El sacerdote parecía impasible y temerario, como si nada de lo que aquella gruta albergara pudiera hacerle daño.