El anciano hombre tomó tu mano y con la otra introdujo unas plantas de aspecto poco sano en su boca.
- Ni la luz del sol,ni el brillar de las estrellas podrán guiarte pero un gran futuro te aguarda en la espesa negrura del destino.
Aquel hombre anciano tomo mi mano y sin mediar apenas un segundo su otra mano se dirige a mi boca y un sabor extraño inundo la misma…
Por un instante, por mi mente cruzo la idea de vomitar aquellas plantas, sin embargo como se tomaría aquello aquel sacerdote. Apenas había comparecido alguna que otra vez en el templo y rara vez me quede el tiempo suficiente para conocer el rito que solía llevarse a cabo. No era que me fuera desconocido, pero el no haberlo hecho antes me volvía patosa ante los pasos a seguir, llegando incluso a quedarme en blanco…
Finalmente decidí tragar aquellas plantas intentando no ahogarme tanto con su sabor como con la cantidad.
Despegue mis labios y tuve que aguantar las ganas de toser, esperando unos segundos hasta calmar mi garganta…
-Cuéntame más de ese destino…-
ups se me fue al leer eso XD
eliminamelo que no me deja editarlo XD
El oráculo te miró y con cara de enfado te contestó de mala gana.
- ¿Qué te hable de ese destino niña insolente? Nadie puede conocer su destino solo tantearlo,sino jamás se cumplirá.Ahora vete de aquí,estoy cansado.
Saliste con un poco de mala cara debido al encontronazo con el oráculo pero con al menos una guía para saber que camino seguir pese a que los presagios no eran los mejores.
La noche ya vencía al sol y la noche se tintaba con el color de la muerte.Era hora de ir a descansar.
No esperaba aquella reacción del oráculo, no era algo extraño su comportamiento. Aquellos que se creían con poder solían reaccionar así cuando creían que se les exigía algo. Sin embargo el entendimiento no hizo que me abstuviese a poner mala cara a sus palabras.
Me levante y salí de aquel lugar antes de que mi lengua me traicionase, demasiado me conocía y sabia que sino me apartaba pronto aquello podría acabar mal. Además poco iba a conseguir mas de aquel… ser.
Antes de iniciar el descenso hacia la posada, contemple como la noche ganaba terreno… a pesar de este ultimo encontronazo hoy había sido un día lleno de oportunidades. Y con aquel pensamiento me puse en marcha, estaba cansada y dormir bajo techo era una idea demasiado tentadora como para dejarla pasar de largo.