Partida Rol por web

Secuelas; Según se asienta el polvo.

   En algún momento, el hábil pilotaje de Hober os lleva a la costa. Cuando llegáis y os ponéis a salvo, descubrís poco a poco todo el alcance de la situación.

   Gracias a vuestra actuación, muy pocas personas han muerto o han resultado heridas de gravedad, todos a bordo de la exploradora han sobrevivido. Aunque si hubo muertes, resulta obvio para todos que habéis sido los héroes del momento. Ya sea mediante actuación directa o mediante la advertencia a tiempo, se han salvado docenas de vidas entre la pequeña población de Walston.

   Aunque la ciudad de Salbarii podría tener que ser abandonada a largo plazo, por el momento parece que no será necesario. El volcán se encuentra a unos 20 km de distancia y el centro de la zona de erupción está alejado de la ciudad. La lava probablemente fluya hacia el sur y el oeste, es decir, hacia el mar en lugar de hacia el norte donde se encuentra Salbarii. El viento arrastra la ceniza y el polvo a través de la isla, pero la corriente predominante la está llevando principalmente hacia el océano. La erupción en sí está terminando ahora que la presión se ha liberado, pero parece probable que la montaña permanecerá activa y si es así, vivir tan cerca no es realmente deseable.

   Sin embargo, por el momento se respira un ambiente de celebración entre la gente de Walston. Han sobrevivido a un desastre en mejor forma de lo que se podrían haber esperado y tienen unos cuantos héroes nuevos de los que presumir y adular. Vais a ser invitados a una serie de fiestas por toda Isla del Asentamiento y os espera una recepción en el palacio del dictador. Mientras tanto, los recursos del diminuto astropuerto de Walston son puestos a disposición de la nave exploradora, asegurándose de que pueda volver a volar. Teniendo en cuenta que una población tan pequeña cuenta con recursos limitados, y lo poco que hay se está usando para reubicar a los desplazados.

   Tras las fiestas y los agradecimientos, las cosas se calman rápidamente y el ambiente festivo se desvanece para ser reemplazado por la confortable cotidianeidad de la vida en Walston. Observa que, con una población pequeña y recursos limitados, todo con lo que Walston cuenta será utilizado para afrontar los nuevos problemas del pueblo de Salbarii.

   Simplemente no hay dinero disponible para poder agasajar de regalos. Los locales se aseguran de que la nave exploradora esté bien abastecida de cocina casera y probablemente podáis adquirir cualquier cantidad que deseen de suéteres de punto cosidos a mano, pero no hay grandes cubos de dinero esperándoos.

   Aunque si regresáis a Walston en el futuro, siempre podéis veros involucrados en otros eventos, provocados por el volcán nuevamente activo o en un intento de reubicar a la gente del pueblo de Salbarii. Pero la gente proveniente del lado de la isla donde está Salbarii siempre os profesará un gran respecto y amistad, aunque los de más lejos probablemente se pregunten por qué tanto alboroto. Incluso podrían sospechar de los Viajeros, como si fuese culpa suya que la monótona complacencia de la vida de Walston haya sido destrozada por la explosión de una montaña.

ABANDONANDO WALSTON.

   Tarde o temprano llega el momento de abandonar Walston. La Estacada tiene que ser entregada en Flammarion. Puede que tengáis que enfrentaros a algunas preguntas acerca de los daños y de los riesgos que habéis tomado, pero dado el estado de la nave gracias a su anterior tripulación, contáis con el perfecto chivo expiatorio, listo para desviar cualquier crítica que se pudiera recibir.

   De cualquier manera, es hora de irse. Una pequeña multitud de simpatizantes os despedir cuando os marcháis. La Estacada asciende a la órbita, dejando atrás Isla del Asentamiento y al vasto penacho de cenizas que brota del volcán hacia el interior del continente. El mundo de Walston se reduce en la distancia y finalmente es hora de saltar. Los Viajeros tienen vales para el reabastecimiento de combustible y soporte vital en Arquero, así que ese es probablemente su destino.

   Mientras tanto, tenéis una semana de salto para reflexionar acerca de la aventura, atiborraros de comida casera y tratar de decidir de quién es el suéter más chillón… tal y como hacen los héroes.

La mision habia sido un exito, si no completo al  menos rallando lo heroico. Ya era parte, de nuevo, de una nave, bastante destartalada pero ya se resolveria, no habia bajas y aunque habian estado muy cerca del desastre no se habia consumado ninguna de las amenzas.

Fuera de la nave las recompensa eran parcas, excepto quizas ese sueter...era maravillosmente atrevido, pero que demosnios, tenian una nave, una buena tripulación  la libertad para usarla. Casi completa porque no dejaba de ser del servicio de exploración.

La galaxia era grande y las posibilidades amplias. Estaba muy muy contenta y se la notaba.

Trabajar al servicio del Emperador y con estos grandes tripulantes me ha llenado de orgullo y satisfacción.

Si en el futuro hubiera más módulos de Traveller en los que repetir con la Estacada y su tripulación, contad con mi arco!

Manolín estaba bastante satisfecho. Ser chatarrero tenía sus cosas buenas, pero en esta misión se lo había pasado mil veces mejor, aunque no hubiera ganado tanto. Y siempre se podía tener un ojo en posibles pecios perdidos, ¿no? Viajar y chatarrear no estaba desaparejado o ¿dónde si no estaba todo el cobre y los metales pesados que esos chapuceros de la antigua tripulación no se habían llevado? Dio golpecitos con un dedo en la superficie del panel de mandos. Su turno estaba siendo un coñazo. ¿Qué vendría a continuación?

Ver a tanta población feliz y agradecida, le hizo olvidar un momento sus pesares, y saber que habían tomado la mejor decisión... ahora con una nave reparada y un viaje camino a Flammarion y a reportar al servicio de exploración los acontecimientos... después de salvar medio planeta y terminar los pendientes que tenía la institución con el gobierno local, tendrían que tener la cara muy dura para increparles algo, y la doctora estaba lista y dispuesta a señalarlo de forma tranquila, pero contundente, mientras sus pensamientos estaban en el próximo destino, solo le quedo tomar el más apagado y simple suéter... bueno iba más acorde a su personalidad, aunque, aquel del perrito feliz le había robado el corazón, o ¿Era un Varg?