Partida Rol por web

Todo ocurre muy rápido. Nara es impulsiva, y Sunhee entusiasta. Una sigue a la otra hacia el exterior buscando a esos zombis. Xose las sigue, sin pensar demasiado. Tiene mucha curiosidad por ver ese río y las chicas le invitan a ir con ellas. Seguís el borde del refugio, caminando a paso ligero junto a la valla. Primero subís hacia la fuente, pero no veis nada. Luego hacia el sur, entre la ladera que asciende y el límite también vallado al fondo de los huertos. El cielo está muy oscuro y amenaza con llover, una leve niebla colmata el espacio entre los árboles más adentro en la espesura del bosque.

Veis al primero de ellos. Su fuerte olor le delata. Él no se ha percatado aún de vuestra presencia. Seguramente haya más. Antón dijo que había varios.

Desde siempre has tenido un don especial para predecir el tiempo. Desde pequeño. Puede que por las horas al aire libre, frente al mar, por la necesidad de anticiparte antes de salir a pescar, por ese afán...

Se avecina una fuerte tormenta. Se desatará en algo másde una hora. Habrá vestisca, vientos del oeste. Va a llover mucho, la temperatura va a bajar bastante. Puede que incluso nieve. Es mejor guarecerse. Pero ahora tenéis algo más importante de lo que ocuparos.

¡Ahí estaba el primero de ellos! Su olor a muerto era indiscutible. Y cuando tuvimos contacto visual, todo se confirmó. En ese momento, miré a mis compañeros y empecé a trazar un plan. Era uno sólo, Nara podía encargarse de él sin problemas, pero sería mejor no confiarse.

—Nara, ¿te encargas de él con el arco? —luego miré a Xose, él tenía un largo tridente lo que en cierto modo le permitía un ataque seguro a cierta distancia también—. Si Nara falla, que no fallará, y si se acerca mucho, encárgate de él con el tridente. Podrás atacarle desde una distancia segura, ¿verdad? Yo... le flanquearé, si todo va mal, le atacaré por la espalda y... ¡PUM! Un fiambre más.

Era un plan perfecto, al menos en mi imaginación. Aunque estaba segura de que el plan no pasaría de la primera fase: Nara nunca fallaba. En cualquier caso, una vez acordado el plan y con el asentimiento de mis compis de "limpieza", empecé a moverme en sigilo por uno de los lados del zombie a la par que sacaba el cuchillo de su funda...

Veo que Sunshee traza un plan. Asiento. Pero antes de que salga a cumplirlo, las miro a las dos, y les digo, en susurros: - Hagamos esto rápido. Viene una gran tormenta. Una, dos horas a lo sumo. 

Me pongo a cumplir el plan de Sunshee, vigilando por si algún otro podrido estuviera cerca. Preparo mis dos armas, el tridente, claro, dispuesto para atacar, pero la red, dispuesta a ser lanzada para detener a un zombi si hiciera falta. Cuando estoy listo, miro a Nara, y le digo: 

- Tu momento. - Esperaba no tener que actuar, eso hablaría muy bien de las muchachas. Tenso mis músculos, listo para la acción...

El plan de Sunhee no tiene fisuras, y asiento concentrada sin quitarle los ojos de encima, sacando mi flecha como un gato.

Sin embargo Me tropiezo y el zombie me mira con sus ojos desencajados. Me he delatado intentando ser sigilosa.

Sin pensarlo ni un momento y con total control, le disparo antes de que le dé tiempo de dar ni un solo paso hacia mí. Aún no cae desplomado...

Mierda...

-Merda... - Se me escapó entre dientes. Nos había pillado el podrido, y aunque Nara había reaccionado con celeridad y le había disparado, el maldito se acercaba. No podía dejar que le pasase nada a ellas... 

Di un paso al frente, y empotré el tridente contra su cabeza, con todas mis fuerzas. No te volverías a levantar... - Al Seol. - Murmuré, lo que hubiera dicho Xena... Odiaba a aquellos seres... Y se notó. 

El zombi cae al suelo cuando Xose clava su tridente en su cráneo. Más adelante hay otros tres zombis. Están algo separados entre sí, y si sois silenciosos podéis exterminarles sin problema. Pero en ese justo momento oís a Gaspar gritando:

- XOSE. HA DESPERTADO. LA CHICA HA DESPERTADO. VENGAN.

Los podridos también le oyen. Y otros tantos más también, que comienzan a salir de entre la neblina del bosque. En cuestión de pocos segundos estáis rodeados. Podéis volver atrás o seguir adelante. En cualquier dirección os esperan unos cuantos de ellos, y deberéis abriros paso.

Cuando oigo a Gaspar casi se me salen los ojos de las órbitas. Su grito ha llamado la atención de todo un grupo de zombis que nos rodean. Vuelvo a cargar el arco rápidamente y retrocedo.

Sunhee, Xose, volvamos. Allí tenemos refuerzos y la voz les hará ir hacia allí de todas maneras.

Me giro para volver por donde veníamos y disparo al primero apuntando a la cabeza. Esta vez no puedo dejar nada a medias ya que necesitamos abrirnos paso urgentemente. Bajo presión, mis dedos no fallan. El primero cae al suelo como un saco muerto.

Vamos!

Todo iba bien hasta que se escuchó la voz de Gaspar. Y entonces, empezaron a aparecer zombies por todos lados. En ese momento entendí que avanzar tal vez sería un suicidio. ¡Eran más de los que pensaba en un primer momento!

—¡Sí, vamos! —dije, siguiendo a Nara—. ¡Xose, date prisa!

El chico había acabado con el primer zombie, y parecía aún estar dudando. Al menos fue el último en reaccionar. Esperaba que no le pudiera el pánico y nos siguiera... En el refugio teníamos las vallas, podríamos matarlos a través de ella sin correr mucho peligro... o eso esperaba. Además, seríamos más...

En cualquier caso, si algún zombie se ponía por medio, no dudaría en pasarlo a cuchillo...

Cuando oigo a Gaspar no me lo creo. No es que me quede paralizado, pero el cansancio de no poder seguir nuestro plan me hace dudar un segundo. Las chicas reaccionan rápido, y atacan a los dos zombis que tienen más cerca.

- ¡Voy! - Digo sencillamente. 

Nara le da un flechazo a uno en la cabeza y lo derrumba pero veo que Sunshee no lo elimina, así que le quito de encima al zombi, y miro hacia el camino de vuelta. ¿Quedarán muchos en el camino de vuelta? Saco el tridente de la cabeza del podrido y preparo mi red, por si nos atacan demasiados. 

Cuando Sunhee hunde su cuchillo en el zombi éste se gira y casi la muerde. Por suerte Xose estaba ahí para terminar con él. Pero esta acción puede costarle cara, ya que otro zombi se abalanza sobre el pescador y le suelta una dentellada sobre su nueva armadura.

Algunos zombis más aparecen de entre la niebla, estáis rodeados y se acercan cada vez más. Cada uno tenéis a un zombi justo delante, debéis luchar contra él, y sólo si le vencéis quizá así podáis salir de ahí.

Todo pasó muy rápido. Mi cuchillada no fue lo bastante certera como para alcanzar su cabeza, y el zombie se giró con la intención de morderme. Al menos hasta que encontró el tridente de Xose de cara. Sin embargo, justo en el momento en el que me giré para agradecerle al hombre el haberme salvado de una buena mordida, vi al zombie que se abalanzó sobre él.

—¡Mierda! —solté cuando le vi morderle.

No sabía si le había llegado a herir, o si la armadura había parado el mordisco, aunque no tenía tiempo para pensarlo porque de la niebla aparecían más... Rápidamente lancé una nueva cuchillada que fue dirigida a toda la frente del zombie que tenía delante. Era un ataque complicado, porque Xose estaba en medio y además quería defenderle cuanto antes del que tenía él, aún así acerté. Sin embargo, [...]

¡Joder! ¡Joder! ¡Le ha mordido...! ¡Por mi culpa...!

[...] estaba tan nerviosa por saber si había resultado infectado que el ataque apenas tenía fuerza. Sí, iba bien dirigido, pero no estaba del todo segura si era lo suficientemente fuerte como para atravesar el cráneo del zombie.

- ¡Carallo! - Grito, con dolor, con mucho dolor... Me retuerzo y empujo hacia atrás al zombi, y miro hacia el lugar de huída... 

...Tiemblo, era la primera vez que un podrido me hacía daño, y había ido directo al hombro del brazo de la red, joder... me había pillado bajo de reflejos, lento... Si salíamos de esta, descansaría...

De todas formas, veo que no hay muchos por delante nuestra, y veo que Sunshee ataca rápida y certera a uno de ellos. Yo me libro rápido del que hay por delante mía, usando el tridente con fiereza, y me dispongo a salir corriendo. 

- ¡Vamos rápido! - Miro a ver si Nara elimina al suyo, o necesita ayuda... 

Nara dispara al que tiene delante, y se ve obligada a gastar varias flechas hasta acabar con él, además de con otros dos para abrir paso hacia el refugio. Tras una frenética carrera dejando a ese grupo de podridos atrás, llegáis hasta la puerta. Aquí ya recobráis el aliento, y analizáis lo que ha sucedido.

Un grupo de zombis, algo grande, proveniente del este, de la Zona, de Páramos. Puede ser casualidad. O puede que sea cierto que esos frateres les mantuviesen a raya. Sea como sea no hay mucho tiempo para pensarlo, empieza a oscurecer y las primeras gotas de lluvia os mojan la cara. Dentro del refugio se oye una voz femenina. Es Elica, está despierta.