Partida Rol por web

Lucas Kerensky observaba la caida de las hojas amarillas de los árboles desde la ventana de su despacho, abstraido en el vayven de estas mientras flotaban lentamente hasta tocar el suelo. Sus pensamientos se sumergían en el caso que tenía entre manos, no conseguía resolverlo y eso le carcomía la cabeza, pues era la oportunidad de su vida y quería aprobecharla. Para sorpresa de todos los agentes, a Lucas le habían asignado un caso de triple homicidio en la casa de uno de los tipos mas ricos de Upper East Side. El jefe había puesto toda su confianza en uno de los agentes jovenes más prometedores, pero de no conseguir resolverlo el cuerpo quedaría en evidencia.

El tipo era bueno sin duda, no había dejado huellas, un trabajo limpio. El matrimonio dueño de la casa y el hijo habían sido estrangulados sin dejar rastro, ni sangre, ni desorden, nada. En definitiva, ninguna pista. Además, Lucas tenía que lidiar con los policias de homicidios de la ciudad, asqueados de que el FBI metiera las narices en su terreno, y que lo menospreciaban por ser un joven agente sin apenas esperiencia.

Miro las carpetas que tengo ante mi, con los ultimos datos e informes de la investigacion, preguntandome que se me pasa por alto... y no por primera vez, si el departamento de homicidios me lo da todo...o se guarda cosas para ellos.

Repaso los puntos...

Preguntas.
-Algun miembro de la familia sobrevivio?.
-Se forzo alguna entrada para entrar?.
-Tenia conexiones con negocios turbios?.

De entre toda la palabrería que pudo encontrar en el informe, Lucas sacó algo en claro, ningun miembro de la familia Hoffman sobrevivió y el señor Hoffman, no tenía relaciones turvias con nadie, a menos que se supierá. El asesino forzó la cerradura pero de manera tan limpia que Lucas estaba pensando en llamarlo si algún día necesitaba un cerrajero.

También se indicaba en el informe el domicilio de los Hoffman y algunas fotos no muy agradables de ver, los cadaveres no presentaban sintomas de haber sido amordazados, ni tenían las pequeñas heridas características de los forcejeos. Simplemente las marcas de su cuello delataban el crimen, de no haberse forzado la cerradura los periodicos de hoy hablarían de un suicidio colectivo.

En los telediarios, periodicos y toda la maldita prensa, la noticia se extendía como la polvora, Mike Hoffman, sobrino del importante hombre de negocios, no podía evitar mostrarse consternado y llorar en las noticias del telediario de aquel día.

Miro por mi mesa si tengo los malditos papeles de las autopsias...levo varios dias pidiendolas, y aun no se siquiera si las tengo aqui...

Maldita sea, que un caso tan grande como este no tenga mas medios...Que quieren, que no lo logre?...

Me conecto en el ordenador de la oficina y busco crimines similares por todos los estados unidos en los ultimos 25 años.

El ordenador mostró una lista de los crimenes parecidos que habían ocurrido en todos los Estados Unidos, durante el tiempo indicado. Pero la busqueda no produjo resultados productivo de asesinatos sin resolver en casas de ricos, solo suicidios y algun que otro robo. Parecía que la policia solía esforzarse en resolver crimenes de famosos. Luego amplió el rango de busqueda y la pantalla mostró algún resultado más. A destacar alguno como aquel que ocurrió en la casa de los Polanski, cuando Charles Manson mató a su familia y alguno similar. Pero pese a ese resultado anecdotico, en los últimos 10 años no había ocurrido nada que estuviese sin resolver. 

Dejo con un suspiro los informes y el ordenador... inutil, todo es inutil...

Me levanto y estiro la espalda, antes de sacar a mis pequeñas del cajon donde las gusrdo, y colocarlas en sus fundas en mi espalda...como siempre, su peso me hace sentir completo...como un agente de verdad.

Creo que tendre que ir hasta la casa, tengo que verlo por mi mismo.

Me aseguro de recoger las fotos y mi resumen de la escena y bajo a por el coche.

En el aparcamiento del FBI estaba en la planta menos uno, Lucas bajó a ella y pulsó la llave a distancia de su coche, un pitido resonante por el eco del parking y unas luces parpadeantes dejaron que el coche se notase.

Una vez en el coche Lucas examinó los papeles en busca de la dirección correcta. Fith ave. Marcaba uno de los informes. Nada más y nada menos que la Quinta Avenida, seguramente sería uno de esas lujosas casas que parecían de estilo gótico cercana a alguna tienda de lujo, lejos del alcance del bolsillo de cualquier policia, aun del FBI.

Lucas estuvo conduciendo largo cacho hasta llegar a Manhattan, era hora punta y el tráfico por aquella zona era enorme, además no encontró buen sitio para aparcar. Finalmente llegó a la casa indicada en el informe. Era tal como se la imaginaba...

Meneo la cabeza disgustado, por haber tenido que aparcar tan lejos de la casa... como si la matricula federal de su coche no sirviese para nada en esta estupida ciudad... la mayor parte de los neoyorkinos, piensan que son un pais en si mismos...

Entro en el portal, y enseño mi identificacion al portero.

Soy el agente especial Kerensky, del FBI, vengo al apartamento de los Hoffman...

El recepcionista, un elegante hombre mayor de aspecto ingles, pelo canoso y refinados modales, levantó la vista pesadamente de los documentos que rellenaba y miró a Lucas por encima de las gafas de leer que llevaba puestas, sonrió sin gracia y con una marcada voz grave se dirigió a Lucas.

Caballero, el edificio entero es el apartamento de los Hoffman. Volvió la mirada a los documentos y los hizo a un lado, luego guardo las gafas en un diminuto estuche que guardo en el bolsillo de la chaqueta. Se levantó y con las manos enlazadas por detrás del cuerpo volvió a hablar a Lucas. Imagino que viene por lo del incidente.

Si con el incidente se refiere al triple homicidio, esta en lo cierto. Si se refiere a que les roben el periodico de la entrada por las mañanas no?. No sonrio, ni intento parecer gracioso...solo me siento cansado.

Dejo las fotos sobre los documentos que rellena.

Me gustaria que me llevase hasta aqui... Señalo la habitacion detras de los cadaveres.

El hombre hizo una mueca de sonrisa cuando Lucas comentó lo del periodico. Luego volvió a sacar sus gafas y miró la foto a traves de las lentes que sujetaba en la mano sin llegar a ponerselas. No tocó la foto en ningún momento y se agachó lo más que pudo sobre la mesa para observarla.

Esta bien. Dijo su voz grave. Acompañeme por favor. Abrió un pequeño armario con una única puerta que colgaba en la pared, donde había infinidad de llaves con numerosos cartelitos sobre cada llave. Despensa, Cocina, Salón... cada llave tenía uno. El recepcionista cogió el de la habitación del señor Hoffman y comenzó a andar hacía un pequeño elevador con una rejilla metalica que servía de puerta.

Cedió el paso a Lucas sujetando la rejilla y cuando este entró, él lo siguió detras. Una vez dentro del elevador tiró de una cadena de su cinturon y sacó un manojo de llaves que colgaban en el extremo de la cadena.

Por favor, apartese un poco, no hay puertas y es peligroso. Le aconsejó.

Introdujó la llave dentro de una muesca que tenía un número tres junto a ella y al girarla el elevador comenzó a realizar su función, en escasos segundos en los que el hombre ni si quiera respiró ascendieron hasta el tercer piso. Cuando al fin llegaron el recepcionista volvió a abrir la rejilla y le indicó la habitación correspondiente a las imagenes.

Es la del fondo. Permitame. Se dirigió hasta ella y abrió la cerradura. Disculpeme señor que no le acompañe, pero lo que hay tras esa puerta es algo que no podría volver a ver.

Antes de nada, le importaria responderme a algunas preguntas, señor...?, le miro esperando que me diga su nombre, mientras saco mi pda para apuntar los datos.

Parker. Contestó terminando la frase. No es inconveniente. Respondere gustoso cualquier pregunta que me formule, caballero.

Bien, me alegro.

Apunto su nombre y comienzo a preguntarle.

Vive usted en el edificio?, donde estaba el dia del suceso?, hay mas servicio en la casa?, no tiene vigilancia activa?, guardias o asi, o pasiva, camaras?...me paro un moemtno para darle tiempo a responder.

El hombre intentó asimilar todo el combo de preguntas que le lanzaban.

No, yo no vivo aquí, comenzó a responder casí haciendo memoria sobre la primera pregunta. Vivo en una humilde casa algo más lejos. El día del suceso, es decir ante ayer, me encontraba en mi casa con mi señora. El servicio del señor Hoffman constaba de dos sirvientas y alguna secretaria o colaborador pero a las 8 de la tarde todo el mundo abandonaba la casa, yo siempre era el último en irme. Por lo demás no hay mayor vigilancia que la alarma. Este es un barrio tranquilo.

Sin seguridad...pero que panda de tontos...niego con la cabeza al pensar el mundo en el que vivimos. si eres tan rico como Hoffman, es un crimen en si mismo no cuidar de tu familia de todos esos locos que hay por ahi sueltos... yo mismo tenia mas seguridad en mi propia casa.

Bien, eso es interesante, solos a partir de las ocho de la tarde... lo apunto. Sabe si recibieron ese dia alguna visita, paquete o pedido a la cocina o al hogar?.

No, que yo sepa. Nadie pasó por aquí fuera del circulo común de personas. Contestó el hombre mostrando una escueta sonrisa. ¡Ah si!, Ahora que recuerdo.... Disculpe mi torpe memoria, agente Kerensky, aquel día llamó para concertar una cita una joven señorita, se llamaba Inna Nosequevic... era un nombre europeo del este, pero no recuerdo cual exactamente. Aunque la cita no se concertó, como puede imaginar. Señaló sombriamente la puerta.

Llevan un listado de llamadas?, parecía ansiosa o preocupada, dijo algo que le llamase la atención?. Apunto el nombre y la suposición de que sea de Europa del este...

Sí, el número queda archivado en la memora del telefono. Mostró una calida sonrisa de persona mayor, una de esas que da el abuelo al nieto y que solo se consiguen con la edad. ¿Puedo irme ya?