El hombre al ver que guardabas tu arma se giró hacia los guardias.
- Vosotros tres.Traedme a los jóvenes,pero que no sufran ningún daño.¿Entendido?
Raudos los guardias fueron tras los críos sin rechistar pero no sin antes dedicarte una mirada nada amistosa.Tras ello,el hombre se gira de nuevo hacia ti.
- Vaya,eres nueva y ya estás metida en líos eh?.
Una leve sonrisa asomó por sus labios a la vez que te tendía la mano.
- Tyr'Oshir Hallglangbrok,tienes suerte de haberte topado con la mujer adecuada al llegar a la aldea.
Doblemente agradecida, aunque puede que los que hayan tenido suerte hayan sido tus hombres.- dijo mientras le tendía su mano y le devolvía la sonrisa.
Mi nombre es Helga y vengo de muy lejos para ponerme a las órdenes del Jarl. Aunque mi intención es guerrear y el pillaje, no ser un matón con los críos.
- ¿Mis hombres? JAJAJAJAJAJA.
La sonora carcajada hizo que más de uno mirase hacia la zona,pero al ver quien sonreía todos siguieron a sus cosas tras un: ¡Salve Hallglangbrok!.
- Esos no son mis hombres y nunca lo serán y dudo siquiera que ahora mismo sigan siendo los hombres de Jarl.
Comenzó a andar y te pidió que le siguieses con la mano.
- Antaño estos hombres eran los hombres de confianza del Jarl para salvaguardar la aldea durante sus pillajes.No dudo que alguno aun sea competente pero ahora mismo solo son matones frustrados que no son dignos de ir al lado del Jarl en los pillajes,hombres y mujeres inestables.Y aunque no parezcan los más competentes algunos pueden dar más de un problema y son muchos.
Caminasteis hasta casi la entrada de la casa del Jarl y en ese momento volvieron los tres hombres con los críos.Los dejaron con vosotros.Tyr los miró y les tocó el cabello.
- Tranquilos,no os pasará nada.Podéis ir a casa pero la próxima vez pedir la comida,no la robéis.
Los chicos asintieron agradecidos y se marcharon aunque aun visiblemente asustados.
Tras ello te miró de nuevo.
- El banquete empezará dentro de una hora más o menos,entrad dentro entonces,no os pondrán pegas.Además intentaré convencer al Jarl de tu competencia,pero no os prometo nada.
Se dispuso a marcharse pero tras subir dos escalones se giró hacia ti.
- Encantado,Helga de tierras muy lejanas.
Una nueva sonrisa asomó en sus labios tras decir "tu nuevo apellido".
Puedes responderle si gustas y luego tienes vía libre si quieres hacer algo,sino doy por cerrado tu post de prólogo y esperaremos a los demás.Espero que te haya gustado el inicio ^^
Helga siguió a su nuevo anfitrión.Parecia que en estos sitios grandes las normas eran diferente que en el pequeño poblado de donde venía.
Se tendría que acostumbrar y rápido.
No le importó la referencia velada a su apellido, para ella no lo tenía, no llevaría el nombre de aquel que nunca la quiso. Desde ese mismo día se labraria su propio nombre
Desde el móvil
Pues no puedo decir nada malo. En cuanto me lea y vea algo mas de la temática seguro que lo disfrutaremos todavía más.Espero no haberte decepcionado yo tampoco.
Ale pues a esperar a los demás
Vale.Tienes vía libre por la aldea para hacer lo que quieras.Tanto ir a por un PNJ a recopilar información o ir al oráculo a consultarle.De igual modo que ir de posibles compras o cualquier motivo personal.
Lamento no actualizar como tal pero hoy no ha sido un gran día.
Helga estaba orgullosa de haber conseguido el brazalete. Sabía que no lo tendría fácil, pero eso lejos de amedrentarla la motivaba aún más.
Lo primero que hizo fue ir a ver al oráculo. Le intrigaba qué le podía deparar el destino. Preguntó el lugar donde se encontraba la casa del oráculo al primero que se cruzó en su camino, para después encaminarse hacia allá.
El oráculo estaba a media hora ladera arriba por lo que el camino no era excesivo pero si duro de subir.Por el camino encontraste a otros que subían hacia el templo también,algunos que reconoces de la reunión.Otros ya bajan desde el lugar,y por sus caras deduces que no han recibido grandes noticias,al menos buenas.
Helga no flaqueó en su propósito a pesar de las caras de los demás.
Sabía que los dioses le depararían un destino glorioso, al menos confiaba en ello, así que afianzó cada paso en el agreste camino.
Algunos de los que habían jurado vasallaje parecía que llevaban el mismo destino que ella. Los saludó con un ligero movimiento de cabeza, aunque no intercambió palabra alguna.
Ya estabas en el templo y en poco llegaría tu oportunidad para hablar con los Dioses.¿Sabías ya bien lo que querías preguntar?
En tu mente se agolpaba esad duda pues puede que en ello esté tu futuro y destino.
Helga tenía muchas preguntas para el oráculo.
Sus padres, su procedencia, pero había llegado a la conclusión que el pasado era eso, pasado, y como tal había que dejarlo atrás. Eran sus acciones del futuro la que atormentaban sus sueños.
Su intención era crear su propia familia, su propia dinastía, y darle un apellido que ahora no tenía. Para ello buscaba la gloria en el combate y sus recompensas con los pillajes.
¿Conseguiría su propósito? ¿Sería lo suficientemente fuerte como para llevarlo a cabo???
Llegaste algo nerviosa pues conocer el futuro nunca es algo realmente bueno.Entraste a la sala,una sala oscura y sin nada de iluminación salvo una pequeña vela.En medio de la sala,un hombre,o eso creías ver pues su cara estaba muy desfigurada.
Te acercaste a él y rendiste tus rodillas en el suelo,delante suya.Formulaste tus preguntas y esperaste las respuestas.
- Joven mujer,el futuro es solo un capricho de los Dioses por lo que nunca podrías saber a ciencia cierta todo lo que te depara pues si Loki está juguetón puede que al día siguiente no tuvieses nada de lo que ayer tenías.
Pero veo algo de luz en tu futuro,tras mucha mucha oscuridad.Conseguirás un nombre pero no lo querrás reconocer como tuyo.
Las ambiguas palabras del oráculo dejaron sin ellas a Helga. Se tomó un momento para asimilar las palabras y creyó interpretarlas.
¿Encontraré alguien digno?
La mirada del oráculo se clavó en un punto mucho más allá del horizonte y creíste que dejó de estar en ese sitio por un momento.
- Mis apalabras ya fueron dichas.Ahora debes saber como seguirlas.
El hombre preparó unas pócimas con algunas ramas y líquidos que tenía por toda la sala.Lo mezcló todo y tras une breve cocción te lo entregó en un pequeño frasco del tamaño de un meñique.
- Mi respuesta es esto,tómalo.
Helga asintió y sin pensarlo se tomó el contenido de aquel misterioso frasco.
No había entendido mucho de lo que el oráculo le había contado, pero seguro que tendría tiempo para pensar en ello y averiguar su significado.
La rubia lamió la palma de la mano del oráculo y se dispuso a salir de aquel lugar.
Lo que sí tenía seguro es que se labraría su propio destino
Caminaste colina abajo hasta la aldea y buscaste un lugar donde pasar la noche.Amablemente unos lugareños aceptaron que te quedases esta noche en su casa y darte algo de comida.Eran una pareja de ancianos que antaño poseían una pequeña herrería lo que les había conseguido una casa de un tamaño justo para más de dos personas.El día había sido largo y necesitabas descansar,mañana ya verías que hacer.
Aun puedes hacerme un último post libre para decirme que haces hasta que duermes.
Helga encontró refugio para pasar la noche en el hogar de una pareja de ancianos.
Permaneció con ellos el resto del día, cortó leña y echó una mano en los quehaceres del hogar. Les devolvió el favor ayudándoles en todo lo que pudo y escuchando sus viejas batallitas con cierto interés.
El día había sido largo y duro, el largo viaje desde su pequeña aldea y los acontecimientos acaecidos durante aquel día causaron mella en la rubia guerrera.
Ahogando un bostezo se disculpó ante los mayores y buscó su jergón para descansar. Era duro y frío, pero para Helga era como si durmiese en un colchón de plumas. Casi al instante se quedó dormida.
Vale,esperemos a los demás y comienza un día nuevo.