Partida Rol por web

-Sí, tenéis razón, sigamos adelante.- Secundó la maga la propuesta general. Aunque era cierto que le habría tranquilizado quemar los cadáveres, sabía que no había tiempo suficiente para ello. De hecho, eso incluso podría llamar la atención de cualquier demonio, lo que sería aún peor. Realmente, alejarse era la única forma de protegerse de la debilidad del Velo... solo quedaba esperar que más adelante este no se hiciera todavía más tenue. -Aunque teniendo en cuenta los extraños gritos...- Selene sacudió la cabeza, tratando de desterrar esos pensamientos de su mente. Lo importante era escapar del peligro inmediato, y luego ya habría tiempo de preocuparse por lo que estuviera por venir.

Los cadáveres permanecían inmóviles, en las posturas en las que habían caído, quién sabía cuántos años antes. Sus carnes eran poco más que pergaminos grises sobre sus huesos puntiagudos. No era capaz de verlos como una amenaza, ni siquiera cuando se esforzó en imaginarlos alzándose, tomados por parásitos del Velo, sus huesos crujiendo como manojos de ramas muertas.

La decisión de avanzar había sido tomada por unanimidad. Enansal se acercó al enano, que de nuevo se situaba en vanguardia. Su mirada parecía ser capaz de penetrar la oscuridad de la cueva con la misma facilidad que la suya atravesaba la claridad del día.

Caminaré detrás de ti, informó a Paexter, buscando los mecanismos que desvelaban las formas bajo la negrura en la topografía de sus iris. La oscuridad no me deja ver, pero sí escuchar.

Enansal caminará dos pasos tras Paexter, concentrándose en los sonidos de la cueva mientras él abre camino.