Partida Rol por web

Y como había empezado, la batalla concluyó. No había habido que lamentar grandes daños, parecía, salvo quizás un poco a la dignidad del sargento Tunad, pero incluso de eso había salido algo positivo. Sleut había arrimado el hombro y salvado los papeles con cierta solvencia. Con estilo incluso, se podría decir. Sigue sin entender esa actitud no beligerante o esa reticencia a matar, pero supone que tiene que haber de todo. La cabo Moskouri desde luego se había llevado más de una bronca suya en su época de Marine por su falta absoluta de disposición mental para el combate, y sin embargo tenía que reconocer que sus talentos detrás de un escritorio engrasaban Befehlgard más que muchos sables. 

Y su capacidad para enterarse de todos los chismorreos, más aún.

Por el otro lado, Lass parecía haber decidido poner en su sitio al cabo Wu. Ya iba siendo hora de que alguien lo hiciera. Ha encontrado un cierto respeto reticente en su formal estilo de lucha y en su potencia animal tras cruzar armas con él, pero su actitud sigue distando mucho de ser un ejemplo. Quizás ahora empiece a mejorar en eso.

Sin demasiado interés en la bronca de Lass ni en las chanzas internas de los sargentos, Marlene quita la mayor parte de sangre de su arma con un golpe seco y se inclina sobre uno de los zombies que aún tiene algún jirón de ropa usable, que emplea como paño improvisado para limpiar el resto.

Probablemente deberíamos ponernos en marcha. El ruído habrá atráido a más zombis, o a piratas. No es que tenga reparos en combatir contra quien sea preciso, pero aún no tenemos ninguna pista del paradero der Ser Igul,  eso debería ser nuestra primera preocupación. Cabo Sleut, ¿está en condiciones de reanudar la marcha?

—Lo estoy—le respondió Sleut a Marlene.

Tras haber comprobado que Xen se daba por enterado, Lass soltó la lanza y se dirigió al grupo.

—Buen trabajo tropa—los felicitó—. Tendremos que darle las gracias a Techie por su trabajo. Con la ayuda de los trajes, los zombis son una amenaza controlable. Pero no os confiéis, no somos invulnerables.

La capitana usó su propia nieve para limpiar su propio espadón.

—Marlene tiene razón, tenemos que movernos. Pero vamos a dividirnos en dos grupos, la misión ha cambiado. Tunad, Savant, Sleut. Ustedes seguiréis con el plan inicial, encontrar a Sir Igul. Marlene y Xen vendrán conmigo, tenemos que encontrar a ese niño antes de que le pase algo. ¿Alguna pregunta?

Entendido Capitana - Dijo el piscido justo después de ponerse firme - ¿Cómo haremos para reagruparnos cuando se de el momento? - A Tunad se le ocurría lanzar una especie de bengala de agua al aire, pero temía que eso llamase demasiado la atención de los zombies y viniese una horda demasiado difícil de manejar - Esperemos que encontremos una radio con Sir Igul - Dijo continuando con sus pensamientos pero sin darse cuenta de que lo dijo susurrando 

Tras aquella conversación, Xen se quedó donde Lass le había dejado, mirando cabizbajo. Si había una cosa de lo que arrepentirsa, era quizás de haberse dejado llevar por la emoción. Pero seguía sin entender como, por muy útil que fuera la habilidad de Sleut, no entendía porque Sleut debía acompañarlos Apenas tiene experieexperi en terreno hostil. Su estilo de lucha obviamente, por mucho que sea el hecho de que ha podido acabar con  2 zombies, no sirve con estas criaturas si solo ha servido para rematarlas. Si no se endereza ynos despistados y no estamos pendientes de él... podría pasarle algo".¿Xen se estaba preocupando por el cabo? Ni él lo sabía del todo. Eso hizo que se mantuviera silencioso por el momento, reflexivo.

Ni siquiera le importó demasiado escuchar que, cuando se fue acercando finalmente, fueran a buscar al crío con Marlene. Ya había luchado tanto contra ella como a su lado. Por mucha tensión que hubiera entre ellos dos, nunca le había inportado hacer misión con gente que no le caía en gracia siempre  que fuera competente en la misión, y había que admitir que Marlene lo era. Si al menos iban a perder el tiempo buscándolo que al menos lo hicieran rápido. Dejaría que Lass tratara con él. Ya se había mostrado que para esta misión necesitarían sutileza, cosa que él no tenía y, sobretodo en ese momento, no tenía la paciencia ni las ganas por esforzarse por mejorarla

Marlene alzó una ceja ante el cambio de planes, a sabiendas de que el traje probablemente ocultase el gesto. Aunque no era algo que se hubiese esperado, rápidamente se dio cuenta de que no sería cauto decir nada al respecto. Marconi obviamente tiene un motivo para haberles escogido a ellos dos, y obviamente tiene un motivo para que sea justo ir a buscar al crío al que se han encontrado, cuando por cualquier lógica, son las dos peores elecciones para hacerlo.

Está tratando de aprovechar los hechos para darles algún tipo de lección. Puede que incluso lo vea como un acto disciplinario, al apartarlos del foco principal de la misión, aunque conociendo a la Capitana, y según lo que Moskouri cuenta que fue en sus primeros años... sí, es más que evidente que esta "misión" solo es un pretexto para impartir algún tipo de lección.

Cúal es, y si merece la pena, son cosas de las que la arsica joven tiene serias dudas. Pero en primer lugar, no le corresponde a ella cuestionar el juicio de un superior, por más en desacuerdo que esté. Los detalles de su traslado a Befehlgard son prueba suficiente de ello. Y en segundo lugar, duda que fuera a servir de nada exponerlas. Es obvio por como se conduce y lleva que cuando la Capitana ha tomado una resolución, es firme en ella.

Bueno, sea. Buscarán a un pirata confeso y se asegurarán de que esté bien. Quizás después inviten al resto de la tripulación a una merdendola e intercambien pareceres sobre la política del Imperio. Tendrá que declinar el intercambiar camisetas por motivos obvios.

No, Capitana- responde a Lass, cruzando los brazos a la espalda en posición de recibir órdenes.

A las órdenes capitana. - respondió un Savant contento con su misión - Y ya que van detrás del chaval dadle esto - Savant puso en la mano de la capitana tres pastas de té aunque acabó cogiendo una - Se cazan más moscas con miel que con vinagre. Aunque hablando de miel... las arcas del castillo seguro que estan repletas de tesoro. Lo mismo los piratas han venido por eso...

Su tren de pensamiento se terminó en cuando vio al sargento preocupado. 

Tunad no te preocupes. Nuestra misión es coger a Igul y llevarlo al punto de extracción y si pasara o pasase algo aquí el buen Sleut sería nuestra brújula. 

Lass recogió las pastas.

—Es como dice Savant. Cuando encontréis a Sir Igul, avanzad hacia el sur. Nosotros haremos lo mismo cuando encontremos a ese niño—dijo Lass mientras recogía las pastas—. Xen, busca el rastro del niño por favor.

La capitana se quedó en silencio unos minutos y se llevó la mano al oído. Una vez más miró a sus hombres con gesto preocupado.

—Los combates en la ciudad se están recrudeciendo—dijo con preocupación—. Apresuraos. 

Y antes de seguir, voy a tomarme un alto en el camino para que este humilde narrador se tome una pausa para responder algunas preguntas. ¿Por qué tenía Lass un sistema de comunicación aparentemente avanzado al menos para la escucha mientras que el resto de marines no llevaban nada? Porque el ajustado traje protegezombies de Techie, no daba mucho margen para llevar equipo protegido. Así que radios y otros enseres exteriores eran muy vulnerables luchando contra enemigos tan violentos e impredecibles como los zombis. Pero para no evitar las comunicaciones, se habían dado a algunas personas claves, otro de los inventos del teniente. Un sistema de comunicación más pequeño y discreto, pero de menor alcance. De hecho, no era muy buena la cobertura que tenía la capitana.

Y después de éste inciso en el que el narrador obviamente no se ha buscado una respuesta a posteriori de una pregunta que nadie ha hecho, seguiremos el camino. Pero no sin antes decir que obvio que Xen no se estaba preocupando por el cabo Louckford. Sólo esta buscando sutiles formas de seguir haciéndole bullying.

...

Con todo dicho, los dos grupos de marines se separaron, unos avanzaron hacia el castillo mientras los otros esperaron a que Xen encontrara el rastro del niño. Un rastro que curiosamente era ese tercer olor que Xen había detectado al llegar a la arboleda.

Savant y Tunad continúan aquí.
Marlene y Xen continúan aquí.