Partida Rol por web

Zombicalipsis

Epílogo

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08/11/2022, 14:53
DJ Marine

Le dolía todo el cuerpo. Mucho. Muchísimo. Seguramente tendría muchos huesos fracturados, fisurados o astillados. Le costaba mucho respirar. ¡Pero estaba vivo! ¡ESTABA VIVO! El traje de Techie había funcionado a la perfección y los zombis no habían podido superar sus defensas y morderle. Era un milagro. Hasta el cristal del casco había aguantado los envites de los muertos vivientes.

Intentó moverse pero no pudo, su cuerpo no terminaba por responder. Pero tenía que hacerlo, tenía que moverse. No había zombis a su alrededor. Tenía la oportunidad de escapar de ese infierno. Se arrastró por el suelo centímetro a centímetro. Su cuerpo prácticamente gritaba de dolor. El marine ni siquiera sabía cómo era capaz de moverse en ese estado. Dos metros después, se encontró con unas escaleras. Las escaleras desde las que se lanzó contra la marabunta de no muertos.

Escuchó un ruido a su espalda y se quedó inerte en el suelo. Se empezó a hacer preguntas. Se suponía que los zombis tenían un sexto sentido que los atraía hacia la vida. Entonces, ¿por qué no habían seguido atacando hasta matarlo? ¿Por qué no se habían vuelto locos hasta acabar por morderle?

Un rato después, el marine empezó a subir arrastrándose por esos escalones cuando un dolor atenazó su pierna derecha. Era un dolor insoportable, más del que nunca había soportado. Se llevó las manos  a su extremidad para descubrir con horror que le faltaba la mitad. ¡LE FALTABA LA MITAD DE LA PIERNA! A través del cristal de su casco vio el trozo que le faltaba, en medio del suelo. Sintió como su corazón empezaba a latir como un caballo desbocado, como un calor le subía por su dolorido cuerpo recorriendo las espaldas, como tras ese calor un insoportable dolor se extendía por su sistema nervioso.

No había milagro. No abandonaría ese infierno. No había escapatoria posible. Pero eso ya lo sabía. Lo supo desde el momento en que se lanzó sobre esa horda de zombis. Si lo había aceptado entonces, también podría aceptarlo ahora.

—Hmmmmrefrrfrrrf—fueron las primeras palabras del zombi de Sleut Louckford.