- Bjarni, ¿explorar en grupos? ¿Qué tenemos que explorar exactamente? ¿Y cuantas personas quieres que dediquemos a la tarea? Apenas llegamos a la centena, y si hemos de enviar a los hombres y mujeres sanos como mensajeros, quedamos totalmente indefensos. Por cierto, aquella "cazadora" como estáis nombrándola algunos, es una mujer dedicada a la guerra y vigilada por las Valkirias. Os conocéis todos aquí para ahora trataros como desconocidos, ¿debemos preocuparnos por ese alejamiento que mostráis a las gentes del clan? - Era una pequeña reprimenda con una pregunta retórica final, el bóndi no esperaba respuesta alguna solo quería llamar un poco la atención a los jóvenes que trataban de extraña a Astrid.
- Para esta tarea aceptaré tu ofrecimiento hijo mío, pero escucha a tus guerreros siempre, es el único y más valioso consejo que te puedo dar para el mando del grupo. Ten en cuenta el ofrecimiento del hijo de Guhar y el de Kjartan - Flölvar desenvainó su espada y quitó la vaina de su cinto mientras bajaba de la colina hacia el círculo de presentes - Ten - Le estaba dando la espada a su hijo - Esta arma representa completamente al clan del Zorro, y por ello quién la porta, siempre que sea digno, habla por todos los hombres y mujeres libres de dicho clan. Llévala por si alguien duda de tu palabra que tan solo se fije en el arma que portas, pero no la enseñes como un trofeo. Es la espada del clan, no es algo que deba usarse para amenazar y hacerse respetar, es la persona la que se hace respetar, y los símbolos los que hagan que la gente no dude a la hora de respetar. ¿Lo has entendido? Mi padre me dijo esto al igual que su padre se lo dijo a él, y así durante tres siglos. Dicen que el enano Brok, el que forjó el martillo del Dios Thor, hizo esta misma arma y se la entrego a nuestros antepasados, antes de que el clan del Zorro se formase, es una rara espada y ni siquiera el clan de la Serpiente puede pavonearse de tener una igual - Mientras contaba esto las personas de alrededor se habían ido acercando para escuchar tan curiosa leyenda y observar mejor la espada y la vaina. Flölvar le susurro algo al oído a Eyvind.
Después de compartir algo en privado con su hijo, se giró y hablo a voces para hacerse escuchar - Es hora de realizar una misión. Y para ello elegirás a tus compañeros, que sean jóvenes y sanos. Podemos prescindir de 6-7 hombres y mujeres como mucho.
- En casa guardo un peto laminado. Se que con el sayal iras más libre, pero debes, al menos tu, ir de una manera un tanto más lujosa, y pareciendo dispuestos a defender a cualquier costa nuestro honor. Cógelo si lo deseas. Cuando elijas tu grupo, os explicaré a todos la misión, que sean gente de fiar o al menos que sepas que no te traicionarían por dos bolsas de oro...
Astrid se situó junto al receptor de la espada y le dijo - Yo, Hija de Kall te a compañaré a ti, hijo de Flölvar. Miró al padre y buscó en sus ojos un gesto de asentimiento.
- No es elección mía elegir a los hombres y mujeres libres que acompañarán a mi hijo en esta misión, es mi vástago el que decidirá su compañía - Dijo el líder respondiendo al gesto de Astrid.
Miró con una pizca de ira y de poca paciencia, que se fue tornando en resignación al lider, y en esta trasformación, sin perder su posición orientó su mirada hacia el hijo y añadió. - Siempre que quieras que forme de tu partida. Su voz se tornó una pizca lasciva y provocadora. Más que insunuante, parecía condesciente o que forzaba esa empatía.
Eyvind asintió, agradecido, cuando su padre aceptó su propuesta. Ante él aparecía una nueva oportunidad de demostrar su valía ante su Clan. El hijo del bóndi tomó la espada que Flölvar le tendía con sumo cuidado y absoluta veneración. No tenía palabras para expresar lo increíblemente honrado que se sentía ante semejante honor. Aunque conocía de sobra la historia que su padre le contaba sobre esa arma, escuchó con paciencia antes de separarse de él, como símbolo de respeto hacia su progenitor y líder del Clan del Zorro. Por último, Flölvar le susurró una última cosa que hizo que se sintiese aún más valorado todavía. Su tarea, en la que debía demostrar que la confianza puesta en él tenía razón de ser, comenzaba con la elección del grupo que lo acompañaría.
Debo llevar a los jóvenes, a aquellos que tienen ganas de demostrar su valía y aún no han sido corrompidos todavía, a aquellos que no son aún tan imprescindibles en esta aldea y sobre todo, a aquellos con los que he crecido como si fuéramos hermanos...
Pese a la interrupción de Astrid para sumarse la primera a la comitiva y la consiguiente réplica de su padre, Eyvind Flölvarsson tenía muy claro el grupo al que llevaría. Asintió a Astrid y miro al resto del pueblo:
- Kort, Hrafnkell y Astrid, acepto vuestra petición. Bjarni, veo que también te has interesado mucho, puedes acompañarnos si lo deseas. Kauk y Floid, me encantaría contar con vosotros también en esta pequeña misión- tras decirlo, se giró hacia el líder, buscando aprobación.
- Floid y Kauk no irán, los necesito aquí, son hombres dedicados exclusivamente a la guerra, como Kort, con él bastará - El bóndi daba su voto de confianza al guerrero que llego hace algo más de media decena de años.
- Todavía no hemos terminado el reparto de objetos del saqueo, por lo que, os daremos vuestras partes para cumplir así con vosotros en caso de que los dioses quieran llevaros al valhalla durante esta misión - Le dijo algo a un guerrero y este se fue con otros dos. Cuando volvieron portaban varios objetos.
- Tomad - dijo cogiendo los objetos y entregándolos - Bjarni, te toca una langsaex, me ha dicho tu padre que querías una buena hoja, y esta es bastante buena. Hrafnkell, es tu día de suerte, ahora podrás acompañar esas horrorosas canciones con esta cosa, creo que es una flauta o algo así me dijeron, ¡eh, pero no te enfades y dejame salir! - El bóndi dijo esto con tono burlón, hubo risas generales era una broma que ya se había asentado en toda la aldea por la pequeña hazaña que el skald había realizado - Astrid. Para ti hay unas cuantas flechas que te serán sin duda útiles, pero has de poner más de tu parte en los saqueos, debes esforzarte más. Y Kort, para ti tengo este gambesón de cuero escocés. Por suerte no tiene todavía ningún emblema ni escudo, estaba recién terminado. Parece muy resistente.
- Si nadie quiere oponerse a la misión, este thing ha concluido. Hagamos un sacrificio a los Dioses por el triunfo de la misiva.
Tras unas horas de preparación, todo el pueblo fue a la zona de sacrificio donde la sangre de una cabra y tres pollos corrió y salpicó a los presentes. Se rociaron las estatuas de los dioses con la misma, algunos prefirieron salpicar a Thor y Odín, otros a Freya. La gran mayoría a los primeros, el pueblo quería guerra, aunque no dudaban de que lo más sabio era evitarla... por ahora...
Aceptó con alegría el carcaj con las flechas cosa que le soprendió basntante, pero no tanto como el comentario. ¿Que me esfuerza más? 16 extranjeros murieron a mis manos, ... estaba contrariada pero sabía cual era su dedicación, el combate. La próxima vez serán 32.
La felicidad irradiaba en su rostro. Había sido escuchada, aceptada y podria viajar. Hacía demasiado tiempo que estaba en el pueblo y al fin podía marcharse. Eso es lo que quería. Jamás había estado una semana entera en el mismo sitio, y cuando más grande es el poblado, menos tiempo estaba en él. Era hora de marchar.
Me acerco a Flölvar mientras agacho mi cabeza en modo de respeto mientras recojo el Gambeson de cuero entonces doy un par de pasos hacia atras para dejar paso a los demas mientras digo...
Te lo agradezco mi señor, sera un honor portarlo para esta mision y en futuras que realice para nuestro clan..., no le defraudare
Bjarni recogió su nueva arma y la envainó en su cinto sin esconder su alegría. -Oh grácias bóndi es cierto que siempre quise una como ésta. Seguido caminó hasta la entrada donde Astrid parecía distraida pensando en algo mientras sostenía el manojo de flechas mirando al cielo. El hombrecillo trató de gestualizar un amplio saludo que rápidamente contuvo al ver como la guerrera guardó sus flechas en el carcaj del suelo y luego lo golpeó, el respingo hizo que le notara y se levantó para encararlo. -A...Astrid era tu nombre, soy un poco estupido al no acordarme. Estuvimos en el mismo grupo de caza en una ocasión, aunque no nos vimos demasiado, pero si te recuerdo de verte por aquí y por allá.- dijo esto señalando algunos lugares del poblado desde la distancia hasta que recapacitó un instante y se detuvo bruscamente.- no es que te estuviese siguiendo es solo que me muevo mucho de arriba abajo y... bueno. Espero que podamos luchar juntos.- Levantó su brazo en señal de saludo esperando respuesta de la pelirroja. Después fue saludando a cada uno de los guerreros y finalmente se quedó hablando con Eyvind y Kort sobre detalles de la expedición.
Fiiiiiiiishhhhhh Fgguuuuuugghhfgg hace Hrafnkell mientras chasquea los dedos y se rie a carcajadas. Llegaron pronto a los hornos celestes...
No tengo palabras para agradecerle mi bondi. Espero ser de utilidad en el viaje que nos espera... juro por mi honor contaros todo lo que vivamos como bien merece.
Coge el instrumento y sopla a traves de él, tratando de emitir algun sonido agradable...
Los comentarios de Bjarni Kjartansson le parecieron fruto de la timidez de hablar con una mujer. O por lo menos a eso lo achacó. Sabía que había estado con todos cazando, peleando y viajando, pero como si espíritu era viajar y derrotar a todos aquellos con los que hubiera oportunidad de pelear ... pues no le recordaba gran cosa ¿Le habré hecho yo esa marca? Le daba penita, pero le daba un atractivo interesante.
Astrid entendió que compartirían la batalla, hombro con hombro. Asentía con discreta amabilidad, pero no entendía demasiado bien a lo que se refería. - Ya lucharemos ya. Sin definir claramente ella tampoco a lo que se refería tras apartarse de las llamadas de líder e hijo y de agradecer con una genuflexión el regalo del botín.
Observa con atención a los que serán sus compañeros de misión, a los que conoce prácticamente desde siempre y con los que ha compartido ya situaciones diversas, mientras obtienen su parte del botín. Eyvind entiende que a él no le va a corresponder nada por el hecho de ser hijo del bóndi y haber recibido el honor de portar la espada del Clan. Esperando a que finalice el thing se entretiene entablando conversación con Bjarni y Kort y deleitándose con la belleza de la salvaje Astrid.
-...parece que el tiempo no nos va a molestar demasiado - sentencia, tras mirar el cielo.
El thing se disolvió después de los sacrificios
El pequeño grupo encargado de encontrar al rey Grím estaba formado, y con la última parte de su botín entregada, el clan y el bóndi habían cumplido con los integrantes del grupo al confirmarles su derecho a su parte del saqueo.
Los hombres y mujeres libres partieron al mediodía en dirección a las tierras del clan del Oso para tratar de interceptar al grupo del rey y explicarle lo sucedido al mismo.