Partida Rol por web

El anciano muestra lágrimas sobre sus ojos. Cuando parece que va a responder, de sus labios una plegaria. "El señor es mi pastor, nada me faltará..." responde mascullando, con verdadero terror, sus brazos tiemblan, y la anciana cerca a él tan solo se ve horrorizada, sin saber que hacer.

-Buff... que pérdida de tiempo- dice mientras lo suelta y el anciano cae al suelo, temblando y cerrando los ojos. Se gira y mira hacia la gente. De inmediato un halo tranquilizador parece desprenderse, y los dos ancianos más cercanos (sobre la tarima) empiezan a caer dormidos, así como varios de los sectarios hacia adelante, empiezan a bostezar y a adormecerse ante tus ojos, aunque no son más de 5 o 6, los demás parecen sorprendidos y empiezan a correr.

-Mira Evangelia...- dice voltéandose -ya hemos hecho el mierdero, luego dejaremos que alguien más lo limpie, solo confúndeles y ellos mismos se tildarán de locos- dice mientras unos gritos se oyen viniendo desde atrás del escenario

¡ESA MUJER ERA UNA BRUJA ENVIADA POR EL MALIGNO! ¡NOS HAN ENGAÑADO! ¡HAN QUERIDO JUGAR CON NUESTRAS ALMAS PERO NOSOTROS LOS DESCUBRIMOS Y QUISIERON ELIMINARNOS! ¡ESA COSA... ESA COSA... ESA COSA... ES ALGO ANTINATURA! ¡ESA MUJER PECAMINOSA NOS ENGAÑABA Y NOS ESTABA LLEVANDO POR LA SENDA DEL MAL QUE ALEJA DEL SEÑOR A SU REBAÑO!

el tono fuerte de Zadkiel es perfectamente distinguible. A lo que unos segundos gritos les responden, que solo podrían provenir de la garganta de Eddgar:
- ¡ESA COSA VENIA DESDE EL INFIERNO PARA LLEVARSE VUESTRAS ALMAS A LA ETERNA AGONÍA Y CRUELDAD!  ¡NO HABRÍA UN BONITO MÁS ALLÁ PARA USTEDES, CRÉANME, SOLO SUFRIMIENTO Y DESESPERACIÓN! ¡¡NO OS ALEJEIS DE LA LUZ DEL SEÑOR PUES ÉL VELA POR VOSOTROS Y NOS HA AYUDADO A DESCUBRIR EL ENGAÑO QUE NOS ESTABAN PONIENDO DELANTE DE LAS NARICES!!

Ruthiel solo mira incrédulo hacia atrás -Vaya teatro han montado...- dice girándose -... no tenemos tiempo para esto, no hemos cogido al gran pez...- dice mientras da un par de pasos y baja del escenario de un salto, hacha en mano

La reacción en cadena, fue horror, gritos y huídas, la gente empieza a alejarse entre gritos, sin apenas ver el cuerpo humeante de la mujer, varios corriendo hacia la parte frontal de la casa, y el joven, único sobreviviente de la matanza preventiva adelantada por Zadkiel y su puntería, se aleja arrastrándose, confundido entre los disparos y los gritos de estos dos cazadores de demonios.

Anastacia se logra quitar uno de los cuerpos y empieza a buscar, para darse cuenta que poco más que un monedero y una identificación podría llevar la ancianita. Su rostro, parece turbado en una mueca de horror, manchada de sangre, solo deja a la chica cubierta de aquel líquido rojo, mientras sus compañeros desaforados dan tales alaridos con las armas humeantes en las manos, que termina por hacerse un conjunto bizarro y macabro de todo lo observable.

El cadáver de la última demoníaca presencia cazada se desvanece en aquel vapor fumoso y maloliente, no parece haber señales de lo que Evangelia o Ruthiel hagan allá adelante... de cualquier modo, la situación hacía bastante que había tomado un rumbo completamente inesperado...

-Eeem... vale. Dijo Zadkiel viendo la reacción de todo el mundo. Parece que por este lado no nos van a dar muchos problemas, pero más nos vale darnos prisa antes de que alguien avise, y esto se llene de gente vestida de azul.

El ángel se puso de nuevo en marcha.

-¡No nos confiemos! El enemigo aún no ha sido derrotado, vayamos con Ruthiel y Evangelia. Y diciendo aquello, Zadkiel comenzó a caminar a paso ligero hacia donde se habían dirigido los dos compañeros que faltaban, esperando que Eddgard y Anastacia lo siguieran.

Tras la adrenalina del momento y de la batalla ganada (aunque solo fuera proque, esta vez, la víctima no ofreciera resistencia) las palabras de Zadkiel, buen compañero que permanecía a mi lado, me hicieron mella y afirmando enérgicamente con la cabeza digo:

- Sí, será mejor que no nos andemos separando ahora mismo, no me fío de lo que aún puede quedar por venir. Anastacia, - añado tratando de coger suavemente por el brazo al ángel en el cuerpo de la jóven muchacha- mejor no demorarnos, sigamos adelante hacia donde estén Ruthiel y Eva.

Y, sin más comentario, echó a andar tras el moreno de piel esperando que la chica le siguiera a él.

Me pongo de pie cuando Edgar aparece. Seria mejor que nos alejáramos de allí con todos esos gritos que pegaron ahora seguramente estaríamos en problemas.

-Creo que no deberían haber gritado tan fuerte...-

Les digo mirando a la gente que corre mientras lo sigo. No pareciera tener nada interesante la mujer en lo que le quite pero estaba segura de que la policía no tardaría en llegar a buscarnos.

Eh vosotros - Digo refiriéndome a Eddgar y Zadkiel - La gente se duerme... O sois muy aburridos o uno de los dos tiene el poder de adormecer, haceóslo mirar que ambas opciones son posibles, esto me recuerda también a nuestra llegada, pero no creo que hablarles de ángeles y demonios cause esto.

Ruthiel, los demonios son previsibles, con toda probabilidad esa zorrona huía en pos de su jefe, así que solo tenemos que entrar por allí

A mí la moto esta ya me pesa eh - Arranco el largo tubo de escape del motor que usaré como bate, el desgarro y despiece del metal afloja el depósito que empieza a empapar la tarima de la gasolina derramada - Ups

Meneo el hierro en el aire - Esto está mejor, vamos por allí

Bajo de la tarima uniéndome a mis compañeros -  Zadkiel, Eddgar, Anastacia, entremos por ahí, hacia donde iba la zorra marimorena, arrasemos con los demonios que encontremos en nuestro camino

Zadkiel asintió con la cabeza, y haciendo caso a las palabras de su compañera, corrió con el ceño fruncido en dirección a la mujer que había sido abatida por Eddgard, y posteriormente convertida en potaje de lentejas a causa de su impía y blasfema naturaleza infernal.

-Creo que hemos conseguido abortar el ritual que estaban a punto de llevar a cabo, pero no nos fiemos, esto no termina hasta que no caiga todo el equipo. Les dijo a sus compañeros antes de cambiar de dirección. ¡Ruthiel! ¡¿Dónde estás?! Gritó esperando una respuesta mientras se acercaba aal burbujeante puré de azufre que una vez fue una mujer.

Está por ahí atrás - Señalo a Zadkiel por detrás de la tarima y voy hasta donde estaba la mujer-demonio para quedarme en su posición y tratar de ver hacia donde pretendía dirigirse.... ¿Hacia la mansión?... no... ella venía por aquí y al vernos dió media vuelta y salió corriendo hacia..... sigo mirando alrededor, tratando de adivinar hacia donde iba, porque allá donde vaya, habrá una manifestación del mal con toda seguridad.

¿Ruthiel, a donde crees que se dirigía esta mujer? - Digo en voz alzada

La policia no tardará en llegar, debemos darnos prisa, y si.... no tenemos ni idea de donde está el jefazo, propongo prender fuego a toda la mansión, o derrumbarla.... tal vez haya un tractor para encargarse del vasto jardín, en cualquier caso, ha empezado la cuenta atrás, en breve tendremos una multitud de mortales armados entre los que huirán y nosotros arruinaremos la vida de nuestras cáscaras, debemos terminar y salir pitando.

Miro bien, deseo saber hacia donde iba la mujer, y si hay por aquí algun vehículo grande con el que tratar de derribar la mansión....

a grandes males....

Seguía a mis compañeros con Anastacia pisándome los talones hasta que éstos se detuvieron en busca de Ruthiel que se había adelantado a todos. Yo no tenía idea de dónde podía estar exactamente pero lo más seguro es que hubiera seguido adelante por la tarima y no regresar de nuevo a la mansión que tras tanto rato habíamos dejado atrás, no tenía sentido regresar al edificio de momento al menos.

Tras las palabras de Eva y aún intentando escuchar la respuesta de Ruthiel, si es que había oído al moreno llamándole, en las proximidades, me pongo a pensar en lo que diría mi querido Novalis si la escuchase. Sé que no estaría de acuerdo con ninguna de sus ideas... pero alguna vez durante esta peligrosa travesía nos habían resultado útiles a pesar de todo. Pero lo de destruir la mansión desde los cimientos no me parecía la mejor de las ideas en este momento.
Si el jefazo estaba aún dentro de la misma no tardaría en salir ante el escándalo que habíamos protagonizado apenas unos minutos antes. Ahora todo se había vuelto rápido y vertiginoso.

Esperando a una respuesta de Ruthiel, el moreno ángel armado con divino fuego cargado de plomo, se detuvo en seco al verlo tras ser señalado por su compañera Evangelia.

-Sin duda alguna volvía a advertir a su señor. Dijo. No se cual será el alcance de su poder, pero dadas las bajas que hemos provocado en su equipo, al menos le habremos debilitado en cuestión de número.

A Zadkiel se le ocurrió entonces algo en lo que parecía que nadie se había percatado, y es que los disparos habían matado y asustado, pero también habrían podido advertir a su enemigo. Rápidamente echó un vistazo a su entorno con la analítica mente que solo un enviado de Juan podía tener, sopesando cualquier vía de escape rápido que el enemigo pudiera haber tomado.

-Eh tios, si tantas preguntas tenéis, preguntadle a ella...- dice mientras pasa junto al charco pustulante que fuese la demoníaca mujer. Lanza un escupitajo que cae sobre los restos humeantes.

Ruthiel camina, mientras la gente busca rodear la casa por el otro lado. Los cuatro ángeles le siguen, formando un grupo de apoyo que se ve bastante desigual y extraño -cosa que ha pasado desde que comenzaron a andar juntos-. Se dirigen hacia el frente de la casa, justo a la fachada de la mansión. Allí, un auto negro de vidrios polarizados que no estaba antes se ha aparcado. Y lo que es peor, alrededor del automóvil, hay varios hombres de negro, pálidos y con sus propias armas, de la casa salen también otro tipo de enemigos, lentos, con ropas raídas o harapientas, y rostros con la marca de la muerte. Muertos Vivientes, sirvientes descerebrados de los demonios de la secta. Los gritos de personas ambientan la macabra escena, mientras un motor que revoluciona se deja oír, y el automóvil arranca en desaforada marcha hacia la salida, en busca de una salida.

Ruthiel parece a punto de abrir la boca, para señalar algo, pero toma su hacha con fuerza, pues al menos una docena de guardias armados, más varios zombies aparecen en la escena, cubriendo el escape.

-Maldito seas...- masculla entre dientes, pues no solo parece que escapará, sino que quedarán pronto en medio de una marea de enemigos de la que apenas podrán salir...

No obstante, de nuevo lo inesperado.

Los frenos emiten un chirrido y el auto se detiene bruscamente, mientras una camioneta acaba de entrar, llevándose la reja a la fuerza, cerrando la única salida. Desde arriba, una figura anciana se deja ver. Su piel es de un color mandarina, su cabello blanco y lleva un frondoso bigote, desde la parte de arriba, una ametralladora con su trípode montado, apuntando al auto y luego es girado levemente hacia el grupo.

-¿En que demonios te has metido esta vez Ruthiel?- masculló el anciano mirando a los cinco, y luego cambiando la dirección del arma hacia los otros.

-Vas a tener que dar muchas explicaciones...- le dice. Al volante, los otros ángeles pueden reconocer a la misma mujer que viesen un día antes, la que tenía algunos rastros de heridas en su rostro, seria.

-Llegó la caballería- dice Ruthiel con una sonrisa. -Eres un maldito poeta Adrian, pero deja tus putas juegos de palabras para otro momento!!!- le responde el rudo ángel.

-Odio admitirlo, pero estos cabrones son nuestra tabla de salvación... muy bien novatos, queríais diversión? tenéis toda la que queráis!- dice mientras saca su hacha para hacerse camino hacia el auto a través de lo que tuviese que pasar.

El campo de batalla, por su parte, se divide entre los guardias que ahora apuntan al nuevo vehículo, los que apuntan a los ángeles y los muertos vivientes...

¿ Puedo usar mi poder de iniciativa o supervelocidad para adelantarme a todos ?

Observo la escena bastante estupefacto y temiendo más que nunca por la vida del tejano en cuyo cuerpo estoy metido. Guardias con las armas preparadas para disparar... muertos vivientes que han salido de la casa... y aquella ametralladora de la "caballería" apuntando al mogollón que me causa casi más pavor que todo lo demás pues con un poco de mala putería podía llevarse por delante tanto a enemigos como a amigos, aunque espero que no sea así.

En un rápido vistazo me fijo en el muerto viviente que tengo más cercano a mi posición y le disparo tratando de volarle la cabeza con un solo disparo. Quizá los guardias sean más peligrosos ahora que esos medio muertos pero parecen tan asustados que tal vez sean todo lo contrario ahora mismo, pienso tras decidir a quién apuntar y realizar el disparo.