Partida Rol por web

Savant salió de aquel improvisado carrusel dando tumbos para encontrarse con par de zombis que se abalanzaron sobre él. 

Quita, quita, quitaaaaa - gritó mientras se zafaba de los zombis.

Con un par de movimientos consiguió evitar que le mordiesen pero no había podido escapar de unos cuantos arañazos y contusiones y su capa se había ensuciado. 

¡Puta Academia! - maldijo al percatarse de los jirones que habían aparecido en su capa - ¡Me las pagareis putos zombis!

Los zombis seguían avalanzándose encima de los marines que intentaban deshacerse de ellos como de animales rabiosos. Mención especial para la capitana Marconi, que en su forma elemental simplemente era atravesada por los zombis mientras lo llenaban todo de nieve. Desde un punto de vista macabro, uno incluso podría pensar en zombis jugando el día de Navidad.

¡Es el turno de todos vosotros!

Iniciativa: [18] Marlene [16] Jester Xen Tunad [15] Marlene Zombi8 [13]Zombi2 [11] Zombi5 Zombi11 Sleut [10] Zombi9 [9]Zombi4 Zombi6 

ESTADO - FÍSICO
Zombi2 - 14 puntos de daño
Zombi4 - 14 puntos de daño.
Zombi5 - 14 puntos de daño.
Zombi6 - 14 puntos de daño.
Zombi8 - 14 puntos de daño.
Zombi9 - 14 puntos de daño.
Zombi10 - 14 puntos de daño.
Xen - 5 puntos de daño.
Jester - 5 puntos de daño.
Tunad - 4 puntos de daño.

ESTADO - MENTAL
Jester - 8 puntos de daño.
Sleut - 6 puntos de daño.
Lass - 5 puntos de daño.
Marlene - 4 puntos de daño.

Tunad empezó a andar hacia los zombies con decisión y su bate al hombro, cuando estuvo a una buena distancia repitió el procedimiento anterior, esas cabezas eran una buena bola para batear y la verdad es que le estaba cogiendo el gustillo a arrancarlas de cuajo, un poco macabro, pero era divertido.

Escogió uno de los zombies que intentó atacar a Lass, estaba cubierto de nieve y tras dar el bateo para arrancarle la cabeza, salió una estela de nieve que brillaba alrededor del píscido, la verdad es que para una estampa navideña de la fortaleza era digna de foto esta escena.

A tomar por culo - dijo Savant mientras sacaba la escopeta.

Uno de los zombis que se habían abalanzado sobre él volvió a la carga. Escopeta en mano Savant avanzó hacia el zombi y alzó la escopeta.

¡PUM HIJODEFRUTA! - gritó mientras soltaba el gatillo y los sesos del zombi salían volando. 

La electricidad. Todas las posiciones siempre tenían algún vínculo, alguna conexión con él elemento en el que se basaba. No era cosa de magia o ponerse a lanzar llamas de repente, era mostrar el mismo comportamiento que este mostraba solo con sus meras propiedades, pareciendo por un momento que los que seguían el estilo de los 7 elementos bailasen con estos para la pelea. Pero con el rayo... era distinto. No era que pudiera emulando era que casi podía...sentirlo. Había investigado por su lado, y descubrió que había furidos que eran capaces de usar técnicas relacionadas con el rayo. Si queremos demostrar que somos distintos, tenemos que demostrar que LO SOMOS. Nuestra técnica ha sido desarrollada para la nobleza. No usamos esas técnicas... salvajes. Era lo que me contestaba mi padre cuando le preguntaba porque nosotros no hacíamos las utilizábamos. Aunque el hecho de sentir aquel chispazo cuando usaba técnicas relacionadas con el estilo del rayo demostraba que no estábamos tan libres de ellas como parecía. ¿habría aplicado estos poderes mi padre sin ser consciente para crear este estilo de combate, o acaso lo había hecho sabiendolo? 

Lo cierto es que aunque hacia mucho tiempo que había dejado de interesarse por sus habilidades raciales. Apenas sabía casi nada de estas, y ya hacia mucho tiempo que se había sentido alejado de sus orígenes. Tan lejos de estos como me dejó papa jugando a ser noble. Pero nunca había dejado de sentir ese gozo, ese sentimiento de libertad, cuando se ponía en pose de rayo, apuntaba, se preparaba y...aceleraba.

De una carga directa hacia delante, se desplazó de un salto hacia delante como una centella, apuntando a la cabeza mientras mantenia la lanza agarrada con las dos manos apuntando a la cabeza. Con suerte le arranco la cabeza.

Por un momento, mientras inclinaba el cuerpo hacia adelante, Marlene vio claramente la línea de su movimiento. Un zigzag entre los zombies, golpeando a cada lado. Los puntos donde bascular las caderas para dirigirse, el momento preciso donde desclavar el arma para salir del rango, el lugar donde apoyarse para coger impulso. Por un par de segundos, vio claramente una línea discurrir entre todos los zombies, y a si misma cruzarla como un relámpago, matando todo lo que saliese al paso...

Y entonces se fijó en los zombies. La mayoría estaban... casi muertos. Bueno, casi... ¿re-muertos?. Algunos se bamboleaban como si se les fuesen a caer las piernas en cualquier momento. Otros iban desviados por el peso de sus cuellos y hombros torcidos. Otros... no parecían ni saber donde estaban.

¿En serio merecía la pena rematarlos a todos a la vez en el estado en que estaban? ¿Tenía algún mérito?.

Con un suspiro, la cabo se incorporó. Bah. Ya se le había pasado el subidón del momento de entrar a matar, la claridad de mente. Ahora todo lo que quedaba era el trabajo mundano de reunirlos y despacharlos. Se preguntaba, no obstante, si en Ishpanistan realmente el matador sentía esa corriente eléctrica al alinearse con el toro y saber que el siguiente golpe acabaría con él.

...no. Definitivamente, cuanto más lo pensaba, más estúpida era la idea. O sea, pelear con un rebaño bueno, igual. Pero, ¿hacer correr toros detras de una capa por deporte y solo sacar las espadas al final? ¿Y encima de uno en uno? ¿Y la gente pagar por semejante mierda? ¿Que iba a ser lo próximo, saltarles entre los cuernos y hacer espectáculos con enanos vestidos de bombero para amenizar?

Sumida en esos pensamientos, no se fijó en el zombie que venía hacia ella hasta que lo tuvo casi encima. La criatura abrió los dientes lista para morder y entonces...

¡Quita, coño!

Marlene giró rapidamente sobre sí misma, descargando un tajo a la altura del cuello y poniéndose fuera de tiro del bicho con la inercia del propio movimiento.

Bah. Ya se había cabreado. Mejor que se dejasen de tontadas y fuesen despachando al resto. Esto ya había dejado de ser divertido.

—¡SEGUID ASÍ!—los ánimo Lass mientras seguí usando su espadón de tabla de snowboard y se arrojaba contra otro de los zombis para partirlo por la mitad.

Los zombis 2, 4, 8 y 10 mueren por vuestros ataques.
Lass mata a zombi5.

Después de destrozar a aquel zombi, Sleut había tenido que contener una arcada para no echar la papilla. Eso lo colocó en una situación complicada para seguir luchando. Por lo que el joven cabo decidió esperar y reponerse para continuar con la lucha.

Sleut prepara acción.

Los dos zombis que quedaban se tiraron contra Tunad (posiblemente porque veían más carne para comer) pero los vigorosos brazos del mastodonte gordito titán fortachón píscido, fueron suficiente para mantenerlos a raya. Por desgracia eso no evitaba los torpes golpes, arañazos, dentelladas y gritos lastimeros, bastante molestos.

Los zombis 9 y 6 fallan.

¡Hora de nuevas TCOM chicos!

ESTADO - FÍSICO
Zombi5 - 14 puntos de daño.
Zombi6 - 14 puntos de daño.
Zombi9 - 14 puntos de daño.
Xen - 5 puntos de daño.
Jester - 5 puntos de daño.
Tunad - 4 puntos de daño.

ESTADO - MENTAL
Jester - 8 puntos de daño.
Sleut - 6 puntos de daño.
Lass - 5 puntos de daño.
Marlene - 4 puntos de daño.

No me gusta que intenten comerme, me recuerda a cosas que no quiero revivir - El píscido sintió un escalofrío por todo el cuerpo, se acordó de ese episodio en el que una manada de gatos salvajes intentaron comerse su atúnida carne, eso hizo que mirase a los dos zombies que quedaban con seriedad, los apartó de un manotazo y le puso el bate cerca del pecho a uno de ellos, para mantener distancia y miró momentáneamente a Sleut- Eh chico, ¿Te encuentras bien?- Luego miró de nuevo al zombie que contenía con el bate -¿Entonces quieres probar mi carne, no? Lo vas a hacer - Se preparó para darle un manotazo a mano abierta, con intención de girarle la cabeza.

-MALDITA SEA, CABO, NO ES EL MOMENTO PARA DISTRAERSE- Grito Xen a Sleut Mierda, el crío  no está hecho para una misión así. En combate siempre había preferido nunca mantenerse en una de las posiciones demasiado tiempo, pero viendo que los zombies estaban en las últimas, y el hecho de que la situación dejaba claro que no iba a ser tan fácil como había parecido ser al principio, la situación dejaba claro que no había que alargar la situación más.

Tiro con un rápido movimiento de la lanza la cabeza empalada del zombie a un lado, volviendo a tomar posiciones, mientras la energía eléctrica que le recorria todo su cuerpo le preparaba para acelerar

Marlene dio un rapido vistazo a medida que se apoximaba a sus compañeros. La verdad es que no había especial motivo para la cautela. Su zombie ya no era problema, a menos que fuera a meterle el pie en la cabeza que había aterrizado unos cuantos pasos por delante de ella cuando soltó su desabrido tajo, y no tenía intención. No es que objetase a un poco de... aventura en la cama, pero había ciertos fetiches que nunca llegaría a entender.

El resto del escuadrón, salvo Sleut que tenía pinta de haber vivido mejores días en su vida, y que mayormente habían sido casi todos salvo este, parecía no haber tenido mayor problema ni reparo en despachar cada uno a un zombi, de modo que solo dos quedaban en pie, y aún esos, decir "en pie" era ser generoso hasta cierto punto.

Qué bien va todo cuando una trabaja con profesionales- pensó la cabo a medida que apretaba el paso e iniciaba un trote en dirección a uno de los zombies que quedaban, cogiendo velocidad.

Savant retiró la escopeta de lo que una vez fue la cabeza de un zombi y dio un vistazo a su alrededor. No es que quedasen muchos zombis, pero tampoco era el momento de confiarse. 

Tortuoso y lleno de dificultades es el camino de los héroes - susurró - ¡pero también es jodidamente divertido!

Con esas palabras y con un bombeo de la escopeta, Savant volvió al tajo. 

Lass se dio la vuelta e ignorando a los zombis, avanzó con paso decidido hacia Xen. En su rostro se había vuelto a dibujar la misma expresión severa que sólo unos instantes atrás.

—Cabo Wu—que no se dirigiera a él por su nombre ya era la confirmación de que todo iba mal—, en mi presencia nunca vuelva a dirigirse a un camarada en esas formas.

La capitana agarró la lanza del fúrido obligándole a que le preste atención.

—Me ha entendido, ¿verdad?

Sleut repite TCOM como parte de su efecto especial por preparar acción.
Lass decide usar su turno para la interpretación.
Acabo de darme cuenta de que la ficha de Lass tiene una errata, su iniciativa es de 9 (por si comparáis con turnos anteriores).

¡Es el turno de todos vosotros!

Iniciativa: [19] Lass Marlene [18] Savant Xen [17] Tunad Sleut [15]Zombi5 Zombi9 [8]Zombi6

ESTADO - FÍSICOZombi5 - 14 puntos de daño.
Zombi6 - 14 puntos de daño.
Zombi9 - 14 puntos de daño.
Xen - 5 puntos de daño.
Jester - 5 puntos de daño.
Tunad - 4 puntos de daño.

ESTADO - MENTAL
Jester - 8 puntos de daño.
Sleut - 6 puntos de daño.
Lass - 5 puntos de daño.
Marlene - 4 puntos de daño.

Marlene vió al sargento Tunad insipirar hondo, encararse a uno de ellos, arremangarse y preparar su brazo para el golpe. Normalmente habría pensado en que por qué no usar el bate, pero después de ver como se había llevado puestos y envueltos para regalo a los zombis de la primera oleada con ese mismo brazo, no tenía muchas dudas sobre el potencial letal de éste, de modo que dirigió su carrera hacia el segundo, pasando a sus compañeros.

La cabo Hatcher siempre había sido rápida sobre sus pies. Desde siempre, desde mucho antes de que empezase su entrenamiento marcial. Había sido la más rápida del grupo de pilluelos de su isla, antes de crecer y de que las... desavenencias de los padres del resto del grupo con el suyo la convirtiese de "Marnie" a "la hija del Capitán". O que sus propias desavnencias con su padre llegasen a niveles críticos.

Y después tampoco había perdido la práctica. Sus principales rivales habían sido su padre en la sala de armas y Carsten- uno de los pocos que no la dejó de lado, crecido y convertido en un muchacho recio y fuerte- en la calle. Con ninguno de los dos podía competir en igualdad. Su padre tenía una tecnica rayana en la perfección y era astuto, ladino y traicionero. Era casi imposible leerle o anticipar los golpes que podía sacar de la nada. Carsten era duro como la roca, y casi igual de fuerte. No parecía acusar golpes, y cuando uno suyo llegaba, no querías estar en su camino.

Sin opciones a ganarle a uno ni a otro en su juego, Marlene desarrollo sus propios puntos fuertes, la agilidad y la ligereza. El cadenaelixir le abrió muchas más posibilidades, pero el núcleo de su estilo de lucha nunca cambió.

Con esa velocidad, Marlene enfiló a uno de los zombies, el que intentaba coger a Tunad por el flanco aprovechando que se había encarado con el otro. Cubrió en un segundo la distancia y le atravesó limpiamente con su sable por detrás, sacando dos buenos palmos de acero por la parte frontal de su cuerpo.

¿A dónde te crees que vas, grandullón?

Sin más miramientos, giró las muñecas en la empuñadura, haciendo que el sable pasase de estar vertical a horizontal, y desgarrando una buena cantidad de carne y tripas a lo bruto con ese movimiento, antes de liberar el arma con una patada en la espalda que fue a dar con el zombi en el suelo.

Duda que vuelva a levantarse después de un ataque así. Vamos, un ser humano normal estaría muerto antes de tocar el suelo.Pero claro, los seres humanos normales no están... muertos de serie.

Alístate en la Gloriosa, decían... conoce gente, decían...

Como el piscido antes prometió, el zombie iba a probar su carne de primera mano, le mosqueaba que intentaran comerle, todo por aquellos gatos... Nunca pudo superar ese trauma ¿Cómo podría? Un niño pequeño saliendo triunfante de su copa juvenil de Aqua-Baseball ataja por un callejón y su intenso olor a atún fresco atrae a una bandada de gatos salvajes y agresivos... Es obvio que esa vez casi no lo cuenta, de hecho, las cicatrices que portaba el atún a dos patas no eran de su etapa en la marina, ni tampoco de cuando estaba en la liga profesional, fueron de ese día.

Con toda la rabia contenida que le causaban esos recuerdos, Tunad iba a explicárselo bien explicado a este zombie, aunque no lo entendiese psicológicamente lo iba a entender físicamente, a las malas, como se dice. El sargento se remangó bien miró con esa mirada intensa que vaticina que algo va a salir mal y... ¿Eh? ¿Me ha salpicado sangre? Miró de reojo hacia atrás, Marlene se había encargado del de atrás, sonrió -Gracias Marlene, me has cubierto la espalda- volvió a mirar a el zombie que tenía delante - ¿Por donde íbamos? - Le agarró del hombro - Ah si, ya lo recuerdo - Levanto el brazo y lo impulsó hacia atrás, con la mano abierta - NO SE COMEN PERSONAS - Gritó mientras el viento llegaba a la cara del zombie antes de que toda la mano húmeda de Tunad le diese en toda la mejilla. Su entrenador Bud SPEZnzer estaría orgulloso.

-Pero Capitana, los zomb...- Aquella mirada de desaprobación absoluta que Lass le mostraba fue suficiente para que la su pelo se dejase de encrespar a causa de la electricidad. ¿QUE COJONES HACE? ¡ESTAMOS EN MEDIO DE UNA PELEA! ¡NOS ESTAMOS JUGANDO LA VIDA, JODER! ¿PORQUE COÑO LE IMPORTA TANTO ESE NIÑATO MIMADO? ¿ES QUE NO SE DA CUENTA QUE ALGIEN TIENE QUE METERLE EN VEREDA? ¿NO SE DA CUENTA QUE ESE CRIO NO DEBERÍA ESTAR AQUÍ, POR MUY UTIL QUE SEA UNA COSA QUE TAMBIÉN PODRÍA HACER YO SIN PODERES NI LECHES?. Esas eran las palabras que cruzaban la mente de Xen, y las única cosa que impedía que Xen las verbalizara fue aquella mirada. Una mirada que más parecía un muro de hierro infranqueable. Xen podía ser todo lo gallito que quisiera, pero las manifestaciones de la autoridad como aquellas siempre lo habían achantado (¿que creen que fue lo que no le hizo nunca dar la espalda a su padre). Su mente estaba llena de rabia en aquel momento, de desacuerdo absoluto con aquella decisión, pero lo único que pudo hacer fue quedarse mirando por unos segundos que parecieron eternos los ojos de aquella mujer, la cual mostraba decisión. No se le ocurrió ninguna respuesta ingeniosa, ni ningún plan secundario. Solo decir.

-Si, Señora

A los instante de que el zombi aguantara el golpe de Tunad, Savant se tiró al suelo y disparó con la escopeta al otro zombi que quedaba para que su cabeza estallase en la misma dirección en la que el píscido había dado su torta. 

¡POR SAN JOSÉ! - exclamó mientras se levantaba y guardaba rápidamente la escopeta aún humeante - Tunad ¡Desconocía que usted usaba la legendaria hostia revientacabezas en área!

La reacción de Sleut respecto a las palabras de Xen o a la reacción de Lass fue desconocida para todos, pues el joven llevaba el casco puesto como parte del uniforme de Techie (seguramente por eso se había aguantado esa arcana si no, menudo desastre). Y su lenguaje corporal, ya indicaba de normal que no se encontraba especialmente cómodo, así que tampoco por ahí se podía inferir mucho. Pero con lo poco que había visto, estaba claro que nada de eso iba a agradar al muchacho.

Pese a todo, el muchacho corrió a asistir a Tunad, no con la seguridad con la que se desenvolvían los demás, pero si con la disposición de hacer su parte. Cuando estaba llegando al zombi se lanzó al suelo de rodillas deslizándose y golpeó con sus dos bastones las corvas del no-muerto. Eso hizo que éste cayera de espaldas al suelo, momento que aprovechó para golpearle en la cabeza, terminando de destrozar su ya deteriorado cráneo. Le había venido bien al muchacho tomarse unos segundos para evaluar la situación.

En ese momento tuvo que reprimir otra arcada.

—E-estoy... estoy bien sargento—dijo con la voz algo temblorosa mientras se levantaba—. ¿Y usted?

Sleut le hace 8 puntos de daño al zombie que queda. Éste reduce el daño y por las condiciones especiales de Sleut, su daño se reduce a la mitad. En total hace 2 puntos de daño. El zombi muere.

El combate ha terminado. ¡Enhorabuena! A partir de ahora cuando os enfrentéis a zombis sueltos, podréis derrotarlos sin necesidad de que haya un combate.

ESTADO - FÍSICO
Xen - 5 puntos de daño.
Jester - 5 puntos de daño.
Tunad - 4 puntos de daño.

ESTADO - MENTAL
Jester - 8 puntos de daño.
Sleut - 6 puntos de daño.
Lass - 5 puntos de daño.
Marlene - 4 puntos de daño.

¿Que? ¿Le he explotado la cabeza a un zombie de un manotazo? Pensaba Tunad mientras se miraba la mano intrigado, miró a Savant y contestó- Ni yo tampoco Sargento - Tras eso sintió un tirón, el zombie al que le había cruzado la cara no había tenido suficiente y quería lanzarse sobre él... Hasta que llego Sleut, le rompió las piernas y la cabeza delante del piscido. GROGROGROGRO no te preocupes por mí chaval, estoy bien, le habría cruzado la cara de nuevo, a la segunda va la vencida -​​​​​​Dijo sacando músculo - Si hasta he hecho que explotarse la cabeza del de al lado, no sé ni cómo -​​​​​​-Dijo aún sin sospechar nada de Savant. Le posó la mano sobre el hombro a Sleut y sonrió - Aún así gracias joven, me has salvado la vida - Lo atrajo hacia si mismo como para darle un abrazo y eso hizo -​​​​​​No te preocupes por el cabo Xen, ladra mucho pero no muerde a sus aliados, no se lo tengas en cuenta - Le dijo susurrándole al oído mientras le daba ese abrazo, era el abrazo más extraño que recibió el cabo sin duda, entre que le dejó húmedo y que le sacaba bastante estatura...