Da igual una cosa que la otra,es por avanzar al día siguiente después de el fin de semana
En ese caso, prefiero si es posible, conocer a una mujer que nos ea prostituta.
Pues rolealo,eres libre de ello ^^ Y cierro tu post
Al salir del templo una ligera brisa devolvio al sacerdote el control sobre sus sensaciones y pensamientos. El tiempo pasado en la opresiva atmosfera de la habitacion le habia hecho perder el sentido del paso del tiempo y era mas tarde de lo que esperaba. Comenzo a caminar nuevamente hacia el centro del poblado, observando los rostros de aquellos que se encontraba en el camino. Nadi conocido o nadie conocido al que molestar. Las palabras del oraculo le habian perturbado ligeramente. Alguno de nosotros no veriamos la proxima primaver. Eso era algo a lo que estaba acostumbrado, la vida en el frio norte no era facil. Pero, ¿Entonces porque haria hincapie el oraculo? El sacerdote no sabia muy bien que pensar, pero atesoraria las palabras del anciano para desentrañarlas en el futuro, pues el camino de los dioses siempre es tortuoso y ninguno apreciaba que se olvidaran sus advertencias.
Sus pasos se detuvieron ante al gran salon comunal. En la entrada habian depositado algo de paja para que absorbiera la sangre derramada y los hermanos de la victima habian dejado algunas fores junto al umbral. Sin embargo, aquello era lo unico diferencial de otras reuniones. Cualquiera que no conociera el lugar o no fuera observador no se habria apercibido de los restos del suceso. Del calido interior aun surgian algunas risas y gritos provenientes de la celebracion. Cruzo el umbral y Uthred miro a su alrededor. Solo algunos hombres y mujeres seguian en pie despues de la larga celebracion. La luz era apenas una leve reminiscencia de las hogueras que se habian encendido pero una vez la vista se acostumbraba era agradable.
-Uthred, muchacho, toma asiento junto a nosotros!- El poderoso vozarron correspondia a Carsten Wilmuth, un poderoso guerrero que habia conocido a sus padres en el pasado.
Con una sonrisa en la boca el sacerdote tomo asiento a la mesa, un cuerno del potente hidromiel y se llevo una tajada al gaznate. Alrededor del roble se sentaban tres mujeres y dos hombres. Todos tenian delante de si un cuchillo clavado sobre la mesa y habian perdido algunas partes de su vestimenta. Quien jugaba durante aquella ronda era una de las amazonas que habia llegado aquella misma tarde a la aldea. Su destreza con el cuchillo era envidiable y la punta del mismo corria ente sus dedos y los de los compañeros con velocidad. Las reglas eran sencillas, si cortabas a alguien este decidia quien perdia una pieza de ropa y cual, si te cortabas tu mismo perdias una prenda si te quejabas o no lograbas que el corte dejeara de sangrar en menos de un minuto para probar tu arrojo y valia. La amazona corto a otro de los contrincantes, probablement una hermana de la amazona. Esta se giro cn una sonrisa en los labios y dijo -Uthred, me gusta esa camisa que llevais, quitaosla- Con una picara sonrisa el sacerdote acerto el reto. Ninguna de las presentes sabia que el era capaz de curarse rapido, muy rapido gracias a sus servicios a Thor - Eres un zorro Carsten, sabias bien que a esto podremos ganarlas- Sus rondas acbaron rapido, las amazonas ya tenian pocas prendas puestas. Thor, te brindo el fruo de tus dones.
La primera de las hermanas se sonrio y dejo caer al suelo la prenda que llevaba a la cintura -Ambos habeis hecho trampas y lo sabeis- dijo mientras se mordia el labio picaramente y se acariciaba un pezon -Pero nadie dijo que el ingenio estuviera prohibido. Astuto viejo...- La joven beso al guerrero y se sento sobre Uthd. Aquella seria una noche para recordar. Tal vez la ultima en que pudieran ser jovenes y sin ninguna pesada carga sobre sus hombros.
Siento las faltas pero estoy desde el iPad.