- Gracias, Tulio. Espero poder ser de utilidad, y perdona... mi desánimo. Esto ha sido muy duro. - Se me cerraban los ojos. Miré a Tulio, y me dirigí a dormir. - Buenas noches, y gracias. - Dijo, sencillamente, con una mirada limpia e intensa pese al cansancio.
Me levanto para la última guardia, habiendo descansado no del todo bien. Algunas pesadillas e incomodidad se me notaban, pero seguro que era del cansancio acumulado. Sin embargo, me encuentro bastante bien, y la guardia se me hace hasta larga. Veo amanecer, y decido buscar piedras y palos adecuados.
Se que Nara se ha quedado sin flechas, y quiero improvisar algunos arpones ligeros, para pescar y cazar... zombis si hiciera falta. Si encuentro piedras y palos adecuados, reservaré parte para darle a Nara para que prepare flechas, y prepararé alguno arpones. Luego, cuando despierte, le ofreceré a Nara el resto, y me ofreceré a fabricarle las flechas, si me da las indicaciones.
Cuando todos se levantan, me despido de Tulio, dándole las gracias de nuevo, y me pongo a explicarles a los muchachos mi idea para los peces. Lo hago lacónico, breve, como a quien no le apetece ser el centro de atención: - Si tenemos algún contenedor vacío, se podría hacer una piscina, y algunos peces que pesquemos con red, podríamos dejarlos vivos, y que críen ahí. Dos problemas. Hace frío, debería estar enterrada, aunque fuera en nieve. Segundo, renovar el agua a mano... es complicado, o llevamos una tubería, o el agua se ensuciará rápidamente.
La idea no es compleja, pero debo saber si hay material para trabajar. Después, les comento que deberíamos poner trampas en el río, que podrían dejarse puestas, y solamente ir a recoger las capturas, cada día o dos días. - Cangrejos de río y peces, muy nutritivos. Y puedo ahumar los pescados. - Concluyo.
Motivo: Descanso
Tirada: 1d4
Resultado: 2 [2]
Motivo: Agudeza+explorar Buscar piedras y palos
Tirada: 2d6
Resultado: 10(+6)=16 [6, 4]
Motivo: Habilidad+fabricar armas marinas
Tirada: 2d6
Resultado: 6(+7)=13 [4, 2]
- Dos de descanso de dormir, me los quito. De 6 a 4. Aún me preocupa ese aspecto, pero al menos soy operatuco.
- Busco piedras y palos adecuados... y fabrico con parte
- ¿Hay algún contenedor grande útil? Para las "tuberías" hay mil soluciones... Antes de hacer tiradas, se supone que pregunto.
El relato de Elica me había despertado la curiosidad, pero cuando escucho todo lo relacionado con su “bebé” quedo fascinado. Esta chica debe saber realmente mucho de mecánica. Si sólo fuera un poco más simpática. De todas maneras siento que ha tenido una vida muy dura y trato de comprenderla.
Con estos pensamientos sumados a la información de los mapas de Declan me acuesto a dormir y soñar con lugares y posibilidades que algún día quisiera conocer. El descanso es muy bueno, al otro día me sorprende la nieve y temo que Elica quiera hacerme cumplir mi promesa de acompañarla. Debe ser difícil de transitar hasta allí sin contar con que no contamos con ropa impermeable y la nieve puede mojarnos y enfermarnos. Le propongo a la chica que me ayude viendo la fuente y el taller, tal vez se le ocurran algunas cosas de utilidad. Si consigo convencerla trabajaré en poner al día el taller. Si insiste en ir al lugar necesito que alguien más nos acompañe, no confío en poder detenerla solo si intenta algo.
Amanece el día bastante nevado todo.
Yo también me uno, junto a Gaspar, a quitarle de la cabeza a Elica el ir hasta allí con la cantidad de nieve que hay.
Propongo que me gustaría echar un vistazo a los huertos y la fuente, quisiera hacer pruebas del agua y ver si podemos hacer algo para tener un riego directo desde allí; teniendo en cuenta que recientemente ayudé con eso mismo en el asentamiento de Belir, soy bastante experto. Así que me uno a Gaspar y a Elica cuando vayan a la fuente.
Cuando vais a buscar a Elica ya se estaba preparando para salir en busca de su bebé. No se toma muy bien la idea de posponerlo, pero no le queda otra opción, ya que no sabe dónde se estrelló el aparato. Aparentemente ha congeniado algo con Gaspar, desde anoche cuando intercambiaron informaciones sobre sus respectivos 'amores' mecánicos.
Construir una desviación desde la fuente hasta el refugio puede tener muchas ventajas, como el riego para el huerto, un flujo renovándose constantemente en la piscina de peces, y la comodidad de disponer de agua para vuestras necesidades sin necesidad de salir del recinto.
Los cuatro, salís colina arriba, siguiendo el sendero que discurre junto a la valla del refugio, donde se quedan Nara y Sunhee con Antón y Made.
Declan, Gaspar y Xose seguís en 06 La fuente.
Mi principal preocupación ahora es tener flechas para defendernos, por lo que es lo primero que hago cuando los chicos se van con Elica a la fuente. Hace bastante frío, por lo que recojo los materiales y lo hago dentro junto al fuego.
Sunhee, qué hacemos? - la miro aunque estoy concentrada. Sentada en el suelo en un cojín, me siento tranquila. Somos más, el futuro cercano parece interesante y excitante. - Podríamos mejorar la valla y recoger leña. Aunque a Gaspar o Antón les resultaría más fácil! - río y les miro sonriendo. Estoy de buen humor. El hecho de que podamos mejorar el refugio entre todos como un equipo me recuerda a nuestra casa, el Pedroso... Parece que fue hace años, y de repente me siento muy vieja. Quizá podamos construir aquí una comunidad segura, cómoda, exitosa de verdad.
Me levanto con mis flamantes nuevas flechas, las guardo en mi espalda, y les digo: ¿Salimos a por leña y a asegurarnos de que la valla está perfecta en todo su perímetro? Made, ¿nos ayudas? - la chica había hecho muy buenas migas con Sunhee y quería transmitirle que conmigo tambien estaba a salvo, que yo también podía ser su amiga y protegerla.
Motivo: Fabricar flechas: habilidad+fabricación flechas
Tirada: 2d6
Resultado: 8(+6)=14 [4, 4]
Vi a los chicos marcharse con Elica. En cierto modo, yo también quería ir con ellos... pero al final me quedé con Nara, Antón y Made. Sin embargo, cuando Nara dio la idea de ir a por leña, sonreí y asentí con la cabeza. Me apetecía mucho salir a dar un paseo fuera del refugio, si además conseguíamos leña y mejorábamos las vallas, mejor.
—¡Vamos, Nara! —dije, animada.
Sin embargo, ante la idea de que Made viniera con nosotros, dudé un momento y miré a Antón de reojo. Salir del refugio no era un peligro, siempre y cuando no hubieran muchos zombies en la cercanía. La noche anterior habíamos acabado con varios, pero...
—¿Quieres venir con nosotras también Antón?
Dudaba que el padre dejara sola a su hija; así que, si él venía, Made también podría venir. Pero en ese caso dejábamos el refugio solo. Aunque claro, no íbamos a ir muy lejos, ¿verdad? Además, Antón podría echarnos una buena mano para cargar con la leña por lo que tardaríamos poco tiempo en regresar.