Sólo los clérigos y Paladines son personajes aptos para esa regla por ser combatientes ^^
El joven entró como de costumbre en la casa de su mentor para encontrarse sólo y extraño en aquel lugar vacio, daba la sensación de que nadie había habitado en años el lugar, el frío, ante la ausencia del fuego había penetrado con fuerza y rapidez. Erpr había partido con sus escasas pertenencias, pero al partir parecía haberse llevado la mayor parte del espíritu de aquel lugar. La única nota discordante en aquel abandono era una pequeña nota que brillaba con cierta luz propia.
Cita:
La caligrafía era esbelta y sencilla, la nota parca y directa, sin duda el estilo del maestro skald, las despedidas eran para los muertos y las mujeres que quedaba atrás, así pensaba y así obraba. La nota una vez leída se borró y apagó, la última esencia que daba sentido a la palabra hogar en aquel lugar desapareció a la vez que la paredes daban cuenta de su decrepitud con sus quejidos.
Einarr no se entretuvo, era obstinado y creía firmemente en el destino. Partía corriendo hacia su casa, su padre esperaba, su madre lloraba y Maj, seria, miraba hacia el norte.
- Necesitan tu voz y tu aliento, cuídate de las lenguas bífidas y de la serpiente que rodea la tierra.
No hubo grandes despedidas pues la mayoría de los jóvenes habían partido hacía algunos días para disfrutar de la hospitalidad del Jarl y jurarle obediencia, serían reconocidos como guerreros por derecho propio. Su hermana pequeña sonrió y se mantuvo firme, mejor de lo que hicieron su hermano pequeño y su madre. Su padre le ayudó con las armas y la mochila, así como con los consejos.
- Confías en la gente hijo y no es algo malo, pero recuerda esto la gran diferencia entre los amigos y los enemigos en ocasiones es que unos clavan su hacha en tu pecho y otros en tu espalda. Cuídate.
Con la armadura puesta, la mochila al hombro y las armas preparadas, Einarr tomó el camino hacia la aldea de Brojolf Yuril, la más grande en millas a la redonda y a la que debían pleitesía muchas otras más pequeñas. Conocía el camino y el lugar al que se dirigía, había pasado siempre algunos días acompañando a su padre o hermanos y conocía a algún que otro aldeano, sin embargo no era lo mismo pasar las festividades de primavera o ir al mercado, que presentarse en los salones del Jarl y jurarle lealtad, allí se encontraría muchachos y muchachas de muchos lugares, así como los propios guerreros de Jarl, hombres formados y temidos.
El viaje fue tranquilo y los nervios no comenzaron a aflorar hasta que se encontraba a media milla del lugar, el bullicio y trasegar aumentó considerablemente, carros tirados por bueyes transportaban alimentos, barriles de hidromiel, carnes y todo tipo de mercancías que aun se consumirían y venderían bien. Junto a ellos vio a otros jóvenes, también rezagados, bromeando nerviosos sobre las hazañas que realizaría en nombre del Jarl, de las riquezas que saquearían y de las doncellas que desvirgarían, se unió a ellos y disfrutó de la compañía hasta entrar en la aldea. Sin embargo antes de que pudiera continuar hasta los salones del Jarl se quedó rezagado, una figura le llamó su atención, se encontraba apartada del gentío y parecía mirar al cielo orar, sin duda debía tratarse de Uthred, la voz de Viðris. Hacía tiempo que no se veían, el joven clérigo había pasado en alguna ocasión por su aldea y en otro par de ocasiones habían coincidido en la gran aldea donde ahora se encontraban.
- Oye amigo, no deberías acercarte a ese, no parece demasiado cuerdo, además si te retrasas mucho te perderás la fiesta y tu brazalete.
Con un gesto de la mano y una sonrisa se despidió de sus acompañantes, dirigió sus pasos hacía la figura orante, le alegraba encontrarse con al menos un conocido en la zona, era verdad que muchos le tildaban de loco, pero conocía un poco a Uthred y sabía que tras ese aspecto se escondía una mente despierta, un humor acido y un fe inquebrantable, demasiado en ocasiones.
- Dichosos los que elevan sus plegarías a Aldaföðr, padre de los hombres.
- Dichosos nosotros que escuchamos a Faðr galdrs, padre de la canciones mágicas.
Ambos jóvenes se tomaron del antebrazo con fuerza mientras sonreían amistosamente, la estampa que creaban era curiosa, Einarr sacaba casi una cabeza a Uthred, era más corpulento, de cabello pajizo y rostro juvenil, mientras Uthred era puro nervio, de aspecto algo desaliñado y tez curtida, sin embargo ambos, de una manera u otra irradiaban una fuerza que atraía las miradas de quienes pasaban cerca. Los jóvenes conversaron tranquilamente, poniéndose un poco al día, dirigiendo sus pasos lentamente hacia su destino.
El clérigo ya pertenecía a los hombres de Brojolf, pero Einarr aun debía presentarse y jurar de manera que al entrar en los salones del Jarl decidieron separarse, el skald quería tomarse su tiempo y pensar bien sus palabras, era un momento importante, sabía que podría disfrutar de otros festejos más adelante y por derecho propio.
Einarr repasaba las hazañas del Jarl para crear un Dróttkvætt acorde con su señor, no era tarea fácil de realizar y se concentró en la tarea de tal manera que no dio cuenta de los tres jinetes hasta que pasaron, le extrañó su ruda apariencia, parecían norteños, uno de ellos desmontó y penetró en las estancias donde tenían lugar los juramentos, al abrir las puertas Einarr pudo escuchar el ruido de los hombres al gritar, hablar, comer y disfrutar, sin embargo justo cuando el norteño volvió a salir ningún ruido le acompañó. Montaron y salieron raudos de nuevo en pos de la oscuridad. Sin poder contenerse el joven penetró en el salón a tiempo de escuchar como lo hombres comenzaban a hablar de venganza mientras los jóvenes se alineaban para recibir su brazalete. El cadáver del niño era visible pues se había formado un círculo a su alrededor sólo invadido por el dolor de su madre, aquel era el primer signo del cambio, un símbolo que muchos esgrimirían en la lucha, aquel dolor, aquel ultraje, la venganza era un fuerte acicate. Tratando de condesar e imbuirse de las sensaciones que llenaba la estancia, Einarr se unió en silencio al resto dando un paso al frente. No habló únicamente trato de fijar cada detalle, los rostros y las fuerzas que allí comenzaban a darse lugar, el cambio estaba próximo y necesitaría de alguien para cantarlo y grabarlo en la memoria de los tiempos.
Final de la historia antes de comenzar la saga. Ya he hablado con Imladriss para que nuestros personajes tuvieran algún contacto inicial, así resultará más sencillo cohesionar el grupo.
La ficha la tengo en mente, pero es verdad que me está costando algo más decidirme. Espero que no te resulte imprescindible, aunque espero tenerle en uno o dos días.
Ya está mi ficha en el personaje, no sé si está completa o bien ya que he completado algunas cosas sin saber bien si sería posible. Te comento:
He dejado un punto para gastar en idioma, quizás saber algún otro idioma o tener conocimiento de lo que hablan en el norte si no es lo mismo. Si no es interesante o útil lo re aprovecho en alguna habilidad.
Por otro lado las dos dotes son del aventurero completo, fuera de ese suplemento no es que haya gran cosa para bardos.
He puesto el equipo más o menos que considero llevaría.
Por otro lado me gustaría pedirte que la lira fuera de gran calidad, aunque el personaje no lo sabrá de momento si quiera sabe que la tiene en su mochila y no haré uso de ella casi nunca. Bueno realmente da lo mismo, ahora que lo pienso con que sea de una gran factura aunque no afecte a las habilidades es suficiente.
Mañana te la reviso con más calma pero en prncipio:
La lira me da igual,si la quieres de GC pues toda tuya.Respecto al idioma os entendéis perfectamente con el norte,como un madrileño con un andaluz vaya.Los idiomas adicionales guardadlos para cuando vayáis a territorios extranjeros poder aprenderlos con facilidad.Las dotes,me parecen correctas.Y el equipo está bien si es ese el que quieres.
Un saludo!
Me faltan tres cosas a saber:
1.- Elegir los hechizos de nivel 0, espero tenerlos hoy seleccionados.
2.- Me he olvidado del arco corto y un carcaj de flechas en el inventario, ¿es posible?
3.- Finalmente, ¿tenemos alguna moneda de oro?
Si tienes el arco más las armas anteriores y la lira de GC calidad,no no empiezas con oro debido al gasto que supone todo lo demás.
Entonces sin arco. Ya convenceré a algún jugador para que me lo deje si lo necesito. :)
Sobre el dinero me parece bien ademas así implica que tenga que buscarme la vida para dormir y comer sin gastar demasiadas raciones.