Partida Rol por web

Salís de la plaza a través del amplio tunel principal de la mazmorra. Luego de unos 200 metros torceis a la derecha y llegais a una puerta de madera con refuerzos metálicos y cerrojo que sabeis, es la armería. Y aunque no lo supierais, el olor a metal fundido y el constante tintineo habitual en una herrería, apuntan a que es allí.

Rimmar llama a la puerta y el tintineo cesa. Escuchais unos pasos y luego, una mirilla se abre a la altura de vuestra cara. Un ojo de goblin, venoso y saltón mira a través.

Enseguida, numerosos engranajes comienzan a funcionar y la puerta se abre.

Tugin, el armero; un goblin fornido y de amplia sonrisa os recibe.

-Cuidado con la Tdampa, eztá dezactivada pedo nunca ze zabe. -dice Tugin con su peculiar acento norteño mientras señala al umbral de la puerta.

No podeis evitar fijaros al pasar en los orificios que se encuentran allí. Os preguntais qué es lo que saldrá por allí cuando se activa la trampa y ninguna de vuestras ocurrencias os gusta demasiado.

La armería es un lugar lleno de trastos, de restos de armas, pocas de ellas enteras. Tugin se afana en trabajar por reparar una espada oxidada.

Después de echar un vistazo al material que hay por allí, encontrais lo siguiente:

Una guadaña destripacraneos. Se trata de una pequeña guadaña con el mango retorcido pensada para utilizar sobre huargo. Los expertos en su uso aseguran que en carga es mortal.

Dos corazas tamaño goblin algo oxidadas

4 cotas de malla con algunos remiendos.

3 escudos de metal

4 mazas de metal

Espadas cortas de metal en abundancia

Lanzas de madera en abundancia

Cotas de cuero en abudancia, aunque algo ajadas.

Un ariete de campaña con la efigie de un demonio en ella.

3 bola-cadena para goblin fanático.

Un cañón pesado de campaña.

Varios juegos de redes de batalla

-Tsss, Huno, Doz, Zeiz, pazad agachadoz, no zea que zufdáiz algún daño - Gommok advirtió a sus garrapatos sobre los peligros de los orificios pero obviamente se olvidó de avisarse a sí mismo, pues cuando le llegó su turno de entrar pasó caminando tan campante.

-Mu bien puez yo me kedaré con ezto. -digo mientras cojo el arranca-cráneos- - poke no creo que zepaíz uzarlo

Irmak llega a la armería después de haber dejado sus garrapatos en los establos. Ha buscado a Gommok, que estaba quedándose dormido, de pie, frente a uno de ellos, frente a Huno, exactamente, y le ha metido un berrido para avisarle de que debían seguir hasta la reunión.

-¡EEEEEH! ¡Zaca tu culo zadnozo del eztablo, Gommok! ¿No haz oído? ¡Zomoz impodtantez! ¡Noz ezpedan loz del oficio! digo... ¡loz oficialez! Grrrrrr....

Entran todos al trote, Irmak detrás, pinchando a los garrapatos de su compañero con el tridente con disimulo. Pasa junto a la trampa corriendo, y se queda a un lado, callado y con cara de saber muy bien qué decir. O sea, nada.

Finalmente, cuando ve que Melmak se hace con un artilugio, Irmak se acerca a lo que está por ahí revuelto.

-Poz yo me quedo con ezta cota de malla... y ezta maza. A ved...

Se pone la cota encima, le queda grande, pero no le arrastra...

Kamtrak, con cuidado, pasó bajo los agujeros de la trampa esperando que esta efectivamente estuviera desactivada. Conseguido su objetivo miró con curiosidad a su alrededor y sus ojos rojos se fijaron rapidamente en las armaduras.

- Yo tambien quiedo una cota de mallas - exclamó complacido - es lo mínimo que debe llevar un sadgento de adquedos - murmuró mientras se sacaba su vieja armadura y se la probaba.

- Y también quiedo una espada. Es más "impodtante" que una daga - El goblin olvido por el momento de sus hombres, del capitan y de todos los planes que debían hacer. Parecía un niño en una tienda de dulces.

Tugin os deja hacer. Tanta personalidad importante parece haberle abrumado de modo que se aparta y se mantiene algo apartado observando como un puñado de goblins revuelven entre el amasijo de armas, escudos y armaduras como si de un mercadillo de pueblo se tratase, intentando buscar algo adecuado para ellos.

El capucha negra entra el la habitación mirando la trampa con desconfianza. No se fía de esos artefactos... más que nada porque no los entiende. Mira a su alrededor y no ve nada que pueda serle útil. Tiene una buena espada, la mejor. Y está bien equipado para lo que se quiere de él.
- ¿Para qué eztamoz aquí? - pregunta a Rimmar en cuanto ve su asquerosa cara asomar por la puerta.

Veo como Melmak coje el arrancacreneos y me acerco a el rapidamente.
Como ke pada tí imbecil! Ezo debe zer pada mí, maldita zea! Te arrancade los brazoz para ke no puedaz llevarla.
Tras eso me lanzo a por el con rabia en los ojos.

Mientras los otros discuten Chiwik se va poniendo una coraza:

- Mmmm... Mmmmm... Eztá un poco abollada pero tiene zu glam.. glam... ez bonita...

Después revuelve entre el resto de los pertrechos. Las cotas de cuero parecen adecuadas para sus goblins, así como por supuesto las lanzas. Se hace también con una red de combate. En el pasado se le daba muy bien lanzar la red para luego agujerear sin piedad a su oponente atrapado.

El ataque de Grimrark coge por sorpresa a todos, incluido a Melmak, que a penas puede defenderse del ataque.

Tugin, viendo la que se avecina, decide salir de la sala por si acaso le cae alguna y cierra la puerta.

Bolwock se siente tentado de interceder, pero lo piensa mejor. Ahora Rimmar es el jefe. Veremos si está a la altura...

Prudentemente el Sgto Kamtrak se aleja del combate y se sienta a ver el espectáculo - Uhmmm. Ezto padece intedesante, veamoz quien gana... - le comenta a sus compañeros de espectáculo.

Al acercarme a el le intento golpear con mis puños en la cara
sin que este nisiquiera se de cuenta de que voy a por el. Aunque sin pensar sigo gritando. Ezo ez para mi!!!!!!!!!!

Irmak se coloca tras Huno Doz y Zeiz, con su cota de mallas puesta, y la maza a punto por si a alguien se le ocurre desviar un golpe hacia él.

-jiz jiz jiz... Gommok, ven a ved, ¡hay pelea!

Gommok no se había enterado de nada, como siempre. Se estaba peleando con los cierres de una cota de mallas, que le venía tremendamente grande, cuando la trifulca comenzó. Casi se lleva él los primeros puñetazos por el despiste. Sus garrapatos en cambio, demostrando ser mucho más inteligentes que él, se encontraban a una buena distancia junto a Irmak.

-¡EY!¡TENED MAZ CUIDADO OZTIAZ! - tropezando consigo mismo consiguió apartarse de la acción y recogió una maza metálica por el camino. Finalmente llegó rodando hasta donde estaban los demás -. ¿Y zi lez tidamoz cozaz?