Partida Rol por web

Alex parecía estar diciendo algo desde las gradas, pero ahora ninguno de los dos luchadores estaba mirando al publico por lo que no se sabia que podría estar diciendo, aunque la vena en su cuello, podría ser un buen referente para saberlo.

-Tienes un gran futuro por delante, Alegre Tiroles.

Cubierto de sudor, T-Rey aferro a su contrincante. Lo alzo por encima de su cabeza y lo sostuvo con brazos temblorosos. Le empezaban a pesar los años. Y el Tiroles, con sus ciento veinte kilos, pues tambien.

-Observare... tu... carrera... con gran... interes.

Mas que lanzarlo, lo dejo caer en el centro del ring dejando que la gravedad hiciera su trabajo. Tuvo que apretar los dientes para no soltar un gemido de dolor.

Agotado, T-Rey se apoyo en las cuerdas. Una aclamacion del publico casi le dejo sordo.

Jadeando, dio tres pasos hasta el tendido luchador y se dejo caer sobre el. El arbitro acudio raudo:

-Uno... dos...

El Tirolés había llegado a su límite, casi no era capaz de moverse y menos con el peso de una mole como T-Rey encima. Aún así fue capaz de reunir suficiente aliento como para sonreir a su rival, una sonrisa sincera, afable, buscando amistad y mostrando respeto.

-T-Rey, eres un gran luchador, ha sido... un honor caer ante ti esta noche... espero que volveremos a vernos.

En ese momento arbitro terminó la cuenta atrás, el campeón había ganado.

El público se levantó enfervorecida animando a T-Rey, un luchador que se había ganado la fama y el respeto de la gente a fuerza de ganar combates, de luchar hasta el último aliento y, por supuesto, de dar el mejor espectáculo.

El Alegre Tirolés había perdido pero no se sentía derrotado en absoluto, porque entre todas esas personas había algunas a las que había gustado, una pequeña parte del público hubiera preferido verle a el alzando los brazos en señal de victoria, un pequeño grupo de gente que hace unas horas ni siquiera le conocían. Y el luchador austríaco, el Oso de los Alpes, el Alegre Tirolés volvió a sonreir.

El campeón se levantó y el árbitro certificó su victoria alzando su brazo, el Alegre Tirolés, áun aturdido por los últimos golpes, se hizo a un lado y aplaudió, siempre sonriente, siempre alegre.

T-Rey se acercó al alegre Tirolés. Le cogió la mano y la levantó hacia el público:

-¡Damas y caballeros! ¡Un merecido aplauso para el Alegre Tirolés!

Una oportuna andanada de fuegos artificiales estalló a espaldas de ambos colosos.

Alex se levanto de su asiento, arrojando la lata dentro del ring y como llego se marcho, caminando entre el publico, algunos parecían sorprendidos otros contentos de verlo cerca del ring, pero habia una decepcionado, el propio Hooligan quien apartaba toda mano que intentaba tocarle, antes de salir del estadio.

-A pesar de que T-Rey había encajado un increíble golpe a su rival.

-Sigo sin entender como a conseguido alzarlo, si por lo menos debe de ser tan g...

-¿Pesado como él? Bueno por nada es el campeón actual.

-Si bueno, el caso es que el Rookie a demostrado gran fuerza, eso no puedo negárselo, al poder recibir semejante paliza por parte del dinosaurio.

-Y parece que una segunda tanta por parte del enmascarado ahora si que da sus frutos.

-Creo que a temblado hasta la mesa.

-Y yo sigo sin entender donde estaba este T-Rey en los últimos combates.

-Bueno como se suele decir, el cemento tarda en asentarse.

-¿Eso se dice?

-Cla... ¡Oh! El arbitro acaba de dar la ultima palmada, el campeón sin precedentes es...

-¡UN MOMENTO! ¿Alguien acaba de tirar una lata al ring?

-Me temo que a sido The Hooligan, al parecer estaba entre el publico y se marcha con rapidez.

-¿Que hacia aquí?

-Que importa lo importante es que nuestro campeón, acaba de ganar su primer combate y parece que quiere elogiar al rookie.

-¿Crees que podría convertirse en su palmares?

-Eso solo lo dirá el tiempo, el caso es que el combate llego a su fin y con ella esta noche de nuevas promesas.

-Algunas mas que otras.

-Supongo, buenas noches, noches.

-A todos, todos.